5 De Enero de 1603. Londres es abatida por un frio invierno y la fría atmósfera está plagada por una gélida escarcha que parece no abatirse nunca.
Hay rumores que cuentan que la plaga de peste asolará una vez mas la ciudad y los habitantes mas adinerados están ya haciendo los preparativos para marcharse. Numerosas casas de la ciudad han sido ya rodeadas de tablones de madera, con las víctimas de la plaga enterradas en su interior.
La población está tomando de nuevo las precauciones habituales, sacrificando a los perros abandonados, poniéndose perfumes mas olorosos que los que usan normalmente, aplicándose arsénico bajo las axilas e incluso llegando al extremo de mantener limpias las casas, algo no muy común en los tiempos de bonanza.
La casa de la plaga, construida en Londres en 1593, tras la última plaga importante, está comenzando a llenarse, y el número de muertes va en aumento.
Los rumores hablan también de que la reina Isabel no se encuentra bien y que es bastante probable que muera antes del deshielo primaveral. Son pues malos momentos para estar en la ciudad.
Sus habitantes temen incluso a sus compatriotas londinenses y mas especialmente a los extranjeros, los mas sospechosos de ser los portadores de la plaga.
Y en este contexto tan cruento, los 3 compañeros se reunen de nuevo paa almorzar juntos en el Boiar´s Head como ya hicieran hace exactamente 3 años, la noche de Epifanía en la que se estrenó Noche de Epifanía del gran dramaturgo William Shakespeare.
Ahora si que me da la impresión de que la introducción no va a avanzar, tras demasiados días de parón. Seguro que es una especie de broma que me habéis gastado, ya que no albergo ninguna duda de que mantendréis el ritmo (por lo menos) diario (no excesivamente estricto en fines de semana) que se espera de vosotros y al que os comprometísteis al apuntaros.
Ignoro cuanto queréis que el resto sepa sobre vosotros. Así que hacedme un favor, apuntad todos los datos que consideréis trascendentes en el historial y descripción de vuestros personajes y que creáis que el resto debería saber. 3 años de amistad dan para saber del resto mucho mas que unas pocas líneas.
Cita:
Tras esta escueta carta que esta mañana ha llegado a tus manos, se encuentra la firma de John Croft, un dramaturgo de bastante éxito al que perdiste la pista hace unos pocos años, cuando marchó a Heidelberg.
Habías oído que había vuelto, hace quizás un par de meses, pero no habías tenido ocasión de coincidir, pues has estado viajando por todo Essex y Northumberland con tu compañía teatral hasta hace poco.
John Croft es un amigo, y al igual que tú, ha publicado algunas obras en la imprenta de Oglethorpe, quién es además amigo de ambos.
Un hombre bajo y delgado estaba sentado en el Boiar´s Head y lanzaba miradas a quien entraba en el local entre sorbo y sorbo de la cerveza que sujetaba entre ambas manos y que dejaba descansar sobre la mesa cuando no estaba en su boca.
No era demasiado tarde pero el señor Oglethorpe, tal era su costumbre, había llegado con tiempo de sobra a la cita con sus amigos en aquel lugar. La situación había cambiado con respecto a la de tres años antes, y ya no eran unos desconocidos entre sí. Desde aquella noche habían forjado una amistad seria, forjada con encuentros amenos y charlas interesantes. Hoy celebrarían por tercera vez ese encuentro fortuito.
Hoja de Pj cambiada y actualizada.
Lester corretea por las callejuelas de la ciudad sabiendo que llega tarde a la reunión con sus dos mejores amigos, pero el trabajo es el trabajo y más si se compromete a entregarlo en un plazo.
Sus manos van guarnecidas en el interior de sus bolsillos, porque el frío que le embarga no le permite sacarlas del interior se esos calidos bolsillos, en su cara se nota que va a una cita alegre porque su rostro refleja una gran felicidad.
Cuando ya esta llegando al último giro, Lester patina y cae de morros, como sus manos están en sus bolsillos, estas no pueden amortiguar el golpe y la cara de Lester se estrella contra el frío suelo produciéndose sangre en sus narices.
Cuando entra en el local y divisa a Pethwick, se presenta ante él con un pañuelo tapando su nariz.
Buenas tardes mi querido Pethwick, pensé que era el ultimo en llegar, pediré un ponche para tomar mientras esperamos a que llegue Willfred .
