Partida Rol por web

Una Araña de Jardín

Una mañana soleada

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08/07/2010, 01:24
Director
Sólo para el director
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19/07/2010, 15:49
Cleo

Las ocho de la mañana, los despertadores de la colonia suenan (en realidad los despertadores eran los gritos de los pulgones y las larvas), toda la colonia entera se levanta y empieza a moverse, cada uno se dirige al lugar donde debe desempeñar su labor.

Una vez habéis terminado de asearos (y después de visitar el cenagal), llegáis a la "casa" de los pulgones. Se trata de un ranchero en el que los pulgones pasan el tiempo jugueteando y obedeciendo a sus pastores.

Pero una vez a la semana, como mínimo, los pulgones deben campar por la superficie. En principio no habría problema alguno con ellos, pero resulta que la superficie es un lugar muy peligroso para cualquier ser, incluida toda una hormiga.

Por ellos vosotros, un pequeño grupo del decimo segundo escuadrón de la milicia, habéis sido asignados a la misión de escoltar a los pastores y a los pulgones.

Los pastores habían madrugado algo más, lo sufriente para prepararlo todo, por ello cuando llegáis os están esperando para caminar hacia una de las salidas secretas de la colonia.

Holaaa señorrr. - dice el encargado de los pulgones a Otto von Bismant, el cabo de la unidad - Estamosss listosss paraaa salirrr.

El pobre pastor hablaba mal, al parecer los campesinos no reciben mucha educación en la escuela.

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19/07/2010, 18:12
Otto von Bismant

Otto, con la barbilla alzada, una expresión altiva y calzando su Pose Imponente Número 3, parece satisfecho con que se le recuerde su tan alta posición.

- ¡Bien hecho, soldado! -aunque ahí todo el mundo sabía que el pobre Cleo de soldado tenía poco-. ¡Engrasemos la máquina de guerra, chicos! ¡No podemos sostener el esfuerzo de guerra sin asegurar nuestra producción nacional! ¡Catapultas y mantequilla, es lo que siempre digo!

Luego queda un momento callado, con las mandíbulas medio abiertas de expectación, mirando a la tropa.

- ¡A qué esperáis! ¡Me habéis salido renanas o qué! ¡Toque de marcha!

Otto Antuard Formigopold von Bismant nunca preguntaba, gritaba con esa voz autoritaria que salía de su enorme cabezota como un altavoz de propaganda, y parecía que siempre sabía la respuesta a todo.

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20/07/2010, 00:52
Vaganti

-¿eh? ¿Eh? ¿Eh? ¿Qué? ¿Yaaaaaa?- Las cinco primeras palabras que digo cada vez que me despierta lo que más odio, el sonido de que llega la hora de levantarse, los puñeteros gritos de pulgones y larvas... Todas las mañanas lo mismo... ¿Es que no pueden coger afonías, como cogen las cigarras cuando se pasan demasiado tiempo al viento- Ya voy, ya voooooy...

¡Uuuuuuuummmggghhhh!!!!! Estirar seis patas a la vez no es sencillo, la verdad. De hecho, cuesta un huevo de araña, que os lo digo yo. ¡Bufff! ¡Qué rollo ser hormiga, siempre trabajando! Muchas veces me han dicho si no seré el fruto de un affaire entre nuestra reina y una abeja zángano...

-¿Qué toca hacer hoy?- pregunto, mientras me pongo en pie y me estiro la espalda- ¿Que qué? ¿Escoltar a pastores y pulgones?

¡Brrrrrrr! ¡Qué complicado que es ganarse el respeto de tus hermanos, caray! Todo el día trabajando, más de veinte horas diarias... Un día me gustaría que el Von Bismant ese me dejara a mí al mando... ¡Cómo cambiarían las cosas! Yo pondría dos horas de trabajo, y 22 de siesta...

-¡Vaganti presente, tío Otto!- digo, bromeando un poco, y cuadrándome ante él- Madrugando y bien despierto para cumplir nuestra apasionante misión!- espero que el tono de "apasionante" no me haya quedado demasiado sarcástico...- ¡Preparado para partir!

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20/07/2010, 02:49
Otto von Bismant

Otto cierra las mandíbulas con fuerza. Definitivamente, le habían salido renanas. Se acerca a Vaganti y le da toques en el pecho con su pata superior dándole énfasis a cada frase:

- ¡Para ti es señor Otto von Bisrmark, soldado! ¡Más te vale recordarlo, no sea que cuando necesite un voluntario para averiguar si las termitas siguen de guardia en sus trincheras se me ocurra mandar tu afrancesado culo! ¡Estamos!

