Partida Rol por web

Cuando Natasha termina de hacerle la trencita a Erika, es cuando entra a la clase... arqueando la ceja y negando ligeramente con la cabeza... cómo esperándose lo que había pasado.

Se dirige a su sitio tranquilamente, y se deja caer en la silla... se apoya al respaldo, y desde allí contempla el exterior en total silencio.

 Entro dentro del aula, mirando a lado y lado, intentando buscar un sitio tranquilo pero no  alejado.

 Ya había estado muchos años solo, en aulas alejadas de los demás, donde solo vándalos acompañaban mi preséncia.
 Sonreí al pensarlo, parecía ser que un futuro mejor me esperaba.

 Así pues, me esperé, de pie, a ver la distribución de la clase.

Parece que por fin voy a tener algo de paz y tranquilidad - pienso mientras observo la distribución de los alumnos. Parece que todos los que podrían dar guerra han tenido la misma idea y se han apilado formando un bloque compacto a la izquierda.

El único que queda es ese chico - Charles... seguramente se siente junto a los demás... - analizo calculando dónde probablemente se siente - podría ser en aquella mesa (la 2) o en aquella (la 8) - apunto mentalmente.

Eso me deja sólo, entre un mar de estudiantes con los que no he tenido ningún problema esta mañana y dudo que los tenga más adelante. - concluyo.

Sí, puede que en este curso sea agradable venir a clase. - afirmo.

Me recuesto contra la silla de madera,y cierro el ojo, dándole su merecido descanso antes de empezar la clase.

 Tras esperar unos minutos decido entonces acercarme a Shary, preguntarle si a su lado hay algun inconveniente en que me siente, siempre vistiendo una agradable sonrisa.

 Quería tener cerca a alguien cuya simpatía era visible, y allí no perdería ningun detalle de la clase, parecía buen sitio.
 Esperé pues la respuesta de la joven con la mirada fija, tal vez incisiva, en busca de una afirmación.

Erika entra al aula feliz con sus trencitas, dando saltitos haciendo repicar sus zapatos de charol contra el suelo y colocándose la mochila a cada nuevo saltito.

Finalmente se sienta en su pupitre, delante de Natasha y detrás de Shary, canturreando una cancioncilla.

Estaba terminando de sacar el cuaderno de la mochila cuando sentí una presencia junto a mí. Alzando la mirada, sonreí a Charles que me miraba con expresión ansiosa.

-Claro...no creo que nadie vaya a ocupar esa mesa...-comenté señalando la mesa que había a mi lado (2) mientras me encogía de hombros. Parecía que todos se habían sentado así que suponía que estaría libre-así, si no nos enteramos de algo, comparamos notas...-añadí en tono suave antes de terminar de sacar mis cosas. Después, devié mi vista hacia la ventana y me dediqué a contemplar los árboles de fuera mientras hacía girar un boli entre mis dedos inconscientemente.

 Aclarada la duda me siento, saco mi paquete de folios por estrenar y mi estilográfica negra.
 Una vez sobrepuesto en la mesa, cruzo mis brazos y me hecho sobre ellos, esperando la llegada de la profesora.

Espero la llegada de la Profesora, en silencio.

Entro al salon corriendo y me tropiezo llendome de cara al suelo, me levanto rapidamente y obsero hacia la mesa, al no ver a la docente un suspiro pasa por mi espalda

ufff..no ha llegado

Camino mas tranquilo y relajado a mi silla sin prestar atención a los demás

Ni a los demás ni a las directoras por lo que veo... Shaqq haz el favor de al menos contestarme el MP. Gracias.

A ver... ¿cuando te envié ese MP? ¿Cuantos días has estado sin postear en la partida cuando todos nos esforzamos porque lleve un ritmo más o menos alto?

Al final tuve que atrasar la clase para darte algo más de tiempo... por favor, que no se vuelva a repetir. Que tu pj se quede durmiendo no es motivo para que dejes de postear.

Scott entra con las manos metidas en los bolsillos y sin ninguna prisa echa un vistazo a las sillas que habian ocupado los nuevos, para finalmente sentarse tranquilamente en su la suya.

Viene el director y trae a unos cuantos chicos.Susurra a Erika, una vez acomodado.

