Partida Rol por web

Descripción: Lucha de enmascarados. El Pollo Loco regresa esta noche para verse las mascaras con El Charro Negro quien perdió la oportunidad de luchar por el titulo, pero lejos de desanimarse, vuelve una noche mas para demostrar quien es el autentico técnico de la marca. Noche de voladores donde e único limite es el propio cielo.

Tipo de Combate: 1 vs 1

Cinturón en juego: NO

Expectación: Popularidad: 1d4 para el ganador +1 punto para cada luchador

La gente estalla en júbilo cuando las luces se apagan dejando todo el escenario a oscuras, sólo flashes de los móviles de algunos espectadores emocionados la clásica apertura mexicana resuena y las luces iluminan el set mientras en la entrada principal se recorta la figura de un Charro con sombrero de ala ancha.

El imponente Charro Negro hace su aparición y baja saludando a los fans que estiran las manos para chocar palmas camino al cuadrilátero, algunos aprovechan para tomarse selfies y una que otra chica le roba besos al enmascarado.

La gente se le entrega en una enorme ovación, el Charro sube al escenario el cuál es iluminado por un juego piroctécnico multicolor que sorprende los miles de rostros emocionados, las pantallas gigantes se encienden proyectando la agilidad del luchador en lances espectaculares, El Charro Negro camina, levanta las manos  y haciendo la mímica de varios disparo al aire sincronizados con la pirotecnia del programa, hace una reverencia quitandose el sombrero, el Charro  alcanza las cuerdas subiendose a la plataforma del ring para volver a levantar el sombrero de ala ancha haciendo nuevamente reverencias a los cuatro lados del ring.

El sonido de un relincho y una figura de un jinete fantasma cruzando el horizonte se proyectan por las pantallas dando finalizada la presentación del guerrero calavera.

Tras la presentación del Charro, las luces descienden en un fade-to-black y sólo los flashes de las cámaras de los espectadores rompen la oscuridad en que se ha sumido el estadio. Entonces una música omniscente comienza a escucharse cuando las luces apuntan a lo alto, en el mismo centro del cuadrilátero pero a bastantes metros sobre la lona. Allí convergen los focos y se puede contemplar una figura amarilla y emplumada, recogida sobre sí misma, cubriendo con sus plumas su cuerpo hecho un ovillo.

La música es reconocida por el respetable. Se trata de "Así habló Zarathustra", más popular por ser la banda sonora de la película "2001, una odisea en el espacio". A cada golpe de tambor, el emplumado desciende en línea recta sobre el cuadrilátero. Primero replegado sobre sí mismo, pero, poco a poco, irguiéndose con parsimonia, como si renaciera de unas cenizas que lo han mantenido al margen durante demasiado tiempo.

Los fans enloquecen y plumas y picos se elevan entre el público, pero no son visibles aún, pues la luz es toda para el Pollo Loco. Algo ha cambiado, el Pollo ya no es completamente amarillo. Algunas de sus plumas se han vuelto negras y eso se evidencia cuando, ya a un metro del suelo del ring, el plumífero luchador está erguido con los brazos separados y mostrando su plumaje al mundo.

La música se detiene. La luz comienza a bañar a los espectadores gradualmente y, de repente, la melodía cambia y la sintonía ya conocida del Pollo Loco atrona en los altavoces. El Pollo salta al cuadrilátero y comienza su conocido baile Loco. Saltando sobre sus ancas, correteando por el ring, haciendo volteretas y sacando a todo el mundo de un sopor nada bueno para el negocio.

La gente baila, salta al ritmo de la música estridente y viral del Pollo Loco, hasta que, por fin, se sitúa en el centro y encara a su rival. Dos mexicanos máscara a máscara. El punto y la i. El pulga y el linterna. David contra Goliat.

- ¡CO-CO-CO-COOOOOOOOOOOOOOO! - Grita el Pollo haciendo retumbar su cacareante voz por el estadio.

No se lo piensa mucho el Pollo Loco, y se lanza a por su rival antes que tenga tiempo de atacar primero. Amaga un salto que hace al Charro levantar la guardia, pero realmente se escurre entre las piernas del gigante mexicano. Cuando el Pollo está de espaldas a su rival, salta para agarrarse a su cuello y hacerle una presa tipo Nelson, con clara intención de restarle aire y, así desgarstar al Charro.

El macabro mariachi es viejo en estas lides y gira sobre sí mismo, de forma que no puede agarrar con fuerza la presa y cae el Pollo Loco de lo alto del Charro Negro, pero el Pollo se aferra a su brazo, probando una maniobra de fuerza, destinada a poco más que molestar, pues el mexicano del sombrero ancho está demasiado entero como para que algo así pudiera hacerle mella.

