Partida Rol por web

Vademécum del mal

Un extraño ejemplar - Escena de Juego

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06/07/2020, 20:56
Sacerdotes Jesuitas

Acto seguido los clérigos hablaron. Uno de ellos respondió vencido ante la pregunta de la secretaria.

Era el mandato de don Raúl. El libro debía ser destruido. El libro es el mal. No hay más -respondió, como sabiendo qué decir pero sin saber el fondo de lo que estaba diciendo en realidad. Es decir, como si fuera una retahíla bien aprendida-. El libro ha dejado a don Javier así, ¿le ven? -en verdad seguía ido-, y así se quedará ahora... Ahora que don Raúl no está... -el sacerdote miró inquisitivamente a Virginia-.

Notas de juego

Hay un post de actualización antes que éste. No se os vaya a pasar.

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06/07/2020, 20:57
Director

Entonces la mente de Valerio fue más allá.

Comenzó a maquinar un plan de coartada ante la justicia policíal. Él, al igual que Marro (y en realidad cualquiera de vosotros), sabía muy bien las consecuencias de hacer una escabechina y no poder explicar el resultado de una forma verídica y contundente. Y en realidad estábais en tal escena: llenos de fango hasta el cuello. El militar se sentó el suelo, no muy lejos de los cadáveres de los otros clérigos, y empezó a cavilar* qué hacer... en realidad a pensar en alto.

Notas de juego

Tenéis que ir narrando qué hacéis en referencia a los sucesos (avisar a las autoridades, tratar de limpiar vuestro nombre, etc, etc, lo que se os ocurra y sea más o menos realista).

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06/07/2020, 20:58
Director

Era el libro. El libro de Ledesma. Más allá de ser su libro (había miles en el mundo), habíais aceptado un encargo. ¿Destruirlo o devolverlo? -pensaste-.

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06/07/2020, 20:59
Director

Era el libro. El libro de Ledesma. Más allá de ser su libro (había miles en el mundo), habíais aceptado un encargo. ¿Destruirlo o devolverlo? -pensaste-.

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06/07/2020, 20:59
Director

Era el libro. El libro de Ledesma. Más allá de ser su libro (había miles en el mundo), habíais aceptado un encargo. ¿Destruirlo o devolverlo? -pensaste-.

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06/07/2020, 20:59
Director

Era el libro. El libro de Ledesma. Más allá de ser su libro (había miles en el mundo), habíais aceptado un encargo. ¿Destruirlo o devolverlo? -pensaste-.

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06/07/2020, 22:32
Valerio Buendía
Sólo para el director

- ¿Acepté un encargo? Acepté hacer un favor a un amigo. Un favor vinculado a un libro. Me comprometí a recuperar un libro. Pero ESTO... esto no es un libro. Esto es algo más. Es algo maligno. No porque lo diga un cura, o porque lo crea un grupo de supersticiosos. ES maligno: no solo va camino de costar más vidas que el barranco del lobo: también es... una puerta. Una puerta abierta al puto infierno. ¡Como si los humanos necesitásemos ayuda creando infiernos!. 

- Si esta cosa sigue por ahí suelta, seguirá costando vidas. ¡Y sabe Dios qué más!. Eso vale más que un favor a un amigo. El favor, creo yo, es destruirlo. Si Ledesma es como creo que es, tratará el libro como si no tuviese ningún poder... y eso podría ser catastrófico. Sería como entregarle a un civil una granada activada diciéndole que se había vaciado para servir de pisapapeles: no puede acabar bien.

...

- Llenar un bidón de gasolina, echar el libro dentro y tirar una cerilla detrás. Y no cejar hasta asegurarse de que solo quedan cenizas. 

- El plan es bueno: ni los jesuítas ni nosotros tenemos nada que ganar de que esto se airee. Acabaríamos todos en el manicomio, y eso con un juez comprensivo, que no nos tocará, aunque nosotros hemos actuado en todo momento en legítima defensa... volvamos a nuestras vidas mientras quede algo de ellas. La Iglesia perdona los actos de guerra: nos perdonará a nosotros. Espero.

