Partida Rol por web

Respira más tranquila al escuchar que se encierra... pero el llanto no tarda en aparecer, lagrimones grandes y gordos bajan por sus mejillas, sollozando.

No... pero... me estoy volviendo loca, mamá... - se coge el pelo con la mano libre - Veo... veo a Carl... y... no puedo más... - no podía contar el rollo con el director, al que tanto se alegraba de ver al mismo tiempo que una espina se clavaba cada vez más en su corazón.

Silencio... cuando vuelve a hablar, tu madre parece angustiada.

Cariño... tienes que tranquilizarte... Tú eres fuerte, cielo. No puedes dejarte vencer por nada, sea lo que sea. Y... Silencio de nuevo. Parece que le cuesta seguir hablando. Si ves a Carl... aprovecha esa nueva oportunidad que tienes de estar con él... hasta que tenga que irse de verdad. Parecía que estuviera hablando de sí misma.

Sigue sollozando.

Pero... él está aquí, mamá... y quiere llevarme con él... no puedo... no puedo irme con él... y... tengo miedo... - y el director, que sabía como era, y Erika estaban allí pero... se seguía sintiendo sola.

Solo ella, Natasha... como siempre... era incapaz de sonreír de corazón... 

Silencio de nuevo.

Cariño... Carl te quería mucho. Tanto que ha buscado la forma de volver contigo... pero... pero tu debes hacerle entender que éste es tu sitio. Debes ser tú quien le deje marchar. Convencerlo de que su sitio... está en otro lado. Otro silencio en el que podrías jurar que tu madre sonríe.

Debes ser fuerte de nuevo, Nat... mi pequeña...

Y su tristeza pasó de repente a enfado... eso que la caracterizaba tanto con su padre.

¿¡Por qué has permitido que me encerraran aquí, mamá!? Es... es... odio este sitio, me obligan a ir a clase, ¡y yo no quiero ir a clase! ¿Por qué siempre haces caso a papá? No lo quieres, ¿verdad? ¡Ya no lo quieres! ¡Nadie lo quiere!

Aunque sigue llorando y sollozando...

Espera a que te calmes... sabe, o quiere pensar, que lo que dices es fruto de la rabia... está tan acostumbrada a tratar con los ataques de ira de tu padre que no es ninguna novedad para ella.

Allí estás lejos de casa, cielo. Estar aquí te hacía daño. Jake y yo... te hemos dado la oportunidad de que puedas hacer tu vida lejos de... tu padre. Aprovéchala, cielo. Sigue hablando con tono dulce y tranquilo...

Se le hace un nudo en la garganta al escuchar aquel nombre... sin embargo... y quizás curiosamente, se calma de golpe... incluso deja de llorar.

Mamá... ¿qué relación tiene el director de la escuela con nuestra familia...? - sabía porqué, pero no iba a reconocerlo... quería hablar de él siempre que pudiera... y con él... aun más.

Parece que dulcifica aún más su tono de voz al hablar de Jake. Parece agradecida...

Es un... conocido de tu padre. Muy buen amigo de la família... y que ha hecho mucho por nosotras. Deberías estarle agradecida... intenta no darle muchos problemas allí, cariño.

Otro silencio...

Nat... por favor. Habla con Carl y convencele para que vuelva donde tiene que estar. Las cosas tienen que estar en su sitio... ¿entiendes?

Asiente, durante su vida había hablado poco con su madre... por culpa de su padre. Pero cuando lo había hecho siempre le había sabido decir las palabras que necesitaba escuchar... asiente.

Sí, mamá... tienes razón... no está bien que Carl esté aquí... perdona por haberte gritado antes... te quiero... te quiero mucho, mamá...

Vuelve a llorar, abrazándose a sus rodillas.

Puedes notar como vuelve a sonreir...

Y yo a ti, cariño. Tranquila... todo irá bien. Eres fuerte... Se oyen gritos... reconoces su voz al instante. Es tu padre. Tengo que dejarte, cielo. Te llamaré cuando pueda, ¿de acuerdo? Si necesitas algo y no estoy... habla con Jake. Te aprecia de verdad. Cuidate, hija.

Y cuelga de repente. Te quedas escuchando el " pi, pi, pi... " de la línea.

Natasha cuelga también, apaga el móbil y lo deja donde estaba, dentro del bolsillo pequeño. Se levanta. Parece decidida.

Carl. Tenemos que hablar.

Se pasa el brazo por ambas mejillas... y aunque tiembla ligeramente, su expresión sigue siendo de decisión absoluta. Sea lo que sea lo que va a hacer o decir, no va a echarse atrás.

Sabes que se acerca. Primero es la sensación de que está ahí... después llega el olor, y finalmente, su figura se dibuja, traslúcida, delante de tus ojos. Se avalanza hacia tí y te abraza. Sí, parecería una escena de una película de terror, de no ser que conocías a ese fantasma que ahora mismo rodeaba tu cuerpo con sus brazos.

Esperarías notar su calor, como cuando estaba vivo, pero... un frío ya conocido empieza a invadir las partes de tu cuerpo que están en contacto con su "piel".

Aquí estoy... Susurra en tu oído con voz rasgada... aquella que tanto conocías.