Viéndose sin posibilidades en este primer embite, el Pollo Loco se suelta y cae al ring con una voltereta ágil y perfecta, sin más que hacer que esperar la reacción de tan formidable contrincante.

El Charro Negro hace una reverencia a su emplumado contrincante después de esquivarlo  quitándose el sombrero y arrojándolo hacia una de las esquinas cuál vil -frisbee- plato volador para que personal de utilería lo recoja.

Sin perder tiempo se lanza hacia el encordado para tomar impulso rebotando hacia el Pollo Loco quién está bastante atento a los movimientos del enmasacarado negro, el gladiador emplumado se tira de bruces a la lona para no ser alcanzado por el Charro quién  al fallar en su ataque y demostrando su agilidad vuelve a rebotar en las cuerdas y con un salto mortal hacia atrás regresa al frente a frente, el público enloquece con la promesa de una lucha que será totalmente espectacular.

El Pollo Loco se emociona al verse en buena lid con un rival tan ágil, y no quiere ser menos, así que también usa las cuerdas, pero saltando sobre ellas. Salta a la segunda cuerda cerca de la esquina y se impulsa para llegar de pié a la tercera cuerda del otro vértice de la misma esquina, pero ya de espaldas al público y encarando al Charro Negro.

Aprovechando el impulso que retorna la cuerda, sale volando en dirección al enmascarado calavera muy por encima de su cabeza. Hace un extraño giro en el aire, para apuntar con sus posaderas a la cabeza de su rival.

Pero todo ello, no por expectacular, es menos predecible y el Charro está atento para fintar el golpe al tiempo que deja ir una pierna en un espectacular molinete que, si bien no alcanza al Pollo Loco más que de refilón, es suficiente para desestabilizarlo en el aire y que este aterrice en mala postura contra la lona.

Ahora el Pollo tiene serios problemas. No sólo no ha impactado a su adversario, sino que está en una posición muy comprometida y se lo ha puesto tremendamente fácil al mexicano.

El Charro esquiva al enmascarado con pico, el cuál queda totalmente a su merced bajando la guardia, el Calavera sujeta la máscara de la roja cresta de tela, le azota una, -¡C-Coooo!- otra -¡C-Cooooo!!- y otra vez -¡C-Coooooooo!!!- el pico en una de las esquinas.

Lo gira para tenerlo de frente sin soltarlo de la cresta acaba de amansar a nuestro simpático amigo polluno con un terrible golpe a mano extendida en el pecho lo que hace que algunas plumas se desprendan del brillante traje amarillo.

El pollo loco se desmadeja ante el ataque del Charro quién no pierde el contacto con el público y sin soltarlo de la cresta levanta una mano con un pulgar hacia arriba señalando al respetable, un mundo de ovaciones  comienza a gritar en coro, -DOWN! DOWN! DOWN!- El Charro Negro asiente con la cabeza y baja el pulgar mientras se dirige a una esquina con el pobre pollo a rastras, cuidadosamente lo sube a una de las esquinas sentandolo hacia el Calavera que comienza a escalar los encordados, las pantallas gigantes comienzan a representar una tormenta en el desierto, rayos y centellas iluminan con destellos a los asistentes, Charro prepara La Tumba del desafortunado plumífero.

Desde las altura El Charro pone de pie a su adversario quién se tambalea desorientado, el público se mantiene a la expectativa.

-Adiós mi Amigo...- Toma un tremendo impulso y le aplica uno de sus poderosos golpes finales, La Tumba, que es un terrible Diving Back Flip Rock Bottom, el cuerpo del pollo se estremece terriblemente al estrellarse contra la lona El Charro Negro levanta los brazos entregandose a su público.

El Pollo Loco rebota en la lona y, gracias a su baja estatura, se zafa rápido del alcance del Charro Negro, por evitar que pueda comenzar un conteo. Con la diferencia de envergadura con el Charro, a pesar de estar muy tocado, mantiene el reflejo de buscar el escape, por la cuenta que le trae... nunca mejor dicho.

Y así, el Pollo se pone en pié tras rodar por el suelo hasta la otra esquina del cuadrilátero. Se agarra a las cuerdas para no desfallecer. El golpe del Charro ha sido demoledor.

Aún así, el Pollo Loco no se da por vencido y, debiéndose a su público, se recupera y comienza a hacer esos movimientos que lo han hecho famoso en el mundo de las doce cuerdas. Corretea, picotea, salta sobre sus posaderas, mientras mira a su rival con la intención de desesperarlo.

