Partida Rol por web

VII: El Inicio

~Duncan Perry

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06/01/2009, 23:58
Director
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07/01/2009, 22:43
Director
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Un llamativo y resplandeciente coche negro de lujo se detiene junto a la puerta de la galería de arte pocos minutos pasadas las once de la noche, tal parece recién sacado del concesionario o al menos de un buen autolavado exhaustivo.
El chófer no tarda en abrir la puerta del conductor, aunque su "uniforme" pronto deja ver que ése no es el apelativo correcto para él dado que viste traje chaqueta negra con corbata. Un hombre recio y corpulento con todo el aspecto del mundo de ser un guardaespaldas.

Abre la puerta trasera del vehículo y espera pacientemente.
Unas pálidas piernas apoyan los tacones de sus zapatos en la acera antes de que el cuerpo completo de Anastasia se someta a la fría brisa de Bergen, por lo que se encuentra ataviada con un largo abrigo de cuero blanco.

Se dirige con paso decidido al interior del edificio, dejando que su guardaespaldas se encargue del coche mientras una vez en el interior se deshace del abrigo tendiéndoselo al guardaropa que enseguida la atiende observándola con expresión algo más embobada de lo normal.
Bajo el abrigo queda al descubierto un vestido sencillo de un blanco impoluto con generoso escote que aún así da un aspecto más informal a Anastasia que el visto la noche anterior.

-Dile al Sr. Perry que Anastasia ha llegado...- acaba por decir con suavidad al muchacho esperando que no la retengan demasiado. No sería nada gentil por su parte no estar esperándola.

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07/01/2009, 23:13
Duncan Perry
Sólo para el director

Entras en el edificio seguramente esperando en la entrada a la espera de que Duncan haga acto de presencia.

Como era de esperar, llega al cabo de pocos minutos con una gran sonrisa, aunque puedes ver que claramente va muy informal.

-Buenas noches Anastasia, me alegro de que hayas venido...- comienza a decir mientras da unos grandes pasos hasta llegar a tu altura y hechar un vistazo rápido al atuendo que llevas, seguramente esperando no haberse equibocado al elegir algo informal, y seguidamente aumenta más su sonrisa curvando las comisuras de sus labios.

-Estás estupenda esta noche..- afirma mientras ya estira el brazo para que puedas cogerte a su brazo que puedes ver claramente ya que lleva manga corta. Puedes notar como todo el complejo tiene calefacción por lo que se puede llevar tranquilamente una fina ropa ya que la temperatura de fuera no afecta en absoluto.

-He hecho unas cuantas reformas en el edificio desde la última vez que viniste, a no ser que lo hayas hecho recientemente..- dice arqueando levemente su ceja pero sin perder esa sonrisa.

Comienza a andar tranquilamente y a un paso realmente despacio, sin ninguna prisa y disfrutando del momento, entrando en una gran sala muy espaciosa con algunos objetos decorando el susodicho y al fondo ya se pueden contemplar algunos cuadros y a unas pocas personas inspeccionandolos, a los extremos de las salas hay unos grandes arcos decorándolas y dando paso a otras salas diferentes.

De fondo también se oye una suave música clásica que realmente hace relajarse más y disfrutar con tranquilidad de la estancia, ya que también predomina una serie de colores que transmiten ése mismo sentimiento.

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07/01/2009, 23:41
Anastasia Kuznetsova
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Anastasia le devuelve la sonrisa cordialmente, lo cierto es que desde anoche y a pesar del pequeño "incidente" con el mareo, parece ser su expresión más habitual. Probablemente sea presagio de que las cosas le van bien, ése viaje debió de ser de autobúsqueda intensa...
El detalle de su informalidad no le pasa desapercibido, por suerte ella también ha decidido relajarse un poco respecto a las fiestas formales habituales, escogiendo algo más cómodo y con menos maquillaje. Un poco de naturalidad de vez en cuando no viene más. Además hay que admitir que esa camiseta marcando su poderosa figura es digna de ser vista.

Sonríe pícaramente, enlazándose a su brazo con cierto contraste de temperaturas que seguramente provoque algún que otro escalofrío en Duncan antes de acostumbrarse.
-No me lo habría perrdido por nada del mundo- admite dejando aflorar su entusiasmo sin tapujos, empezando a avanzar con lentitud de manera que el repicar de sus zapatos en la extensa sala no se propaga tanto.
Mira alrededor con verdadero interés, fijándose tanto en las obras expuestas como en el propio lugar además del escaso público que merodea a esas horas el lugar.

