Partida Rol por web

- Mis buenos señores, tal y como ha comentado Griffo, mi nombre es Wynna y soy de Valle. Para mí es un honor conocer a tan insignes personalidades. Pero coman, coman y repongan fuerzas con los alimentos que ofrece este buen amigo del pueblo de las estrellas y salgamos de aquí lo más rápido posible.

Tras esto, me separo un par de metros del grupo para ver si alguna posible amenaza avanzase por el pasillo.
 

Acepta el pellejo y después de echar un trago se lo pasa a Oin. Después de secarse la boca con la parte anterior de la mano añade:

-Gracias joven elfo, sin duda no sois heredero de la mala sangre que circula en el cuerpo de algunos de los vuestros -Después de un bocado añade-. Los Enanos somos rencorosos je je -Después de un instante-. Pero sabemos devolver el favor -le dice a Falenthal fijando la mirada en sus ojos para fijar y sellar un acuerdo entre hombres de honor.

Después de un par de tragos más continua:

-Respecto de las armas... me temo que las perdimos en la refriega. Eran demasiados brazos y en un momento dado agarraron nuestras empuñaduras. Seguramente hayan ido a parar a la parte más profunda de la guaridad a formar parte de la colección de saqueos acumulados desde que medran aqui... -Suelta una flema reseca al suelo-. Junto con sus amigas las cornejas. A tenor de las ruinas quizás esto esté abandonado desde hace más de 40 años; extraño dado está próximo al camino principal... hum no sé qué pasó aquí. En cualquier caso, estamos desarmados y sin fuerzas. Pero nos pegaremos a vuestras espaldas... Amigos.

-Tampoco sabemos cóm terminamos aquí -dice Oin con tono de disculpa-. Tuvimos que abandonar la barca despues de un primer ataque y después de horas caminando para buscar refugio terminamos aquí; despertamos en esta mazmorra.

Colección de saqueos... lo profundo de la mazmorra... 40 años abandonado... El elfo estaba seguro que lo que pudieran encontrar ahí no sería ni remotamente comparable con las arcas de las Estancias de Thranduil, pero... 

Había dejado atrás su hogar, precisamente, por su curiosidad para ver el mundo: otros lugares, otras historias, el ascenso y la caída de asentamientos y reinos que parecían un suspiro para la vida de un elfo, pero se perdían en el olvido en la corta memoria de los humanos. La situación no era la propicia, ya que los enanos necesitaban salir de ahí, y de las propias ciénagas, lo antes posible para poder recuperarse. 

Pero a lo mejor una vez subieran al salón principal, mientras caminaban hacia la salida inundada, Falenthal podía tratar de echar un simple vistazo al interior de alguna de las aperturas. Sólo para asegurarse que nadie los seguía, claro.

Griffo se ofreció a ayudar a Balin a caminar, en realidad, él solo quería ver más de cerca su barba, algo muy extraño entre los hobbits y que le llamaba mucho la atención. "Pelo arriba y debajo de la cabeza, je, que curioso" pensó el mediano.

-Fuera niño, que estaré viejo y tullido pero aún no soy ningún lisiado. Oin y yo podemos caminar solos - al ver la cara de desazón Griffo, el enano cambio su tono - Tranquilo muchacho, conozco a tu gente y sé que son los más confiables y valerosos de toda la Tierra Media pero rara vez un enano precisa de ayuda. Si lo que quieres es escuchar los balbuceos de un viejo enano, ya habrá tiempo cuando estemos lejos de este asqueroso agujero. Ahora, guíanos a la salida, necesito un lazarillo, no una muleta, je je.

Griffo, entusiasmado, tomó la delantera ya que era el que mejor se movía bajo tierra.

al dejar atrás la bodega y bajar los escalones hacia el descansillo, el silencio solo alterado por el goteo de las filtraciones se ve interumpido por la reberberación emitida y amplificada de una campana:

-¡Clonk...... CoooollonKKKKKK!
-¡Clonk...... CoooollonKKKKKK!

-¿La campana? -el elfo se dirigió a los enanos que estaban rescatando-. Pensaba que erais vosotros quienes la habías tocado para pedir ayuda.

Ante la cara estupefacta de Balin, Falenthal se dio cuenta que andaba equivocado.

-No, muchacho. No no hemos dedicado a tocar campanas. Nos atrincheramos y hemos sobrevivido en la oscuridad. Esa campana está encantada, es lo único que se.

Temiéndose lo peor, indicó a Wynna y los enanos que esperaran antes de bajar las escaleras al salón principal. A Griffo no le dijo nada: el hobbit tenía los sentidos agudos, los pies ligeros, y un valor templado. No creía que fuese a quedarse atrás.

Arco en mano, y aprovechando la cobertura de la ténue luz, se asomó al gran salón....

La campana de mágica tenía muy poco: ahí fuera los ojos y oídos de los habitantes son las cornejas pero dentro ha saltado la alarma. Un habitante del pantano está dando la alarma. La campana suena con otro ritmo, sin duda.

Por el momento no hos han visto pero no tardarán en darse cuenta de dónde estáis... (tampoco es que queden muchos sitios más)

Al subir a la gran sala se confirmaron las peores sospechas del grupo: eran las criaturas malolientes las que tocaban la campana, y parecía que estaban convocando a todos sus hermanos en busca de los intrusos.

No había tiempo para luchar, ni podían saber cuántas de aquellas monstruosidades se escondían en los subterráneos. Debían abrirse paso antes que todo se plagara de enemigos, y llevar a Balin y Óin a la salida sin demora.

Por suerte tanto el Mediano como el elfo eran de pisadas ligeras, y habían visto a sus enemigos antes que ellos los detectaran. El elfo no dudó en tomar su arco y, tras identificar al ser que más bloqueaba su huida, disparó.

-ssssssssssfffiiiissh!

La flecha del elfo fue rápida y cartera, le había dado a uno de los habitantes del pantano que estaban de camino a la salida. El hobbit no quiso desperdiciar tiempo y atacó al mismo objetivo que su compañero. Pero su habilidad no se comparaba con la del elfo, la flecha llegó a los pies del adefesio, un fracaso total.
Con el elemento sorpresa ya esfumado, lo único que le quedaba a Griffo era pelear con su espada.

Wyna poco puede hacer, pues bloqueais el paso. Entre tanto, los habitantes del pantano se acercan pronunciado gruñidos guturales alternando con pequeños "gallo". Resulta amenazador sin duda. Y están cabreados... Muy cabreados.

La iniciativa es vuestra. "LA compañía -entiendo- se defiende"

Mientras veía acercarse a las fétidas bestias, Falenthal tuvo tiempo de retirarse hacia atrás. Sentía un remordimiento por dejar a Wynna en primera fila, pero sabía que la chica era capaz de defenderse.

-¡Wynna! -le gritó por sobre los rugidos y graznidos de las criaturas- ¡Sólo mantenlas a raya, yo intentaré acabar con ellas! ¡Y guárdate de salir viva!

Mientras cargaba la primera flecha, y apuntaba a la criatura más cercana, propuso a sus compañeros y a los enanos:

-En cuanto logremos abrir una brecha entre sus filas ¡corred hacia la salida!

La flecha salió silbando hacia el ser que se tambaleaba hacia Wynna...