No he entendido lo que hay que cambiar en la ficha.
No tienes que cambiar nada.
Puedes añadir detalles de personalidad y de historia que tus compañeros sepan sobre tí, que hayan tenido ocasión de averiguar en los últimos 3 años.
Y aquí tienes entera libertad para diseñar y añadir detalles de tu historia.
-¿Que te ha ocurrido Lester?¿Que esa sangre que asoma por tu nariz y que oportunamente tapas con ese pañuelo? ¿Estas bien?.- dijo apresudaramente, interesandose por la salud de su amigo
Cuando Pethwick comenta sobre su nariz y el pañuelo, Lester empieza a reír como hacia mucho tiempo que no lo hacia. Se quita el pañuelo y comprueba que ya ha parado de sangrar. Carraspea un poco y enigmáticamente empieza a hablar entre susurros.
Mi querido Pethwick te voy a contar lo que me ha sucedido, venia hacia aquí con la sensación de que iba a llegar tarde, como el frío era muy intenso guarnecí mis manos en los bolsillos, lo cual como se demostró fue craso error, acelere mi paso hasta casi alcanzar el trote y cuando llegue al ultimo cruce mis pies patinaron y me estrelle contra el gélido suelo y como mis manos estaban en los bolsillos, imagina con que parte de mi cuerpo pare el golpe .
Por cierto, ¿donde estará Willfred?, ya debía de haber llegado .
A Peyhwick le es imposible no esbozar una ligera sonrisa ante el rocambolesco relato de Lester.
-Pues, pues no se, realmente no lo se.- dice mirando alrededor intentando desviar la atención y olvidarse de lo gracioso del accidente de su amigo
-Esperemos que llegue pronto.-
Llegaba tarde...bueno, eso era habitual en el, pero no le gustaba llegar tarde ni a las representaciones ni cuando se daban las contadas ocasiones con las que se encontraba con sus buenos amigos Oglethorpe y Salisbury, además hoy habria de darles las buenas nuevas de la llegada de John Croft. Hacia tiempo que no se veían, y las cosas habían cambiado mucho desde la última vez que que piso Londres. Y Willfred...Willfred tambien había cambiado. Sonrió para si mismo mientras esquivaba un charco congelado y sorteaba como buenamente podia una montaña de estiercol de caballo. Una jovencita le saludo desde una ventana y Willfred le dedicó una sonrisa cándida y soñadora...hasta que la madre de la muchacha la obligó a volver dentro con una mirada reprobatoria. Como todos los relacionados con el teatro, alrededor de Will se había ceado un aura de fríbolo y mujeriego, de borracho incorregible y mala influiencia de toda joven en edad de merecer y de todo muchacho que quisiese hacer algo en la vida Y Willfred la había alimentado todo lo que había podido, para dejar al joven de las tierras altas timido e indeciso enterrado bajo un maquillaje de descaro. Y willfred era actor, sabía ocultar lo que deseaba. Se arrebujó en la bufanda y el sombrero de corte anticuado y los colores del clan que su madre le había enviado por Navidad y abrió la puerta del Boiar´s Head, extendiendo los brazos todo lo que podia y lanzó una mirada a su alrededor como un gallo que acaba de llegar al corral: presumido, ostentoso y con un punto descarado y burlón que desataba sonrisas. Miró en torno y le costó un buen rato dar con la mesa que ocupaban sus amigos, y cuando los vió agitó la mano de lado a lado en un saludo amplio e infantil. Se dirigió hacia ellos y se sentó junto a Peyhwick, regalandoles a ambos una amplia sonrisa.
- Saludos amigos mios, ha amanecido un dia diabolicamente helado hoy.- se quitó los guantes de gamuza y se sopló en las manos heladas, fe entonces cuando se dió cuenta del rostro sangrante de Lester.- Vaya señor Salisbury, ¿Ha tenido un encuentro desafortunado con un escritor enfadado?.- bromeó.- aaah...y...ummm...siento el retraso.- recordó finalmente, dignandose ha enrojecer de verguenza
siento el retraso, estoy algo liadilla con los examenes
Estoy hablando con mi compañero Pethwick cuando entra Willfred por la puerta y saluda desde la entrada, yo le devuelvo el saludo con la mano y una amplia sonrisa.
¿Que, que me ha pasado?, es una larga historia, pero veras te la voy a contar.
