Partida Rol por web

Cada vez quedan menos supervivientes, y nadie sabe hacia donde se dirige la nave... ¿quién es ese macabro Querubín?.

Tras ver rebotar y desaparecer la IT de Leston entre la maquinaria de abajo, decidís poneros en camino hacia la sala de control de esta cubierta técnica de comunicaciones. Abren la marcha Lewis y Atmón, susurrando por lo bajo, seguidos de cerca por Leston y Joanna, que cojea debido a sus heridas, (Joanna, apunta tus heridas en la hoja :P). Paulus va detrás, junto a Chris, que coge la barra de metal con una mano y la mano del sacerdote con la otra. Cierra la comitiva Carla, que agarra con fuerza su llave inglesa, echando vistazos a la retaguardia, con la mandíbula apretada.

Aquí la luz no es muy brillante; algunos focos iluminan desde el techo la colgante pasarela, y no hay anuncios de frosklis ni de cualquier otra cosa; en vez de eso, veis algunos carteles con los planos del lío de pasarelas que forman toda esta cubierta.

Atmón es quien va delante, así que es él el que guía la marcha siguiendo dichos planos, intentando llevaros hasta la sala de control de comunicaciones...

(Sigue...)

Cuando sucedió todo, tú te encontrabas en la oficina de seguridad, junto a una docena de guardias. El horror se cebó con la nave: la gente moría en todas las cubiertas, y el propio punto de seguridad se vio comprometido. Afortunadamente, un par de torretas automáticas y la munición de la que disponíais consiguieron rechazar las oleadas de extrañas criaturas que os acosaban.

El sargento mandó a uno de sus mejores marines a buscar supervivientes; Morgan, experto en guerrilla e infiltración. Al resto de vosotros os dispuso para proteger el lugar de futuros ataques, hasta que recibisteis una llamada de auxilio de la cercana cubierta técnica de comunicaciones. Decidido a rescatar a todo el personal posible, te escogió a tí y al marine Tyler para ir a buscarlos.

El anciano sargento te escogió a tí por la confianza que os une, (en su momento fue tu instructor de tiro, hace ya tiempo), y dejó a tu cargo a Tyler, básicamente porque estaba empezando a causar problemas. Se trata de un marine muy bien entrenado y perfectamente capaz; el problema es que está como una puta cabra, y tiene un pasado misterioso que, en opinión del sargento, tiene algo que ver con una prisión de máxima seguridad y algunos trabajitos "sucios" por los que se le habría otorgado la libertad.

Llegasteis a la cubierta técnica, y no encontrasteis a nadie hasta que llegasteis a la sala de control de comunicaciones, una habitación grande, repleta de pantallas encendidas desde las que se controlan las cámaras de seguridad, y algunos micrófonos desde los que se controla directamente el sistema de megafonía de la nave. Desgraciadamente, no había supervivientes: todo estaba lleno de cadáveres, sangre y sesos esparcidos por todas partes. Lo cual era extraño, porque no había enemigos.

Sin embargo, cuando fuisteis a daros la vuelta, resulta que os disteis de bruces con ellos; unas criaturas blancuzcas, ciegas, y de lenguas largas, que parecían contorsionistas capaces de ocultarse entre la maquinaria que rodeaba las pasarelas colgantes, metálicas, de los pasillos.

Junto a Tyler, conseguisteis evitar que penetraran en la sala de comunicaciones. (Sólo tiene una salida). Sin embargo, pulisteis mucha munición, y finalmente tuvisteis que cerrar las puertas de la sala para evitar su entrada. Tu equipo consiste, ahora, en un chaleco, (Protección 1), y un rifle con una batería, (12 cargas). Al otro lado de la puerta, os esperan, si habéis contado bien, cinco Lickers dispuestos a sorberos los sesos. La situación es apurada, porque habéis intentado poneros en contacto con la oficina de seguridad, pero... ¡no responden¡. Y las cámaras de esa zona se encuentran, encima, desactivadas.

Sin embargo, no todas las cámaras lo están: las de esta cubierta de comunicaciones se encuentran activas, y Tyer te llama la atención sobre una de ellas, con una risita histérica. (A él todo esto de las muertes y el horror le parece muy gracioso, por alguna extraña razón).

(sigue...)

Mascando un chicle ruidosamente, te señala la cámara en la que se ve a un grupo de siete supervivientes caminando por los pasillos hacia vuestra posición; sólo uno de ellos parece tener entrenamiento militar. "Uaa, colega, mira eso. Meeeenudas tetas se gasta la del fondoo¡¡", te susurra el tipo pegado a la pantalla.

