Partida Rol por web

Al doblar la esquina, se queda perpleja unos segundos al ver el cadaver del tipo que vió antes huir del laboratorio, acto seguido se acerca - sin duda esta muerto - piensa ella mientras observa el charco de sangre.

Sin asustarse ni inmutarse se acerca al tronco y luego, a la cabeza un poco más allá, se agacha y sin tocarla solo mirando comprueba el corte - al parecer le han dado con una espada laser... creo, lo bueno es que ha sido rapido, un corte limpio, es un arma muy efectiva, lo malo es que no le han dado tiempo a soltar el arma, quizás porque no ha querido rendirse o porque no le han dado opcion - medita mientras le coge la pistola blaster que lleva sujeta con una mano - en cualquier caso alguien se me ha adelantado, pensaba interrogarle, y no matarle pero si llevarle a prisión.-

Palpa sus bolsillos por si lleva alguna identificación o algo de valor, y busca el objeto que le quitó al tipo que mataron ante mi agachada y mira en su ropa y todo el en general. Entonces, suena el altavoz, escucha, levanta la vista, y percibe una puerta - he llegado al final de la zona de evacuación? Hangar 4 pone, en cuanto temine de revisar al tipo éste por si encuentro el objeto que se llevó, me dirigiré allí.-

El registro no te lleva más de veinte segundos, aunque eso significa dos avisos de los doce que tienes. Calculas que te debe de quedar otro medio minuto aproximadamente.

Lo único que has hallado es un computador de bolsillo, que has guardado rápidamente, y un comunicador. Al cogerlo suena un chasquido:

- Mark, ¡tienes diez segundos para meter tu culo en la nave o me voy sin ti!

Beatrix se guarda la blaster en el bolsillo derecho junto con el computador de bolsillo, en el izquierdo ya tenia la otra blaster y la identificacion del otro tipo. Abre la puerta mientras sujeta el comunicador y entra echando a correr cuando oye la voz que suena por él - 10 segundos? meter tu... nave? - piensa ella, sigue corriendo - pero si no se a donde voy, maldita sea... - mientras corre su mente acelera también - el tipo que habla se debe de creer que aún sigue vivo, pero estaba sin vida cuando lo encontré, tengo que llegar a la nave... 

Llegas al hangar y corres hacia la única nave que hay. Saltas adentro cayendo al suelo por la sacudida del despegue.

- ¿Ya estás dentro? - te pregunta la misma voz de antes mientras la nave comienza a acelerar hacia la salida. - A partir de ahora te pondré a dieta, culo gordo.

La nave da un brusco viraje que te mantiene en el suelo sin poder levantarte debido a la aceleración. Unos segundos después una violenta explosión sacude la nave pero no notas que haya ningún daño.

Al cabo de unos minutos, en los cuales no puedes hacer más que permanecer en el suelo, la nave parece abandonar la atmósfera del planeta y sumergirse en el hiperespacio. El comunicador vuelve a carraspear:

- Y ahora haz el favor de venir y contarme por qué cojones has tardado tanto.

Beatrix escucha la voz del comunicador tirada en el suelo, siente el temblor - la explosion... por qué querian hacer estallar el laboratorio...? que voy a hacer ahora maldita sea... el no sabe que yo no soy el otro... y el es de los otros como el que dejé muerto, y por que me abandonaron...? - tras un rato parece que puede ponerse al fin en pie y vuelve a escuchar al otro por el maldito aparato - me esconderé, no puede saber que estoy aquí... si me presento y digo la verdad vete a saber qué harán conmigo. 

Busca un lugar de la nave donde ocultarse - soy una polizón, pero si no me presento sospechará también, maldita sea, tendré que ir donde el otro - coge una de las blasters y avanza cautelosa por la nave con la blaster delante... tan alerta y silenciosa que una pluma al caer sería ruidosa.

Te deslizas hacia la cabina de la nave pero tus pies tropiezan con un escalón y la pistola choca contra una de las paredes con un sonido metálico.

De pronto ves aparecer a un hombre con una armadura de plasticero oscura, sin casco, que te apunta a la cabeza con un fusil blaster.

- ¿Quién eres? ¿Dónde está Mike? - Su vista te recorre de arriba a abajo - ¿Y por qué llevas la ropa del centinela?