-Lo cierrto es que no vengo desde hase musho, perro tiene buen aspecto... Deberrías anunciar alguna exposisión al público, estoy segurra de que lo agradeserían- mira los arcos a su derecha, los cuáles dejan entrever parte de la sala contigua, rozando con su dorado cabello el grueso brazo de Duncan, provocando un leve y suave cosquilleo antes de volver a mirarle -Está bien, lo admito, estoy ansiosa...- espeta repentinamente sin que venga demasiado a cuento, mostrando así su impaciencia por ver las obras prometidas, apretando un poco más el brazo del anfitrión con la mirada iluminada.

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08/01/2009, 00:42
Duncan Perry
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Cuando comenta que debería hacer alguna exposición asiente considerando realmente la idea.

-La verdad esque me vendría bien.. y he recibido unos cuadros bastante interesantes aunque aun los están catalogando mis hombres..- asintiendo distraídamente.

Por la sala puedes ver los cuadros que están colocados más o menos por temas, en la sala central se trata de paisages rústicos de diferentes autores y épocas. Delante de los cuadros hay 3 bancos para poder contemplarlos de una forma mucho más comoda y duradera.

Cuando finalmente afirma que está ansiosa él deja escapar una leve carcajada pero completamente satisfecho ante el entusiasmo de Anastasia con los cuadros que le prometió enseñar.

-Estaba preguntandome si ya se te habían olvidado...- dijo burlonamente pero ya comienza a andar hacia la derecha andando hacia la sala contigua, que puedes ver claramente como ya comienzan a estar las salas completamente vacías, e incluso algunas luces apagándose seguramente a punto de cerrar.

Seguís andando hasta que él se dirige a una puerta donde pone "SÓLO PERSONAL AUTORIZADO".

Duncan pasa una tarjeta con una banda magnética haciendo que una lucecita verde se encienda enseguida y ya te sujeta la puerta para que pases tu primera. Momento en que inevitablemente a la hora de pasar rozas todo su tórax ya que el espacio es bastante reducido, notando claramente el calor que proporciona y lo fuerte uq está, al igual que también escuchas un sonido leve de inspiración que notas justo en tu cogote, seguido de un leve carraspeo por parte de él.

Una vez dentro de la sala puedes ver que es tan amplia como la principal, dejando ver a varios trabajadores y justo a la derecha otra puerta con cierre de seguridad. Enseguida el personal saluda a Duncan y él a éstos pero acaba apoyando una mano sobre el bajo de tu espalda para conducirte a la puerta de la derecha, seguramente con tanta seguridad haciendo que te pongas aun más nerviosa o ansiosa para poder contemplar por fin los cuadros.

De nuevo Duncan vuelve a pasar la tarjeta magnética dejandote paso a una sala mucho más pequeña con una mesa de metal justo en medio, y encima un par de cajas metalicas cerradas herméticamente.

-Bien, por fin hemos llegado... preparada?- dice con una voz tranquila aunque con un deje de jovialidad, pasandoselo francamente bien y disfrutando del momento. Acaba cerrando la puerta justo detrás de él y ya te entrega un juego de llaves donde únicamente hay dos.

-Te dejo elegir cual quieres ver primero...- dice metiendose las manos en los bolsillos observandote atentamente.

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08/01/2009, 01:07
Anastasia Kuznetsova
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-Si alguna ves te cansas de ellos mi sobrrino puede catalogartelos gratis. Es muy listo...- dice totalmente orgullosa, guiñándole un ojo cómplicemente mientras se deja guiar como una corderita, con una actitud más sumisa de lo habitual, dejando que por estos escasos momentos él sienta que tiene todo el control de la situación. Más que nada porque si no le necesitara podría darle una vuelva de tuerca sin problemas, al menos eso cree ella.

