Partida Rol por web

Se coloca al lado de Doukas y lo vigila de manera atenta durante la travesia mientras afila su arma.

Desde la torre de control comenzaron a darle instrucciones muy precisas a Kiandra, el Jet era más complejo de utilizar de lo que se suponía a simple vista, sin embargo con buena atención y mucha concentración podía convertirse en un juego de niños.

Kiandra recibió las instrucciones tomó aire e intentó seguirlas al pie de la letra, antes de iniciar la secuencia de despegue se volteó y dijo.

-Señores pasajeros les habla su capitán. Estaremos abandonando infernalia en cuanto acabe de comprender las instrucciones. Se sugiere abrochen sus cinturones, se encomienden a sus dioses y se preparen para el desastre. Muchas gracias por volar en aerolíneas el velo-

¿Tus ultimas palabras antes de que te estrellen contra el suelo?

Cállate.

Que inspirador...

Ricardo se queda próximo a Doukas vigilándolo atentamente.

Con algo de miedo en vuestro interior, Kiandra puso en marcha el Jet mientras seguía atentamente las instrucciones que le daban desde la base de control, se podía observar como vuestro piloto "improvisado" estaba en su propia burbuja de concentración mientras obedecía las indicaciones como si de una marioneta se tratara.

El Jet despegó y surcó los cielos, no con la elegancia con la que lo hacía el difundo Dan, pero al menos no os habíais estrellado. El viaje fue largo, o mejor dicho, se os hizo largo, puesto que un aura de tensión se ceñía en vuestras mentes ante la posibilidad de que hubiera algún error por parte de Kiandra.

Fue entonces cuando una pequeño pitido salió de la torre de la cabina, era como un botón rojo que parpadeaba. En ese momento vuestros peores presagios se hicieron ciertos, parecía que algo iba mal. La torre de control se quedó en silencio ¿qué iba a pasar a hora? el molesto pitido y la mudez por parte de la torre os dejó a expensas.

Pero todo aquello fue en vano, los miedos no eran más que producto de la inseguridad. El pitido tan solo alertaba de que estabais sobrevolando un espacio protegido por las fuerzas internacionales y Kiandra tenía que activar un inhibidor de señal. La tranquilizadora voz de la mujer de la torre de control no tardó en aparecer de nuevo para mostrar su satisfacción ante la decente maniobrabilidad que estaba teniendo el Jet.

Por otro lado, Doukas seguía inconsciente y bien vigilado, eso hizo que fuera innegable sentir algo de resquemor por la pérdida tanto de vuestro compañero como de Dan, sin embargo la vida no era fácil y estabais cumpliendo una misión.

Tras muchas horas y el combustible justo, la sede del Velo de Tiresias estaba ya visible, ahora quedaba lo más difícil, aterrizar. La torre de control seguía dando instrucciones... ¿sería suficiente?

Kiandra se aferró a los mandos, asumió el control por completo de la nave. Tuvo un inicio exitoso, lo cual probablemente había inspirado en él cierta seguridad.

Fue entonces cuando el silencio fue roto nuevamente por la voz de la mujer que os guiaba a vuestra base sanos y salvos. Siguió dando explicaciones, pero esta vez se notaba que iba un poco más apresurada, al principio no entendíais porqué, pero no fue difícil deducir que se trataba por el combustible, no teníais demasiado y había que hacerlo bien a la primera.

Las palabras de la mujer eran un poco más técnicas, o al menos así parecían a oídos de Kiandra, ¿sería el agotamiento?¿o quizás la responsabilidad?

El Jet comenzó a moverse acorde a las instrucciones, sin embargo algo no iba bien, desde torre de control informaban que el proceso de aterrizaje era más peligroso que el despegue, debido a la fragilidad que tenía el Jet y las potentes corrientes de aire y descompresiones que se producían durante la maniobra, esos detalles fueron irrelevantes al principio, incluso podíais llegar a pensar que exageración, pero en cuestión de segundos notasteis que la nave comenzaba a tambalearse...

Kiandra seguía escuchando las indicaciones, que se notaban más frenéticas tras comprobar que el hombre estaba perdiendo el control, para colmo el movimiento de la nave estaba haciéndolo todo más difícil. Había botones que pulsar y palancas que equilibrar, pero la nave no lograba estabilizarse, un pitido zumbante comenzó a taladrar de nuevo vuestros oídos, sabíais que esta vez no era una falsa alarma o una alerta casual, era algo importante, estabais en peligro real.

El propio movimiento de la nave provocó que los mandos se movieran y se deslizaran de las manos de un Kiandra que se encontraba en un mundo de estrés y ansiedad, ahí fue cuando aprendió que manejar un ordenador no era equiparable a conducir un Jet, él, al igual que probablemente sus compañeros, no estaban capacitados para esto, pero ninguno de vosotros quería morir allí.

