Partida Rol por web

Unidos

Capítulo 2.2: Una búsqueda con pocas pistas

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11/03/2014, 19:09
Mr. Smith

El agente volvió a poner el ordenador sobre sus piernas y cerró los documentos, para después apagar la pantalla. Sin tener la certeza de cuándo iba a tener acceso a la red eléctrica para cargar el ordenador, la batería tenía que ser administrada con cuidado, o perderían el valioso recurso que les ofrecía.

- Bueno - comenzó tras cerciorarse de que su ordenador había pasado al modo de suspensión -, creo que tendríamos por dónde empezar. Le sorprendería la cantidad de sectas que hay alrededor del globo, aunque podríamos acotar bastante la búsqueda. Si además, lo limito a aquellas que en nuestros archivos tengan algún dato de la Tríada, podríamos incluso dar con ella.

La capacidad de movimiento de información de la NSA es descomunal, y tener ese instrumento en vuestras manos podría dar un giro a los acontecimientos. El hecho de que Helen haya conseguido que un hombre como Mr. Smith esté junto a vosotros os parece ahora mismo uno de los mejores movimientos de la mujer.

- El único problema es que un módem USB es algo fácilmente rastreable. Si dieran con mi conexión y la ID de la tarjeta SIM podrían seguirnos en todo momento. Y tengo la sospecha de que incluso en mi agencia puede haber algún infiltrado.

El hombre hace girar el pequeño módem entre sus dedos, sopesando las ventajas y riesgos de usarlo para acceder a los servidores de la NSA.

- Todo depende de cuántos riesgos estéis dispuestos a tomar. Puedo tratar de ocultar mi conexión, y les llevaría un tiempo rastrearla hasta aquí - dice levantando el módem hacia vosotros teatralmente -, pero tarde o temprano darían con este punto de acceso. Si creéis que lo que podemos conseguir de la NSA merece la pena, estoy dispuesto a jugar al gato y el ratón con mis compañeros.

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12/03/2014, 20:14
Clive Owens

- Bueno. Podríamos intentarlo. Total en cuanto acabemos, salimos pitando de aqui y para cuando quieran rastrear la llamada ya estaremos a gran distancia. Creo que sería interesante tener algo mas de información para no ir dando tumbos. La otra cuestión es donde vamos a ir. ¿Vamos a llevar el objeto a un sitio seguro?. Y también es interesante saber que vamos a hacer con los otros dos objetos. ¿Se los dejamos sin mas? ¿Hay alguna opción de conseguir el segundo objeto antes de que ellos lleguen donde esta? ¿y el que ellos tienen hay manera de acceder a el?. No me hace ninguna gracia que lleguen a poseer dos de los tres objetos y menos aún los tres...

 

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14/03/2014, 22:11
Helen Raynor

Helen suspira tras la intervención del escritor. Parece dudar si la propuesta del agente Smith es adecuada o habría que evitarlo. Por el momento decide no pronunciarse al respecto, para abordar el tema del cubo.

- Estoy con Clive. Bajo ningún concepto debemos dejarles hacerse con este cubo. Si la historia de la Tríada es cierta, y ya tienen uno de ellos y prácticamente el segundo, permitirles tomar este sería como declararles vencedores. Creo que deberíamos tratar de encontrar ese segundo cubo, si podemos adelantarnos a ellos. También puedo hablar con nuestro topo allí. Quizá sea una buena idea pedirle que consiga para nosotros ese cubo si puede, incluso aunque tenga que escapar de allí y no volver. Tener en nuestras manos ese preciado objeto es mucho mayor tesoro que un agente infiltrado, ¿no os parece?

Por último mira hacia el exterior, observando los árboles agitados por el incesante vendaval. Preocupada por la misteriosa tormenta, concluye:

- Quizá para ellos sea tan difícil moverse con este tiempo como para nosotros - lo dice con dudas, como si esperara que realmente fuera así pero tuviera pocas esperanzas en ello -. En ese caso, aunque nos localicen, probablemente tardarían un tiempo que sería más que suficiente para que nosotros pusiéramos pies en polvorosa. Si es necesario, una vez tengamos toda la información podríamos arrojar por la ventana ese módem, de forma que no puedan rastrearlo. Pero entonces tenemos que darle el máximo uso posible, ya que sería como disponer de una única bala.

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16/03/2014, 07:38
Shauri Ravmanujan, "Raf"

De todas las cuestiones que estaban encima de la mesa, la que se refería a dónde podían ir que fuese un sitio seguro era la que más le preocupaba al Raf.