(Sigue...)

Atmón os guía con una precisión quirúrgica, y por fin llegais a la sala de comunicaciones. Por lo menos, al exterior de la misma. La pasarela metálica que lleva hasta la puerta cerrada de la sala está vacía, pero hay algo raro flotando en el ambiente; no sabríais exactamente qué. Sólo tenéis que cruzar la pasarela y llegar a la puerta. ¿Qué es lo que haréis?

Desde el monitor, Tyler y tú habéis visto cómo la media decena de Lickers se escondían entre los recovecos de la maquinaria que rodea el pasillo colgante; los siete recién llegados parecen nerviosos, pero no ven peligro alguno. Si llegan a la puerta, la encontrarán cerrada, y posiblemente caigan en la emboscada de los monstruos.

¿Qué haréis ahora?.

Hans mira a Tylor y niega con la cabeza... prefiere tenerle tranquilo y que crea que le hace gracia antes que cabrearlo y ver cómo reacciona.

-Tío, esa chati está para mojar pan... pero será mía.

Hans suelta una carcajada antes de preocuparse por lo que va a pasar fuera. Mira la entrada al centro de control y decide que es el momento de tratar de actuar. Son cinco, y no son para nada tontos... demasiado listos parecen, utilizando lo que parecen tácticas de guerrilla a pesar de su superioridad numérica.

-Tylor, te necesito junto a la puerta, voy a tratar de hacer funcionar la megafonía en esos corredores para avisarlos. Si no funciona salimos y los ayudamos a acabar con esas putas bestias, ¿entendido? Si la morena no sobrevive no será para ninguno de los dos.

Hans comienza a manipular los controles y agarra un micrófono de la zona de comunicaciones.

-Atención supervivientes de los corredores de comunicaciones, teneis delante de vosotros escondidos entre la maquinaria al menos a cinco enemigos, son unas criaturas blancuzcas y de lenguas largas que parecen contorsionistas. Se han emboscado. Están en el camino hacia la sala de comunicaciones. Aquí estamos dos por lo que no podemos salir hasta que os esteis enfrentando a ellos y podamos darnos apoyo mútuo.

El camino a sido algo tenso, un viaje así puede resultar peligroso y cualquier sorpresa desagradable puede acabar con nosotros en el fondo del abismo de acero y cables que se extiende debajo de aquella endeble pasarela.

Bueno, parece que hemos llegado, no?

Algo parece que no está bien...

Espera, no lo notas?

acto seguido agudizo todo lo que pueda mis sentidos...

Puede que sean imaginaciones mías, pero creo que aquí falla algo...

miro, escucho, me fijo en lo que rodea el puente, los anclages, el aire tiene un olor extraño, hay algún tipo de mecanismo de seguridad activado...??? Si lo veo necesario tiro... una barrita de frosklis, por ejemplo... lo que sea,  hacia la puerta, para ver si choca con algo, o algún monstruo espacial se lanza sobre ella... o cualquier cosa asi...

Es obvio que esta nave ha sido tomada por fuerzas malignas, provenientes del mismisimo infierno. Solo con Fe y la misericordia del Señor saldremos de aquí.

Me paro en seco al percibir esa sensación de desasosiego, agarro la mano de Chris fuertemente indicandole que pare.

Aqui pasa algo raro ¿no lo notais? Esa pasarela parece más peligrosa de lo que aparenta. En ese instante veo como Lewis lanza su barrita de Frosklis.

Miro hacia Chris y sonrio, pobre criatura como habra sido su vida para llegar al estado en el que se encuentra...

De repente, con un chirrido, el sistema de megafonía se enciende, y podéis escuchar la voz de un desconocido resonando por los pasillos:

-Atención supervivientes de los corredores de comunicaciones, teneis delante de vosotros escondidos entre la maquinaria al menos a cinco enemigos, son unas criaturas blancuzcas y de lenguas largas que parecen contorsionistas. Se han emboscado. Están en el camino hacia la sala de comunicaciones. Aquí estamos dos por lo que no podemos salir hasta que os esteis enfrentando a ellos y podamos darnos apoyo mútuo.

-Me han oído, ¡sí! - dice Hans entusiasmado - Vamos, Tylor, prepárate en la puerta que en cuanto veamos por las pantallas que es el momento abriremos y freiremos a esos putos engendros de Satanás.