Observa las medidas de seguridad con simple curiosidad, parece que son adecuadas y bastante precisas. Probablemente también haya cámaras de seguridad grabando todos sus movimientos, aunque probablemente parecerá que acaban de "estropearse".
Al rozarle la sonrisa se ensancha, preguntándose si no sería el postre perfecto después del visionado de los cuadros, pero entonces recuerda al joven Tyler y lo que ello supone, así que se quita pronto la idea de la cabeza.
Quizá sea impetuosa y le gusten los "nuevos sabores", pero no es una destroza-familias, eso lo tiene muy claro.

-No sé, no sé... ¡no te hagas más de rogar!- le responde una vez llegan a la pequeña sala definitiva, fingiéndose ofendida antes de acercarse con entusiasmo hasta las cajas metálicas, mirándolas por varios lados antes de recibir las llaves y recaer en el detalle del anillo "desparecido". Eso podría explicar varias cosas.

-Esperro que no se trate de alguna brroma...- le mira un momento inquisitivamente y después coloca parte de su cabello tras la oreja para empezar a trastear con una de las cajas, llegando a fruncir ligeramente el ceño debido a la concentración hasta conseguirlo.
Si siguiera respirando la contendría... y aún así la curiosidad por saber qué ha sucedido con el "anillo" da vueltas por su cabeza de forma lejana.

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08/01/2009, 01:22
Duncan Perry
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Duncan acaba avanzando hasta quedarse a un lado de la mesa donde pueda ver claramente lo que hay dentro de la caja y seguir teniendo un buen ángulo de tu rostro.

-Claro que no, yo nunca jugaría contigo...- afirma y su voz suena seria al igual que sus ojos muestran una pizca de dureza, pero él continua con esa sonrisa amigable que contrasta con sus ojos.

Comienzas a abrir la primera caja pero ves que la llave no encaja con la cerradura, por lo que seguramente intercambias la llave para ver si realmente encaja y efectivamente entra.

Giras la llave hacia la derecha hasta que se oye un leve "CRACK" y automáticamente la tapa cede dejando una leve rendija abierta.

Estás concentrada cuando notas justo detrás tuyo el torso de Duncan apoyado ligeramente en tu espalda y observando justo por encima de tu hombro el interior de la caja, notando la respiración algo agitada justo en tu hombro desnudo, seguramente tentándote aun más a probar esa sangre que puedes oir palpitando justo detrás tuyo.

En cuanto abres la caja puedes ver un lienzo tapado con una fina tela de seda semi-transparente dejando ver dos figuras debajo de él.

En cuanto retiras dicha tela puedes ver el cuadro que hay debajo de él. Está claramente algo deteriorado por el tiempo y los colores han desaparecido seguramente por la exposición a temperaturas realmente bajas.

Justo debajo en la esquina derecha hay una pequeña dedicatoria escrita en ruso que puedes traducir tranquilamente.

"Para mi niña Anastasia"

Una voz justo detrás de ti hace que salgas de tu ensimismamiento haciendo que vuelvas a la realidad.

-Qué es lo que pone?- dice mirandote, que si subes los ojos hacia él, te encuentras con los suyos a escasos centímetros de los tuyos.

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08/01/2009, 01:36
Anastasia Kuznetsova
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-¿Nunca? Eso es una pena...- responde a la seriedad de Duncan con picardía y doble sentido, dejando que imagine lo que crea conveniente. Cuánto más morboso más divertido. Le devuelve la mirada por el simple placer de entablar un pequeño "duelo", además son realmente bonitos así que es un buen aperitivo antes de descubrir las obras de arte.
Cuando empieza a trastear con la cerradura y le nota tan cerca, se mueve unos centímetros algo extrañada, comprobando así si vuelve a colocarse de forma que ambos se rocen, lo cuál diría mucho de las intenciones actuales del Señor Perry...

Al descubrir el cuadro, la sonrisa de Anastasia se ensancha y su mirada se ilumina, captando cada uno de los detalles maravillada y ensimismada hasta que al robusta voz de Duncan la despierta del ensueño.
-Es presioso, qué tierno...- no puede evitar comentar dejándolo entonces apoyado sobre la mesa -"Parra mi niña, Anastasia", es lo que pone- le responde con una sonrisa dulcificada tras la visión de la pintura. No parece muy cohibida por la cercanía del hombre, aunque sí algo extrañada.

-Si no fuerra porque estás casado pensarría lo que no es- aventura a decir a pesar de haberse fijado en el detalle del anillo, con la firme intención de observar su reacción y respuesta, aunque su expresión sigue siendo tan serena y despreocupada como al principio, volviendo a cubrir el cuadro con sumo cuidado para devolverlo a la caja y acercar la siguiente.