Le cuento todo lo que me ha sucedido hasta llegar.
Bueno cuando queráis empezamos a almorzar, que ya hay hambre digo mientras me froto las manos y una gran sonrisa surca mi boca.
Estoy hablando con mi compañero Pethwick cuando entra Willfred por la puerta y saluda desde la entrada, yo le devuelvo el saludo con la mano y una amplia sonrisa.
¿Que, que me ha pasado?, es una larga historia, pero veras te la voy a contar.
Le cuento todo lo que me ha sucedido hasta llegar.
Bueno cuando queráis empezamos a almorzar, que ya hay hambre digo mientras me froto las manos y una gran sonrisa surca mi boca.
El señor Oglethorpe vuelve a sonreir al escuchar la historia de Lester agachando sutilmente la cabeza para que éste no crea que se burla de él.
-Sí, comamos señores. Yo estoy tan hambriento como vos.-dijo esperando que algun camarero acudiera al ver su brazo levantado al cielo
Instantes después la amigable hija del tabernero deposita escudillas de madera repletas de sopa de col para alejar el frío y el guiso de vegetales con escuálidos trozos de carne del día y una hogaza de pan, así como suave cerveza tibia, como es costumbre en esta ciudad y ponche para el ilustre impresor.
Miró a la doncella que se había acercado a la mesa, pero fue tan ligera la mirada como grande la verguenza que el señor Oglethorpe sentía en presencia de una mujer. A pesar de su buena situación economica y social aun no había encontrado la persona con la que compartir su vida. Realmente se había convertido, casi sin quererlo, en un tema incomodo para él, ya que odiaba imaginarse a si mismo como un solteron solitario.
-Tiene una pinta excelente.- dijo agarrando el pan con la mano izquierda
-Que aproveche señores.- exclamó antes de sorber sonoramente una cucharada del caldo humeante
No me fijo prácticamente en la guapa muchacha que nos trae la comida, mi estomago ha realizado un par de rugidos y no es plan entretenerse en mirar a una muchacha con la que no tengo ninguna posibilidad.
Agarro el mendrugo de pan y le doy un buen mordisco, mientras mastico me dirijo al magnifico actor que nos acompaña.
Mi quedido Wifre, contaznoz en que ofra ezdais sumezgido en estoz momentoz .
-Eso, eso cuenta a estos humildes admiradores tuyos en que andas metido.- habló con una sonrisa en su cara justo antes de llevarse a la boca una cucharada de aquella sopa que tenía delante.
Estoy componiendo unos sonetos, pero ando muy falto de ideas y solo sale escoria de mi pluma. Un desperdicio de papel y tinta. Y en cuanto a interpretación se refiere la verdad es que en poca cosa aunque hace poco estuve en cambridge y allí escuché que John Croft volvió a Londres y que estaba escribiendo algo espectacular, una obra maestra, y que incluso había hablado con William Shakespeare para conseguir su colaboración. Hoy por la mañana he recibido una carta suya. Quizás quiere proponerme un papel principal en esa obra, pero aún no he podido hablar con él.
Comienza a rebuscar en sus bolsillos y finalmente extrae una carta enrollada, que deposita encima de la mesa.
Vayamos a cenar esta noche con él. Como podéis leer, sois bienvenidos a disfrutar del ágape.
Y la carta dice así:
Cita:
Nota: Christopher Marlowe (Fausto) sí que se quien es, pero el tal John Croft, ni idea... se supone que debemos conocerle o sonarnos su nombre???
Tras acabar con el currusco de pan, empiezo a degustar el rico y caliente caldo con grandes y ruidosos sorbos, en uno de los últimos sorbidos, el líquido se me va por otro lado y arranco en un ataque sonoro de tos, que concluye con la expulsión del líquido por la nariz. Malhumorado, me cruzo de brazos, aparto el cuenco del caldo con apenas un par de cucharadas y con el gesto compungido digo ya no quiero mas .
Pasado un rato, el acceso de tos ya esta olvidado y rebaño lo que queda de caldo, tras terminar me echo hacia atrás y con una gran sonrisa bueno, ya tenemos plan para cenar, podemos estar toda la tarde charlando juntos y a la hora de la cena nos dirigimos los tres juntos al lugar de la cena .
Yo estoy en las mismas, no tengo ni idea de quien es.