Partida Rol por web

Un nuevo amanecer

Toronto

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31/12/2007, 14:07
Master Indio

Despacio, intentando no perturbar el silencio que les rodeaba, Fred abrió la puerta que se encontraba frente a la que había abierto Nadine, no sin antes comprobar que allí dentro no había más que el típico mobiliario de dormitorio, con una cama de matrimonio y dos mesitas a ambos lados, complementado con una lámpara ventilador sobre la cama y dos fotografías de gran tamaño en los que se reconocía a los padres de Nadine aunque con unos años menos.

Lo que apareció ante los ojos de Fred fué un baño completo, con una bañera en la pared del fondo, un labavo en la pared izquierda y un retrete en la derecha.
Una cortina impedía ver el interior de la bañera....con cuidado, paso a paso y muy despacio, Fred se acercó hasta la bañera, alargando su mano temblorosa hasta aferrar un lateral de la tela impermeabilizada.
Conteniendo la respiración, la apartó rápidamente hacia un lado, dejando a la vista.....nada, la bañera se encontraba vacía, como era normal.

El hombre soltó el aire que había contenido en sus pulmones durante unos segundos....con alivio, volviéndose a continuación para acercarse de nuevo a Nadine que se encontraba en el pasillo.

Siguiente puerta....la habitación de huéspedes, vacía al igual que las revisadas anteriormente, excepto por la cama y una cuna...sin duda era la habitación donde se alojaba momentáneamente Gina con su bebé, pero no había rastro de ninguno de ellos.

Unos pasos más por el pasillo, llegando hasta las dós últimas puerta....a la derecha la habitación de Janie y a la izquierda la de Nadine, ambas cerradas y sin ningún sonido procedente de ninguna.

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31/12/2007, 14:26
Nadine Corbett

Nadine, que se encontraba a dos pasos de su propio dormitorio, cerró los ojos recordando su viejo mobiliario, sus posters, fotos, sus libros, los estantes de madera clara que sostenían como podían las maquetas que tanto le había costado construir con su padre, sus juguetes más queridos que no había consentido que su madre reciclara, a pesar del paso del tiempo...la mente se le llenó de escenas, la invadieron.
En la puerta, como siempre, un semáforo colgado de la manilla indicaba si se podía pasar o no, recuerdo imperecedero de la adolescencia de Nadine, cuando no consentía que nadie penetrara en su habitación sin su consentimiento. Rojo, ni se te ocurra, amarillo, pregunta, verde... puedes pasar.
Abrió simultáneamente los ojos y la puerta.

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02/01/2008, 22:02
Master Indio

El color rojo, al igual que el del semáforo que adornaba la puerta, invadió todo su campo visual al abrir la puerta.
Por la ventana aún se filtraba la suave luz del atardecer, quedando en el exterior el verde plantado en el jardín....bonita imagen que siempre había acompañado su infancia, cuando se tumbaba en la cama observando el exterior a través de los cristales.

Aquel recuerdo fué borrado en un instante, dejando paso a una pesadilla que no podría olvidar mientras viviera.
Su cama, aquella que había acunado sus sueños de adolescencia llevándola a convertirse en la mujer que era en este instante, había sido mancillada....Gina y su bebé se encontraban tendidos sobre ella, mirando sin ver hacia Nadine, desde unas cuencas ahora vacías....así como vacío se encontraba su pecho.

Allí donde horas antes latían dos corazones de diversos tamaños ahora sólo existía oscuridad, visible al encontrarse expuesto a la mirada de la dueña de aquella habitación.
Gina, aún abrazaba, con su brazo izquierdo, el diminuto cuerpo que había llevado en su interior durante nueve meses, mientras que su mano derecha se encontraba extendida a lo largo de su cuerpo, con los dedos cerrados sobre algo que sobresalía de ellos...parecía un papel, pero con la difusa luz era difícil de discernir.

A los pies de la cama, y con el cuerpo en un estado similar al de su amiga, se encontraba Frank....toda la fuerza que había representado en vida había sido arrancada al igual que lo había sido su corazón.
El charco de sangre, sobre el que se encontraba tendido, seguía extendiéndose lentamente en todas direcciones.

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03/01/2008, 00:03
Nadine Corbett

Dio la luz, sacó un pañuelo del bolsillo y tomó el papel que sostenía la mano derecha de Gina tratando de no dejar huellas, ni dactilares, ni de pisadas, y así, no estropear la escena de lo que para ella hasta ese momento era una masacre realizada por una o varias mentes depravadas y enfermizas. Fue algo mecánico, fruto de la costumbre y de haber oído en innumerables ocasiones a la policía recriminar su falta de criterio a los periodistas. Después se apartó, caminando de espaldas, como si pudiera huir con ese simple gesto y, sin poder controlar el espacio, se movió involuntariamente hasta que su espalda topó con la pared, allí se resbaló pegada a ella hasta el suelo, hasta acabar apoyada sobre sus rodillas, las lágrimas la desbordaban, escocían al avanzar por su rostro, los surcos que generaban hendían su piel. Alzó la mano que le quedaba libre hacia Fred buscando su apoyo, como si estuviera perdida y ese simple gesto pudiera devolverla a su hogar. Le necesitaba y de pronto sentía como si lo conociera de toda la vida, como si hubiera crecido junto a él, igual que junto a Gina. A veces el sufrimiento distorsiona de tal forma la realidad y el tiempo que te ves obligado a envejecer por segundos.