Al tropezar, choca y se queda bloqueada, entonces, se descubre a sí misma - maldita sea... - se gira y frente a ella esta un tipo que la apunta con un fusil - ohhh nooo - cuando la pregunta suelta la blaster que cae al suelo y contesta - soy Beatrix - es... mi voz... - levanta las manos en señal de rendirse para que no la dispare - Mike, se llamaba Mike, entiendo - a Mike me lo encontré justo antes de llegar al hangar 4 decapitado, yo me disponía a hacer el turno siguiente, estaba durmiendo y cuando desperté no encontré mi ropa y ví el cadaver del centinela, y como no tenía ropa, se la quité a él, no iba a ir desnuda... después fué cuando tratando de averiguar que estaba pasando me topé con Mike... - solloza y se tapa la cara con las manos - por favor no me mate.

El hombre, sin dejar de apuntarte, te indica por señas que te apartes del arma.

- ¿Y qué hacías tú ahí abajo? ¿Quién eres?

Aproximándose lentamente, sin perderla de vista, se agacha a recoger el arma.

Se tapa la frente con la mano haciendo como que intenta recordar y murmura - no lo sé - se deja caer al suelo deslizándose por la pared donde se apoya hasta medio sentarse haciendose la mareada - no lo sé, soy Beatrix y siempre he estado en el laboratorio, no he hecho daño nadie, no recuerdo nada... lo que te he contado es la verdad, estoy mareada. -

- ¿Qué le ocurrió a Mike? ¡Habla! - su voz parece un tanto alterada. - ¿Quién le ha matado?

Koran golpea la pared de la nave con el puño izquierdo mientras su mano derecha aferra el arma.

- ¡Joder!... Mike... ¿Qué voy a decirle ahora?

El joven apoya la espalda en la pared y se deja caer poco a poco al suelo hasta quedarse sentado.

Medio sentada en el suelo observa a Koran que hace lo mismo y se sienta en el suelo también - lo único que sé de Mike como lo llamas tú, es lo que te he dicho, que su cabeza alguien se la cortó... - gime de tristeza... - lo siento mucho por tu amigo... - no sé llorar, espero que con el gesto sea suficiente para mostrar dolor con este, Koran...

Luego, analiza lo último que dice Koran y le pregunta - qué vas a decirle a quién? -

- A su hermana. Esto la destrozará. - Koran se pone en pie con esfuerzo. - Y encima ni siquiera podrá tener un funeral apropiado.

Terminando de incorporarse le pega un fuerte puñetazo a la pared mientras profiere un grito de rabia:

- ¡Joder! Bueno, ahora tengo que pensar qué voy a hacer contigo. Me temo que no podrás acompañarnos.

Beatrix le mira con un gesto de preocupación, se pega a la pared poniéndose de pie de un golpe como un muelle por lo que le acaba de decir.

- Lo siento, yo no tengo culpa de su muerte, no mates al mensajero...

Entonces, le mira fijamente con una mirada fijísima y fria - qué quieres decir con eso de que "qué vas a hacer conmigo"? - se cruza de brazos.

- ¿Qué coño dices? - Koran parece sorprendido. - No voy a matarte así que siéntate.

Pensándoselo mejor vuelve a incorporarse y se frota los ojos con la mano izquierda.

- Me refería a eso, que no sé qué voy a hacer contigo. ¿Tienes algún sitio adónde ir?

Se siente aliviada al fin tras la palabras del hombre y se deja caer deslizándose por la pared de nuevo junto al chico - no - niega con la cabeza - cuales son las coordenadas de la nave ahora? que planetas o galaxias hay cerca?

- Vamos a Vashjar. Dejaremos allí la nave y unos amigos me recogerán. - responde con un poco de amargura al usar "me".

Koran hace un gesto con la mano como esperando a que la chica le de algo.

- Ya pensaremos algo. Mientras tanto, como comprenderás, será mejor que me des las armas que tengas. - El joven sonríe levemente, con esfuerzo. - Simple precaución, ya sabes.

- Vale - le da la otra blaster que lleva en el otro bolsillo - Vashjar... - te recojerán? y la nave la dejaras allí? entiendo - dice sin esperar respuesta, y luego, pregunta - yo me quedaré entonces en Vashjar... no conozco ese planeta... a que sistema pertenece?

- Creo que no me entiendes. - replica antes de que la chica pueda decir algo más. - Esta nave no es mía. He devolverla a su legítimo dueño con el cual, créeme, no querrás tratar.

Koran vuelve a frotarse las manos como si estuviera muy cansado.

- A lo que me refería es precisamente a que no sé qué hacer. - añade dando un suspiro. - No podrás quedarte en el planeta, pero realmente no deberías venir conmigo. No es seguro.