Viendo que el Charro no se enfurece, va hacia él, en un arranque de locura y se tira hacia su pecho. En el último momento, da un giro en el aire, para evitar el manotazo con el que lo recibía el gigante de la calavera, se deja rebotar en el suelo y toma impulso para saltar hasta la cabeza del mexicano. Pasa sus piernas por el cuello de su rival e intenta hacerle perder el equilibrio, balanceándose en su nuca, pero el Charro hace pié fuerte en el suelo y mano en la cuerda, con lo que evita caer.

El Pollo, al ver su treta anulada. Picotea en la cabeza del Charro antes de salir despedido hacia atrás y caer rodando por el suelo, para ponerse nuevamente en pié, con gracia, y abriendo sus alas hacia su público.

El Pollo Loco, está vivo!

El Pollo Loco se logra incorporar después de tan severo castigo ajustandose la máscara ya que el pico le ha quedado a un lado después del azote a manos del Calavera, después de tomarse un respiro el Pollo Loco comienza su extraña pero simpática danza  moviendose de un lado a otro  rondando a su adversario, el Charro se mantiene a la expectativa y en posición defensiva, por eso cuando el Pollo arremete tratando de sorprender al de negro este lo esquiva fácilmente dejandose caer, al rebotar el Pollo intenta hacer caer nuevamente al Charro a base de empuje con las piernas a lo que el Charro responde rápidamente nulificando el ataque pero el Pollo se aferra a la espalda del Charro picoteando la cabeza del calavera a lo que el Charro espanta cómo si de una molesta gaviota amarilla se tratara, el Pollo se aleja y se descuida un momento entregandose a su público.

El Charro Negro mueve la cabeza con los brazos cruzados, se acerca lentamente por la espalda  mientras que el Pollo recibe los aplausos de sus fans, sin pérdida de tiempo le receta un golpe a mano abierta sobre la nuca para ver si así se le acomodan las ideas.

-¡¡¡¿¿¿COOOOOOOOOOO!!!???-

Esto sorprende sobremanera al Pollo Loco que algo desorientado se gira y sólo atina a lanzar una patada a su rival.

El Charro Negro aprovecha el esquive para tomar impulso y hacerse rebotar en el encordado para enganchar el cuello del plumífero amigo quién es atrapado por las poderosas tijeras del hombre muerto  y en un giro espectacular lo manda afuera del ring, el Charro es el que queda al centro del cuadrilátero y es el que ahora recibe tremenda ovación por parte del público.

-Da comienzo el combate entre enmascarados.

-Este combate va a ser cuanto menos peculiar...

-Si... claro... Pero tu.

-¡El Pollo es quien comienza las hostiliadades! Busca el cuello de la calavera.

-Pero es evitado con un rapido giro, un momento, Que pequeño luchador sigue insistiendo esta vez con su brazo.

-Este chico no sabe donde picar.

-No empecemos...

-Charro contraataca con un ataque directo que..

-¡NO! Busca el punto debil de su rival, pero este lo esquiva.

-Creo que su recudido tamaño ayudo en eso.

-Raro que tu te metas con alguien.

-¡No era un insulto!

-Charro vuelve con estilo a su posición y ambos se miran.

-Tras un largo segundo Pollo se encarama preparado para volar.

-Pero se estrella contra la lona, creo que aun le faltan un par de lecciones.

-¡VEZ! Eso si es pasarse.

-Así es, se paso de largo, aunque el Charro ayudo en ello.

-No hablaba de Pollo loco.

-La calavera enmascarada aprovecha la situación y saca jugo de su rival.

-Parece que lo tiene amansado lo suficiente como para subirlo a la tercera cuerda, así que algunos ya saben lo que significa.

-El publico ruge y LA TUMBA del Charro Negro ¡Es perfecta!

-El Finisher el enmascara acaba de dejar planchado al polluelo y el ring sigue temblado.

-Y la cuenta no parece llegar, se escucha desilucion en la zona de enmasacarado negro.

-Por su parte Pollo empieza su baile, eso si que me molesta.

-No así a su rival quien espera paciente hasta que el enmascarado de la cresta salta sobre el.

-¿Hurrricanrana?

-Me temo que no, Charro es muy versado en eso y sabe como librarse, un par de toques de atención y el pollo vuela a lugar seguro.

-¿Y eso no es un bacile?

-No se que te refieres, ¡Atento al ring!

-¿Como?

-¡Que El Charro se ha puesto serio!

-Llama la atención de su rival rebota y... Este si realiza la maniobra.