- Yo no me opongo a que usemos esa "bala" para buscar información sobre la secta, quizás esa información nos de alguna orientación para nuestro próximo movimiento.

Y, desde luego, reunir las tres partes de esa Tríada sería genial -el indio babeaba sólo con imaginárselo- así que, Helen, juzgue usted si su "topo" podría hacer algo al respecto sin que sea un suicidio para él.

Pero lo que más me inquieta ahora es nuestra situación, aquí, en medio de este vendaval y sin saber a dónde ir. Creo que ésa es nuestra prioridad ahora, encontrar un lugar seguro. -se dirigió de nuevo a Raynor- ¿O sabe usted de algún sitio donde podamos ocultarnos? Porque no podemos comenzar a vagar sin rumbo fijo, tarde o temprano nos encontrarán.

Lo ideal sería dirigirnos al lugar que le describí antes, el que nos mostró el cubo... Yo creo que 'él' quiere que vayamos allí. -le comentó a Smith.- Pero supongo que con esos pocos datos será como buscar una aguja en un pajar ¿no? Porque, si no es posible, quizás podríamos volver a preguntarselo a 'él' -señaló hacia el maletero.- A ver si se muestra más conciso o si logramos entenderle mejor esta vez; creo que 'él' conoce muchas respuestas, incluso a preguntas que ni siquiera nos hemos imaginado. Aunque para ello, claro, deberíamos desembalarlo en algún sitio más tranquilo; y con ello, vuelvo a insistirles en que deberíamos decidir a dónde ir. -miró a todos tras dar su opinión, cuando de repente, le asaltó una duda e hizo una mueca.- Porque, por otra parte... sabemos dónde estamos ahora... me imagino,... ¿no? -él, por la suya, no tenía ni idea.

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20/03/2014, 21:19
Helen Raynor

- De acuerdo... Entonces todos coincidimos en que puestos a investigar, saquemos todo lo posible y después nos deshagamos de ese módem para evitar que nos rastreen - dice convencida Helen. Al parecer, tomar algunas decisiones en este momento de caos le devuelve parte de su fortaleza y liderazgo.

- Lo primero que haré será llamar a nuestro contacto, para saber qué tiene y si puede hacer algo por conseguir la segunda pieza. Si él puede conseguirlo, nosotros podemos centrarnos en mantener este a salvo y buscar ese lago. Por otro lado, para nosotros es algo impensable: sus recursos son mucho mayores y nosotros somos cuatro. Entrar allí es imposible, y creo que en eso estamos todos de acuerdo.

- Después, parece que la opción más valorada ahora es seguir lo que nos ha dicho el cubo. Raf propone preguntarle, pero en este caos es imposible. Tener acceso a internet para entonces, por si tenemos que buscar alguna ubicación, nos vendría bien. Eso significaría centrar nuestra prioridad en intentar llegar a un lugar tranquilo para tratar de sacar algo al cubo y después utilizar el módem para buscar toda la información que la red nos ofrezca sobre la secta y cualquier otra cosa que podamos buscar.

- Otra posibilidad sería buscar ahora sobre la secta, por si ello pudiera darnos alguna información útil y después centrarnos en el lago que hemos visto. En este caso no dispondríamos de conexión para, en caso de que el cubo decida mostrarnos algo, buscar más sobre lo que veamos. ¿Alguna información más que pueda sernos de utilidad en este momento?

Helen prepara el teléfono para llamar a su topo, pero antes de ello os permite tener la palabra para añadir cualquier cosa. Una vez esté la decisión tomada y hable con su contacto, será el momento de ponerse en movimiento.

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20/03/2014, 21:32
Mr. Smith

Terence Smith parece aceptar cualquiera de las dos opciones. En su caso, sabe cual es su trabajo: obtener información. Ha sido entrenado para ello, y es uno de los mejores. Una vez tenga luz verde, tratará de hacerse con todos los datos posibles de esa secta, ese cubo y cualquier otra cosa que necesitéis. Sabéis que la "bala", como Helen la ha llamado, es una oportunidad única para conseguir casi cualquier dato que se os ocurra, y no debe ser desperdiciada. Una vez cerrada la conexión, volveréis al aislamiento de la tempestad que os rodea.

- Por mi parte, me es indiferente si preguntar al cubo antes o después. Nunca he visto eso en acción - dice observando al cuarto pasajero del grupo, el silencioso y oscuro objeto -, así que no sé qué puede aportarnos, si es que va a enseñarnos algo. Por lo que decís, es bastante "caprichoso" a la hora de mostrar imágenes, por lo que podemos pasar horas para no conseguir nada. Y la verdad, no creo que nos sobre tiempo.

