Partida Rol por web

Cuando vi que Tyler ponía esa cara enseguida fruncí el entrecejo, está claro que algo le pasaba, asi que miré de reojo como Duncan comenzó a ir hacia él a pasos agigantados.

Enseguida me fui hacia Evan y Gabrielle. -Hola... - dije saludándola pero enseguida miré a Tyler -Sabeis qué es lo que le pasa...?- dije frunciendo el entrecejo y cruzándome de brazos mirando a la expectativa, quería preguntarle a él mismo pero Duncan se había adelantado.

Evan y Gabrielle se giran hacia Leyja, incluso más perplejos y extrañados que ella misma. Él enseguida niega con la cabeza ya que ha visto lo mismo que tú pero además apenas conoce a Tyler, así que le mira de reojo junto a su padre pero no hace comentarios al respecto... sin embargo está claro que le extraña ese comportamiento y el exhibido al llegar.

Gabrielle: -No sé, estaba bien hace un segundo. Tiene que ser por la llamada de telefóno...- le mira preocupada y con cierta aprensión, deslizando una pequeña tarjeta de cartón en uno de sus pequeños bolsillos laterales en el que apenas cabe justa.
-Supongo que será mejor que lo hablen entre ellos, quizá le han dado alguna mala noticia- se pone más sería, frunciendo un poco el ceño y apoyando la barbilla en su propia mano mientras varias ideas sombrías se le vienen a la cabeza, capaces de reaccionar de ésa forma tan exagerada.

En cuanto Gabrielle dijo que tenía que ser por la llamada de teléfono asentí con la cabeza.
Era cierto, había estado un poco raro desde que llegamos, pero que se pusiera a llorar..
parecía que le habñían dado realmente malas noticias. Quizás algún compañero o amigo suyo había tenido un accidente de coche en alguna carrera. No sería realmente de extrañar.

Fruncí el entrecejo ligeramente y me cogí un mechón de pelo removiendolo algo nerviosa. Nome gustaba ver a los hombres llorar...

Miré de reojo a Evan para ver que cara tenía él, pero pensé que sería mejor esperar a ver que es lo que ocurría antes de intervenir.
 

Ambos Perry abandonan definitivamente el lugar y vosotros llegáis junto a Anastasia, consiguiendo así que centre la atención en vosotros y baje de sus propias nubes.
Os mira con claros signos de preocupación e incluso tensión, pero no parece estar demasiado dispuesta a comentarlo, de hecho intenta disimularlo por todos los medios y apretar sus brazos cruzados de forma sutil la ayuda a ello.

-Dise que... han encontrrado a su esposa o algo así. Aunque me dijo que estaba muerrta, perro...- se encoge ligeramente de hombros, pretendiendo quitarle importancia al sunto mientras vuelve a mirar en dirección a la puerta antes de desviar la mirada al suelo con cierto desánimo, aunque enseguida vuelve a erguirse con orgullo cómo si eso no hubiera pasado.

-La exposisión es francamente magnífica, perro creo que ha llegado el momento de marcharrse... Esperro que volvamos a vernos pronto- le sonríe afablemente a Gabrielle y ella asiente, aunque no parece demasiado convencida, sin duda está de lo más perpleja en estos momentos.

Evan se queda dubitativo mirando a las tres, sintiéndose algo sobrepasado ante la incomodidad que llena el ambiente segundo a segundo. Le gustaría consolar y ayudar a las tres pero parece algo francamente difícil y además es poco probable que cualquiera de ellas admita que se siente mal, así que finalmente extiende los brazos alrededor de Gabrielle y Anastasia, atrayéndola contra sí mismo para después tirar también de Leyja en una especie de abrazo común que consigue que al menos Gabrielle acabe riendo por lo bajo y la vampira se sienta un poco reconfortada por el intento.

Cuando dice que se trata de la mujer de Duncan abrí exageradamente los ojos, podía entender a Anastasia como intentaba disimular, pero algo me decía que se sentía francamente mal, e incluso amenazada por la posibilidad de que la mujer de los Perry realmente viviera..