-Pollo sale volando sin control y ahora la ovación es para el mariachi.

Lanzado fuera del ring como un vulgar bidón de agua desechado, el Pollo Loco revolotea y va a caer entre las sillas de las primeras filas. Algunos de entre el respetable, le hacen sitio y el pobre Pollo no puede más que ponerse bien la máscara para recuperar la visión y mira en derredor. Parece notable que está desorientado, pero no vencido.

Aparecen en su ayuda los Crazy Chicken, sus inseparables compañeros de lucha. Los dos pollos negros se preocupan del plumífero pequeñín como dos gallinas cluecas. Miran al ring y profieren amenazas con el puño en alto hacia el Charro Negro.

Parece que el Pollo Loco está recuperado y quiere volver al ring, pero recibirá la ayuda de sus compañeros de corral. Entre las dos gallináceas, lo toman de pies y manos, lo balancean una vez, dos y.... tres. El Pollo Loco sale volando, en dirección al ring y por encima de las cuerdas, como una bala de cañón, directa hacia su adversario.

Pero algo sale mal... otra vez. Parece que el lanzamiento no ha sido tan bueno como cabía esperar y un pié del Pollo Loco se topa con la tercera cuerda, haciendo que éste pierda la horizontabilidad deseada y condenándolo irremisiblemente a besar la lona, donde aterriza rodando y completamente vendido a los pies del Charro Negro.

Todo parece perdido para el Pollo Loco.

El Charro Negro se entrega a su público quién alaba las maniobras del Calavera.

Por la entrada principal aparecen los insufribles Crazy Chickens patiños del Pollo Loco quiénes se alistan a ayudar a su jefe el cuál  se encuentra demasiado lastimado como para volver por si mismo al cuadrilátero, los dos polluelos se meten con la gente y lanzan improperios al gladiador de negro quién sólo se da un golpe en la frente con la mano extendida en señal de frustración.

Crazy Chicken I se posa sobre el filo del encordado sin dejar de agredir al Calavera esperando ayudar al Pollo Loco dandole la espalda, el Charro Negro se acerca y le da un codazo en la cabeza para que deje de hablar, toma impulso y rebota en las cuerdas para atacar la lumbares del Crazy Chicken I el cuál vuela de manera graciosa hacia mamá gallina golpeando de manera cómica a su jefe.

Después de reponerse los Crazy Chicken toman de las alas y de las piernas a su jefe y a la cuenta de tres lo lanzan por encima de la tercera cuerda con tan mala suerte para el Pollo que una de sus patas se enreda en la tercera línea para caer de fea manera nuevamenta al centro de la lona, definitivamente no es la noche del Pollo.

El Charro Negro levanta las manos hacia su público quién comienza a corear ¡DOWN!, ¡DOWN!, ¡DOWN!... el Charro levanta le pulgar pero esta vez no lo baja si no que se lo lleva a la garganta, señal que hiciera famosa el legendario Undertaker.

Lastimosamente el Pollo se levanta y sacude cabeza y pico, extiende sus alas y comienza nuevamente su baile en una de sus esquinas, luego fija la mirada en el Charro quién lo espera a la expectativa de su próximo movimiento, el Pollo comienza a rascar la lona con una pata y lanzar picotazos en señal de que prepara un ataque reuniendo todas las fuerzas que le quedan.

Sin demora alguna el Pollo Loco se lanza en misión suicida hacia la humanidad del Charro Negro tratando de sorpenderlo pero este sin perder tiempo también se arroja para encontrarlo en el aire y recetarle terrible RKO el cuál deja tendido al pobre emplumado con con pequeñas contracciones involuntarias obligando al de rayas a arrojarse en el conteo regresivo obligatorio junto al cuerpo desmadejado del Pollo Loco para , el público enloquece mientras el Charro sube a la segunda cuerda de una de las esquinas para extender los brazos en señal de triunfo entregandose a sus fans quiénes lo iluminan con los flashes de sus móviles tratando de hacerse de una imagen del enmascarado negro, los Crazy Chickens lloran desconsoladamente en una de las esquinas.

Los Crazy Chicken se lamentan fuera del cuadrilátero, mientras el Pollo Loco recibe unos golpes que serían capaces de ponerlo en órbita, si hubieran sido proyectados hacia arriba, en lugar de hacia abajo.

Nadie da un centavo por el Pollo Loco y el Charro Negro ya saborea la victoria. Los niños que aman el Pollo lloran junto con los Crazy Chicken y tratan de ganar con sus lamentos a las voces de júbilo de los seguidores del Charro. Al principio ganan las vítores y el árbitro comienza el conteo.