El hombre acaricia la tapa de su ordenador, el que considera el recurso más preciado en estos momentos. El cubo no parece más que una piedra pulida, por lo que Terence no tiene idea de cómo ese objeto puede ayudaros más que los trillones de datos accesibles a un solo clic, bajo su orden, algo mucho más predecible y confiable desde su punto de vista.

- Por otro lado, si creéis que pueda enseñarnos algo, esperar a estar en un lugar más tranquilo y que ese objeto decida hablar  puede suponer buscar unos cuantos datos más que inclinen la balanza a nuestro favor. Por tanto, puesto que vosotros dos podéis evaluar mejor que yo ese recurso - dice sin quitar la vista del cubo, completamente oscuro en estos momentos -, dejo en vuestras manos el orden del curso de acción.

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21/03/2014, 16:37
Clive Owens

Clive valoró detenidamente todas las opciones. Se dio cuenta de que como siempre se había dejado llevar por sus ansias de conocer mas para proponer un plan de acción que llevase a adquirir los otros 2 cubos ¡y ni siquiera sabía donde estaban!. Se esforzó en analizar la situación en la que se hallaban y al final le conclusión fue obvia.

- La verdad es que he sido muy osado. Quizás deberíamos estar a salvo antes de empezar a valorar otros cursos de acción. Pese a que no me guste dejar los objetos en sus manos  de momento solo somos tres y estamos perdidos quien sabe donde.... No parece una situación para empezar a planear nada. Yo voto por ponernos a salvo,proteger el cubo y si nos es posible intentar hallar el lugar que el cubo nos mostró. Quizás en ese intervalo nos muestre algo  mas. Y si no podemos empezar a buscar información relevante y a trazar cursos de acción.

 

 

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21/03/2014, 17:39
Shauri Ravmanujan, "Raf"

Raf interpretó del mutismo de Helen al respecto de su último comentario que no debía preocuparse, que sabía perfectamente donde se hallaba. Pero como él no tenía ni idea, y su prioridad había quedado clara que era la de refugiarse en algún sitio seguro, volvió a insistir otra vez:

- Yo me siento muy perdido aquí. No tengo ni idea de donde nos encontramos ni hacia donde podemos huir. De hecho, si nadie sabe dónde estamos o a dónde podemos dirigirnos, lo mejor será que quememos ese cartucho ahora mismo. -se refería al uso único que pensaban darle al modem- Aunque si ustedes conocen algún sitio en las cercanías donde podamos hacerlo más tranquilamente -miró a la chica y a Smith- yo me dirigiría allí sin perder ni un instante más.

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24/03/2014, 20:21
Helen Raynor

Helen marca con el teléfono una vez Raf termina de hablar, y espera un momento. Difícilmente escucháis la voz del hombre que contesta al otro lado, silenciado por el abrumador viento del exterior. Helen le hace algunas preguntas relativas a los últimos hallazgos y hay una que se os queda marcada:

- ¿Entonces han conseguido comunicarse con él? ¿Cómo? Jeremy, necesito esos datos cuanto antes. Envíame lo que puedas en cuanto colguemos.

Después le siguen algunas otras preguntas, y la mujer le solicita que, si es posible, trate de sacar el cubo del edificio de la NASA, para luego reuniros todos en el lugar que os ha mostrado el cubo. Quedan en mantenerse en contacto, y entonces Helen cuelga el teléfono.

- De acuerdo, entonces nos iremos a un lugar seguro. Tendremos que hacer unos apaños, porque por lo que me ha dicho nuestro infiltrado, los de la NASA han sido capaces de comunicarse con el cubo que allí tienen - dice Helen, con cierta emoción en su voz pero mucho menor de la que cabría esperar con una noticia como esa. No estáis seguros de si está controlando sus emociones o si simplemente es insensible ahora mismo, envuelta por el estrés de la situación.

Mientras digerís lo que la investigadora os acaba de decir, pone el vehículo en marcha y acelera para salir del lugar, enfrentándose al viento.

- Hay un lugar donde podemos refugiarnos tranquilamente. Espero que no hayan llegado hasta allí, pues no se hasta dónde han extendido ya sus tentáculos estos bastardos. Pero si tenemos suerte, podremos descansar allí y centrarnos en nuestro compañero de ahí atrás - concluye, en referencia al cubo.