Notas de juego

A ver: quizá lo de los agujeros de bala ya es demasiado: pensaba más bien en romper los cristales que se hayan agujereado para que no parezcan rotos por tiros.

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07/07/2020, 08:14
José Alfonso Marro Gambin

- Actuaron de manera precipitada y agresiva. - Les dijo a los monjes. - ¡No se puede atacar a una autoridades y esperar a que no haga nada por defenderse! - Les reprochó. - Aunque Virginia se sobrepasó. Nunca debió de usar su arma tan a la ligera y si no estuviera hasta el cuello metido en la mierda, la arriesgaría ahora mismo. - Pensó. - Estábamos investigando el robo del libro. ¡Había causado varias muertes en Madrid, un asalto a un domicilio y un intento de asesinato por parte del mayordomo de...! - Negó con la cabeza. Daba igual. - Ahora sólo queda destruir ésta atrocidad. - Comentó en referencia al libro. - Deberíamos quemarlo y luego... - Miró a Valerio. - Luego haremos lo que él propuso. La verdad sobre lo que aquí ha sucedido y sobre el mismo libro y sus implicaciones,no puede salir a la luz...

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07/07/2020, 09:10
Virginia Echagüe

Cuando el sacerdote me mira inquisitivamente doy un paso hacia él y le respondo.

—El señor Balsera es responsable de que las cosas hayan llegado tan lejos, que descanse en paz, pero no lo pudo hacer peor. Ya le avisé de lo que podía pasar cuando nos vimos en la residencia del señor Dato. Le ofrecí nuestra colaboración en destruir el libro y ayudar al joven y decidió continuar como si nada. Y ustedes, lanzándose a por nosotros como pollos sin cabeza. Acólitos. Llegué a sospechar de que estuvieran poseídos por algún hechizo ¿Qué quería que hiciésemos, preguntar, otra vez, pero ahora mientras éramos capturados y golpeados? Tienen mucho de que arrepentirse, mucho de que pedir perdón. Si le hubieran aconsejado bien en lugar de portarse como esclavos ahora estaría vivo.

Miro a Marro.

—Soy una asesina, y claro, supongo que tendré que rendir cuentas ante Dios señor Marro. Pero es injusto conmigo si me acusa de actuar precipitadamente. Ustedes están vivos gracias a que mi pulso no ha vacilado. Saben que una vez en faena gana el que va a por todas ¿Acaso habríamos hecho bien dejándonos capturar cuando no escuchaban?

Paseo mi mirada por los demás.

—Ahora basta de cháchara y quememos ese maldito libro.

Miro a los monjes, supongo que a estas alturas me tomarán en serio.

—¿Nos ayudan a acabar el trabajo y montar una coartada o tendré que quemar el edificio entero para que todo quede confundido entre las cenizas?

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07/07/2020, 09:56
Valerio Buendía

- Es capaz de hacerlo

Repuso Valerio, lacónico

Notas de juego

A ver: quizá lo de los agujeros de bala ya es demasiado: pensaba más bien en romper los cristales que se hayan agujereado para que no parezcan rotos por tiros.

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08/07/2020, 06:42
Dr. Jose Maria Rocavila

El doctor estaba ensimismado con aquel pobre joven mientras sus compañeros pensaban como ocultar aquel desastre. Estaba claro que la carrera de aquellos jóvenes estaba en juego, pero en su caso la cosa era más sencilla, tenía algunos ahorros para dedicarse a su pasión la arqueología romana. Entonces reparo en que todos los presentes querían destruir aquel libro, pero habían echo una promesa.

— ¿Destruir el libro? Y que que  con nuestro amigo, se han vuelto locos. Estamos metidos en este lío por ese libro y ahora quieren que no haya valido para nada. Hicimos una promesa a nuestro amigo, cerramos un trato. ¿Es que su palabra no vale nada? Prometimos llevar el libro al señor Ledesma y ahora que lo tienen entre sus manos lo quieren quemar.

