Partida Rol por web

De nuevo, la fatiga mental que os acechaba cuando el reloj marcaba ya una hora prudencial os hizo volver a vuestras habitaciones, con el propósito de descansar -o, al menos, intentarlo-. 

La muerte de Charlotte fue, quizás, un golpe demasiado duro. Quizás todos los esquemas elucubrados hasta ahora hubieran caído sin más. Quizás no. 

Un nuevo día se alzaba en el Capitolio.

Un agudo pitido se hace eco en el apartamento. El estruendoso chirrido os hace levantaros imperiosamente de la cama. Pareciera que la noche hubiera transcurrido en lo que dura un parpadeo. 

El sonido acaba pronto, pero para entonces Joyce sale disparado de su habitación, con las manos tapándose los oídos, con una expresión en el rostro de total desquicie. 

Atraviesa el salón de un extremo a otro, hasta llegar a la puerta que da acceso al aseo, donde eran dos los cadáveres que yacían allí. Tras varios intentos por abrir la puerta, de manera desesperada, se sienta en el suelo, entre resignado y abatido, sin percibir vuestra paulatina llegada a la estancia. 

Al anochecer erais exactamente la mitad de los que llegaron; al despertar, contáis que son tres los que no han aparecido. 

Esta vez, Garden no puede mostraros nada; parece ido, perdido entre los rostros de puro hastío que lo enfocan con una dura mirada. Así que, una a una, vais revisando las diferentes habitaciones. 

No os sorprendéis -casi- al encontrar a Javier Gonzales, maniatado de manos y pies, tumbado en su cama. Una sábana ensangrentada cubría su faz; preferísteis no moverla de sitio, pues un surco rojizo, que bien podría corresponderse con la posición de su ojo izquierdo, adornaban la blancura del ropaje de forma macabra. Sí eran visibles, sin embargo, múltiples cortes en su torso, en su mayoría profundos. 

Cerráis la puerta sin más preámbulos: la primera víctima nocturna del día ha aparecido.

No obstante, decidís seguir abriendo puertas, pues aún había dos desaparecidos.

La explicación a la desaparición del actor Houssay no tarda en aparecer: en su habitación, sentado en una silla, Charles parecía que daba la bienvenida a las curiosas miradas que asomaban tras el umbral. Sin embargo, en un siniestro gesto obsceno, parecía que les hiciera una burla; y podría haber sido así, si no fuera porque la lengua le asomaba por la mitad de la garganta, y no por entre sus labios. 

Quizás para los invitados esta escena no fuera más que otras de las muertes que ya habían ocurrido; Joyce, que se había levantado y acudido a vosotros justo en aquel momento, no pudo más que emitir una arcada, seguida de bilis, al ver tal dantesca escena. 

Asombrados por la reacción del que fuera ejecutor de tres víctimas, decidís ayudarlo de alguna manera. Sin embargo, al ir a la cocina, os dais cuenta de que el cuerpo de Arthur Glyver, cuya habitación se encontraba en otro de los cubículos, estaba tendido bocabajo en el salón. De su boca salía una espuma blanquecina; sus mandíbulas chocando producían un sonido escabroso. Su cuerpo tembló apenas unos minutos. Cuando se hubo calmado, alguien se acercó para comprobarle el pulso. Sin embargo, Arthur adoptó una posición totalmente rígida; los ojos en blanco hablaban por sí solos: el hombre había perdido el control. Aunque una última expresión de terrible sufrimiento se quedó grabada en su rostro, antes de morir.

- ¿Qué es todo esto... ? - pregunta Joyce, más para sí que para vosotros. - ¡¿QUÉ SIGNIFICA TODO ESTO?!

Notablemente confuso, Garden termina por perder la consciencia, cayendo a escasos milímetros de su propio vómito.

Monica salió de su habitación tapándose los oídos para evitar el pitido. Cuando se reunió con el resto echó un vistazo y contó mentalmente, arrugando la nariz con el resultado. Fue con el grupo, descubriendo cada una de las muertes y, cuando Joyce cayó al suelo, aparentemente desmayado, tomó un vaso de agua y se sentó a beberlo a pequeños sorbos.