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09/01/2009, 20:54
Duncan Perry
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Cuando ve que el cuadro es de su gusto inevitablemente sonríe mirandola con curiosidad hasta que se vuelve a separar que en ese momento se le escapa una leve risita y ya se separa un poco quedándose a un lado.

En cuanto traduce lo que pone en el cuadro él que arquea ambas cejas -interesante...- afirma asintiendo con la cabeza y sigue mirandola atentamente a los ojos hasta que Anastasia dice lo de su esposa.

En un movimiento rápido su expresión cambia totalmente, frunciendo ligeramente el entrecejo y desviando la vista hacia el suelo y apartándose quedandose justo en frente de ella y de las cajas, dejando la mesa de separación entre los dos.

Puedes fijarte en que su mirada se ha transformado en una mirada mucho más dura que antes y él se lleva la mano al dedo desnudo donde antes había un anillo.

-No, mi mujer murió hace unos años....- dice contemplandose la mano unos segundos antes de subir la vista hacia ti, que en ese momento vuelve a cambiar su expresión algo más triste y con algo de melancolía en ese brillo de color caoba de sus ojos.

Prosigues en abrir la siguiente caja que continúa teniendo el mismo mecanismo de apertura que la anterior, dejando al descubierto otra tela de color blanquecino y semi-transparente.

En el momento en que lo destapas puedes contemplar el cuadro también referido a la infancia de Anastasia, pero esta vez con una de sus hermanas mayores, aunque no sabrías decir cual es.

-Como dije en su día, puedes quedarte el que quieras.... insisto.- adelantandose a su negación por la propuesta.

La voz proviene de detrás, por lo visto no ha dejado de moverse por la sala durante unos segundos de los cuales has estado abstraída observando el cuadro. Estando apoyado en la pared y mirando el suelo distraídamente, hasta que en un movimiento con bastante elegancia acaba levantando la vista hacia ti.

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09/01/2009, 21:17
Anastasia Kuznetsova
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-Vaya, cuanto lo lamento...- comenta con un tono compasivo perfectamente fingido, talmente parece real y que la muerte de la esposa de Duncan llegue a apenarla.
Nada más lejos de al realidad, ni siquiera la conocía así que no le importa demasiado y le abre una puerta bastante interesada a su dolido viudo, el cuál consigue llamar su atención no sólo por su atractivo externo si no por el extraño periodo de desaparición que tuvo.

La mirada de Anastasia se centra entonces en el cuadro, sonriendo con satisfacción al contemplarlo aunque evidentemente el grado de perplejidad y sorpresa no es el mismo que con el primero, pero aún así es una obra magnífica.
-Está bien, supongo que no puedo negarrme si insistes tanto...- admite finalmente. Ya intentó oponerse pero si tanto quiere insistir no puede negarse, además probablemente lo haga para que le deba "algo", lo cuál no sería nada nuevo para ella acostumbrada a todo tipo de "transacciones". Al menos con esta tendría un interlocutor de menos de 150 kilos al que no se le salen las ojos de las órbitas cada vez que le mira el escote.

Guarda el nuevo cuadro cuidadosamente como ya hizo con el primero, la caja del cuál acerca un poco hacia sí misma dejando clara su elección.
-No sé cómo porré devolverle un rregalo así, pero segurro que encuentro la forma- le guiña el ojo cómplicemente, intentando relajar parcialmente el ambiente creado por la mención anterior a su esposa. Al fin y al cabo tenía que asegurarse.

-Si nesesita cualquier cosa no dude en llamarme o visitarme- concluye tras unos segundos de duda. Le gustaría hacer una propuesta más atrevida, para qué negarlo, pero después de lo dicho anteriormente no parece que eso vaya a ser buena idea. Será mejor ir un poco despacio y disfrutar de los pasos antes del orgasmo.
Una sonrisa algo picarona se forma en sus labios sin motivo aparente, a menos que la invitación fuera con segundas, mirando de reojo la puerta por la que entraron para que el "caballero" tome la inicitiva.

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09/01/2009, 22:08
Duncan Perry
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Él sigue mirandote que en el momento en que comentas que puede llamarte o visitarte en cualquier momento se le ensancha una sonrísa que no sabrías identificar muy bien.