El ruido de varios pasoso en el pasillo me hizo salir de mi ensoñación. Parpadeando brevemente desorientada me volví hacia la puerta a tiempo de ver entrar a un chico alto y rubio en la clase con aspecto de estar muy incómodo dentro del uniforme. vaya...parece que llega gente nueva...medité mientras mis ojos se desviaban hacia la ventana que daba al pasillo. Al otro lado un grupito de alumnos diurnos se hallaba reunido entorno a un hombre joven de aspecto jovial. Una lucecilla se encendió dentro de mi mente Debe de ser el director discurrí mientras inconscientemente me inclinaba hacia atrás en la silla para ver mejor. Aunque era amigo de mi padre, sus ocupaciones le habían impedido salir a recibirnos aquella mañana, por lo que lo único que sabía de él era lo poco que aparecía en el folleto informativo del internado, es decir, nada. Dándome cuenta de que mi actitud podía ser un poco descortés volví la cabeza y busqué con los ojos a Charles.

-Parece que no vamos a ser los únicos-murmuré inclinándome hacia él mientras sonreía con simpatía. Mis cejas se enarcaron en un gesto de expectación.

Shagrath entra en el aula, mira a sus nuevos compañeros y levanta la mano como saludo sin decir ni una palabra mientras se va a su pupitre, el más alejado de todos a la izquierda.

Ya sentando con los brazos cruzados, pega un suspiro y mira hacia abajo.

Una nueva vida...¿no?

Cuando se decide a entrar comprueba decepcionado lo que en un principio había visto: No quedaban habitaciones cerca de la ventana a la calle. Cabizbajo se sienta en el pupitre de la segunda fila más cercano a la ventana que da al pasillo y se dispone a sacar sus apuntes. Una vez dispersos encima de la mesa echa un brazo por detrás del respaldo de su silla y queda contemplando el techo, semirecostado hacia atrás. Después cierra los ojos y se mantiene inmovil...

 Levanto la cabeza y miro a Shary.
Tienes toda la razón, pero parece que la clase no vaya a empezar nunca... le digo algo decepcionado Pero...que te gusta? Aun no he tenido el placer de conocer a nadie del lugar y tu...tienes cierto interes.

Al decir esto guiá su ojito derecho mientras con la mano izquierda se agarra la riñonera que cuelga de su cintura.

De algo tendrá que servir este rato muerto, entre que llegan los nuevos... Tendremos caras nuevas para dar y regalar! añado mientras me pongo recto en mi silla, girándome hacia su dirección.

Observa el pasillo y sus grandes ventanales... sonrojándose levemente y apartando la mirada enseguida para mirar las ventanas que dan a los jardines, apoyándose a la mano dónde el codo está apoyado en su pupitre.

Mira el exterior con una extraña expresión en su rostro, entre nostalgia y tristeza...

Y el silencio desapareció... y con ello mi tranquilidad. Desperté de mi trance autoinducido y tras un bostezo decidí echarles un ojo* a los recien llegados.

Parecen serios y tranquilos... aunque el primer día en un curso nuevo con caras nuevas y en un colegio privado no es precisamente para derrochar ánimos.

Han entrado dos nuevos estudiantes y parece que queda alguno más fuera. Hago cálculos y me doy cuenta de que alguien se pondrá en alguna de las mesas cercanas... ¿será buen vecino? me pregunto mientras maldigo mi suerte entre dientes.

Erika, que estaba en su pupitre canturreando una canción infantil  y coloreando algo en un folio con algunos de los colores fuera del enoooooooooorme estuche de 3 pisos y de color rosa abierto de par en par encima de su mesa, mira a Scott curiosa, levantando la mirada y enfocando sus enormes ojos azul turquesa en el chico.

¿Qué...? Iba a preguntar, cuando de repente empiezan a entrar dos chicos nuevos en el aula. La rubia sonríe ilusionada y se pone de pie de un salto, al lado del pupitre, levantando un brazo con la mano extendida mientras en la otra aún conservaba unos cuantos de sus lápices de colores.

¡Hola! Saluda alegre al par de chicos, con su sonrisa de oreja a oreja y esperando una respuesta.