Partida Rol por web

Darkville, un agradable lugar donde vivir. Sin los problemas de la grandes ciudades y con poco que envidiar de las mismas.
Vecinos agradables, un equipo universitario de fútbol americano que es el orgullo de la ciudad e incluso un hospital que da servicio a varios pueblos de la zona.
Quien no tiene un pequeño comercio trabaja en alguna industria local o en alguna de las instituciones de la ciudad. Si bien la tasa de paro es baja hay determinados oficios para los que cuesta generar ofertas de empleo.

Un apacible Martes de Julio la historia de Darkville, y del mundo, iba a cambiar drásticamente. Lo primero que sucedió fue un apagón general, la central cesó su actividad repentinamente y todo el pueblo se quedó sin electricidad. Por suerte ocurrió a primera hora de la tarde, de modo que la iluminación no sería un problema a corto plazo.
Lo siguiente que pasó no fue tan comprensible. Todos los animales empezaron a comportarse de un modo extraño, cualquier animal que no estuviese atado intentaba, y muchos conseguían, huir de Darkville.
La gente comenzó a mirar hacia el cielo para ver bandadas de pájaros alejarse fue cuando se percataron de la presencia del vórtice. Lenta pero inexorablemente el torrente de energía descendía hacia el suelo. Las primeras impresiones hablaban de un meteorito, de una bomba lanzada por quién sabe qué enemigo, de un efecto óptico en la atmósfera e incluso de una nube de gas. Pero a medida que se acercaba quedaba mas claro que no se trataba de nada de eso.

El instinto de supervivencia superó a cualquier tipo de curiosidad y la gente comenzó a abandonar la ciudad. Las autoridades no tardaron en organizar la evacuación, los pocos efectivos del cuartel se dedicaron a ayudar en el hospital para trasladar a los pacientes.
A medida que el vórtice descendía se intensificaba una extraña vibración, la ciudad temblaba ante su llegada. En poco mas de media hora la mitad de los habitantes habían huido por su propia cuenta, simplemente se subieron a sus vehículos y condujeron lejos. Muchos otros tardaron mas al intentar recoger a su familia, se formaron atascos en los aledaños de los colegios e institutos.

Como si se hubieran preparado para ello durante toda su vida los habitantes de Darkville habían evacuado la ciudad en apenas una hora. Sobre ellos el vórtice continuaba descendiendo lentamente. Algunas personas seguían dando vueltas por la ciudad, buscando a alguien o algo. Sin posibilidad de usar sus teléfonos era difícil localizar a cualquier persona.
De entre los escasos habitantes que quedaban había tres que prácticamente fueron los últimos en enterarse de lo que estaba ocurriendo. El instituto había contratado de urgencia a un desempleado local para reparar la caldera, pese a estar inactiva perdía agua y el sótano se inundaba. Al irse la luz el mecánico no podía trabajar, por lo que encargaron al único profesor libre que lo ayudase iluminando con una linterna. El profesor, que estaba corrigiendo exámenes en la sala de castigo, también estaba vigilando al único castigado del día, un joven al que habían sorprendido practicando skate en los pasillos del instituto.
Los tres: Manitas, profesor y skater, permanecieron en el sótano del instituto ajenos a todo lo que se estaba organizando fuera. Una vez reparada la avería subieron a la planta baja para encontrar el edificio vacío, en cuanto vieron el exterior salieron a la calle para comprobar que no había nadie en los alrededores. Al levantar la mirada se toparon con el vórtice, el cual ya estaba a solo una veintena de metros del suelo.

Salimos charlando del colegio comentando lo sucedido y lo extraño de no haber visto gente en el colegio... es al llegar fuera cuando me doy cuenta de lo que pasa, me quedo congelado mirando al vórtice que desciende desde el cielo cerca de la zona de la comisaria... y por primera vez en mi vida siento la imperiosa necesidad de saber como están mis hijos...

Santo dios, Romina! Albano!! Un TELÉFONO!!!

Me doy media vuelta y entro de nuevo en el Colegio al grito de...

- UN TELÉFONO POR DIOS!!!

me dirijo tan deprisa como puedo hacia la secretaria para llamar ya que no tengo movil.

