Partida Rol por web

Como nadie le interrumpió, Ikaran continuó. Tecleó un poco más e hizo un gesto con lo que la holografica que tenía delante hizo el equivalente de girarse hacia el grupo.
En la imagen podía verse una isla, a todas luces la de Hydra, llena de tropas V'Sori y naves. En lo alto de risco que daba al mar estaba lo que a todas luces era el edificio principal. Donde se congregaban la mayoría de soldados.

Las naves que veis son el equivalente a cañones antiaereos. Si tenéis pensado ir volando os detectaran y os borrarán del mapa antes de que os acerquéis a 10km de la isla.
En tierra hay tres batallones, dos siempre alerta y uno descansando. Por no hablar de las tropas privadas del propio Shavak. Si no recuerdo mal tiene, o al menos tenía ya que creo que ha perdido algunos, cuatro K’tharen de elite y ocho normales. Aunque los K’tharen ya de por sí son las tropas de élite. O al menos lo eran.

En fin. Que es todo un paseo.

Dejó unos instantes que asimilaráis la información antes de continuar.

Pero como he dicho. Estáis de suerte. Ya no dispongo de mi rango e inlfuencia, pero todavía tengo contactos. Contactos que me deben favores, y por Shavak estoy dispuesto a gastarlos.
Puedo daros una ventana de media hora para que podáis llegar y aterrizar en la isla. Puedo matener ocupadas o darles nuevas ordenes a las tropas de fuera. Y puedo conseguir que no lleguen refuerzos. Aunque no puedo hacer nada con la guardia personal que tenga ese engreido dentro de la estructura. Supongo que habrá muchos científicos, pero seguro que también soldados.

No obstante. A cambio de todo eso quiero que hagáis algo por mí.

Había sonado algo distendido e incluso amigable mientras os informaba, pero la última frase la dijo muy seriamente.

Como bien había imaginado, Templario ya estaba haciendo de las suyas, así que cuando me dijo aquello de que no había fiesta porque no había chicas ni alcohol, además de las respuestas que había escuchado, negué con la cabeza. El hombre de hojalata no tenía remedio. 

Apreté los labios para no reír cuando dijo lo de fusilar a Templario, pues la verdad es que cuando se ponía a hablar, a veces daban ganas de pegarle un tiro o de coserle los labios, quizás incluso de cortarle la lengua... Eso sí, tampoco era tan mal tipo y terminaba poniendo el modo "voy a ignorar toda esta cháchara que no tengo un analgésico a mano". 

Eso sí, cuando la conversación continuó y dijo aquello de "si tengo que mataros" entrecerré los ojos. 

- Eso no me lo dices fuera de ese campo de fuerza que tienes ahí montado... - Pensé, aunque por el bien de la misión no se lo dije en alto. 

Si alguno de nosotros había pensando en algún momento que no iba a pedir nada a cambio, no podía haber estado más equivocado. 

- Tú dirás... 

No íbamos a aceptar ningún trato hasta que supiéramos qué era lo que quería. 

Al ver que los humanos estaban receptivos volvió a sonreir.

Oh. No creo que sea algo que os suponga demasiado conflicto interno o moral para vosotros. Tan sólo quiero que matéis a Shavak.
Bien muerto que no lo puedan ni usar para reciclaje de drone. Y que antes de que muera le enseñéis esto.

Abrió un cajón de la mesa y sacó un colgante plateado acabado en una especie de lagrima.

Él sabrá lo que es, y que soy yo quién ha causado su ruina. Dadme vuestra palabra de que lo haréis y tendremos un trato.

El alien parecía receptivo a nuestras propuestas, nos dio todas las imágenes posibles sobre el lugar y sobre sus defensas. Había un ejército entero defendiendo el lugar, pero parecía poder abrirnos un hueco por donde atacar al enemigo y a su guardia personal. 

El problema iba a ser conseguir la cabina del Doctor Who esa que nos había pedido Destrucción además de matar al maldito alien. 

Sacó un colgante y nos dijo todo tipo de tonterías. Templario se encogió de hombros y puso voz de película. —Oh, sí, lo haremos... ¡Cuando esté en sus últimos estertores se lo enseñaremos para que sepa en su agónico final que el causante de su muerte es...! —levantó los brazos— Seamos serios y prácticos... —sacó una cámara de su armadura y tomó una imagen holográfica del chisme, en realidad lo hacía con su teléfono celular, pero lo tenía metido en la armadura. Proyectó la imagen encima de su mano, que tenía una pistola integrada —Lo que haremos será proyectar esto todos mientras le pegamos y matamos. Es muy posible que no podamos "enseñárselo justo cuando esté muriendo", la vida no es como las pelis, pero si lo proyectamos holográficamente mientras le pegamos o disparamos, hay posibilidades de que lo vea. 