Unos espumarajos enfermizos asoman por las fauces del cabo. En realidad los había comenzado a segregar al mentar a los afrancesados. Sean lo que sean esos.

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20/07/2010, 09:20
Antunito

Cuando oigo los primeros pulgones me levanto de un salto y empiezo a ejercitar mis patitas levantando unas semillas. Pero lo que más me gusta es trepar por el túnel que lleva al comedor tras la obligatoria visita al cenagal. Un bocado y en marcha.

¡Hop, hop, hop!

Hoy tocan pulgones, lo sé. Ayer pregunté así que acudo rauda donde los pulgones. Vamos a hacer lo que más me gusta, salir a la superficie, qué nervios. La superficie es . . . es . . . grande. Vasta. Enorme. Más grande. Y está llena de . . . de . . . cosas. Cosas grandes. Muy grandes. Hay . . . hay . . . plantas. Y también piedras. Y otros seres. Y luego están esas . . . esas . . . otras cosas. Esas que son distintas. Brillan. Tienen vivos colores y tonos. Pero sobre todo fuera hay muchos . . . muchos . . . olores. Aromas. Fragancias. Esencias.

Sin dejar de moverme de un lado a otro doy vueltas en torno a los pulgones varias veces, luego me presento ante el cabo.

Hola Otto. Cabo. Señor. Revisión de los pulgones hecha y listos para marchar. Tenemos la gigantesca cantidad de . . . de . . . muchos pulgones que sacar a pastar. Son . . . son . . . varias veces varios.

 

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20/07/2010, 14:58
Otto von Bismant

Los espumarajos se multiplican y salpican por doquier. Otto alza los brazos, visiblemente cabreado. Ya ha rebasado su límite.

- ¡Señor Otto von Bismant! ¡Enterito! ¡Os acabáis de presentar voluntarios a batidas rutinarias! ¡Que traigan a un sacerdote de El Gran! ¡La muerte no debería pillaros inconfesados cuando arriesguéis pata y cabeza por la colonia!

Mueve las patas violentamente en el aire realizando grandes aspavientos de furia. No se sabe a quién le da la orden, ya que sólo parecen estar ese reducido grupo de soldados, los pastores y los pulgones.

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20/07/2010, 16:39
Antunito

Estooo, Bismant. Te has confundido. No es enterito, es Antunito. An-tu-ni-to. Y enseguida voy a buscar un sacerdote, ahora mismo. Salgo disparada en busca de un sacerdote.

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20/07/2010, 17:16
Otto von Bismant

Las babas sacuden a dos centímetros como látigos.

- ¡Me refería a mi nombre! ¡Mi nombre entero, maldita sea! ¡A tí no te he mandado nada!

Coge su casco y lo lanza al suelo en un gesto de furia. Pero el imparable explorador ha salido disparado, y duda que le haya oído. Recuperando su compostura, recoge el casco, le escupe y lo limpia con la manga de su impoluto uniforme.

- Un buen consejo de guerra, eso es lo que necesitáis...

Por primera vez en toda la mañana, habla sin gritar, con unos ojos llenos de inquina.

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21/07/2010, 01:27
Antunito

Afortunadamente tengo unos sentidos bastante agudos y llego a oír el comentario de Otto antes de meterme en el pasillo que me llevaría en busca de un sacerdote. Doy media vuelta y regreso a toda velocidad.

¡Cáspita! Pues debe ser que te entendí mal. Pensé que eras el señor cabo Otto von Bismant pero ahora sí te oí. Resulta que eres Entero Maldita Sea. ¿Sabes que tus feromonas son idénticas a las del cabo Otto? Uno de los dos deberíais cambiar de perfume o se puede provocar un buen lio entre ambos.

Aclarado el tema del nombre bienvenido sea cualquier consejo, sobre la guerra o sobre lo que sea. Te escucho atentamente. Pero sin dejar de moverme a uno y otro lado incesantemente.

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21/07/2010, 15:18
Otto von Bismant

Esta vez arroja el casco contra la fuente de toda su frustración, que es mucha. Su cabeza se ha tornado blanca, con tanto espumarajo rabioso. Se le acerca y le agarra por la solapa del uniforme (vamos, del vello del pecho). Lo zarandea violentamente al ritmo de sus gritos.

- ¡Imbécil! ¡Me sigo llamando Otto von Bismant! ¡Te acabas de ofrecer voluntario para ir en vangüardia!

Dicho esto, lo suelta, recoge su casco y se da la vuelta. Parece haber recuperado su porte marcial. Con la "vara de mando" (una ramita raquítica) señala hacia el camino.

- ¡Maaaaaar-chen! ¡Y tú delante!

Notas de juego

Algunos, hablar, no han hablado mucho... Están en el grupo, supongo.

