Partida Rol por web

Raptor aparentaba ser una especie de muerto viviente y encima de gruesas dimensiones. Cualquiera pensaría que era un ser extremadamente lento. 

Yreth carga contra Raptor, al cuál se le dibuja una estremecedora sonrisa.

Vaya... un crío con agallas...

Acto seguido, el tenebroso ser, responde a los ataques con esquiva a la velocidad de un rayo, Yreth ni siquiera pudo rozarle.

Pero muy estúpido... -Una vez terminado los golpes, Raptor es rodeado por un aura de rojo sangriento y le propina un golpe seco con la palma de la mano en su estómago que lo hace retroceder varios metros y al cabo de uno instantes, empieza a doler- No eres más que basura usando los privilegios de Némesis...JAJAJA ¡¡VAMOS, PUEDES HACERLO MEJOR!! 
-Reta a Yreth y al resto a seguir intentándolo-

Heimer observaba la escena entre Yreth y el señor Raptor. - Tu te lo has buscado maldito Raptor. ¡A por él chicos! - Heimer gritó enfurecido. Entonces Heimer se preparó para la lucha.

Mutombo se sorprendio de todo aquello, nunca había visto un ser como aquel, dio un paso para atrás el pánico se había apoderado de el, de repente se sosegó un poco y volvió hacía delante colocándose en primera linea de batalla.

Zahariel aun no había observado a algo como ese ser que se hacia llamar Raptor. La demostración que había echo ante ellos de poder y habilidad era superior a mucho de lo que el había enfrentado en sus viajes. A pesar de ello no iba a dejar que las cosas fueran así mas, debían intentar hacer algo para evitar los planes de ese ser. Sobretodo si esos planes tenían que ver con su alma o la de los demás.

Mientras se distanciaba algo del grupo para ponerse a un margen de este iniciaba las técnicas de respiración que tan buen resultado le iban dando y sentía como parte de su fuerza era transferida al arma que portaba. Sentía como el aire se iba canalizando y en un momento que vio que no había ninguno de sus compañeros en la línea de ataque, desplazo un movimiento de su mano y espada como cortando el aire. Segundos después en el mismo lugar y en dirección a Raptor se formo una onda de aire que viajo rápido para golpear al enemigo.

Heimer se puso en un lugar donde no hubiese nadie en frente, levantó un poco las manos, canalizando la energía interior en un hechizo sobre Raptor y de pronto salieron unas espinas justo debajo de Raptor. 

Le lanzo un puñetazo, con todas mi fuerzas.

Raptor no pudo evitar mostrar algo de sorpresa al ver el estallido de Zahariel, sin embargo, es capaz de esquivar dicha onda, la cual choca y deja una gran grieta en la pared del fondo, detrás del tenebroso ser. Acto seguido, no es capaz de esquivar el ataque de Heimer, observáis que parece que el ataque ha impactado de lleno en su cuerpo, pero no sale sangre no ningún tipo de fluido de su cuerpo, es más, es como si hubiesen atravesado a un fantasma. Y lógicamente, pasa lo mismo con el puño de Mutombo, el cuál atraviesa su cabeza sin daño alguno.

Jajaja...mucho mejor pequeños... -propina una potente patada a Mutombo, enviándolo directo a chocar contra Zahariel, haciendo que ambos caigan al suelo- pero no es suficiente.

Eleva sus brazos formando 90º con respecto a su cuerpo, dirigiéndolos hacia vosotros. Al cabo de un instante, notáis como una fuerza invisible, os empuja contra el suelo, obligándoos a arrodillaros, notan como si tuviesen una tonelada de peso encima. Poco después, toda la sala oscurece con la más absoluta oscuridad, el suelo se convierte en un mar de sangre, sin embargo, no os hundís, pero de esa sustancia, comienza a surgir un ser totalmente deforme, mutilado, solo es capaz de emitir escalofriantes gemidos y bañado por la sangre que os rodea. Una vez ha surgido de esa profundidad, comienza a dirigirse a vosotros y vosotros seguís sin poder levantaros.

Ante sus ojos aquella escena le inquietaba, no sin esfuerzo logra levantarse y por el rabillo del ojo puede ver y sentir como sus nuevos compañeros de batalla no consiguen deshacerse de aquella atadura invisible. Y sin embargo aquella bestia o ser proseguía su avance hacia ellos.

Esta batalla se tornaba difícil o imposible cualquier apelativo que exacerbara la posibilidad de ganar valdría. ¿Debía atacar o retroceder? Solo podía pensar en retroceder ante una batalla ya perdida, pero solo continuando un posible quizás podría ser suficiente para intentar aguantar lo suficiente para que los demás forzaran aquella situación y se volvieran a unir.

No esperó un segundo más, esta vez sus golpes irían contra aquella nueva bestia intentando superar todo pensamiento que le llevara a retroceder. Y fue así como otro nuevos cuatro golpes intentaban juntarse en algún tipo de kata, combinando pies y manos ungidas en el aura que seguía bordeando su ser.

Estaba muy asustada mientras una extraña presión me apretaba contra el asqueroso suelo. La criatura crecía de la sustancia que cubría el suelo y mi cuerpo no respondía. Vi como Yreth mantenía medianamente la compostura y atacaba al bicho que se estaba creando y avanzando hacia nosotros. Tuve miedo por mi vida, pero tuve aún más miedo de que esa cosa matase a mis compañeros, en especial tenía miedo de que la bestia destrozara a Yreth. Sabía que mi ese temor por Yreth no tenía fundamento, él era fuerte, pero aún así intenté hacer un nuevo esfuerzo. Debía ayudar pero no sabía como proceder...