Cuando Anastasia afirma que es hora de irse asentí con la cabeza, la verdad esque prefería salir de todo ese ambiente cargado cuanto antes.

Cuando vi que Evan intentaba abrazar a las dos me quedé algo parada, pero cuando también me estiró hacia la piña que se había formado me alivié mucho más sin poder evitar una leve sonrisa que se me formó en la boca, pero me separé enseguida.

-Quizás sería mejor que Evan se quedara un poco más... para poder hacer compañía a Gabrielle, no creo que le haga excesiva gracia quedarse sóla con gente extraña..- dije mirando a Anastasia y después a Evan arqueando ambas cejas, sonriéndole levemente para que pensara en esa alternativa.

Podía comprender que el único que podía hacer que su noche no decayera en picado fuera él.

Tras el extraño abrazo multitudinario Evan acaba por reírse mirándoos a las tres, momento en el que decides hacerle la propuesta.
Gabrielle te mira agradecida y después a él con ojitos brillantes y expresión suplicante. Todo un corderito degollado con aspecto de muñequita.

Evan suspira hondamente, mirando de reojo a Anastasia pero aún así accediendo a ello, por lo que se adentran juntos en la galería mientras por el contrario vosotras la abandonáis en el mismo coche que habíais usado para llegar.

-Siento que nos marchemos así, perro después porrás seguir hablando con Evan. Cuando vuelva...- te sonríe ligeramente, aunque notas que en realidad su expresión es triste y desesperanzada, manteniendo todavía los brazos cruzados con gesto tenso y defensivo.
Repentinamente su móvil empieza a sonar, así que lo saca con relativa rapidez pero se queda observando la pantalla fijamente y con el pulso algo tembloroso antes de presionar la tecla y aceptar la llamada.

-¿Duncan...?- pregunta a modo de saludo mientras el coche arranca dirigiéndose a vuetsro hogar, dulce hogar.

Cuando finalmente salen de la galería no pude despegar los ojos del suelo hasta haber entrado en el coche.

Allí entonces miré de reojo a Anastasia algo preocupada ya que la cosa iba realmente con ella.

-No te preocupes, está bien acompañado...- dije dejando escapar un leve suspiro amargo hasta que su movil sonó, por lo que me hizo dar un pequeño brinco en el asiento.

Cuando vi que se trataba de Duncan arqueé mucho las cejas pero ya desvié la mirada hacia la ventanilla para evitar que se sintiera aun más incomoda, pero escuchando la conversación.

El cuerpo de Anastasia todavía se pone más rígido y tenso, apretando su mano libre en el regazo mientras escucha a Duncan cómo si en realidad estuviera realmente lejos. De hecho dentro de poco parece que será así.

-De acuerdo... Aunque es un poco rarro. Tened muxo cuidado...- es tan escueta y distante que por mucho que quiera disimular está claro que no se siente cómo siempre, pero tampoco es que se sienta capaz de hacer o decir algo más. Si fuera por ella esa mujer podría estar pudriéndose en un lago de agau estancada con pecez comiéndose sus ojos, pero puede entender que él no opine lo mismo.

-Suerte...- musita finalmente, antes de colgar y apretar el teléfono en el regazo junto a su otra mano, momento en el que sus brazos empiezan a temblar perceptiblemente hasta que ni ella misma es capaz de mantener el control y deja escapar un sollozo más sonoro de lo que le hubiera gustado, cubriéndose la cara con ambas manos cómo si así fuera evitar que alguien se enterase de lo evidente.

El vehículo se detiene justo frente al porche de la enorme mansión y ambas salís. Ella entra con rapidez y se desvía al ala este donde está su habitación antes de seguir haciendo el ridículo de esa forma tan lamentable.

Cuando escuché eso y finalmente colgó me giré hacia ella sobre todo cuando deja escapar ese sollozo, me sentía realmente mal viendola así, asi que inconscientemente le cogí de la mano fuertemente en un intento de reconfortarla pero sabía que eso no le serviría absolutamente de nada.

Cuando salimos del coche la seguí con la mirada pero me quedé allí plantada.Finalmente cuando la perdí de vista volví a sentirme realmente mal por todo lo que había pasado esta noche, no era este final del día como me lo esperaba.