La mujer conduce frenéticamente, todo lo rápido que le permite la oscuridad, que como una siniestra niebla envuelve vuestro entorno impidiéndoos ver con claridad. El trayecto se eterniza debido a la imposibilidad de ir a todo lo que el vehículo permite, unido a que la mujer debe esmerarse para evitar dañar el cubo en un giro brusco. Pasáis por lo que parece una autopista, el momento de mayor tranquilidad durante el viaje, hasta que Helen toma una salida y vuelve a una carretera demasiado estrecha para la visibilidad y condiciones atmosféricas actuales. En varias ocasiones tiene que prácticamente detener su vehículo para evitar el impacto con ramas caídas y otros objetos. Y lo más inquietante de todo, más todavía que la oscuridad, es la ausencia total de personas. Ni tan siquiera en la autopista, que a pear de las horas debería tener algún vehículo circulando, estaba completamente vacía. Es como si toda la gente hubiera desaparecido, como si esta oscuridad hubiera engullido el mundo entero, salvo los pocos metros que podéis ver. Nadie a vuestro alrededor, y el completo silencio en el vehículo donde, ni siquiera Raf, encuentra la forma de animar el ambiente. De igual manera, como si imitara a vuestro entorno, mimetizándose para pasar desapercibido, el cubo permanece completamente negro, su superficie un reflejo del exterior.

La carretera se convierte en un camino de tierra, y por un instante os parece que estuviérais volviendo al centro de investigación de Helen. El viento parece atenuarse poco a poco, y poco antes de que Helen detenga el vehículo se detiene completamente. La oscuridad, sin embargo, no os abandona. Debéis estar en medio de un bosque, en mitad de la nada. Sin idea alguna de dónde os encontráis, salís del vehículo, sorprendidos por la ausencia de viento. A lo lejos, escucháis las ramas de los árboles agitarse por la ventisca, que a pesar de continuar incesante, por algún motivo no llega hasta vosotros.

Helen se aleja del coche, y parece abrir una puerta, que desde aquí no llegáis a ver. Unos segundos después, dos faroles se encienden en el exterior, presentando ante vosotros una casa de dos plantas y de aspecto muy antiguo. Desde el umbral de la puerta, la mujer os indica que accedáis, y desaparece en el interior del edificio para, suponéis, preparar el lugar para vuestra estancia temporal, pues escucháis el ruido de puertas abrirse y veis luces encenderse en el interior, y dotar a las habitaciones del lugar de luz, que escapando por las ventanas llega hasta vosotros. Por alguna razón que igualmente escapa a vuestra comprensión, los faroles recién encendidos parecen no estar afectados por esta oscuridad. Pero todo ello, a Helen, parece no sorprenderle demasiado.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Conducir Helen

Tirada: 1d100

Dificultad: 65-

Resultado: 13 (Exito)

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27/03/2014, 18:06
Shauri Ravmanujan, "Raf"

Extrañado, profundamente extrañado miraba Raf por la ventanilla mientras recorrían a toda velocidad la autopista. Ni un alma circulando por ella y una densa oscuridad que lo envolvía todo; un manto negro que engullía el mundo, como en la visión que tuvo en la Soyuz cuando regresaba a la Tierra.

Sin decir nada, con la cabeza apoyada en el cristal, la mente del científico no descansaba, repasando una y otra vez todos los datos que disponía, con la esperanza de encontrar un cabo suelto que hubiese pasado desapercibido. El mensaje recibido en la ISS, la importancia de la luz y de su ausencia, la raza de alienígenas, la secta, la NASA, la Tríada…

Inmerso en sus pensamientos apenas se dio cuenta de que abandonaron la autopista y tan sólo el traqueteo del vehículo al circular por la pista de tierra consiguió devolverlo al bosque que estaban atravesando.

Desmontó cuando Helen detuvo el coche frente a la casa y se sorprendió al no sentirse azotado ni tan siquiera por una ligera brisa, a pesar del estruendo que el viento hacía de fondo.

Pero se sorprendió aún más cuando el resplandor de las luces del edificio casi le deslumbra, acostumbrado como estaba al amortecimiento que la extraña niebla producía sobre ellas.

La luz y su ausencia. No conseguía quitárselo de la cabeza.

- Clive, ¿me ayuda con el cubo? Entrémoslo dentro antes de que vuelva el vendaval.

¿No les parece raro? -observó- ¿Tan denso es este bosque como para que no circule ni una pizca de aire, con la que está cayendo?

¿Y esas luces, Helen…? ¿Cómo puede ser que atraviesen la niebla cuando los faros del coche apenas se ven?

Todo era demasiado fictíceo e irreal para el pobre Raf, pero alguna explicación científica debía haber, se decía no excesivamente convencido. Sólo era cuestión de perseverar en encontrarla.