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21/07/2010, 16:44
Antunito

Me ayudo con las patas traseras para que los zarandeos me lleven más alto y más fuerte. ¡Yupi, fiesta! Oye Otto, Ottito, tienes un poco de baba ahí . . . en el . . . bajo la mandíbula.

Espera, ¿cómo has dicho? ¿en vanguardia? ¿eso quiere decir delante? ¿el primero? ¡Yupi, yupi, YUPIIII! Voy a ir el primero al exterior. Apartaos pulgoncitos, abridme paso que va el superscout que más huellas consiguió en los entrenamientos.

Dando saltos de alegría corro a ponerme en cabeza, todo marcial, feliz, atento e importante. Entonces me detengo gritando ¡Altoooooooo! Vuelvo atrás y abrazo al cabo. Me alegra mucho que sigas siendo Bismant y no el Entero ese. Le doy otro rápido abrazo y regreso de nuevo a la cabeza del grupo para gritar ¡Maaarchen!

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21/07/2010, 22:13
Otto von Bismant

Otto hace oídos sordos. Esto no le está pasando, todo el mundo acata sus órdenes y sus superiores, allá en el norte, están muy contentos de su labor de paz y guerra. Ignora al cadete que le han mandado, y casi se puede percibir una sonrisa en sus mandíbulas por la forma que tiene de curvarlas. Una sonrisa de alguien que nada tiene que ver con todo esto, que se encuentra en una esfera de existencia aparte.

Antunito deja de existir, y Otto Antuard Formigopold von Bismant marcha al ritmo de unos tambores que sólo él puede oír. Saluda a hormigas, pulgones y plantas que se interesan por sus órdenes y le respetan.

Es por cosas como estas por las que la gente lo tenía como un loco, una hormiga obsesionada, gritona y amante de rituales exóticos que no se practicaban en ningún otro lado que en su cabeza.

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23/07/2010, 03:37
Ryant

-Pues sí que hace una mañana espléndida para dar un paseíllo por la superficie, y además la ocasión nos vendrá de perlas para estrechar lazos con nuestros hermanos pastores sus encantadores pulgones. – Digo mostrando mi flamante sonrisa matinal al tiempo que le doy unos tiernos golpecitos en la cabeza al pulgón más cercano. – Aaaay pero que cosita mas mona!!! ¿No os parecen adorables? – Lanzo un largo suspiro satisfecho. Va a ser una gran mañana. Es el día ideal para un bucólico paseo por la campiña. Antunito parece tan animado como siempre, todo un ejemplo de moral para la unidad y el cabo von Bismant la distinción marcial personificada, un poco rarillo, eso sí, pero  todo un soldado de las patas a la cabeza, y tambien…Un momento ¿pero…ese de ahí? ¿Es Vaganti? ¿Levantado? ¿A estas horas? Tratando de que no se me empañen los ojos por la emoción me aproximo y le doy unas amigables palmadidas en el hombro. – Caray, me has sorprendido. Has madrugado mucho…Te estás esforzando.- Me seco una lagrimilla que empieza a asomar y sin poder contenerme le suelto un buen abrazo antes de acercarme brincando de alegría a mi superior y cuadrarme debidamente. – Cabo Otto von Bismant, señor, se presenta el soldado Ryant listo para el servicio!!!-

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26/07/2010, 15:01
Bop

Amanece un día más. Con un suspiro y un par de bostezos me levanto y me dirijo hacia el cenegal a hacer mis cosas. Como cada mañana. Mucho rato después llegué a mi puesto y me dirigí al Cabo Otto...

-Se presenta el soldado Bop! A sus órdenes señor! Siento llegar tarde, señor!- grito en tono marcial- Pero es que cuando me dirijía hacia mi puesto entre la soldadesca me encontré a una hormiguita pequeña llorando. Se había perdido. Me dio lástima y la llevé a la guarderia más cercana para que cuidaran de ella como era debido. Reemprendí el camino hacia mi puesto del día. Pero entonces se me cruzó una hormiga anciana cegata que casi me suplicó que la ayudara a atravesar la cueva para llegar al otro lado donde estaba su gente. Tardé un buen rato, era hora punta y aquello era justamente eso "un hormiguero en plena actividad".

Tras dejar a la anciana hormiga a salvo al otro lado, volví a cruzar la cueva hacia la dirección correcta, Señor! Pero un grupo de antscouts se cruzó en mi camo para venderme montones de galletitas de polen y claro, scout una vez, scout siempre y tuve que quedarme unas pocas y luego llevarlas de nuevo a mi rincón particular, el hueco donde duermo, porque claro no iba a ir cargado con cajas de galletitas de polen al trabajo...