Comencé a andar hacia el enorme jardín hasta llegar a un pequeño columpio y sentarme allí hasta que tuviera que irme.

Después de recibir la invitación de Anastasia sobre una fiesta algo "privada" con referencia al festejo de Halloween, las condiciones de las cuales es indispensable ir disfrazado, llega la noche.

En la puerta de entrada se puede encontrar una pequeña decoración que para los que lo sepan puede hacer reír o no, además de un par de calabazas a cada lado de la puerta con una vela dentro.

Una vez pasada la puerta se puede ver como la luz es algo más baja de lo normal con la intención de que sea más "tenue y tenebrosa" además de que hay una música algo estruendosa y oscura.

Está la casa completamente decorada, a casi todos los lados hay velas algunas camufladas con calaveras y otras con calabazas cuyas mechas van bailando prácticamente al son de la música.

En cuanto os adentrais al gran salon podeis ver a uno de los mayordomos vestido de gladiador pero con su postura bien rígida y dando las buenas noches a cada persona que va entrando, dejando paso para ir al salon.

En cuanto cruzais las puertas se puede ver una decoración mucho más elaborada. En las ventanas se pueden ver esqueletos colgando, que parecen prácticamente reales, además de que en el techo hay formas de murciélagos dibujadas y moviendose sinuosamente con luces depositadas en las esquinas. Desde ahi dentro se oye la música algo más fuerte y justo al fondo hay comida.

Un gran ponche algo espeso para simular sangre, algunos pastelitos con forma de cuchillos, calabazas o brujas y en el centro se puede ver un humo para dar un toque más bohemio alcanzando el tobillo y poco más. En alguna pequeña esquina se puede ver algun esqueleto y alguna tumba con su lápida.

Justo a un lado está Leyja moviendose al ritmo de la música con un plumero en la mano.

Evan descendió por las escaleras recubiertas de falsas telarañas mirando la decoración con una ceja arqueada y tremenda curiosidad, acompañado dle tintineo metálico que producía su vestimenta al moverse.
Sin duda no era la más cómoda del mundo pero no se sentía ridículo y era la excusa perfecta para vestirse de caballero medieval ya que al fin y al cabo era obligatorio.

Llegó al recibidor donde algunos invitados ya se estaban congregando y saludó a los conocidos con una sonrisa amistosa con la que tuvo que contener alguna que otra carcajada, moviéndose hasta la habitualmente sala de baile para contemplar cómo algunas parejas estrambóticas bailaban entre sí. Al menos no eran vals, aunque para ser sincero no sabría cómo moverse con ésa música.

Optó por acercarse a la "barra libre" repleta de extrañas comidas y bebidas, llenando un vaso de ponche y oliéndolo antes de decidirse a beberlo. No le extrañaría demasiado que Anastasia hubiera vertido parte de su propia sangre para acabar vinculando a la mitad de invitados pero la cuetsión es que no estaba malo.

Miró alrededor con insistencia intentando dar con alguien conocido hasta que al fin distinguió a lo lejos a Leyja.
-Bonita fiesta... Supongo que esta vez la anfitriona eres tú, ¿no? Apuesto a que has disfrutado cómo una cría- afirma riendo por lo bajo, convencido de ello como si lo viera.

Tyler que desciende del coche junto con su familia que no tarda en ir a ayudar a su madre a salir ya con una amplia sonrisa en la cara.

- Que bien me lo voy a pasar esta noche!- afirma convencido de ello mientras mira alrededor esperando a que su padre baje tambien que nada mas verle con el disfraz ese puesto se le escapa la risa inevitablemente.

-papa! podrias haber elegido otro disfraz, ese no te pega nada...- negando con la cabeza mientras mira de reojo a su mami que por muy mal que vaya a el le parece infinitamente preciosa.

Una vez en el interior se queda de parado con los ojos bien abiertos observando alrededor, la decoración es increible la música a conjunto- YEAAAAAAAAAH!! a divertirseeee...- haciendo los cuernos sin pensarselo dos veces, buscando a Anastasia con la mirada que es la anfitriona aunque en verdad va mirando a ver si ha llegado o no Gabrielle.