Lo pensó mejor y clarificó —No me estoy burlando de tí. Anda que no hay gente que yo quisiera matar y que supieran que los estoy matando yo. Pero es la mejor manera de cumplir tu deseo. 

—Y si se da el caso, prometo hacerlo exactamente como dices, además de matarle lentamente y con extremo dolor mientras ve la imagen del colgante. Total, así sufrirá más. Todo son ventajas. 

La conversación con aquel ser extraterrestre había sido de lo más interesante. El silencio de sus compañeros, quienes seguro estaban meditando la situación, los riesgos y las consecuencias, parecía poner nervioso al V´Sori, quien no tardaba en rellenarlo con más explicaciones. Como si él mismo tuviera interés en que aceptaran su propuesta, cuando habían sido ellos quienes habían ido a pedir su ayuda.

Al final todo le quedo claro. Aquel ser buscaba venganza y quería usarlos a ellos como sus verdugos. No habría problema. De hecho, Filthy Worm había esperado poder matar a todo aquello que se cruzara en su camino. Bueno, realmente pensaba hacerlo sin importarle si se lo permitían o no. No pensaba pedir permiso.

Pero le interesaban los motivos que tenía aquel ser para querer acabar con el tal Shavak. Su voz llego desde atrás, sorprendiendo al V´Sori, quien posiblemente no había siquiera reparado en su presencia.

– ¿Qué te ha hecho ese bastardo, para que le guardas tanto odio?

No estaban seguros de si la contestación de Templario había sido del agrado del V'Sori o no, aunque no dio muestras de que fuera así. Aunque sí que insistió en lo del colgante.

Insisto. Enseñarle esto para que lo vea. Seguro que unos seres como vosotros seréis capaces de encontrar la manera.

Agarró el colgante y lo lanzó hacia Obscure, que lo cogió sin problemas. No obstante hubo una especie de destello en el aire cuando cruzó la distancia que los separaba.

Se volvió a Worm cuando éste habló.

Mis razones son mías. A vosotros os basta con que le tengo suficiente odio como para ayudaros contra los míos. No necesitáis más.

Dentro de 24 horas tendréis vuestro hueco en las defensas, como lleguéis allí es cosa vuestras. Destro de 24 horas y treinta minutos todo volverá a la normalidad.

Al parecer el V'Sori daba por acabada la conversarción, lo que no quería decir que vosotros sí.

– ¡Vaya! He tocado una fibra sensible, secretitos. Tu tranquilo que ya le enseñaremos la lagrimita esa y ya de paso le haremos derramar alguna propia.

Filthy Worm era decididamente un bocazas. No tenía ni idea de a que se enfrentaban, pero no podía reprimir un comentario chulesco. Bueno. Era lo que se esperaba de ellos, ¿no? Para eso eran los malos.

– Por mi podemos darnos ya el piro. –dijo dirigiéndose ahora al resto–. Este tipo no parece un gran comunicador. Me temo que no nos va a contar ninguna historia entretenida. De esas donde mueren todos.

Se giró con un gesto demostrativo hacia la puerta. Esta vez si que pensaba usar el ascensor.

-Eso, pongámonos en camino que no nos sobra el tiempo. Y tranquilo, que verá ese colgante, quiera o no. -Dijo Obscure mientras hacía aparecer la forma del colgante en el lateral de una de sus manos/espadas.

Roxanne optó por el silencio durante casi toda la conversación. No tenía muy claro si se debía a que si hablaba probablemente el trato se iría a la mierda, o si es que le hacía gracia la forma en la que los demás “negociaban” o si sencillamente había dormido demasiado poco y tenía más sueño que ganas de guerra, pero cuando pareció que todo finalmente se había resuelto se dio el lujo de comentar algo.

-El otro día vi una de esas películas de risa en el que una tía tenía un colgante que enseñaba.  Te contaba la historia de un montón de inútiles llorones que se ahogaban en un barco. Joder… ¿Titanic? Algo así se llamaba.  No sé si vosotros dos también os lo montasteis en un coche, pero no te preocupes. Nos encargaremos de que sufra y de que vea esa mierda- comentó, encogiéndose de hombros. Si eso era lo que le pedían ella no iba a negarse.

-En fin, aquí ya está todo hecho. Yo también voto por pirarnos y comer algo. Templario invita, lo dice la coñocracia- esa palabra le había hecho bastante gracia, así que la añadió a su repertorio. A fin de cuentas ella también era de las que pensaba que Videshee y ella misma tenían la capacidad suficiente para manejar el cotarro.

Parecía que todo estaba dicho y que habíamos conseguido lo que habíamos ido a buscar, a cambio debíamos sacar a pasear aquel colgante. 