Lentamente paseó su mirada con solemnidad por todos los presentes en la habitación antes de carraspear y hablar en voz alta y sin dirigirse a nadie en concreto. - Yo he matado a Arthur. - Anunció, esforzándose porque su voz sonase tranquila y no dejar traslucir la inquietud que sentía. - No lo he matado solamente por las palabras de Zarina, llevo sospechando de él desde hace días. Sus votaciones, su nerviosismo, su forma de buscar ataques personales y defenderse de ellos incluso antes de que surjan... Cómo trató de acercarse a Michelle como fuese desde el primer día. También la forma de defenderse que tenían él y Jim... Y finalmente la acusación de Zarina. Demasiados detalles.

La mujer detuvo sus ojos en la pelirroja con frialdad. - Eres una estúpida, Zarina. Desde que anunciaste ayer que lo habías visto planeé hacer esto. Era mejor aprovechar lo que podía hacer con alguien de quien tuviéramos pruebas, que arriesgarme al azar. Así que ahora ya puedes dejar de lloriquear porque nadie te hace caso. Sin embargo, con tu actitud de niñata malcriada estuviste a punto de morir... ¿Para qué? 

- Me equivoqué al votar a Akira y Charlotte. Pero espero no haberlo hecho con Arthur. - La mujer hizo una pausa y volvió a mirar uno a uno a todos los presentes. - Esto no es todo lo que puedo hacer. También puedo devolver la vida a alguno de los que han muerto. Pero sólo a uno. No lo he hecho porque no sé quién sería la mejor opción. Tengo dos ideas al respecto: La primera, que votemos a Zarina. Así saldremos de dudas sobre ella y ya de paso sobre Charles. Si resulta ser inocente, puedo traerla a ella de vuelta. La segunda, que cada uno diga a quién cree que debería traer de nuevo con nosotros. Escucharé todas las opiniones y las tendré en cuenta al elegir. Voy a hacerlo esta noche, antes de que puedan atacarme. No voy a esperar más, porque si no lo hiciese hoy, probablemente vendrían a por mí para impedírmelo. 

Monica suspiró y se miró las manos, dejando el vaso sobre la mesa, antes de hablar una vez más. - Como dije anoche, tenemos que hablar todo lo que podamos, estar callados no nos ayuda en absoluto. Cada vez somos menos y no tenemos la seguridad de haber acabado con ninguno de los infiltrados... ¡Ni siquiera sabemos cuántos son! Tenemos que unirnos en las votaciones para no darles ventaja. - Su mirada se posó en Charles y en Zarina, alternativamente. - ¿Alguno de los dos ha salido de paseo también esta noche? ¿Tenéis algo que decir? - Su mirada se posó en el resto, alguno de los cuales había permanecido en silencio durante toda la noche. - ¿Alguien tiene algo más que aportar? Si seguimos ocultándonos todo no conseguiremos salir de aquí con vida.

Charles observó a Javier con tristeza. Agradeció no tener que ver su rostro, suficiente tenía con el torso. Lo siento. Susurró, antes de seguir a la comitiva hacia el segundo cadáver. El gesto de Charles se volvió grave cuando llegaron al hombre con el que compartía nombre en aquel estado. Si sentía alguna clase de rechazo no lo demostró.

Al llegar a la cocina escuchó a Monica con atención. Cuando ésta acabó de hablar giró la cabeza para ver a Arthur antes de volver a mirar a la morena. Entiendo lo que has hecho, Monica. No te juzgo. Para mí esta confesión y que decidas escuchar nuestras opiniones antes de traer a alguien de vuelta, te hacen inocente.

 No puedo decir lo mismo de uno de los muertos... Ayer Charles Houssay mató a Javier. Lo vi con mis propios ojos. Vi como... La voz del hombre se entrecortó. Vi como clavaba un cuchillo en su ojo y después siguió y siguió. Había mucha sangre y Charles parecía estar disfrutando mucho.