Afortunadamente se habían dado prisa en enviar a alguien para arreglar la caldera, porque si no, habría que cerrar el instituto y aún quedaban algunos exámenes por hacer antes de las vacaciones de Verano. Me fastidiaba un poco tener que ser yo quien ayudara a ese tipo - Bill creo que me dijo que se llamaba - pero luego descubrí que un poco de charla intrascendente sobre deporte y el tiempo que esperábamos para el fin de semana me permitió evadirme un poco.

Pretendía tener luego una buena charla con ese chaval, pero todos mis planes se fueron al garete cuando salimos del edificio y aquella espectacular visión me dejó boquiabierto. 

- Madre del amor hermoso - exclamo, casi sin prestar atención a Bill mientras sale disparado hacia el interior del instituto. Cojo el móvil e intento comprobar si tengo cobertura para llamar a emergencias, ya que parece que somos los únicos en la zona - Eddie, no te alejes, aún no hemos terminado de hablar.

Salgo arrastrando los pies detrás de la pareja de adultos, desgarbado y con desgana - ¿Es que esto no va a terminar nunca? Total sólo por patinar por los pasillos, no le hago nada malo a nadie... 

Cuando, incrédulo, veo la reacción del tipo que estaba reparando no se qué del agua -¿¡¿¡Pero que pasa!?!?- Exclamo mientras le veo perderse pasillo a dentro.

Cruzo las puertas del instituto solo para toparme con la espalda del Señor Thompson bloqueando parcialmente la salida, me escurro fuera mirándole trastear con su teléfono, mientras me dice que no me aleje. Confuso, ya que el castigo había sido cumplido, levanto la vista para contemplar una fenómeno indescriptible, quedándome boquiabierto y estupefacto en el sitio.

Saco mi móvil sólo para comprobar que ni siquiera se enciende y mirando a mi profesor con gesto preocupado le digo -¿Qué ha pasado? ¿Y mis padres? ¡¡Tengo que ir a casa!!

Aún con ésta idea en mente obedezco, más por costumbre que por lógica, a mi profesor, esperando su reacción.

Bill se apresura a buscar un teléfono dentro del instituto mientras Jeremy hace lo mismo pero en su bolsillo. En ambos casos el resultado es el mismo, no hay línea. Puede que debido a la ausencia de energía en la zona las operadoras no puedan mantener la conexión, pero el problema parece ir mas allá cuando el teléfono del profesor se bloquea repentinamente para después apagarse y no responder. La misma situación que el terminal de Eddie.

Sin éxito en su búsqueda de otro teléfono, gran idea eliminar las cabinas telefónicas, Bill regresa a la calle a tiempo para ver como esa especie de nube de fuego toca el suelo. Pese a su aparentemente escasa velocidad el golpe contra el suelo es tremendo. Por el ruido y el temblor que provoca es como si el vórtice pesase miles de toneladas y se hubiese posado bruscamente en la zona residencial mas cara de la ciudad.

Aunque no veis el suelo podéis adivinar como el torrente de energía toca el suelo y se extiende hacia el cielo hasta donde alcanza vuestra vista. Su constante movimiento le da un aspecto de vida propia y constante actividad.
De repente algo parece descender por el interior del vórtice, una enorme mancha oscura cae a gran velocidad e impacta contra el suelo. Antes de que podáis reaccionar una enorme nube negra se extiende por toda la ciudad. Su altura supera algunos edificios de cuatro plantas y su velocidad es tal que pasa a través de vosotros sin que apenas os dé tiempo a taparos la cara.

Tras comprobar que estáis ilesos os giráis para ver la nube alcanzar los limites de la ciudad y ascender rápidamente formando un muro alrededor de Darkville. El Sol queda tras el muro de oscuridad y la penumbra se cierne sobre toda la ciudad. La escasa claridad que entra lo hace por la abertura circular que queda a unos cien metros de altura.

Poco a poco veis descender pequeñas sombras por el vórtice, aunque cuando llegan no sucede aparentemente nada.

Tras comprobar con resignación el efecto que aquel extraño vórtice estaba temiendo en mi móvil, lo guardo y vuelvo a observar con gesto adusto.

- Parece que causa algún tipo de pulso electromagnético que ha frito las instalaciones - digo para mí, y luego observo fascinado cómo desciende finalmente, golpeando el suelo con la intensidad de una bomba, para luego soltar aquel extraño vapor negruzco. Por instinto, intento cubrir al joven con mi cuerpo, pero apenas me da tiempo cuando nos rodea y nos atraviesa - ¿Estás bien, Edward?