- Curioso. ¿Ese campo de fuerza evite que las cosas entren pero no salgan o es otra cosa? - Pregunté un poco medio susurrando para que Roxanne me escuchara. 

Eso sí, viendo a quién le había dado el colgante negué con la cabeza. 

- Cuando se lo tengamos que enseñar, este se habrá ido a su rollo como siempre y no lo vamos a poder hacer... 

De todas maneras, esperaba que si no se lo enseñábamos no se enterara. 

- Bueno, pues supongo que ya está todo dicho y podemos irnos. 

Así, ahora sin ningún problema, me encaminé hacia el ascensor. Ya no creía que nadie fuera a drogarme y a dormirme por subirme a él. 

El grupo de Omegas salió del "apartamento" de lujo del V'Sori y se encaminaron hasta su "cuartel general" tomando las precauciones habituales.
Una vez allí informaron a Destrucción, el cual parecía bastante complacido.

Bien hecho soldados. Muy bien hecho. Os mandaré un transporte para que pueda dejaros en la isla de Hydra y os espere hasta que consigáis el aparato en cuestión.
Descansad un poco ahora y preparaos, pues el viaje hasta la isla serán unas cuatro horas. Llegaréis justo cuando Ikaran dice que tendrá el camino despejado. Si no os ha engañado tendréis via libre hasta la Mansión. Una vez allí estoy seguro de que podréis arreglaroslas.
Buena suerte.

Tras eso poco más podían hacer salvo esperar, y quizás ir a cenar como había comentado Roxanne.

Casi 24 horas después de vuestro encuentro con el Warlord caido en desgracia Ikaran, os encontrabáis a bordo de una nave de destrucción pilotada por uno de sus soldados. Si era el mismo que en otras ocasiones no podíais estar seguros, pues las armaduras que llevan no dejan ver su cara.

Observais un pequeño plano de la parte de la isla donde vais a aterrizar.

Justo delante de la mansión. La nave que os transporta parece acorazada y blindada, pero si Ikaran no ha neutralizado las fuerzas exteriores no os va a servir de mucho.
Según Destrucción los laboratorios de Hydra están en las zonas inferiores, bajo tierra. Son bunkers protegidos capaces de resistir impactos nucleares. Por lo que el único acceso es por los ascensores internos de dentro de la mansión. Justo en medio de ésta. Si el Warlord Shavak tiene a sus propias tropas estarán dentro, por lo que a los Omegas les espera una buena pelea una vez entren.

Tiempo de llegada 10 minutos.

Fue la voz del piloto. Si estaba nervioso no lo parecia.

La situación parecia tan tensa que ninguno de los omegas dijo nada al respecto. Simplemente se preprararon mentalmente para lo que les venía encima.
Por lo que sabían las tropas en la Isla Hydra eran númerosas y potentes. Si Ikaran no cumplía su parte del trato bien podían salir de allí todos con los pies por delante.
La imagen de la costa se iba haciendo cada vez más grande. Y al menos seguían volando hacia allí. Si las defensas externas estuviesen activas ya les habrían volado, o por lo menos les habrían empezado a disparar.

Cuando parecía que la nave se iba a estrellar contra el acantilado que tenían enfrente, el piloto alzó el morro y sobrevoló costa y mansión. Acto seguido aterrizó justo en la entrada de la misma.

Ya estamos aquí podéis salir y hacer vuestro trabajo. Esperaré 20 minutos, luego me marcharé con o sin vosotros. Pero Destrucción me ha dicho que si no venís con el aparato que ni os abra la puerta y me largue.

La puerta de la mansión estaba obviamente cerrada, y parecía recia. Aunque seguramente sólo era para aparentar y en realidad era normal. ¿Quién iba a atacarle en su propia isla? ¿Verdad?

-Dejadme que examine la puerta, se me da bien entrar en sitios donde no me invitaban sin que nadie se diera cuenta.

Y alargando los brazos desde una distancia segura, examino la puerta en busca de sistemas de alarma o electrónicos.

Al final acordaron enseñarle el collar al malo mientras moría. Lo que Templario no sabía era como se lo enseñarían si al matarle lo reventaban del todo. En fin, al final siempre podían mentir al Warlord. Sí, se lo enseñamos a sus ojos muertos, a los dos, porque estaban cada uno a varios metros. 

Garritas habló de que le tocaba volver a invitar y mencionó la peli del barco que se hundía —Al menos se ahogan, no como en todas las demás, que viven para siempre. Ah, y la tipa deja que él se ahogue por no dejarle un trozo de su  tabla. ¡Típico comportamiento femenino! ¿Cómo? ¿Que pago yo otra vez las cervezas? ¡Típico comportamiento femenino!