Se dirigió hacia Marro mientras hablaba. Intentaba conseguir que le diera el libro y que se olvidarán de destruirlo antes de llevárselo a Ramiro. Aunque sería coherente convencerle que era mejor que se deshiciera de él, porque hacerlo antes. Aunque el doctor quería coger el libro su condición y la grave herida que tenía en el abdomen no suponía una amenaza real. Estaba muy debilitado por aquella herida y se desplazaba tambaleante, ofreciendo una triste estampa a todos los presentes.

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08/07/2020, 09:56
Director

Valerio tenía en mente cómo coordinar y montar una escena que explicara toda aquella sangre, dos cadáveres mutilados, un tipo con un disparo (Balsera), cristales rotos y dos retenidos (los dos sacerdotes jesuitas). Marro pareció acceder a montar la coartada, al menos lo mejor posible. Ambos sabían que el libro era peligroso, y ya había acarreado bastantes muertes desde Madrid hasta ese lugar... Virginia reprochaba a los jesuitas, pero éstos bajaban la cabeza: no le debían nada, no iban a explicarle naday menos iban ahora a tratar de ayudar a mejorar la situación. La secretaria apelaba por quemar el libro también, pero entonces intervino el doctor, malherido. Rocavila defendía el encargo de Ledesma; el simple (y gran) hecho de evitar que todo lo que habíais pasado hasta llegar a ese momento hubiera valido la pena. Tal vez se generara una discusión...

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08/07/2020, 09:56
Javier Dato

Fue entonces, en medio del recelo de unas opiniones y otras, en las que el joven Javier Dato comenzó a moverse. Lo hacía a gatas, pues parecía no tener apenas fuerzas para levantarse. Llegó hasta los pies de Marro, quien tenía el libro entre sus manos. Entonces Javier alzó su mano, y logró articular unas palabras.

Dá... melo... -dijo con dificultad-. Aún hay una ma... -aquel momento de lucidez pareció ensombrecerse de nuevo-. No terminó la oración, pero se quedó con su mano tendida hacia Marro...

Notas de juego

Los que vayáis a cambiar la escena de los hechos podéis narrarlo en el siguiente post. 

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08/07/2020, 13:46
Virginia Echagüe

Sabía yo que el buen doctor iba a dar la lata con el libro. No me quiero poner paranóica pero con sectas asesinas acechando el hecho de que esté herido me da un poco de tranquilidad. Aun así no guardo la pistola, que mantengo hacia abajo, para no resultar amenazante en exceso.

—Quedé con mi jefe en que le devolvería un libro, pero de ninguna manera le voy a llevar a casa las puertas del Infierno, doctor. Este libro es una amenaza para la vida ¿O es que no ha visto lo que ha salido de ahí, buen hombre? ¿Se ha vuelto usted loco?

Intento hacerme entender mejor.

—Esto no es sabiduría perdida, doctor Rocavila y si lo es, visto lo visto, mejor para el mundo que se pierda.

Las arenas del desierto cubren los secretos que no deben alcanzarse por los no iniciados. Atajos como este son una abominación ¡Hay poderes que no deberían alcanzarse por el simple hecho de leer una página!

Y cuando el joven Dato se propone para ayudar en algo acabo con mi ataque de lirismo y decido que tiene derecho.

—Dele el libro. Intuyo él que tiene el derecho y la responsabilidad de hacer lo que tenga que hacer con el libro.

No quiero ponerme a discutir ahora. Yo voto por dárselo al muchacho ¿Y ustedes?

Me permito una broma.

—Los compañeros monjes no votan, claro.

Notas de juego

Edito: he quitado la referencia al doctor cuando Virginia ha pedido que diera  el libro a Dato. Disculpad la confusión. 