No pude hacer nada. Yo... Él iba armado y yo no tenía nada a mano. Si llego a intervenir quizá yo también habría muerto. No sé quien mató a Charles esta noche, pero ha vengado a Javier y supongo que a muchos otros también.

Cuando me levanté, la cama estaba extrañamente fría. Miré a mi alrededor, pero no había nadie en la habitación. Joyce ya estaba avisando de los muertos de este día. El primero era Gonzales, que estaba en la cama, siendo objeto de una extraña carnicería. Pude mantener el estoicismo con el primero, pero no con el segundo. 

Comencé a chillar con fuerza y me lancé a abrazar el cuerpo muerto de Charles. No podía ser. Charles no. Desde el flechazo del primer día, dijo que cuidaría de mí...

-Charles...

Me quedo en el suelo, agarrada a su regazo frío. No quería moverme de allí. Mi Charles estaba muerto, y lo peor, me había mentido. No podía ver lo que tenía delante por las lágrimas.

-Necesitamos información Zarina. Tu que pudiste ver la verdadera identidad de Arthur ¿Sospechas de alguno de los presentes? Debemos actuar cuanto antes.-

Cuando el nuevo día llegó Michelle se levantó rápidamente. Aquel pitido podía significar muchas cosas, pero no se le ocurría ninguna buena. Sin embargo antes de que pudiera averiguar de qué se trataba Joyce se desmayó y los acontecimientos fueron sucediendo con rapidez.

A diferencia de los otros días en esta ocasión no sólo habían encontrado los cuerpos de compañeros muertos: también llegaron a tiempo de ver agonizar a Arthur.

Michelle escuchó boquiabierta la confesión de Monica y cómo luego Charles acusaba a uno de los muertos. Para entonces Zarina ya había tenido un más que inapropiado arrebato emocional, y ante eso Michelle simplemente emitió un suspiro.

- Yo también sospechaba de Arthur. - Dijo entonces, buscando a Monica con los ojos. - Y si hubiera tenido las herramientas para hacer lo que tú has hecho, probablemente hubiera tomado la misma decisión. No es algo bonito, pero llegados a este punto es más que necesario. - Afirmó antes de hacer una pequeña pausa. Durante un instante su vista se desvió hacia el cuerpo de Joyce y por su mente pasó la idea de socorrerle. Sin embargo estaba más cómoda con aquel hombre desquiciado inconsciente. Y parecía que los demás también, pues nadie hacía ni el más mínimo ademán de ayuda. - Sobre lo otro que planteas ambas ideas me parecen acertadas. - Continuó. - Si yo pudiera escoger a alguno de los que han muerto probablemente sería Stefan, pero el único motivo que tengo es que me parecía inteligente y de confianza. Nunca me dio la impresión de que ocultase nada o que tratase de incriminar a otros.

Después de estas palabras Michelle llenó un vaso con algo de zumo.

- Está bien. - Dijo a Charles entonces. - Si lo que dices es cierto significa que efectivamente alguien más está acabando con los infiltrados, lo cual es de agradecer. A estas alturas no quedamos muchos, y quiero pensar que aunque en las votaciones no hayamos dado ni una al menos dos de ellos están muertos ya. - Afirmó, antes de volverse hacia Zarina.

- Viendo este despliegue emocional - Le dijo. - parece evidente que entre vosotros había más que lo que mostrasteis a los demás. Si os habéis estado reuniendo a escondidas creo que es un buen momento para que expliques cuándo, cómo, y qué te vendió él.

Acaricié el rostro frío de Charles con las manos temblorosas. Escuchaba a los otros hablar, pero no eran más que murmullos vagos para mí. Le tumbé en la cama y le cerré los ojos. Unos ojos que me habían mirado con lo que los antiguos habían llamado "amor". No quería seguir viviendo después de eso. ¿Cómo iba a vivir después de haber perdido algo así? Vagamente escuchó a Michelle y a Dolores hablándole, pero seguía algo estática. Después de unos minutos pudo asimilar las preguntas.