El dolor que sentía era tan tangible que la obligaba a doblegarse, era tan intenso que le hería las entrañas como si la hubieran apaleado, era tan grande que no cabía en aquella casa, ni en la falla más profunda, emanaba por sus poros, era tan oscuro que ennegrecía su boca y las palabras que querían salir por ella, cegaba su vista, enraizaba rápido y al igual que un parásito se adaptaba a su nuevo portador. No había luz, ni calor, ni palabras, ni gestos que pudieran aplacarlo. Se había instalado en el cuerpo de Nadine irrumpiendo sin permiso, con intención de quedarse y no parecía un inquilino fácil de expulsar.

La hoja bailaba en su mano debido a la inseguridad de su pulso, pero allí estaba por fin Fred, junto a ella, y entonces leyó. Mientras lo hacía, tuvo que luchar contra cientos de imágenes de Gina, de su hijo y de Frank, que le impedían una y otra vez acceder a su completa comprensión.

Notas de juego

A veces llega un momento en que
te haces viejo de repente
sin arrugas en la frente
pero con ganas de morir.

Celtas Cortos.

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03/01/2008, 02:06
Fred Cavanaugh

La imagen que asaltaba los ojos de Fred quedó grabada en su memoria, y sin duda le acompañaría en sus peores pesadillas durante toda su vida....pero parecía tenerle esclavizado, obligándole a fijarse en cada uno de los detalles que le mostraba una habitación en donde seguro que, en otra época, había estado llena de risas, de juegos, de ilusiones....justo lo contrario que ahora, donde todo era muerte y macabras mutilaciones.

Su estómago se revelaba contra lo que su mente almacenaba, pero no quedaba nada en su interior para mostrar la condena ante tamaña atrocidad....apenas conocía a aquellas personas, pero le habían acogido como uno más, sin desmerecerle en ningún momento....no, aquello no podía estar pasando...¿quién podría cometer ese tipo de crimen? ¿podría ser llamado humano un ser capaz de realizar esas aberraciones?

Sin poder pronunciar ni una palabra, observó cómo Nadine atravesaba la estancia hasta llegar junto a Gina, recogiendo algo de su mano, tras lo cual se apartó a un lado y extendió la mano en su dirección.

Sacando fuerzas que no sabía poseer, rodeó el charco de sangre que cada vez ocupaba mayor superficie, y se acercó a su compañera, acuclillándose a su lado.
Entonces pudo ver lo que esta tenía en la mano...un papel, pero de tacto rugoso, casi como si de un pergamino se tratase.
En él había manchas de sangre, pero tenía algo escrito..unas líneas que eran fácilmente legibles pese a las manchas que se esforzaban por emborronar lo allí plasmado.

Imagen hospedada en la web

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03/01/2008, 13:31
Nadine Corbett