Kari antiguamente lo que hacia en halloween era comprar una bolsa de chuches alquilar varias pelis de miedo y verlas junto con su padre, sin embargo la situación ahora era distinta, temia que se acercara el dia puesto que iba a ser algo diferente, pero ya iba con intención de alquilar unas peliculas almenos para verlas con Anubis si esque queria sino las veria sola, pero una llamada inesperada hizo alboratar todos sus planes.

llegado el dia y despues de intentar convencer a Anubis sin exito acaba alquilando un disfraz bastante peculiar pero de su agrado acaba subiendo al autobus y directamente para casa de Anastasia.

Mientras iba andando para la casa iba mirando alrededor, los aparcacoches y demas invitados cuando vio la decoración de ajos de la puerta no pudo evitar soltar una pequeña carcajada, pero finalmente entrando saludando al pobre Mayordomo que va disfrazado tambien.

-Esta Leyja!- entornando los ojos, cuando ve toda la decoración va con la sonrisa amplia y cuando los ve a los dos ya se acerca quitandose la capa que llevaba encima- vaya, vaya! aqui tenemos a los culpables de esta fantastica fiesta, casi parece una de universitarios...- burlonamente

Leyja va moviendo su  falda de un lado a otro distraidamente y moviendo el pequeño plumero rosa animadamente mirando alrededor con una sonrisa en la boca al ver que todo va "sobre ruedas".

Cuando vislumbra a Evan ahoga un gritito abriendo la boca exageradamente quedandose algo parada, que incluso se le llega a caer el plumero al suelo y enseguida se agacha a recogerlo incorporandose con una sonrisa radiante.

-Oh dios mío, Evan...- dice acercandose y mirandolo de arriba a abajo detenidamente -Pero qué bien te queda esa armadura...- dice pasandole la mano por la armadura que lleva en un brazo,  mordiendose el labio inferior y despues mirandolo finalmente a él y dejando escapar una pequeña risita jovial.

-Ya lo creo que sí, espero que disfruten del ambiente...- y despues se aparta un poco para que la vea bien -Qué, me contratarías?- dice burlonamente apoyandose una mano en un costado hasta que aparece Kari con ese despampanante vestido que Leyja acaba por abrir exageradamente los ojos.

-Wow Kari... estás fantástica....- afirma acercandose y cogiendole un poco la falda para después soltarla. Tiene que tocarlo todo.

Duncan acaba saliendo del coche recolocandose el estrecho traje con un leve carraspeo, menos mal que sólo se trata de un disfraz. Él va con las garras fuera, a complemento del disfraz.. o no.

Cuando ve la ristra de ajos se le escapa una risa negando con la cabeza.

-Pues anda que tú.. parovechate a quitarte la máscara esta noche porque mañana volverás a repasar libros de protocolo- bromea animadamente y ya entra en la casa arqueando mucho una ceja hechando un vistazo rápido. En cuanto ve al mayordomo se reprime una risa pero acaba sonriendo ampliamente. Increible que Anastasia haya aprobado esa conducta...

Inevitablemente comienza a buscarla con la mirada mientras  va andando hacia la sala en cuestión sin reparar mucho en la decoración.

-Ah... gracias, necesitaba una excusa para sentirme caballero por un día...- admite entre risas dejando que Leyja satisfaga su curiosidad toqueteando parte de la armadura, comprobando así que realmente se trata de verdadero metal pesado aunque él parece llevarlo con relativa facilidad... Después de verlo cargar aquella arca tampoco es de extrañar.
-Seguro que lo harán, la mayoría de fiestas de Anastasia son demasiado serias... Supongo que por eso en ésta casi todo son los hijos y amigos de éstos- mira alrededor con una mueca burlona, llegando a distinguir algunos roces indecorosos por la zona sin que lleguen a ser demasiado llamativos para impedirlos, pero sin duda es algo que no se vería en las habituales "reuniones sociales" de esa casa.