Aquella olor y aquella fragancia... aquella voz que tanto conocía y aquellos brazos que, aunque traslúcidos, parecían siendo fuertes... ahora había tomado la decisión de soltar de aquella mano tan firme que siempre la ayudaba a levantar.

Debes irte. - evitó mirarlo, dio un paso hacia atrás.

Tenía todos los músculos en tensión, preparada para ser tirada al suelo, o para recibir algun golpe... no debía permitir que la cohibiera.

Yo estoy viva, y tu no. Y no voy a venir contigo... nunca. - traga saliba, tiene todo pensado decirlo de una vez, no va a echarse atrás a pesar de tener la boca seca. - Y aunque consiguieras que muriera... no volvería contigo. - ahora sí, levanta la mirada y clava sus pupilas en las de él. - Ya no te correspondo.

Carl te observa con esa sonrisa que ahora... ha perdido toda la dulzura que podía tener antes. Su mirada, fría y llena de rabia, por mucho que ambos sentimientos se contradigan.

¿No me correspondes?

Lo pregunta mientras se acerca a ti. Ves como va dando pasos, pero la hierba no se aplana bajo sus pies. Tampoco hace ruido alguno... empieza a caminar dando vueltas a tu alrededor, sin dejar de mirarte con esa mirada... y sin dejar de sonreir.

Nat, Nat, Nat... ¿estás segura de eso?

Traga saliba, lo sigue con la mirada cuando pasa por delante de ella... pero nada más, tiene la boca seca, sabe que es capaz de hacerle mucho daño si quiere... pero no puede echarse atrás. Aprieta con más fuerza sus puños.

Estoy segura, Carl. - cierra los ojos, dándose valor, y cuando los vuelve a abrir se gira para mirarlo a los ojos de nuevo, con el pelo ondeando el viento y delante de la cara, sin importarle - Ya no te quiero, ni te amo, ni estoy enamorada de ti. Y por eso, quiero que te vayas. Quiero olvidarte de una vez por todas. Y empezar una nueva vida... sin ti.

La velocidad de Carls aumenta a tu alrededor, dando vueltas cada vez más rápidas mientras hablas y frenando de golpe delante de ti, con su cara sólo a unos centímetros, justo cuando terminas de hablar.

Su sonrisa, siempre eterna, sigue ahí. Pero ahora está completamente vacía de significado. En cambio, su mirada... su mirada está cargada de fúria. Tu cuerpo lo nota, pues el bello se te pone de punta.

¿No me correspondes? Voz suave y rasgada... pero no sabes porqué, ahora te inquieta más que antes. ¿Quieres decir... que he recorrido todo el camino desde el infierno hasta aquí... para que me rechaces y me dejes tirado?

Empieza a asustarse, aunque ya había empezado a asustarse de antes aun intentando aparentar que no era así... intentando convencerse de que todo iría bien. Por eso seguía con los músculos en tensión.

Tú me dejaste tirada primero, Carl, no lo olvides. Te he perdonado, pero no voy a ir contigo. Este no es tu mundo... entiende de una vez por todas que a mí aun me queda mucho por recorrer... aquí, entre los vivos.

Los ojos de Carl, siempre negros, se vuelven en un momento de un rojo encendido mientras a tu alrededor, empieza a arremolinarse el aire. Estáis los dos encerrados en un remolino que gira a gran velocidad. Varias ramas y hojas de plantas se han unido al baile con el viento y arañan tus brazos y se enrredan en tu pelo.

Carl sigue enfrente de tí, mirándote con los ojos rojos encendidos... mientras empezáis a levantaros por la fuerza del viento. Pero pasa algo... crees ver con los ojos entrecerrados como Carl desvía sus ojos rojos un momento hacia otro lado, pero enseguida vuelve a clavarlos en tí.

Lo siguiente que recuerdas es un empujón desde un lado, que te saca del remolino de aire mientras parece calmarse del todo. Carls ha desaparecido y unos fuertes brazos te sostienen a cierta altura del suelo. Ni siquiera has notado ningún golpe.

Su respiración se había agitado, pensaba que con todo aquel viento, Carl iba a empujarla para tirarla contra algo... y así conseguir su propósito, si alguna vez se había asustado más en su vida aparte de la veces que se había enfrentado a su padre, aquella vez, era ahora.

Le dolían los brazos y las piernas, y notaba el uniforme levemente rasgado por algunos lados... y el pelo enredado, no se equivocaba cuando pensaba que tenía que cortárselos...

Pero no se esperaba el no darse ningún golpe, y en cambio sentir aquellos brazos... ¿quién era...? Abrió los ojos lentamente... aun estaba algo asustada.

Antes de abrir los ojos, por su aroma, ya sabes que es Jake quien te abraza fuertemente. Lleva la camisa del traje algo rasgada también, y la chaqueta está tirada en el suelo, a unos pasos de vosotros.

¿Estás bien? Te pregunta mientras se acerca a su chaqueta aún contigo en brazos. Te pone de pie en el suelo y te cubre con la chaqueta... tu ropa no ha acabado bien parada del "accidente". Tendrán que darte otro uniforme.

Habla con tono de voz distante... como... enfadado.