Eran unas frases macabras, manchadas con la sangre de sus seres queridos: ¿Que fuera a Roster? ¿A cualquier Roster? ¿A la sede de Roster? ¿Al hijo de Roster, que estaba aún vivo? ¿Qué tipo de llamamiento era ése? Y lo que resultaba todavía más complejo: ¿Sería conveniente cumplirlo? Su bloqueo mental era de tal calibre que no paraba de leer, como si allí hubiera algo más que un triste papel apergaminado y enrojecido.
Nadine recordó alguna de las imágenes de EyeVision con las que había estado trasteando en el portátil dentro del coche de Fred, hacía tan sólo unos minutos. Definitivamente eran similares. Fue como si un golpe de comprensión la abofeteara en ambas mejillas. Se despertó. Era lo mismo que le pedía el rostro cadavérico a través de aquella composición siniestra de Skull Lais. Quizá la mejor opción fuera hallar a los que puede ser que se encontrasen en su misma situación. Sí, eso parecía.
Dobló el papel y se lo guardó en el bolsillo, con esa prueba se quedaba ella. Le pertenecía por derecho. Sacó el móvil, mientras arrastrada por un impulso se ponía en pie, y, desprendiéndose del apoyo de Fred, marcó el número de la policía, había una comisaria a un par de manzanas, a varios de cuyos miembros ella conocía, eran sus vecinos de toda la vida, alguno de ellos incluso era buen amigo de su padre. No se harían esperar. Eran demasiados cadáveres como para salir huyendo. Eran sus muertos, no podía dejarlos allí, sin más. Tampoco había ni una sola prueba que les incriminase. Ella lo sabía y sería fácil relatar la verdad.
Una emergencia… en el 250 de Grandson Avenue, se oyó decir con la voz rota y llena de dolor, como si no fuera ella, ¿Qué mierda más dará qué tipo de emergencia es, joder? ESTÁN MUERTOS: ¿LE VALE CON ESO? ¿ES SUFICIENTE EXPLICACIÓN?... ¿Qué cuántos muertos hay? Por dios… mi hogar está lleno de cadáveres, coño… era una casa y algún hijo de puta la ha trasformado en un cementerio y a usted tan sólo se le ocurre preguntarme por el número… Colgó.
Apoyó la frente contra la pared: MIERDA, MIERDA, MIERDA… Gritó por segunda vez. Salió al pasillo, pero se quedó en el umbral de la puerta de su dormitorio, mirando hacia la puerta cerrada de la habitación de Janie. Desde allí, marcó el número personal de Edward, aquello tarde o temprano se iba a saber… eran demasiados, demasiados… y si alguien tenía que dar la noticia, que al menos no fueran esos capullos sensacionalistas de EyeVision, recordó las imágines de Dublín, con aquellos primeros planos faltando al respeto incluso a los cadáveres. Tener principios no era algo que estuviera reñido con el hecho de ser periodista y esa era la norma imperante en Open View. Por lo menos no la designarían a ella como culpable, como habían hecho los de EyeVision con Xana. Darían la noticia, sin nombres ni apellidos, protegiendo al supuestamente inocente, sin vulnerar leyes. Cadáveres, su familia ahora se componía de cadáveres, DIOSSSSSSSSSSSSS… abrazó con las manos su vientre, mientras se combaba hacia adelante, sentía como si le estuvieran arrancando las entrañas. Se quedó así unos segundos.
De pronto pudo oír las sirenas de la policía a lo lejos. Sí, las oía. Podía esperar si quería. Sí, podía esperar. Dio un paso al frente y extendió la mano. No tenía por qué hacerlo.
Tarareando entrecortadamente una de las nanas que tantas veces les había cantado su madre, con las lágrimas y la congoja desatándose sin cuartel, sin freno posible, miró hacia la puerta de la habitación de su hermana… y la abrió. No esperó, ni entró. Sólo miró, sin darse apenas cuenta de que carecía de sentido, porque hacía unos segundos escasos, ya los había dado por muertos.

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03/01/2008, 21:51
Master Indio

La puerta se abrió de forma silenciosa....Fred apoyaba su mano sobre el hombro de Nadine, tratando de transmitir una serenidad de la que él mismo carecía, por no hablar del terror que se había acomodado en su interior y le apretaba el pecho como si quisiera dejarle sin respiración...la cual contuvo mientras sus ojos seguían el movimiento oscilante de aquella puerta que podía estar separándolos de otro horror como el que se encontraba en la habitación de al lado.....así era.

Ante la mirada de ambos se mostró un espectáculo incluso más macabro que el anterior....no por la profanación que habían sufrido los cuerpos, pues era similar a la de los cadáveres que habían visto unos segundos antes....sino por el terror que mostraban aquellos por cuyas venas había corrido la misma sangre que la de la mujer que ahora los observaba....sangre que ahora aparecía diseminada por toda la habitación.

Sin duda sus padres y Janie sabían lo que les ocurriría un instante antes de que acabaran con su vida. Habían visto venir la muerte de frente, un asesino había acabado con sus esperanzas, con los sueños de una jóven que iba a convertirse en recién casada....unos padres que ya no podrían disfrutar de aquellos años de tranquilidad que se presuponen en el atardecer de una vida.

Una sensación como la que la había abordado en el coche horas antes, invadió a Nadine, produciéndole un escalofrío que la recorrió toda la espalda....y con el escalofrío llegó la certeza...la bestia que había cometido aquellas atrocidades se encontraba allí...en el pasillo a sus espaldas.

¡DÉJALES! - atronó una voz justo a su espalda, pero no tuvieron tiempo ninguno de los dos para volverse. Una sensación de frío les envolvió, permitiendo que viesen cómo su respiración se convertía en vaho cuando salía de entre sus labios.....despues sólo silencio y oscuridad. Ni siquiera notaron cómo sus cuerpos caían hacia el suelo, que los esperaba con los brazos abiertos para acoger su inconsciencia.

Notas de juego

Bueno, ahora pasarás a una escena que se llama Laberinto de Piedra, para lo cuál pondré un post que indicará que comienzas a despertarte.

Quiero felicitarte por tu gran nivel en tu escena de comienzo, a partir de ahora ya no tendrás que aguantarme sólo a mí, jajajajajaja.