-¿Charles y yo? Fue como esos romances antiguos... Romeo y Julieta. Un "flechazo", lo llamaban. La primera noche nos juntamos para tener algo de sexo, y tras la primera muerte tenía mucho miedo... Estaba aterrorizada. Y él me dijo que me protegería, y que nunca me iba a dejar. -bien pensado, tenía sentido. Si él era uno de ellos, no le resultaría difícil decirles que escogiesen a otro. No pude evitar echarme a llorar de nuevo. No quería pensar que Charles se había ido para siempre.- Le dije lo que podía hacer... Y se asustó mucho cuando dije el nombre de Jim... Pero él me protegía todas las noches, y eramos felices... -lloré desconsoladamente.- Teníamos planes.

Agarró un pastillero de soma. Lo suficiente para que muriese en medio de un sueño profundo... Como lo sería la muerte.

-No... No quiero seguir viviendo en un mundo sin... Sin él. Aunque fuera uno de ellos... Yo le quería... -las lágrimas le impedían ver lo que tenía delante.- Gracias por creer en mí... Quiero haceros un último regalo... No quiero más muertes... -escribí un nombre en un papel.- Esta noche... -se me ahogaron las palabras en la garganta.- Tenía un plan. Iba a investigar a alguien de los que pensaba que eran inocentes para convenceros de mi inocencia para ir contra Arthur Glyver... -me sequé las lágrimas.- Pero no era tal cosa. -sonrío amargamente.- Debiste haber sido tú, y no Charles el que muriera. 

Dejé el papel en las manos de Charlotte.

-Tú siempre has confiado en mí, y has demostrado ser mucho más cabal que yo... Que no pude ver lo que tenía delante por mirar demasiado fuera. Te dejo el nombre a ti, para que lo uses. Puedes creer en él o no, después de todo, no soy de fiar. Pero yo voy a morirme. Y no quiero dejar este legado de muerte... -me muerdo los labios de furia.- Por lo que yo sé, no hay más. Sólo queda él. Úsalo sabiamente, y triunfa donde yo no pude.

Charles miró a Zarina sin entender muy bien sus palabras. La mujer estaba visiblemente transtornada, fue la única cosa que pudo sacar en claro de sus palabras. Sin embardo, cuando habló pasó por alto a la pelirroja y miró a Monica y a Michelle. No es que tenga nada contra Kafka... pero creo que hay mejores opciones. Al menos más seguras. Sabemos que Charlotte es inocente y su muerte fue muy injusta. Javier también es inocente. Cualquiera de los dos me parece mejor opción que Kafka, del cual solo sabemos que parecía un buen hombre...

yo optaría por Charlotte -. miro como se iba alejando la muchacha a la habitación le daba lastima. Volvi a mira a sus compañeros y dijo-. Bueno esta es una decisión muy importante, han muerto demasiados inocentes y solo podemos devolver a uno a la vida. A quien elegis el resto?

Otro amanecer, más muerte. Y de nuevo, múltiple. Ignoró por completo al tarado de Joyce, pues poco le importaba ya aquel hombre sin escrúpulos. Le tomó por un revolucionario al principio, un líder, alguien a quien seguir, pero pronto consiguió tirar por tierra esa imagen con su actitud.

Phil analizó con cuidado la reacción de todos y cada palabra. Le sorprendió lo del actor, realmente había conseguido engañarle con su actitud "pasota", haciendo de víctima porque nadie le escuchaba... Igual que Zarina.

-Zarina, eres la que llevó una relación más cercana con Charles, ¿de veras no te diste cuenta de nada? ¿No notaste su ausencia durante las noches en las que teníais sexo? Lo siento, pero aún no tienes mi confianza, por más lágrimas que derrames. Aún no se ha podido comprobar que las dos personas a las que has acusado, Jim y Arthur, sean traidores... -su mirada se dirigió entonces a Monica- No sé si has hecho bien matando a Arthur por tu cuenta, recuerda lo que dije anoche... Creo que quizá deberíamos haber llegado a un consenso... Pero lo estás haciendo ahora para una causa más noble, traer a alguien a la vida, y eso te honra.

