Partida Rol por web

Y allí estás...otra vez.

Sentada en el café Burns, mirandola a ella. ¿Qué tendrá? ¿20 años?¿Llegará a los 18? No lo sabes, solo sabes que se llama Frannie, y que es la persona que mas te ha excitado en tu vida, solo con miradas y sonrisas.

Y eso que su traje de camarera no es espectacular ni nada, más bien un tanto conservador.

Es irónico que encontraras este bar por culpa del cabrón de tu novio...exnovio. Tienes que acostumbrarte a eso.

Cuando te enteraste que se acostaba contigo solo para "rellenar" tardes vacias y aburridas, no lo pudiste creer...hasta que lo viste por la ventana, alli en su casa de las afueras, dale que te pego con una mujer, sin duda casada, de unos 45 años. Aunque con un cuerpazo muy bien cuidado eso si.

Empezaste a andar y acabaste en ese bar...allí estaba ella.

-Bienvenida, señorita. ¿Qué va a tomar?-

-Podría estar mejor...

Respondí con una sonrisa natural, tampoco era cuestión de asustar a la muchacha o de hacerla sentir incómoda.

-Voy a tomar un capuccino con bastante canela y trae unas galletas de vainilla.

Era linda y sin duda una delicia para llevar a la cama y me preguntaba si podría abordarla sin que se sintiera mal por ello. Bueno, quizás tendría que esperar alguna señal, aunque quién sabe, quizás nunca la recibiera.

Asiente con su sonrisa.

Te trae tu pedido y añade:

-Si desea algo más, no dude en llamarme.-

La forma de pronunciar...quizá en enfasis especial que le pone a la palabra algo, te hace mirarla mientras se aleja...como contonea su precioso cuerpo....

No es hasta casi una hora después, cuando te das cuenta de que en la servilleta hay algo escrito.

"¿Te gusta mirarme? Invítame a cenar. Salgo a las 20:00."

Bajo las palabras, su número de teléfono.

Sonreí maliciosamente, era una chica muy atrevida pero eso me gustaba y además, hacía que me resultaran más sencillas las cosas. Cuando me di cuenta y miré en el papel su número telefónico, sentí que la sangre me hervía y ansiaba que fueran las ocho ya pero nada perdía con invitarla desde ya.

-Veamos qué tienes para decir...

Saqué mi móvil y marqué el número de la chica, esperé a que respondiera. Iba a invitarla a salir ahí mismo, total, no podía ser más obvio que ella también quería lo mismo que yo.

No recibes respuesta alguna hasta las 20:03.

Ella se sienta delante de ti.

-Perdona, pero debemos tener el movil apagado durante el turno. ¿Así que me invvitas a cenar?-

La ropa que lleva puesta ahora, es sin duda mucho más sugerente, aunque no es nada demasiado provocativo. Un pantalón vaquero super ajustado y un top bajo una chaqueta de chandal, sugiriendo un escote generoso.

-Me encanta tu pelo.-

-Te invito lo que quieras...-respondí sin pensarlo dos veces.-Gracias, cuando quieras podría recomendarte a mi estilista. Ven...

Me levanté y fui directa a mi auto, regalo de papá obviamente pero una joya que yo adoraba.

-¿Qué prefieres? ¿China, italiana, mexicana? Lo que gustes, voy a complacerte esta noche... ¿Frannie?

Me parecía haber leído en su gafete, aunque eso era lo que menos miraba y apenas entrar en el auto, puse la calefacción, así le daba calor y me mostraba un poco más, aunque no estaba muy ansiosa a decir verdad.

-Si, Frannie. ¿Y tú? Gracias por lo del estilista...pero es cuestión de dinero no de estilo.- sonrie

-Dame de comer algo muy afrodisiaco.- te mira pícara -Aunque no es que haga falta.-

Se quita la chaqueta captando tu intención.

Sonríe de nuevo y se baja el top dejando al aire un sujetador negro que pide a gritos ser arrancado.

-No te distraigas que vas conduciendo.-

Se la nota divertida.

-Imposible no distraerse con... En fin-miré al frente de nuevo.-Bien, si te portas bien, yo misma te invitaré alguna vez, será divertido.

No sería la primera vez que le pagara algo a un amante, además, sabía que siempre algo conseguían de mí.

-Bien, entonces comeremos mariscos, aunque ciertamente yo no los necesito y luego... ¿Tienes que dormir temprano?-sonreí poniendo una mano en su muslo.-¿Vives sola o quieres ir al spa de uno de los mejores hoteles de por aquí? Me hacen precio, soy cliente consentido...

Le guiñé un ojo, desviando nuevamente mi mirada a aquellos senos jóvenes.

Una de sus manos se pone sobre la tuya y la sube lentamente...mientras con la otra se baja el sujetador....pero no, te guiña un ojo. -La carretera.-

Se coloca bien la ropa.

-El Spa es una buena opción, y tengo todita la noche para ti...mujer sexy sin nombre.-

Bajé la calefacción y abrí las ventabas un poco, la quería acariciar sin duda pero aguardé un poco más, quería ponerla tan deseosa que me lo pidiera y acaricié su abdomen suavemente.