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28/03/2014, 15:13
Clive Owens

Clive salió del coche sumido en sus pensamientos. La voz de Raf le saco de su aletargamiento y se dispuso a ayudarle a bajar el objeto del vehículo. Eso le permitió centrarse un poco mas en la situación y dejar de fantasear sobre lo que estaba ocurriendo. Las palabras de Raf además le obligaron a mirar a su alrededor. Algo raro ocurría en el ambiente, parecía como si todo lo que rodeaba al cubo estuviera fuera de lugar, alejado de la realidad. Ni el viento parecía querer acercarse hasta donde se encontraban.

- No se si esto lo produce el objeto, o nosotros o alguien de los que nos persigue pero a mi parece cuando menos inquietante. 

La propia casa parecía ajena a todo lo que la rodeaba, como un faro en mitad de la tormenta, una isla de luz en medio de la negrura. Fuese el sitio que fuese parecía que lo que nos rodeaba no le afectaba en absoluto.

- ¿Donde estamos Helen? ¿Que es este sitio? No es que me queje de estar a resguardo pero mi inquietud aumenta por momentos.. Me gustaría poder descansar durante un tiempo y poner las cosas que sabemos en claro. Además este sitio no se parece mucho a lo que nos mostró el cubo en el centro.

Suponía que la casa sería uno de los refugios seguros de la gente de Helen pero le gustaría saber que nivel de seguridad y protección ofrecía. Si era un sitio desconocido para nuestros perseguidores o si por el contrario deberíamos salir en breve una vez mas corriendo como alma que lleva el diablo.

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29/03/2014, 21:21
Helen Raynor

Entre los tres cargáis el objeto hasta el interior de la casa, todavía cegados por las luces. La distancia del viento, el aislamiento total de todos los fenómenos que ocurren a vuestro alrededor... No estáis seguros de si es algo positivo o un mal presagio. Una vez entráis, veis a Helen observando fascinada la luz de una de las lámparas, donde ha dispuesto una robusta mesa que pueda servir de soporte para el objeto. Una vez sobre la mesa, la lámpara ilumina el cubo, aunque este permanece, a pesar de la ausencia de viento y oscuridad, totalmente opaco. Es como si devorara toda la luz que le llega de la lámpara. No pasa un instante después de que lo apoyéis en la superficie cuando la mujer habla.

- Esta casa perteneció a mi padre - dice en un tono ligeramente melancólico, sin quitar la vista de la luz que os ciega -. Hace mucho que nadie la habita. La he utilizado como refugio en muchas ocasiones, pues está lejos de toda civilización, y nunca ha estado comunicada con el mundo exterior. No hay teléfono, mucho menos internet, y el bosque la cubre, de forma que es totalmente invisible desde la distancia. Hay algunas cosas para investigar, aunque nada tan sofisticado como lo que teníamos en el laboratorio.

Sin embargo, nada de eso explica el aislamiento del viento y esa oscuridad que parece abrazarlo todo. Ella también parece igualmente sorprendida, aunque los sentimientos y emociones de Helen parecen estar siempre recubiertos por un cascarón que impide que afloren.

- Puesto que está totalmente aislado, también he usado este sitio para almacenar los objetos más preciados, y entre ellos está aquella tablilla que encontré en el Polo Norte, donde mi padre enloqueció - la historia le parece totalmente lejana a Raf, como si la hubiera escuchado hace años, y no días. Cuando la escuchó otra vez, esta vez de la propia boca de la mujer en lugar de a través de una pantalla de ordenador, pareció volver al espacio, a la ingravidez y el silencio.

Tras la expedición en la que su padre enloqueció en el Polo Norte, Helen viajó allí para investigar. En un lugar y un momento determinados, su radio pareció sufrir interferencias, seguidas de un mensaje muy similar al que los sistemas de Raf detectaron en la ISS antes de que el cubo y la criatura aparecieran. La mujer encontró entonces una tablilla de una piedra anaranjada, como la que cubría el cubo en el espacio, la culpable de las interferencias con la radio y el mensaje. Los símbolos en esa tablilla parecían seguir el mismo patrón que el mensaje que ella y Raf grabaron y que todavía no han conseguido descifrar.

Tras resumir la historia a los dos recién llegados, Helen abre la puerta de una estantería y saca un libro grueso. En su interior, protegido por paredes acolchadas, se encuentra la piedra más extraña que jamás hayáis visto: una lámina delgada, de una piedra similar a la arenisca, anaranjada, cubierta de extraños símbolos que parecen redactar un texto. La piedra, de ser arenisca, estaría hecha pedazos por su delgadez. Sin embargo parece muy robusta. Al sacarla del interior del libro, tenéis una extraña sensación: es como si la lámina emanara cierto calor, cierta energía. Helen se sobresalta hasta el punto que la lámina casi se le desliza de las manos.