Tras comprobar que no es ningún tipo de gas tóxico, y receloso de aquellas sombras que comenzaban a descender, me dirijo al chico.

- ¿Vives lejos de aquí? Sería buena idea que fueras a casa de tus padres - opino.

Al salir me encuentro a Jeremy y a Skate manipulando sus moviles... sin darles tiempo a decir nada los asalto...

- JODER! No van los telefonos!! Habeis tenido mas suerte vosotros??

Casi sin dejarles responder sigo a lo mio...

- Creo que ese trasto ha caido cerca de casa de mis hijos! Tengo que ir a ver si estan bien!!! JODER!

Cuando vemos las sombras cayendo lentamente por el centro del vortice se me escapa un grito...

- "PERO QUE DEMON..."

Me quedo mudo mirando la escena, mas acojonado que otra cosa... a los pocos segundos recupero la compostura y me doy cuenta de la situacion. Esta claro que esta pasando algo anormal, y cerca de donde viven mis hijos. Tengo que ir alli...

- No se vosotros, pero yo tengo que ir a por mis hijos... Vivo a medio quilometro al noreste de aqui, y tengo una pistola... Quereis venir conmigo?

Intentando recobrar la compostura, le contesto a mi profesor -La verdad es que estoy flipando, señor Thompson, ¿que leches es eso? - pregunto, mientras señalo al vórtice cayendo desde el cielo.

Cuando el Sr. Thompson me pregunta acerca de mi casa me tomo unos segundos para ubicarme y señalo hacia el sur,

-Vivo al lado de la siguiente parada de metro, la de los militares. 

Siempre voy y vengo patinando así que podría llegar en poco tiempo, pero... - mi voz tiembla ligeramente- ... preferiría no ir solo- le insinúo a mi profesor mientras pretendo aparentar una entereza que no tengo.

La situación es confusa, no sabéis exactamente que está ocurriendo ni donde está todo el mundo. Un colegio con cientos de alumnos ahora está vacío, una ciudad con miles de habitantes esfumados y una nube negra que rodea Darkville mientras un vórtice golpeas  su centro.

Intentáis decidir entre nervios a donde ir, si seguir a Bill, acompañar a Skate o qué hacer. Antes de que lleguéis a un acuerdo un ruido suena por encima de la constante vibración que provoca el vórtice.
Rápidamente reconocéis unas ruedas derrapando y, aunque miráis en esa dirección, no veis vehículo alguno. No es hasta unos segundos después cuando aparece por una esquina una vieja camioneta. Avanza por vuestra calle hasta que el conductor os ve, entonces frena en seco dejando una marca negra en el suelo y provocando una pequeña nube de humo.

Un hombre joven vestido de militar baja del coche y corre unos metros hacia vosotros.

- ¡Eh! ¿Qué hacéis ahí? La ciudad ha sido evacuada. Tenemos que irnos. ¡Ahora!

Hace gestos para que subáis al vehículo mientras corre de vuelta para ponerse al volante. Desde el interior vuelve a gritar.

- ¡Vamos!

Mi primera impresión es que ese chico necesita mi ayuda, y lo mejor es acompañarle. Además, no me entra en la cabeza que el tipo que había venido a reparar la caldera lleve un arma encima. ¡Estaba en un colegio, por el amor de Dios! Sin embargo, antes de decidirme, un soldado rezagado nos abre las puertas a una tercera opción.

- ¡Vamos, al coche! - grito, aliviado de ver algo de luz en las sombras que se estaban cerniendo sobre la ciudad. ¿Qué estaba sucediendo? ¿Qué era esa fuerza, esa energía, que había tomado forma de vórtice y caía sobre Darkville? ¿Por qué allí, de todas las ciudades del mundo? ¿O estaba pasando en más sitios? Con esas ideas en mi cabeza corro hacia el vehículo, asegurándome de que el muchacho no se queda atrás.

No he terminado de señalar en dirección a mi casa cuando de repente se oye un chirrido ensordecedor, y aparece una camioneta, derrapando hasta dónde nos encontramos y un soldado baja y nos apremia a que subamos. No hay mucho tiempo para pensárselo, y al ver que mi profesor avanza sin dudarlo, decido montarme yo también

No quiero quedarme tirado, ¡¡y menos en el maldito instituto!!