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08/07/2020, 16:17
José Alfonso Marro Gambin

- El libro de momento, lo tengo yo... - Dijo el buen sargento Marro. - Y no se lo entregaré ni a alguien que lo ve como una reliquia... - Miró duramente al doctor. - Ni a alguien que perdió el juicio por leerlo. - Negó con la cabeza. - El libro será destruido. - Decretó mientras se alejaba del doctor y del joven Dato. No se fiaba del interno y empezaba a tampoco hacerlo de Rocavila. - Así que, si tiene algo que aportar... - Le dijo a Dato. - Deje de balbucear y adelante: ¡compartalo con todos nosotros! - Le invitó a hablar claro. 

Parecía que el único que conservaba algo de razón allí, era el soldado Buendía. Del único que podía fiarse. Fuera como fuera, mejor a su lado que en ningún otro sitio y eso hizo, mientras hablaba, se acercó al militar, su único apoyo real en aquella casa de locos y nunca mejor dicho. Pues Rocavila no veía la realidad y Virginia... era una veleta, nadie en su sano juicio le daría la espalda.

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08/07/2020, 19:30
Javier Dato

Dato miró en la distancia a Marro, aún con el brazo en alto, ya que el agente se había alejado un poco en el despacho. Pero no dijo nada, ni tampoco expresó pesar por no cederle el volumen o esperanza para que así fuera. No parecía estar en sus cabales.

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08/07/2020, 22:48
Valerio Buendía

Valerio se dirigió a los monjes:

- El garaje. Una casa tan grande tendrá uno para el coche. ¿Donde está?

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09/07/2020, 07:27
Dr. Jose Maria Rocavila

Se acercó a Marro, portador del libro para solicitarlo sin demasiado éxito. En ese momento el joven Dato balbuceo unas palabras inconexas mirando al inspector para que le entregará el libro con igual resultado. Marro no estaba por la labor de soltar aquel libro maldito. El doctor sabía que se encontraba en franca minoría por lo tanto cedió ante sus compañeros. Sus fuerzas eran escasas y no estaba dispuesto a enfrentarse a sus compañeros en aquella aventura. Les había cogido cariño en especial a aquella muchacha impetuosa.

Parece que estoy en minoría, si todos están dispuestos hagan lo que crean oportuno pero no cuenten con mi ayuda. Usted se lo explicará a Ledesma. — dijo señalando a Marro. — Si van a destruir ese libro, no quiero estar presente. Ya han visto el poder que tiene ese libro, no creo que sea seguro destruirlo sin saber las consecuencias de estos actos. Es todo suyo pero tengan mucho cuidado.

El doctor sabía que aquella batalla estaba perdida pero no esperaba participar, ni siquiera estar presente. Miro a su alrededor a todos los presentes realizando un último intento de buscar algún apoyo entre los presentes. En ese momento el dolor de su abdomen se intensificó y echándose las manos recordó la enfermería. Se dirigirá allí a realizar unas curas mientras sus compañeros pelean contra aquel libro.

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11/07/2020, 18:59
Director

Los clérigos negaron con la cabeza. Allí no había garajes. Cualquier que accediera al complejo solía aparcar afuera, en el inmenso jardín de planta casi cuadrada. En cuanto al joven Dato, ya había perdido la compostura como para contestar a Marro.

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12/07/2020, 08:24
José Alfonso Marro Gambin

El libro será destruido. - Dijo Marro. - De eso no hay duda. - Zanjó el tema con Rocavila. - Ya hemos visto lo que se puede hacer con él...

Se le ocurría quemarlo, arrancar todas sus hojas y hacerlas jirones y poco más. Sin duda eran las dos mejores opciones para destruir aquella aberración y posiblemente, hacer las dos cosas a la vez sería lo más lógico y efectivo. No obstante, los monjes querían destruirlo también o eso habían dicho. Quizás sería buena idea preguntarles.

Vosotros... - Miró a los monjes. - Ibais a destruirlo, ¿no? ¿Cómo?