Para vuestro estupor, hay alguien más que también parece haber sentido esa energía. Como respondiendo a un estímulo conocido, las paredes del cubo empiezan a reflejar la luz de la lámpara, llenando su superficie de los ya conocidos reflejos iridiscentes que parecen dotarlo de vida.

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04/04/2014, 14:22
Clive Owens

Clive estaba fascinado. Si  el cubo no era suficiente para tenerlo casi anonadado aparecía ese otro objeto que en otras épocas hubiese supuesto que le diera casi un ataque al corazón. Ahora, sin embargo, simplemente se añadía al cúmulo de hechos extraordinarios que se sucedían sin respiro y que amenazaban con saturar su capacidad de asombro.

- Impresionante... ¿Qué demonios es?. Y sobre todo ¿que relación puede tener con el cubo? parece como si reaccionasen el uno ante el otro. No se... se me ocurren un montón de cosas probablemente peligrosas que podríamos hacer con estos dos objetos, así que mejor será que nos digas algo sobre el. 

Por otro lado, aunque el lugar parecía seguro, seguía el problema de no saber muy bien que hacer a continuación. Pero si por el dependiera se tiraría los próximos años de su vida en aquella casa investigando los objetos hasta que le saliesen llagas en los ojos. Pero había que ser realistas, tenían enemigos y había que determinar algún curso de acción.

- Y no quiero ser pesado, pero debemos decidir que hacer a continuación. No me gusta ir como pollo sin cabeza de un lado a otro. debemos tomar las riendas de la situación y no ir a remolque como hasta ahora.

Durante un segundo miró a los objetos que se encontraban en la habitación y sonrió.

- ¿No habría alguna manera de preguntarles donde demonios quieren ir?.

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05/04/2014, 07:04
Shauri Ravmanujan, "Raf"

- Cuando el cubo chocó contra la ISS, iba recubierto de una carcasa de material como éste. La analizamos allí mismo y, desde luego, no es ningún mineral que se encuentre aquí en la Tierra.

Esos extraños símbolos sugieren un mensaje, que asociamos también a unas señales que captamos con los sensores de la estación. Un estudio hecho por Helen demuestra que esas señales son como la forma “hablada” del texto escrito. -le aclaró.

Raf lamentó que Helen no pudiera mostrarle a Clive la simulación con voz de lagarto que mostraba cómo todo encajaba.

- El caso es que ‘esos dos’ ya se conocen, han estado juntos. O al menos este cubo ha estado con algo similar; supongo que ese trozo debe pertenecer al envoltorio de otro de los miembros de la Triada.

Por cierto… -Raf se sorprendió de no haberlo planteado aún- Ya me imagino que en el Polo no hallaron nada más que la tablilla ¿no? Me refiero a si no habría alguna posibilidad de que otro de los cubos siga allí, enterrado. -miró a Helen, a ver si sabía de dónde habían sacado los de la NASA el que tenían o si era posible que el que estuviesen buscando fuese en el Norte.

Se acercó a su ‘amigo’, el cubo. Le gustaba verlo así, vivo, con su superficie ondulando en esas extrañas luces, tan suyas. Llevaba en la mano el trozo de tablilla y lo acercó a  su superficie.

- Mira, chico.- le habló- ¿Te alegras de verlo?

Como siempre, no era una actuación científica al uso, pero Raf era así y no podía evitarlo. A cualquiera le habría podido parecer que estaba mostrando un rico hueso a su querida mascota.

 

"Una conciencia fuerte puede ser capaz de comunicarse con las piezas, e incluso dominarlas."

Las palabras que había citado Smith revoloteaban por su cabeza desde que las oyó. ¿Sería la suya lo suficientemente fuerte? O, tal como lo veía él, ¿se habría hecho merecedor de la confianza del hexaedro?

Tras observar la reacción del cubo ante la proximidad de la tablilla -en su fuero interno esperaba que el cubo comenzase, de algún modo, a recitar el mensaje-  el indio tenía intención de apoyar la palma sobre su superficie. Suponía que el contacto físico ayudaría a la comunicación, aunque no estaba seguro.

Y, entonces, trataría de preguntarle mentalmente por aquel paraje que les había mostrado en su anterior intervención.