Cuando se posiciona para que la mire él lo hace, observándola un par de veces de arriba a abajo y ladeando un poco la cabeza a ambos lados antes de sonreír traviesamente.
-No estoy seguro... sería incapaz de concentrarme en algo que no fueran tus piernas- admite abiertamente, quizá desiniviéndose un poco por el efecto del ponche al que no está acostumbrado, pero pronto son interrumpidos por Kari.

-¡Vaya! Esto sí es una princesa a la que cualquiera aceptaría salvar de un dragón o un ejército...- mira la amplísima falda del vestido de Kari con una sonrisa. Sin duda ese disfraz le va cómo anillo al dedo, Cenicienta por una noche, así es ella.
-Ya le vale a Anubis no haberse apuntado... aunque la verdad, no me lo imagino disfrazado...- se queda pesnativo unos segundos pero acaba negando con la cabeza bebiendo otro trago del ponche, retirándose un instante para llenar otro vaso que tiende a la recién llegada.

Diane sale del coche, mirando la enorme mansión sonriente pero sin sorprenderse en demasía dado que la vuestra es parecida.
Se sujeta el cuero del traje e intenta recomponerlo, sintiéndose algo apretada e incómoda pero aún así le gusta, y además va a conjunto con Duncan que para ella resulta lo más divertido del asunto.

-Disfruta hijo... pero no empieces a pedir truco o trato a todos los que te encuentres, ¿vale? Ten cuidado...- ríe animadamente viendo cómo Tyler parece volver a su infancia, comportándose casi cómo un crío de 10 años, pero en éste contexto poco importa y quiere que se lo pase bien.

Duncan se pone en marcha con paso rápido y ella da un respingo siguiéndole aceleradamente hasta quedar a su lado.
-¿A quién deberíamos buscar para agradecer la invitación?- pregunta con simple curiosidad, sujetándose a su brazo para no perderse mientras contempla la decoración y los vestidos de la gente.

Gabrielle llega a la enorme mansión poco después de la familia Perry, pero dado la cantidad de invitados y decoración por ver, apenas se percata de ellos, deteniéndose en el amplio recibidor para deleitarse con cada pequeño detalle.
Consigue captar alguna que otra mirada incluso sin proponérselo, aunque es evidente que iba a conseguirlo con el pronunciado escote apretado y las llamativas medias, aún así hace caso omiso de esas miradas, o incluso ni se percata de ellas.

Avanza finalmente por el pasillo, dudando hacia qué sala desviarse hasta decidirse por una algo menos escandalosa, deteniéndose junto a la chimenea apagada coronada por un bello espejo para observar alrededor, deseando dar con Evan, Tyler o Anastasia sin demasiado éxito.

De hecho, hay un estrafalario y llamativo muchacho (Tyler) que le resulta de lo más familiar, pero con esa cresta e indumentaria no acaba de ubicarlo, así que se limita a observarle con fijeza intentando recordar de qué le suena antes de decidirse a moverse.

Anastasia permanece en el exterior de la mansión en todo momento, en la parte trasera del jardín a la cuál se puede acceder por varias puertas de cristal y balcones de las distintas salas de la planta baja habilitadas para la llamativa fiesta.
Por suerte esta vez no es la verdadera anfitriona y muy pocos se acercan para decirle algo, agasajarla o felicitarla, lo cuál en éstos momentos se agradece... Además ya ha procurado escoger una indumentaria poco llamativa que la ayuda a pasar todavía ma´s desapercibida mientras se mueve por el sitio menos transitado y amplio, donde se ha montado una pequeña tarima para la actuación en directo de uno de los grupos de novatos que promociona.

Venidos desde Estados Unidos, ni más ni menos, pero empezando desde lo más bajo tienen que aceptar cualquier tipo de ocasión para lucirse, sobretodo si tenemos en cuenta que ella ha costeado el viaje.

Mira un momento distraidamente al interior de la sala de baile, negando un poco con la cabeza ante el tipo de fiesta formada, pero aún así alcanza a sonreír y finalmente se acerca al pequeño escenario para disfrutar un poco del sonido mientrs sujeta la cesta entre sus brazos.