-De acuerdo, lo tendré en cuenta...- dice distraidamente pero sin quitarte ojo de encima. Él no mueve ni un músculo del cuerpo por lo que sigue apoyado en la pared ahora más tranquilamente que hace unos momentos y ya levanta la cabeza como para tener una buena perspectiva de ti y arquea levemente una ceja.

-¿Puedo invitarte a cenar a mi casa? Preparo unos raviolis exquisitos...- que en ese momento se le escapa una carcajada pero enseguida carraspea  y ya se separa de la pared comenzando a andar hacia ti.

Puedes notar que su manera de andar ha cambiado, parece ahora más bien una forma de insinuación y mucho mucho más despreocupada que antes.

Acaba quedandose en frente de ti y se pasa la mano por el pelo retirandoselo todo hacia atrás, dejando ver claramente la forma de sus músculos debajo de la camiseta e incluso del brazo.

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09/01/2009, 22:32
Anastasia Kuznetsova
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-Algo me dise que de eso se encargarrá alguna cosinerra...- comenta tras la invitación a la cena con una sonrisa despreocupada, observando los movimientos de Duncan con interés y cierta extrañeza dado el cambio repentino de actitud.
Él se acerca hasta quedarse delante de ella, a pesar de que hace un momento parecía molesto por la referencia a su esposa ahora parece que se le ha olvidado por completo.

Anastasia avanza otro par de pasos hasta quedarse junto a él con una separación de apenas un palmo de distancia, embriagándole con un dulce aroma parecido al melocotón y levantando el rostro para poder observarle dado su altura. Sucede algo similar con Anubis a menudo.
Su ceja se arquea levemente en cuánto Perry recoloca su pelo, probablemente a propósito para dejar claros sus firmes atributos físicos. La verdad es que no habían pasado desapercibidos en ningún momento.

-Me encantarría cenar en tu casa la verdad- le sonríe entonces abiertamente, dando paso nuevamente a una expresión algo más infantil que llega a rejuvenecerla con cierta ingenuidad.
Pero nada más lejos de la realidad, Duncan Perry servido en bandeja de plata en su propia casa... Qué buen menú.

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09/01/2009, 22:47
Duncan Perry
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Cuando dice que si a su proposición su sonrisa se ensancha considerablemente dejando entrever unos perfectos dientes blanqueados y perfectamente colocados en su devido sitio.

-Muy bien, que te parece mañana por la noche? Tyler no estará asi que podremos tener más intimidad....- sugiere y se aventura a estirar una mano retirandole el pelo que le caía hacia delante colocandolo suavemente hacia atrás rozándole levemente el brazo.

El momento se ve interrumpido cuando alguien llama a la puerta. Enseguida él se gira hacia ella emitiendo un gruñido como si de un perro rabioso se tratara -¿QUIÉN ES?- vocifera con el ceño funcido, realmente molesto por la interrupción, pero no se separa ni un milímetro de la joven.

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09/01/2009, 22:54
Anastasia Kuznetsova
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-Preferriría que fuerra ahora pero si vamos a tener más intimidad...- ladea un poco la cabeza para seguir mirándole con expresión casi ingenua y de no haber roto en su vida un plato, dejando que acaricie su suave y bien cepillado cabello, parpadeando con lentitud y poniéndole ojitos en general.
Da un pequeño respingo, alterada, cuando la puerta suena, riendo por lo bajo inevitablemente tras el susto que acaba de llevarse, cubriéndose la boca parcialmente con una de sus pequeñas manos mientras mira en esa dirección, pero nadie abre.

Es entonces cuando Duncan vocifera, extraño nuervamente. Durante la fiesta de ayer no hubiera imaginado que tuviera ese pronto, pero no es que le desagrade en absoluto.
-Me agrradan los hombres con carrácter- murmura por lo bajo antes de volver a mirarle, apoyando un momento las manos en sus pectorales como si limpiara la camiseta o alisara alguna arruga en realidad inexistente, apartándose entonces y cruzándose de brazos para dejar que quién sea entre y diga lo que tenga que decir.
Inoportunos, le ponen salsa a la noche.