¡¡Esperadme!! ¡¡Yo también voy!! - grito segundos antes de lanzarme a la carrera y subir de un salto a la parte trasera de la camioneta.

Me doy cuenta que decirles que tengo un arma en casa mas que ayudar ha empeorado la situacion. De hecho me han mirado como si fuera un loco... tal vez tengan razon... De todos modos decido irme solo a por el arma y a por mis chicos... pero en el momento en que comienzo a caminar hacia el noroeste aparece el ejercito.

- Gracias a Dios!!

Corro hacia el soldado, viendo como mis compañeros entran en la camioneta y mientras me subo lo asalto con preguntas varias, casi sin dejarlo contestar...

- Donde esta toda la gente? Evacuacion?
- Han evacuado a la gente de las urbanizaciones? Si no es asi, por favor ayudenme, tengo a mis hijos cerca de la comisaria!!
- Que ha pasado, que es ese vortice?
- Donde nos llevan?

En cuanto subís a la camioneta el conductor reanuda su carrera por la ciudad. La ausencia de trafico y de peatones facilita una velocidad alta, con cada bache el vehículo bota provocando un fuerte crujido.
Avanzáis hacia el Este mientras el soldado intenta responder a vuestras preguntas.

- Han evacuado toda la ciudad. Muchos ya se habían ido en cuanto apareció esa cosa en el cielo, pensaban que era un meteorito o un tornado. La policía se ha hecho cargo de los que se han encerrado en casa, a nosotros nos enviaron al hospital.

Mira por el retrovisor a Skate y después mira a los adultos.

- ¿Ese chico es su hijo? Los colegios e institutos se evacuaron muy pronto, se avisó a los padres del punto de encuentro. Todo el mundo ha está en Summerville, no sé si es una distancia segura pero al menos allí no está ocurriendo nada.

Tras esquivar un camión de bomberos que parece abandonado el soldado intenta tranquilizar a Bill.

- Todo el mundo se ha marchado, la mayoría por su cuenta. He atravesado la ciudad y sois las primeras personas que encuentro, no contaría con que queda nadie por las calles.

Momentáneamente la intensidad del vórtice aumenta generando un fogonazo que se refleja en los edificios mas altos.

- No se que demonios es eso, pero no pienso quedarme aquí para averiguarlo. Vamos a salir de la ciudad e ir a Summerville, allí estarán sus familias. Seguramente han ido hacia allí incluso antes de que se organizase la evacuación.

Podéis ver el muro de niebla al final de la calle, el conductor enciende los faros antiniebla como si eso pudiese funcionar. De repente veis una sombra por el asfalto que se aproxima a la camioneta, el soldado frena bruscamente para evitar atropellar a la figura. Os tranquilizáis levemente cuando descubrís que se trata de un perro, el animal ha eludido ser arrollado por poco.
El galgo reanuda la carrera en dirección a la niebla, el soldado acelera detrás de él en la misma dirección. En cuanto el perro alcanza la nube negra cae de costado contra el suelo. Apenas os da tiempo a oír un lamento antes de que su piel y músculos se desintegren como si hubiesen sido alcanzados por ácido.
En unos segundos el cadáver del galgo es mitad perro mitad esqueleto, un humo negro sale del animal y se reúne con el resto que conforma la muralla que rodea la ciudad.

Un nuevo frenazo detiene el vehículo, el soldado incluso baja y se acerca con prudencia hasta el perro. Mira el cadáver y después al muro. Cuando un pequeño brazo de niebla se acerca a él tiene que retroceder corriendo.

- ¿Que demonios es eso? ¿Lo habéis visto? Ha deshecho a ese pobre perro, joder, joder, joder.¿Que vamos a hacer ahora?

- Joder, joder, ¡para! - digo. Me había sentado delante, junto al militar, y le sujeté del brazo con fuerza cuando vi lo que le pasaba a ese pobre animal - Maldita sea... es algún tipo de... gas cloro pero...

¿Por qué era estático? Cualquier tipo de gas se movía por las corrientes de aire, ¿qué relación tenía con el vórtice? Se había instaurado cuando llegó aquella fuente de energía, y cuando se extendió por el pueblo les atravesó pero no se sentía extraño.