El mecánico, acostumbrado a trabajar con la tecnología más puntera, se asombraba de que realmente alguien fuese capaz de traer a la vida a otra persona. ¿Tan lejos iba la ingeniería genética?

-Debemos ir a lo seguro... Traer de vuelta a alguien, si es que realmente es posible, que sepamos que es inocente. Quizá incluso pudieran vislumbrar a sus asesinos, y arrojar al fin algo de luz entre tanta muerte y oscuridad.

Monica no pudo evitar contemplar el numerito de Zarina con una mirada de desagrado. No sólo era una estúpida, también había estado aliada con un asesino. Y ahora además se iba a convertir en una suicida más, sin molestarse en contarles todo lo que su amante le hubiera contado. 

Apartó la mirada de ella mientras se alejaba en dirección a su habitación. No iba a esforzarse ni un ápice más en tratar de hacerla entrar en razón. Si quería morirse, peor para ella.

La mujer escuchó las opiniones del resto y respondió en primer lugar a Phil. - Si lo hubiera contado antes de hacerlo, probablemente esta mañana hubiera sido mi cuerpo el que habríais encontrado. Además de que lamento deciros que no confío en vuestro criterio a la hora de sospechar de la gente. Los infiltrados habrían tratado de confundirme y hacerme sospechar de inocentes... No tenía mucho sentido tratar de conseguir un consenso sobre eso. - Añadió, haciendo un gesto con la mano.

- En cambio, preguntar a quién traer de vuelta tiene una doble vuelta. Los infiltrados que queden podrían llegar a dar una pista al opinar sobre ello. Y si no, se sumarán al carro opinando para traer a un inocente. De cualquiera de las dos formas es algo útil. - Monica bebió un trago de agua despacio. - Yo también pensé en primer lugar en Charlotte. Me siento culpable por haberme equivocado con ella. Pero lo cierto es que tenemos que elegir con la cabeza y no por remordimientos. Y debemos tener en cuenta que no conocemos los recursos que puedan tener otros. Quizá alguno de los otros descubrió algo, o podría ayudarnos de alguna manera. En cambio, sabemos ya todo lo que ella sabía. Por eso ella no me resulta una opción muy interesante. Llegados a este punto, priorizo la razón antes que los sentimientos.

Tras una pequeña pausa, buscó la mirada de los presentes uno a uno, tratando de ver en sus ojos qué opinaban de sus palabras. - Estaba pensando en Arthur de la Torre o Stefan Kafka. Ambos me parecieron personas sensatas y analíticas. No tenemos ninguna certeza sobre su inocencia, como nos pasa con todos los que murieron de noche, pero al menos su actitud parecía estar a nuestro favor. Sin embargo, como os he dicho, tendré en cuenta vuestras opiniones antes de hacer nada. 

Finalmente, posó su mirada sobre Charles. - Yo sospechaba del otro Charles, así que lo que dices encaja con lo que yo había observado. Creo que dices la verdad. 

Tras recibir el papel de Zarina Michelle estuvo algunos segundos callada, escuchando con interés las palabras de Phil primero y de Monica después.

Tras esto se acercó a la puerta de Charles Houssay, decidida a hablar a Zarina a través de ella.

- No seas cobarde. - Le dijo con voz dura. - Si quieres acusarle, vótale y déjate de dramas. Ya tendrás tiempo de reunirte con él después, cuando tu voto no nos haga falta. - Añadió, mientras en su interior la molestia que sentía hacia la mujer crecía.

Luego se dirigió a los demás con la intención de mostrar el papel que ella le había entregado. En él un nombre y un apellido claros: Phil Darrel.

- Esto es lo que me ha dado. - Informó, echando una mirada a la puerta. - No sé más de lo que sabéis vosotros, y no iba a guardarme algo así.