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09/01/2009, 23:08
Duncan Perry
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Cuando dice que prefiere que sea esta noche, sus labios se tuercen formando una sonrisa ladeada y algo pícara hasta que vuelve a centrarse en la puerta.

-Está bien, pero iremos en mi coche si no te importa...- dice y ya se acerca a la puerta sacando unas llaves de su bolsillo e introduciendola en el cerrojo de la puerta. Por lo visto había afechado y no te habías percatado hasta ahora.

Abre la puerta y un tipo entrajado se queda mirandolo -Rafael ha venido, te está esperando en la entrada.- dice escuetamente y te mira de reojo.

Duncan asiente con la cabeza y el tipo acaba marchándose mientras Duncan se gira hacia ti y acaba resoplando sonoramente, está claro que para él ahora no es un buen momento pero acaba por ceder.

-Rafael es el comprador que está interesado en una de las obras que me diste la semana pasada, ¿quieres que te lo presente?- dice observandote con detenimiento.

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09/01/2009, 23:18
Anastasia Kuznetsova
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En cuánto el supuesto empleado la mira de reojo, le dedica una expresión afable y amigable, dejando bien claro que no ha interrumpido nada... aunque en realidad así ha sido, o casi.
Se retira enseguida y entonces mira a Duncan encogiéndose un poco de hombros.
-No te prreocupes, son cosas que pasan. Las obligasiones del trabajo...- entorna un poco los ojos pero su tono es comprensivo. Ella misma ha tenido que pasar por situaciones similares de querer hacer algo y no poder por culpa de las obligaciones. Claro que ella juega con la ventaja de tener toda una eternidad para ir realizando lo que de verdad le plazca.

-¡Clarro! Me encanta conoser gente nueva y más si son amantes del arte- responde animadamente, sujetándose a su fornido brazo para salir de ahí y recibir al tal Rafael, convencida de que le caerá maravillosamente bien.
-Creía que habías dicho que erra de...¿Irlanda?- aventura sin recordarlo demasiado bien, aunque en realidad la procedencia poco importa.

Notas de juego

*Voy a usar "Majestad" con el tal Rafael, ya pa que lo sepas xDD

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09/01/2009, 23:37
Duncan Perry
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Cuando comenta que son obligaciones asiente dejando que le "coloque" bien la camiseta que parece que vuelve a relajarse parcialmente.

Seguidamente se pone a andar hacia afuera haciendole un gesto a uno de los chicos que había ahi señalandole la sala en la cual habíais estado escasos segundos, y el chico que asiente iendo hacia allí.

-Rafael? oh no, no... es de Europa, pero está aqui para hacer negocios, y de vacaciones según él- dice encogiendose ligeramente de hombros -El cuadro es de Irlanda...- que te va conduciendo por los pasillos ahora casi lúgubres ya que están las luces apagadas menos las pequeñas luces que están incrustadas en el techo para poder ver los pasillos que alumbran lo justo.

Llegais a una pequeña sala donde hay una gran mesa obalada en el centro con seis sillas a cada lado y al fondo hay un hombre con traje de espaldas a vosotros con una pequeña copa en la mano.

Duncan:- Hola Rafael- suelta algo ásperamente y desganado pero sigue sin soltarte de la mano.

En ese momento el hombre se da la vuelta mirandoos alternativamente y ya puedes notar como clava los ojos en ti.

Rafael:- Buenas noches! Tu debes ser Anastasia... es un gran placer...- dice mientras se acerca dejando el vaso con cuidado a un lado de la mesa y ya te tiende la mano amigablemente.

En ese momento puedes notar como Duncan se pone algo más tenso.

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09/01/2009, 23:55
Anastasia Kuznetsova
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Anastasia asiente a la explicación de Duncan como una niña atenta y obediente, observando la oscuridad que empieza a imperar en la galería sin demasiado agrado, por contradictorio que eso parezca.
A pesar de que debería estar acostumbrada a ello y en realidad la beneficia, lo cierto es que prefiere los lugares bien iluminados en la medida de lo posible. Tantas veces echó de menos el sol... Al final ha conseguido olvidarlo pero no sabría decir si eso es positivo o negativo.