-¡Genial!

Conduje mirando a la carretera pero acariciando su muslo como amasándolo, los edificios pasaban ante nosotras y la ansiedad de llegar a casa era cada vez más evidente, hasta que finalmente reconocí las calles y entre ellas el edificio dónde estaba mi hotel. Pediría una sesión de Spa, de esas que pagas el doble pero te dejan a solas, el de recepción no pondría pegas y pediríamos algo de comer al restaurante, sería perfecto.

-¿Lista? Porque hemos llegado, me gusta que me sorprendan, tú lo hiciste cuando me diste tu número... Veamos qué más sorpresas guardas y por cierto, me llamo Jackie pero tú puedes llamarme como quieras...

-Tengo una sorpresa para ti...pero para el fnal de la noche...-

mientras hablas con el recepcionista, ella tira de tu escote disimuladamente para que enseñes más y más...

La cara del recepcionista es un poema, suda por mirarte a la cara, pese a todo, se le escapan miradas.

Ella se ríe mientras vais a vuestro destino...

-¿Y que se hace en un Spa?-

La dejé que me abriera el escote, no iba por ahí mostrándolo pero el recepcionista se lo merecía, era divertido verlo intentando ser cortés y no conseguirlo. Por fin nos dio los pases y las llaves.

-Hum, bueno...-la tomé de la mano.-Nos dan un masaje o podemos despedir a los masajistas y meternos en el jacuzzi, podemos comer y beber allí... Optaré por el jacuzzi esta noche... Muero de ansiedad por ver esa sorpresa...

Le puse la mano tras la cintura, rozando disimuladamente el culo de Frannie, sabía que el recepcionista aún nos miraba y la apuré para entrar por el pasillo que nos conduciría hasta el spa.

-Sabes que te esta mirando no?-

Con tu risa afirmativa, ella se detiene y te hace girarte, es mas bajita que tu, por lo que te tirra los brazos al cuello para llegar a plantarte un beso de tornillo antológico.....el recepcionista va a pasarlo muy mal el resto del turno que le queda sabiendo que estais las dos solas en el Spa y e ashi sin poder irse...ni aliviarse.

Al lado del jacuzzi Frannie no pierde el tiempo y se desnuda...pone música antes de meterse al agua.

-Baila para mi putita rubia...-

Gruñe sensualmente.

Cuando se desnuda la observo de pies a cabeza y aún tengo en la cabeza el beso que me plantó mientras el recepcionista nos veía pero de inmediato, comienzo a quitar prenda por prenda de mi cuerpo, moviéndome sensualmente, haciéndole gestos y llamándola con el cuerpo, con la mirada, con todo.

-¿No te animas a bailar aquí conmigo...?

Levanté las cejas y dándole la espalda, totalmente desnuda, continué bailando, dejándome llevar. No iba a haber cena aquella noche o al menos eso parecía.

-Mejor ven tú auí dentro...cobardica...tantos dias viniendo sin decirme nada...y yo perdiendome este espectáculo....-

Ella está metida en el Jacuzzi...sus manos hace rato que no asoman a la superficie, sin duda atareadas.

Es monísima la forma de morderse el labio inferior cachonda perdida.

Sonreí y lentamente me mentí en el jacuzzi hasta quedar frente a ella, no hacía falta ser adivino para saber lo que hacía con las manos. Bajé una mía y sujeté una de ella, mientras la levantaba para soltarla y acariciar con la mía por debajo del agua mientras la besaba.

-Tenía que estar segura de que no ibas a huir...

Mi lengua se deslizó dentro de su boca y mis manos buscaron sus redondos senos, apretando suavemente los pezones y buscando espacio entre sus piernas.

Vuestras lenguas se siguen el ritmo perfectamente, acaba mordiendote el labio inferior con bastante fuerza. Le va lo duro.

-Esta noche soy tu esclava...tú mandas...-

-La próxima vez te llevaré a cas ade una amiga...ella tiene muchos juguetes...pero esta noche, manda y obedezco, ama.-

Sujeté ambas manos por detrás de la espalda de Frannie y seguí besándola, bajando por su pecho hasta detenerme en sus senos y comenzar a morderlos con cierta fuerza, me monté en su pierna para con mi rodilla tocar su sexo.

-¿Tu ama...? Nunca pensé que...

Pero no importaba, estaba demasiado excitada. Aparté mi boca de sus senos y volví a su boca, succionando su lengua, apretando los senos con una mano y metiendo la otra bajo el agua. Separé su sexo y comencé a acariciar su clítoris muy suavemente, quería volverla loca de placer. Solté sus senos y pasé mi lengua por ellos para tener la otra mano libre y amasar sus nalgas.

Luego me senté sobre la orilla y la atraje.

-Veamos qué haces con esa lengua, mucho hablar pero quiero más acción...

Por debajo del agua la punta de mi dedo del pie, buscaba su sexo.