Pero no todo está vendido para el Pollo Loco. Donde otros habrían perecido, el parece dar signos de recuperación. Las plumas se mueven, la cresta tremola, la gente no se lo cree pero, de repente, el Pollo levanta un brazo. El público del Charro enmudece mientras que el del Pollo enloquece.

El Pollo Loco pone la palma en el suelo, alza el otro brazo y también lo planta en el suelo. Se yergue sobre sus brazos y sacude la cabeza, buscando expulsar de su cabeza la conmoción. La cuenta regresiva continuaba, pero una vez el pollo planta el pié en el suelo, el referree se acerca al pequeño luchador para ver cómo está, deteniendo la cuenta.

Los Craxy Chiquen no paran de corretear por el margen externo del ring, se abrazan cuando se encuentran, abrazan al público, se suben a las sillas y lanzan besos al ring y al público. Sí... están como cabras, pero son gallinas.

El Charro Negro a penas se lo cree, los fans del Pollo lanzan vítores y vivas mientras los del mexicano abuchean con timidez, pues la recuperación del Pollo Loco merece los elogios de propios y extraños. Ya completamente erguido, señala al Charro.

- El baile no acaba, guey-calavera.

El Charro Negro no lo puede creer, pero sonríe ante la recuperación del Pollo Loco. -A pesar de todo me caes bien Pollito...-

Se truena los dedos de sus cadavéricos guantes y se dispone a hacerle frente al emplumado descendiendo de la segunda cuerda.

-A bailar entonces mi plumífero amigo...-

La música del Pollo Loco atrona por los altavoces mientras el Charro Negro, incrédulo ante la prodigiosa recuperación, baja de la segunda cuerda donde se había encaramado para celebrar su triunfo. Lo aprovecha el Pollo para lanzarse a la carga y, antes que el Charro ponga los pies en la lona, el pequeño luchador emplumado se lanza sobre él.

A pesar de no esperarse un ataque tan repentino, el luchador de la calavera está a tiempo de agacharse y el Pollo pasa sobre su cabeza para acabar aterrizando con los pies en la tercera cuerda a espaldas del Charro. El mexicano no espera a ver qué tiene que hacer su rival y salta hacia el centro del ring con una ágil voltereta que lo hace acabar de pié y de frente al Pollo Loco que ve como su rival se le escurre entre las plumas.

Entonces el Pollo comienza a mover sus posaderas al ritmo de la música, baja a la lona y corre avanzando nuevamente hacia el Charro. El macabro luchador no se queda de brazos cruzados y también avanza hacia el Pollo y le lanza una patada voladora doble que, de hacer blanco en su rival, habría hecho caldo de gallina con su esternón.

Pero no es así, el Pollo lo esquiva y agarra al vuelo el cuerpo lanzado del mastodonte, volteando sobre sí mismo y manteniendo el equilibrio a pesar del peso descomunal que maneja con sus alas. Parece imposible, increíble, pero el Pollo saca fuerzas de no se sabe dónde y alza al Charro Negro sobre su cabeza. El Charro no se lo cree, no entiende lo que está pasando, pero el Pollo entonces grita:

- ¡CO-CO-CO-COOOOOOOOO! 

Y lanza al Charro contra la lona. Mientras su rival rebota contra el suelo, el Pollo enloquece al público con su conocido baile.

-Y acaban de demostrarnos que las gallinas no saben ¡volar!

-Primero eso esta fuera de lugar y segundo él es un pollo.

-Lo que fuera, lo importante es que acaba de cometer el mayor error de su vida.

-Sí, me temo que ese tipo de cosas son las que mejor sabe aprovechar su rival.

-Un momentito... El Charro prefiere deshacerse de los palmeros del Pollo ¿Antes? ¿Acaso cree que pueden hacer algo?

-Mmmm... eso no me ha gustado nada, manda a "volar" a los polluelos antes de terminar la faena con el padre.

-Como predije, Pollo esta acabado y lo suyos también.

-¡UN MOMENTO! Esto empieza a parecer la noche de los muertos vivientes, El hombre de calzón amarillo levanta el puño, aun parece tener ganar de seguir siendo apaleado.

-La muerte no ha hecho bien su trabajo cuando sus polluelos aun siguen revoloteando por el ring.

-ATENCIÓN, porque El ovíparo toma la iniciativa, rebota en las cuerdas y... ¡Acaba de lanzar a su rival!

-Pues igual si que vuela después de todo.

-Pollo parece pretender dar la vuelta al combate y arremete duramente a Charro Negro, esto acaba de ponerse muy interesante.