Finalmente y tras poco rato de paseo, llegan a una especie de sala de reuniones en la que Rafael ya estaba esperando.
-Buenas noches, lo mismo digo... Perry me ha hablado muy bien de usted- responde a su saludo de forma cordial, estrechándole la mano con suavidad y afianzando así un poco más el poder de su presencia, aunque poco más es necesario para captar la atención del hombre, que después de todo resulta ser más apuesto de lo que hubiera podido imaginar.

Mira a ambos y espera a que alguno tome la iniciativa de empezar las "relaciones comerciales" en las que quizá pueda endosar alguna otra obra.

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10/01/2009, 00:18
Duncan Perry
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Rafael sonrió ampliamente y rápidamente depositó su mirada en tu elegante vestido mirandolo de arriba a abajo tomandose su tiempo, momento en que Duncan chasqueó la lengua dandose cuenta de lo que estaba haciendo el tipo.

Duncan:- Bien Rafael, has visto la obra, que te parece?- dice mirandolo y después alrededor distraidamente, como si realmente no le interesara del todo la conversación y acaba depositando la mirada en ti, dejando ver como se le vuelve a arquear la comisura de los labios hacia arriba en una leve sonrisa.

Rafael:- Me parece realmente interesante, a decir verdad ese autor me encanta, ayer estuve mirando en otra galería para comprobar si había alguna otra obra de él, pero...- dice sin acabar la frase ya que Duncan le corta.

Duncan:- Es un autor Exclusivo, a que si?- dice mirando a Anastasia directamente. A decir verdad si, tu recibes las obras de ese autor y se las entregas a Duncan ya que algunos d tus otros clientes dicen que no son suficientemente "contemporaneas", y él es el unico que las vende.

En ese momento Rafael que se pone justo en medio de Duncan y tu para que sólamente te fijes en él.

Rafael:- Dispone de alguna obra más de él?- dice sonriendote y acaba atreviendose a pasarte el dorso de la mano por el brazo acariciandolo suavemente de arriba a abajo.

En ese momento PLAF Duncan apoya la mano en el hombro de Rafael con un sonoro ruido, que seguramente el día siguiente tendrá molestias en ese hombro.

Duncan:- Me temo que no, únicamente yo dispongo de esas obras, aunque tengo a otro comprador que también está interesado justamente en ésta. Cuala me dijo que era su oferta?- dice poniendose realmente serio y entrecerrando ligeramente los ojos. Si te fijas en la mano de Duncan tiene los nudillos blancos ya que por lo visto está haciendo fuerza apretándoselo y apartandolo de en medio dejandolo justo en frente.

Rafael que emite un ruidito casi inaludible en forma de queja.

Rafael:- 2.000.- Dice apartandose un poco más de vosotros, momento en el cual finalmente Duncan lo suelta y se cruza de brazos. Muy poco dinero para esa obra.

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10/01/2009, 00:32
Anastasia Kuznetsova
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Anastasia devuelve la sonrisa a Duncan amigable y tranquilamente, sin perderla mientras observa entonces a Rafael, que deja bien claro su interés en el autor aunque cada vez resulta más difícil discernir si realmente es por él o por su mecenas, Anastasia.
-Así es, es un muxacho bastante joven. Me gustarron sus obras y decidí financiarle a pesar de no tener excesiva aceptación, hasta que Duncan también decidió invertir en él. Tenemos mucho en común- añade esto último con tono coqueto, figurando más importancia de la que en realidad tiene ya que en realidad apenas hace dos días que han empezado a hablar de forma más amigable... Pero eso es lo de menos cuando uno quiere divertirse un poco para comprobar el ímpetu de los jóvenes mortales.

Anastasia mira a ambos hombres, esforzándose por disimular su diversión ante el pequeño espectáculo de tira y afloja por captar o suprimir su atención. Es innegable que se siente halagada y su ego se alimenta un poco esa noche, sobretodo teniendo en cuenta que no ha ejercido sus poderes en Duncan. Excelente.

-Creemos que el joven McArrthur tiene mucha vocasión de futurro y un talento desbordante. Es difícil encontrar artistas orriginales y arriesgados hoy en día, pero él lo es... Es tan único como cada una de sus obras. Me temo que no podemos aceptar menos de 4.000- explica con tranquilidad a pesar de las altas cifras que están manejado y a las que ya está sobradamente acostumbrada.
Observa a Duncan cómplicemente y nuevamente se centra en Rafael, dedicándole un lento pestañeo al que le resulte más difícil resistirse.