Retomé el camino pero entonces me paré a pensar... "Porque no compartir las galletitas con mis compañeros? seguro que lo agradecen...". Así que rehice el camino de vuelta hacia casa, Señor! y cogí las galletas para mis compañeros y aquí, están, Señor, son estas!- finalizo mi relato con el saludo marcial clásico de un soldado, alzando la patita hasta la altura de por encima de mis ojos. Nadie me había pedido explicaciones pero yo como buen soldado las daba igualmente. Ante todo hay que ser profesional!

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26/07/2010, 15:40
Otto von Bismant

El cabo tiene que parar la marcha y escuchar impacientemente la perorata de Bop. Se le nota bastante molesto por la forma en que cruza brazos y mandíbulas. A las tres centésimas de haber terminado, Otto von Bismant le lanza el berrido que había estado alimentando con cada giro argumental de la hormiga recién llegada.

- ¡Me importa una obrera! ¡Has llegado tarde y serás disciplinada, aunque en otro momento! ¡Ahora, no perdamos tiempo! ¡MAAAAAAR-CHEN!

Y, golpeando con las dos patas traseras de su costado derecho, se gira y reemprende la marcha.

- ¡Un, dos, un, dos! ¡Más ritmo! -mirando hacia atrás con expresión desdeñosa-.

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26/07/2010, 15:59
Antunito

En mi vital puesto de avanzada en descubierta correteo a un lado y al otro oteando, sintiendo y oliendo el entorno para prevenir y evitar cualquier posible peligro. Que no hayamos salido todavía del hormiguero no quiere decir que pueda ir despistada así que me tomo muy en serio mi tarea.

Alguna de esas carreras me acercará a la recién llegada a la cual saludo con entusiasmo. Hola Bop, yo sí querría alguna de esas dulces galletas de polen. A mi me gustaba hacerlas con gotitas de miel, gracias Bop, ahora debo regresar a mi puesto avanzado en descubierta por delante de todas las demás para vigilar y guiar la marcha de los pulgones, hasta luego Bop.

Y así me encamino al túnel que nos llevará al misterioso y siempre excitante EXTERIOR.

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26/07/2010, 16:05
Bop

Casi me despeino con los gritos del Cabo, que poca comprensión por los compañeros! Con toda la calma del mundo reflejada en mis ojos y un semblante serio ocupo mi puesto en el escuadrón, con las cajas de galletitas entre las patas. Abro primero una y voy ofreciendo a todos, soldados y pastores y se la acerco a Antunito para que coga la suya.

-De nada, Antunito. Bueno, las que llevan miel son las mejores pero estas las han hecho ant-scouts, son especiales- digo con orgullo. Tras repartir algunas galletitas más y vaciar las cajas de su contenido vuelvo con toda mi seriedad y profesionalidad a mi trabajo de vigilar.

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26/07/2010, 16:35
Cleo

Con algo de retraso el grupo de hormigas y pulgones sale con paso ligero al exterior. El primero en hacerlo es el explorador Antunito, el cual marchaba delante del convoy.

Una vez estabais todos fuera estiráis las patas y las antenas, el sol había hecho de esta una agradable mañana soleada con buena temperatura.

Los pulgones correteaban de un lado para otro, y los pastores se dieron prisa en que no se les escapara ninguno, y más les valía que fuera así, pues cuando un pulgón se escapaba el responsable pasaba un par de días sin comer como castigo.

No te escapes pulgoncito. - gritó Cleo a uno de los pulgones -

Una vez lo tuvo a buen recaudo se acercó al cabo Otto.

Disculpe señor, ya estamos listos para partir. - te dice tímidamente -

Los pulgones estaban todos reunidos formando un círculo, y los pastores formaban otro rodeando a estos para que no se escaparan.

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26/07/2010, 16:47
Otto von Bismant

Otto von Bismant asiente, se quita el casco y acaricia las antenas mientras pasa revista con la mirada. Cuando parece contento con el examen, coge su vara y señala en el camino indicado, labrado y marcado por las pezuñas de millones de pulgones y hormigas durante muchas mañanas.

- ¡Bien! ¡Explorador Antunito! -a cada uno que nombra lo señala solemnemente con la ramita- ¡Usted irá delante de todos! ¡Vaganti! ¡Usted cerrará el paso de los pulgones, atenta a todo peligro que nos aceche en retaguardia! ¡Soldados Ryant y Bop! ¡Formen a mi espalda, en el centro del pelotón, delante de los pulgones y tras el noble y prontamente difunto Antunito! ¡Alguna pregunta!

Pese a que su "pregunta" dista mucho de tener el tono de una interrogación.