Dolores estaba muy confundida después de las palabras de Zarina. Pero la intervención de Michelle todavía la había dejado más confundida si cabía. -Zarina, ¿qué ponía en la nota? y si se la diste a Charlotte... ¿por qué la tiene Michelle? No me queda nada claro y ahora mas que nunca debemos estar despiertos. No sabemos cuantos infiltrados quedan y tenemos pocos inocente en claro.- Fue entonces cuando escuché las palabras de Monica. -Monica si yo tuviera que devolver a alguien con nosotros, sin duda sería Charlotte. Principalmente por dos motivos: 1. sabemos con total seguridad que es inocente, y 2. esté donde esté en estos momentos seguro que ha podido conversar con todos los que hemos perdido estos días y podría traernos buena información y pudiendo confiar en ella.-

-Si alguien tiene algún candidato más obvio para traer de vuelta yo creo que no lo hay.-

La mirada de Michelle se posó en Dolores, observándola con cierta incredulidad.

- Dolores, Zarina no le dio la nota a Charlotte. ¿Cómo iba a dársela a un muerto?

-Zarina, ¿a qué estás jugando? -dijo Phil dirigiéndose al interior de la habitación donde se había metido la pelirroja- ¿Otra vez ese jueguecito de acusar a quienes no confían en ti? Y esta vez ni tienes el valor de dar la cara. ¡Muy loable! ¡Buscar la muerte cuando sabes que serás la elegida en las votaciones, porque nadie cree en ti! -el tono de Phil era molesto. Realmente no sabía que esperar de Zarina, pero le jodía que a estas alturas intentara echar mierda sobre él, cuando había sido uno de quienes más habían colaborado en esta jodida locura.

-Zarina por favor, necesitamos que nos expliques lo que sabes. ¿Qué te hace pensar que es Phil nuestro asesino? No queremos dejar ningún cable sin conectar.- Despues de que a Zarina se le fuera la cabeza por amor se quedó ausente, no dijo ninguna palabra, pero ahora necesitábamos su ayuda.

Entonces miré de nuevo a Monica. -Me mantengo en mi opinión. Creo que debe ser Charlotte la que vuelva con nosotros. Si bien puede que no nos aporte nada especial por sus "poderes", toda la información que nos pueda dar seguramente será de fiar.-

La impaciencia iba llenando poco a poco el pecho de Michelle, que observaba la puerta tras la que Zarina se había encerrado cada vez con menos ganas de seguir esperando. El momento de las votaciones se acercaba, y aunque quizá Joyce no hubiera despertado para entonces había cosas que debían hablarse.

- Zarina, haz el favor de salir. - Dijo entonces. - Tienes mucho que explicar, empezando por tu acusación a Phil. ¿Quieres morir? - Preguntó de manera retórica. - Perfecto: como tarde cuando todo termine podrás suicidarte. Pero es posible que tus palabras puedan salvar la vida de alguno de nosotros. Así que deja de comportarte como una idiota y abre la puerta. - Exigió.

Luego permaneció algunos segundos esperando antes de volver a hablar.

- Charlotte votó siempre en blanco salvo ayer, que lo hizo por sí misma. No dio nunca ninguna idea y estaba claro que no sabía nada. No creo que ella nos aporte nada. Ni siquiera un voto a nuestro favor  - Expuso. - No es mi elección, pero si pudiera elegir sería a alguien que pudiera saber algo sobre los asesinos. Por haber visto a su atacante, por ejemplo. Creo que las dos opciones que planteaba Monica son las más acertadas.

Monica contempló cómo algunos trataban de hacer entrar en razón a Zarina y suspiró mirando a Joyce, tendido todavía en el suelo. - Hablemos de las votaciones. Se acerca el momento y al menos yo todavía no sé si votar a Zarina o a Phil. ¿Qué haréis los demás? Si ella dice la verdad, quizá todo podría terminar hoy. Pero si ha mantenido su relación con un asesino en secreto quién sabe qué podemos creernos de sus palabras y qué no. En cualquier caso, si le hacemos caso, votamos a Phil, y él resulta ser inocente, yo podría traerlo de vuelta justo después. - Preguntó, echando un vistazo principalmente a Michelle y Charles. Le interesaba la opinión de ambos.