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06/04/2014, 20:01
Director

El científico, fascinado con su pequeño juguete (o mascota, o amigo), parece ajeno a los problemas que le plantea el escritor. Una vez consigue tener en sus manos la tablilla de la que había oído hablar a Helen, su espíritu investigador se pone de nuevo a trabajar, y el resto del mundo parece desaparecer para él. La misteriosa tranquilidad, la urgencia de Clive por planificar... Incluso los riesgos desaparecen para él, y en un acto sumamente inesperado e improvisado, se aventura a interaccionar con la tablilla y el cubo.

Helen, más acostumbrada a la actitud del científico indio, no se sobresalta cuando empieza a investigar. Se dispone a responderle con sus ideas respecto a la expedición al Polo cuando se queda petrificada.

Cuando Raf acerca la tablilla al poliedro, las ondas se concentran en el punto más cercano a esta, como si una fuerza magnética las atrajera hacia allí. La vibración de las ondas se hace entonces secuencial, como si siguiera una trama. En lugar de ondas aleatorias, parecen describir un mensaje, una serie de vibraciones que, de poder ser grabadas o captadas con algún sistema, podrían probablemente transducirse en un código.

El asombro de los presentes no cesa aquí, pues cuando Raf extiende la mano hacia el objeto, esas ondas parecen conectar entre su lugar de emisión (próximo a la roca misteriosa) y su mano. Las ondas parecen no solo tocar la mano, sino transmitirse a través de su piel, en un juego visual que hace que la superficie de la mano en contacto con el cubo parezca cambiar igualmente de color.

Entonces, al científico le flaquean las fuerzas y cae desmayado al suelo.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: bla

Tirada: 1d100

Dificultad: 1-

Resultado: 79 (Fracaso)

Notas de juego

GRANDE RAF xD

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06/04/2014, 20:12
Helen Raynor

Helen sale de su asombro al ver que Raf se desploma, la tablilla deslizándose de su mano. Rápida como un rayo, se lanza hacia el científico y trata de sostenerle, poniendo énfasis en mantener la valiosísima pieza a salvo. Desgraciadamente, sujetar al científico y coger la piedra es demasiado, a pesar de su rápida reacción, y aunque consige coger la roca, solo consigue amortiguar ligeramente la caída del hombre, que se golpea contra el suelo.

- ¿Cómo demonios se te ocurre ser tan atrevido? - dice sobresaltada, visiblemente preocupada por el hombre, ahora inconsciente - ¿Es que no puedes esperar a que preparemos el lugar? ¿No puedes...? No, está claro que no. Idiota... Ayúdame, Clive.

Sin embargo, antes de que podáis poner al científico en un lugar más adecuado que el suelo, el cubo vuelve a atraer vuestra atención.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Reflejos

Tirada: 1d100

Dificultad: 75-

Resultado: 80 (Fracaso)

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06/04/2014, 20:17
Director

La superficie no ha dejado de vibrar, de emitir esos colores llamativos y atractivos. Comienza a representar un espectáculo imposible de describir con palabras, como si la misma roca fuese capaz de generar esa energía y transmitirla no en forma de luz, sino directamente a vuestro cerebro. Como si lo que la superficie refleja no fuese una luz real, sino una mera creación de vuestra cabeza. La sensación de que os absorbe y os transporta a su interior, a otro lugar vuelve a invadir vuestras cabezas, y de repente la sala en la que estáis tiembla y vibra con una energía misteriosa. La tablilla, en la mano de Helen, emite un calor agradable, que no se queda en su mano, sino que se extiende a todo lo que le rodea, cual hoguera en una noche de invierno.

Sin que atraviese vuestros oídos, vuestra cabeza vibra en sintonía con ambos objetos. Un sonido que no se transmite por el aire, que hace estremecerse vuestros cuerpos y las paredes de la casa, forma un mensaje en vuestro interior. En un idioma inexistente, pero a la vez perfectamente comprensible.

Una amenaza se aproxima a este lugar. Una amenaza que en su expansión, ya ha acabado con culturas y civilizaciones, y cuyo voraz hambre no acabará aquí. Antes de la extinción de nuestro hogar, ensamblamos tres objetos que contienen el tiempo necesario. Con ellos se podrá evitar el fatal destino de la única forma posible: haciendo que nunca ocurra.

El calor de la roca se disipa, al igual que la tensión generada por el cubo, que parece apaciguarse. Sus colores, sin embargo, continúan danzando en su superficie, vibrando en un eco de lo que acabáis de escuchar. 

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06/04/2014, 20:38
Director

Tu vista se oscurece, mientras notas como tu cuerpo pierde sus fuerzas. Lo último que sientes es como caes al suelo, aunque el golpe contra él no lo notas. En lugar de ello, sientes tu cuerpo suspendido en un vacío negro, cuya sensación más cercana la has tenido en el espacio. Allí, sin embargo, tu traje espacial hacía de barrera entre ti y el vacío.