Hans se siente cómodo con su actual función, a pesar de que es más entretenido acostarse con las mujeres de los demás encuentra cierto encanto en el deporte de tiro al Zombie.

Después del susto de los altavoces susurro con cuidado...

Toma ya, eso si que es un anuncio discreto... Por si no se había enterado toda la nave ya de que estábamos aquí...

 Intento afinar mi vista por si detecto a alguien o algo por aquí, pero nada se destaca entre la maquinaria y los cables...

-Casi que será mejor que avancemos con cuidado, hasta la puerta, almenos estaremos cuviertos por una pared... aquí somos un blanco muy facil.

Asi que hay mas supervivientes mirando. Levanto mi dedo corazon a modo de saludo mas bien poco amistoso. - ¿Quien coño se creen que somos?¿El 7º de caballeria?.- gruño malhumorada.- casi no tenemos armas, joder, que esperan que hagamos con 5 bichos... Atmon.- Le llamo con una sonrisa.- ¿No es a usted a quien le gusta tanto ir delante a todos lados? Pues nada, venga, tire usted primero.

Actuar con normalidad.- digo rápidamente tras oír el "discreto" anuncio de los nuevos supervivientes.

Es posible que estas criaturas no entiendan lo que decimos.- prosigo actuando con normalidad.

Si es así, podemos volver las cosas en su contra.- finalizo apuntando con cuidado el fusil hacia el camino que se abre delante de nosotros.

De hecho si nos entienden, Leston. No te acuerdas? en la enfermería? Uno de esos bichos vino buscando a Joanna, y hablando...

Pero no hay otra, ...vamos....

digo despacio y empezando a andar atento a cualquier cosa que se mueva con el dedo en el gatillo.

- Puede que todavia me quieran... tal vez podria servir de cebo ya que en mi estado no puedo hacer mucho mas.- Digo aferrandome a mi orgullo, si no llego al final de esto al menos caere con honor.

  Miro el tema, trago saliva y pienso...  Vamos Atmôn ahora no puedes flaquear vamos allá... luego dirigiendo me mis compañeros.

  -Que tal vais de punteria nenes? Mas me vale que algo mejor que antes. No vemos en el otro lado de la sala.

  Dicho esto Atmôn entrara a la sala de comunicaciones y aguantado en medida de lo posible el aliente pretende cruzarla a toda velocidad hasta el otro lado, la intención es hacer salir a los amigos besucones de su escondrijo ("besucones  y con lengüa los muy marranos").

  Claro que un par de preguntas me vienen a la cabeza:

  ¿Veo la puerta del otro lado de la sala de comunicaciones? ¿hay puerta en el otro lado?

  ¿Como hago para correr y esquivar, en medida de lo posible los arrumacos que pretenderan hacerme los Liches?

  ¿Se puede esquivar? ¿Como se hace?

  ¿A que huelen las nuves?... ah no me he colado esta no vale...XD

El primero en actuar es Atmón; acompañado por un grito de "¡No¡" de Carla, echa a correr a través de la pasarela hacia la puerta de la sala de comunicaciones, pendiente para tratar de esquivar los posibles ataques que le acometan desde los laterales.

Éstos no tardan en llegar; tres largas lenguas salen disparadas de las bocas de tres horrendas cabezas que aparecen entre la maraña de tubos y cables del pasillo. Atmón consigue apartar con un movimiento reflejo uno de los húmedos pseudópodos, pero otro consigue aprisionarle la pierna y apretar con fuerza, cortándole la circulación; un horrible hormigueo se extiende hasta el pie, y sigue haciéndolo mientras se la lengua se fija con fuerza, (2 daños). El segundo ataque tiene más éxito; aprovechando el desequilibrio del pobre Atmón, lo atrapa por el cuello y lo alza un poco sobre el puente, estrangulándolo sin remedio, (5 daños).

Los otros dos no tardan en aparecer; saltan hasta la pasarela con agilidad, y arrastrados por el suelo lanzan sus dos lenguas hacia el que parece más peligroso; Leston. Las dos lenguas se le enrrollan alrededor del cuello, con fuerza, haciendo que su rostro tome un color rojizo mientras comienzan a arrastrarle hacia las dos criaturas. (Daño total 7).

La situación parece desesperada... ¡Es vuestro turno¡

"Yiiiihaaaa, vamos a joder unos cuantos bichoos, hijos de puta¡¡", grita el marine transtornado mientras abre la puerta de la sala de comunicaciones. (Ahora la puerta está abierta; Hans puede actuar este asalto).