Coñocracia era que no se votaba, en fin, a Templario no le importaba pagar, pronto el sistema monetario de la Tierra se derrumbaría gracias a su ataque contra la casa de la moneda e irían a uno más justo, rompiendo el status quo. Mientras tanto tendría que pagar al del bar porque si lo liquidaba, no habría cervezas para la próxima vez. 

Justo antes de irnos, Rusita cantarina estableció lo obvio con que Obscure se habría ido a la otra punta y no enseñaríamos colgante alguno. Lo hizo susurrando pero los avanzados sensores de la armadura de Templario pudieron captar sus frases dichas a la otra mitad de la coñocracia. 

En la base Destrucción nos habló de que todo iba bien y él se encargaría de la movilidad. Templario confiaba en él porque querría el cacharro, no les iba a dejar tirados. Ikharan sería otra cosa, una vez hubieran matado a su enemigo. 

Y, pocas cervezas después, nos encontramos volando hacia la base de Hydra. La nave no colaboraría en el combate, y mejor, porque era nuestra vía de escape. 

Mierda, debí mear antes de volverme a poner la armadura. 

El piloto nos dejó a la puerta de la mansión —¡Servicio puerta a puerta! ¡Vamos allá! 

Obscure se acercó a contemplar la puerta, pero Templario, juiciosamente, se acercó (con cuidado) a mirar a través de las ventanas. 

—No se, si no han escuchado llegar a la nave es que son retrasados, así que yo diría de entrar por otro sitio...

Nada más había que cortar allí, así que regresaron al cuartel general y recibieron las últimas indicaciones de Destrucción.

El vuelo hasta las instalaciones de Hydra fue largo, pero las cervezas que se habían tomado antes lo hicieron más llevadero. E Ikaran había cumplido con su parte del trato, al menos en lo que tenía que ver con las barreras que protegían la isla. El helicóptero que los transportaba pudo llegar sin más contratiempos hasta posarse frente a la misma entrada de la mansión del Warlord V´Sori. Esto le resultó muy extraño a Worm, quien asintió con la cabeza a los comentarios de Templario.

Solo podía significar dos cosas. O su compañero tenía razón y eran unos auténticos estúpidos, demasiado confiados en sus defensas, o era una trampa. Filthy prefirió creer en lo primero, pero se preparó para lo segundo. Sacó sus dos armas de su cinturón y miró los alrededores a ambos lados de la casa, para asegurarse de que no había enemigos acechando, mientras se acercaba a la mansión.

Obscure tanteó la puerta buscando aparatos electrónicos. Pero salvo las camaras de vigilancia ocultas que apuntaban a la puerta y alrededores, y que seguramente tendrían un primer plano precioso de la nave que os había traido, no encontró nada.

Al mirar por la ventana Templario pudo ver cómo por el hall de entrada se acercaban a toda velocidad esferas de guerra. Para ser exactos unas 10 de ellas. Venían tan rápido que nisiquiera se detuvieron en puertas o ventanas, atravesandolas sin inmutarse. Al menos al acorazado le dió tiempo de avisar al resto y estaban preparados. Pero se les venía encima una buena pelea.
Aunque claro, eran simples esferas. No tenían nada que hacer contra el aguerrido grupo de Omegas.

—¡Eh, que viene diversión! —gritó Templario segundos antes de que salieran un montón de robots esos alienígenas de todas partes, rompiendo ventanas y puertas —¡Malditos robots, me jodéis mi entrada triunfal, que yo iba a invadiros así! 

A pesar de las palabras, Templario estaba contento porque podía hacer ejercicio y olvidarse que se estaba meando. Con una mano apuntó la descarga energética que podía lanzar su armadura y la hizo atravesar a una de las esferas, que acabó hecha un donut. 

Luego se abalanzó sobre ese grupo de robots para partir por la mitad a otra con la hoja que sabía que podía crear con la otra mano. 

—¡Venid aquí, asquerosos pesados! ¡Eh, garritas, el que mate menos friega la cocina una semana! —iba a decir que en ropa interior, pero la verdad era que ninguno se vestía mucho dentro de la guarida. 

—¡Te gano por dos!

Las primeras esferas de guerra se colocaron en posición, aunque Templario fue más rápido y acabó con dos de ellas sin despeinarse siquiera.
No obstante quedaban todavía tres por un lado y cinco por otro. Todas dispuestas a acabar con el grupo de Omegas.

Las esferas dispararon a Worm, Videshee y Roxanne. Worm estuvo apunto de esquivarlas al moverse rápidamente pero en el último momento lograron alcanzarle, los disparos de Videshee se desvíaban antes de llegar a tocarla, y a pesar de la agilidad de Roxanne también fue alcanzada.

El traje que le habían dado a Worm al llegar al grupo aguantó el impacto, más el disparo a roxanne fue más inteso y sólo su dureza natural evitó una posible herida, aún así logró aturdirla.