Ahora te sientes parte de él, viajando a través de él como si fuerais uno. Tu cuerpo se estremece con la sensación, como si fueras acunado y hospedado en la inmensidad del espacio. Eres parte de él, eres él y puedes abarcarlo todo.

Un pequeño sentimiento de malestar te invade cuando ese instante se desvanece, y te ves frente al cubo. La oscuridad, sin embargo, sigue reinando, aunque ahora sientes el suelo bajo tus pies. El aire que respiras está cargado de humedad, y puedes escuchar el agua gotear al caer contra el suelo, produciendo ecos a lo largo y ancho de este lugar. Entonces te haces consciente que junto a ti no tienes un cubo, sino tres. Exactamente iguales. Están separados entre sí por la misma distancia, formando un triángulo a tu alrededor. A pesar de ser idénticos, uno de ellos te parece más cercano, como si ya lo conocieras. Ese cubo, tímido como parece haber sido siempre, está oscurecido, callado. Su hermano, sin embargo, parece un espejo, pues en su superficie ves reflejado exactamente lo que estás viviendo ahora mismo. El tercero se parece más al que ya conoces, puesto que su superficie no es exactamente un espejo. Te muestra a ti, en la misma postura en la que te encuentras, pero ataviado con tu traje espacial. Reconoces tu rostro a través de la escafandra, y la insignia de la ISS. Antes de que puedas interaccionar con tu entorno, te sientes arrancado de ese lugar, dentro de tu traje espacial, y vuelves al infinito vacío. Esta vez, sin embargo, no formas parte de él, sino que te encuentras arrastrado por tu sujección de seguridad, amarrada en algún lugar de la ISS. A cierta distancia de ti ves a tus compañeros Saint y Georgi. Sabes que están en peligro, que algo les persigue. Algo que es prácticamente invisible, pero que con su cuerpo oscuro cubre los astros y avanza inhexorable hacia ellos. Tu cable tira entonces con fuerza de ti, y te encuentras cayendo sin poder hacer nada, de vuelta a la gravedad.

Todo finaliza con un fuerte golpe, tras el que pareces sentir de nuevo el suelo bajo tu cuerpo. Y cuando tus ojos dejan de estar cubiertos por una película blanca fruto del aturdimiento, ves a Helen de espaldas a ti, ajena a todo lo que acaba de ocurrir.

Notas de juego

Puesto que has estado inconsciente un momento y han pasado un par de cosas a la vez, vas a tener que dejar a Clive contestar antes de que tú puedas hablarles. Eso no te impide escribir, pero si lo haces debe ser solo para mi y referente a lo que te acaba de ocurrir.

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07/04/2014, 18:08
Clive Owens

- Demonios....

Clive estaba completamente asombrado. Primero por la osadía de Raf al juntar los dos objetos, pues eso hubiese sido algo que el propio Clive hubiese terminado haciendo si hubiese tenido mas tiempo, pero que no era algo que poder esperar del científico al cual consideraba bastante mas racional y precavido. Y segundo por lo que había pasado al hacerlo.

Clive se agacho junto al cuerpo de Raf para tomarle las constantes vitales. Parecía que estaba en perfecto estado aunque inconsciente. Esperaba que no hubiese ningún daño neurológico aunque no lo sabrían hasta que se despertara. Clive empleó el  método científico indicado para estos casos. Empezó a darle cachetes en la cara para que espabilase.

- Venga Raf tio. Despierta. Que no te vas a creer lo que ha pasado.

 

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10/04/2014, 08:01
Shauri Ravmanujan, "Raf"

El vacío. El negro espacio a su alrededor y la ingravidez. Su cuerpo y mente flotando lejos, viajando entre escenarios de posibles pasados y remotos futuros. Sensaciones.

Y, al final de todo el periplo que le había llevado de aquí para allá, como el despertador que nos devuelve cada mañana a la realidad, el rítmico golpeo de los cachetes de Clive percutiendo sobre su cara.

 

El indio abrió los ojos para ver a Helen y al escritor, y recordó dónde estaba y lo que había hecho, pero aún se encontraba algo confuso, así que tardó en reaccionar. Poco a poco se fue incorporando, quedándose apoyado sobre sus codos, aún tendido en el suelo. Tras unos instantes de aturdimiento, una de sus amigables sonrisas fue apareciendo poco a poco en su abofeteado rostro.

- ¿Están ustedes bien? -preguntó al fin sin mucho sentido, pues era a él a quien había podido pasarle algo por su alocada “investigación científica”.