Fue entonces cuando el Jet se desestabilizó por completo, su morro apuntó al suelo con un ángulo excesivamente peligroso, os ibais a estrellar, tendríais posiblemente unos 10-30 segundos antes de impactar contra una cadena montañosa que recubría la base ¿sería este vuestro final? 

Aquello iba de mal en peor y lo que había sido un vuelo exitoso hasta el momento se convirtió en una pesadilla. Aquellos podrían ser los últimos instantes de su vida. No podía hacer otra cosa más que intentar nivelar el avión, al menos para que el aterrizaje no fuera tan brusco.

-¿Trajimos paracaídas?- preguntó a sus compañeros mientras intentaba acomodar el aeroplano

-¡A un lado!- Se escuchó de repente la voz de Jenell, justo cuando movía con algo de brusquedad a Ricardo haciendole un gesto mínimo, para que se ocupara de Doukas. No tenía tiempo de decirlo pero era obvio que no podían dejarlo encadenado a la nave.

La urgencia le había puesto practicamente en modo automático, ni su pequeña voz interna por asi llamarle interrumpía esos momentos. Sintiendo parte de los nervios paralizados, aún así se movía.

Paracaídas.

En un momento estaba recorriendo a una velocidad bastante veriginosa, revisando y tirando lo que fuera necesario con ningún cuidado.

Tiene que haber.

Mientras Kiandra mantiene el aparato con un poco más de estabilidad, dándoos unos segundos extra, Jenell con una velocidad pasmosa localiza en el almacén un buen número de paracaídas bien guardados en las cajas cerradas que horas atrás os acompañaron mientras descubríais los cadáveres de Dan y Ernest.

Mientras los demas hablan de paracaidas (concepto que debe ser muy útil dada la ocasión). Ricardo recoge a Doukas y se lo ata a la cintura.

Jenell sin decir palabra arrojó con su escasa fuerza un paracaídas a cada uno, el de Kiandra aterrizó en el respaldo de su asiento y el de Ricardo a los pies de este.

A la vista de este último se puso el paracaídas de forma regular y aunque se sentía bastante insegura, le echó mano a la puerta...y apenas la abrió, un fuerte viento que de repente buscaba arrastrar todo lo que pudiera al exterior le hizo perder tierra y tras un instento reflejo de aferrarse a la puerta (fútil) ya no se le vio mas.

Afortunadamente atinó tras unos pocos segundos, a aferrar el cordón correcto y liberar la tela que le separaba de abrirse la cabeza contra el suelo

Al recibir el paracaidas, se lo pone como ha visto a Jenell y se lanza con Doukas inmediatamente para poder imitar a Jenell en su uso.

Algo había golpeado su asiento y pronto se dio cuenta que sus compañeros habían abandonado el avión. No tenía tiempo para colocarse el cinturón y salir a tiempo. Intentaría lo imposible, salvarse junto al avión

La adrenalina que recorría vuestro cuerpo jamás había sido experimentada antes y probablemente jamás sabríais como experimentarla de nuevo. Aquel salto frenético, en los últimos segundos provocó que vuestras vidas se salvasen. Fue un hecho corroborado con el singular sonido provocado por un paracaídas al abrirse.

Vuestros cuerpo se contonearon al son del viento y de vuestro punto de equilibrio, Ricardo caía más rápido que Jenell, pero no era una velocidad peligrosa, o al menos mortal. Sin embargo había algo que no cuadraba ¿dónde estaba Kiandra? fue entonces cuando una gigantesca explosión sacudió el suelo, el Jet se había estrellado y vuestro compañero no estaba allí.

Lentamente tomasteis contacto con el suelo, aproximadamente a unos 2-3 kilómetros estaban los restos humeantes del Jet, fueron unos segundos escabrosos donde lo único que se os podía llegar a la mente fue la imagen de Kiandra, siempre pegado a su amada tecnología...

Hubo unas ambulancias de corte privada que no dudaron en recogeros en cuanto llegarais, os arroparon con mantas y os trasladaron hasta la clínica de la institución, siempre con la mayor discreción del mundo ¿y qué pasó con Doukas? lo retiraron del cuerpo de Ricardo y no dudaron en llevárselo en otro furgón bien distinto al vuestro, parecía que habíais cumplido vuestra misión ¿pero a qué precio?

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Habían pasado 4 días desde que regresasteis de vuestra misión, el director no os recibió, nadie hizo ninguna mención especial a vuestra capacidad para afrontar vuestro objetivo, era como si nada hubiera pasado, hasta que en vuestras respectivas habitaciones, dónde el único recuerdo que os quedaba de aquella noche en Niza era el Velo, recibisteis una citación por parte del director para reuniros con el en su despacho...