- Si este... gas, o lo que sea, rodea toda la ciudad, estamos bloqueados. ¿Tienen algún helicóptero en la base militar? Quizás podamos sobrevolarlo, ¿usted sabe pilotar? - pregunto, mientras mis ojos miran de reojo los restos del pobre animal, y aún pienso en cómo ha reaccionado ante la cercanía del militar.

Jeremy y yo gritamos casi al unisono:

- Joder!!!! pero habeis visto eso!!! Maldita sea!!!

El frenazo casi me hace comerme el asiento delantero... veo como el soldado sale disparado del coche para comprobar el estado del perro. No me fijo que esta haciendo Jeremy, estoy demasiado absorto en ver que demonios hace el Soldado, cuando de golpe veo como sale el brazo de niebla y intenta cojer al Soldado...

- PERO QUE DEMONIOS ES ESO!!! Volved al coche!!!!! DEPRISA!!!

Me doy cuenta que el Soldado y Jeremy estan hablando como si nada hubiera pasado (aunque como no estan muy cerca no me percato de su comentario sobre el helicoptero), cosa que me enciende aun mas... no me hace ninguna gracia quedarme encerrado en un coche cerca de un muro de gas etereo con capacidades mutables.

En cuanto el Soldado alcanza la puerta del coche le suelto con premura:

- No es momento para pararse a hablar... Alejemonos de esa cosa... YA!

Y en cuanto nos pongamos en marcha hare incapie:

- Aun pensais que es mala idea ir a mi casa a por la pistola?

Depués del brusco frenazo, tuve que aferrarse con fuerza a la barra de carga, me gustaba la sensación del viento fresco en la cara, pero no tanto la de salir disparado por los aires.

¡¡Hey Tío!!¡ ¡Casi me matas!!- Le espeto al soldado mientras este hace caso omiso y revisa un bulto en el suelo, la verdad es que no había prestado mucha atención al viaje, me lo pasé flipando con la ciudad vacía y asegurándome de saber por dónde nos movíamos ya que me sabía las calles de memoria.

Además, mi padre me había recalcado que no me fiara mucho de los "blanquitos". 

"Una cosa es el Sr. Thompson que aunque sea un plasta lo conozco, pero esta gente..." Pensé mientras me incorporaba para ver que narices hacía el soldado cerca de esa niebla tan extraña.

Cuando de repente la niebla trató de engancharlo, mis ojos se abrieron como platos. 

What the Fuck?!!??! Tío esa cosa está viva, hay que pirarse pero ya - Golpeo repetidamente el tacho del coche - ¿Habeis visto eso? Hay que largarse de aquí, ¿no hay otro camino a Summerville?

Me dedico a mirar a mi alrededor, nervioso, para comprobar si alguien más miraba, o si el fenómeno se reproducía en otras zonas al alcance de mi vista.

El soldado regresa a vuestro lado, a una distancia presuntamente prudencial y segura del muro. El brazo vuelve a fundirse con la niebla cuando el hombre queda fuera de su alcance.

La situación es tensa y los nervios afloran rápidamente. El soldado intenta responder a todos pero apenas tiene tiempo de empezar a hablar cuando le asaltáis con preguntas y comentarios.

- ¡Esperad, esperad! - dice levantando las manos acompañando su solicitud con un gesto.

El silencio se hace momentáneamente, mira a su alrededor y gira trescientos sesenta grados observando el muro de niebla.

- No se que tipo de gas es, pero seguramente se disipe. Puede que tarde, pero si no nos acercamos y no lo respiramos no nos dañará.

Parece que hasta a él le cuesta creerse su propia hipótesis, no obstante la última parte de su teoría parece sensata.
Tras sacar sus propias conclusiones comienza a responder a vuestras preguntas.

- El helicóptero de la base se usó para evacuar los casos mas graves del hospital, debería volver pero dudo que intente atravesar la niebla. Si esquiva la nube por encima lo veremos, eso si no ha terminado su trabajo, claro.

Os hace un gesto para que subáis de nuevo al vehículo, esta vez señala al interior de la camioneta para evitar posibles accidentes.

- Esta es la única carretera a Summerville, los caminos de tierra nos pueden servir pero si el muro rodea la ciudad no podremos usar ninguno.

Se gira hacia Bill y se encoge de hombros.

- No se si un arma nos será útil contra algo así. Es gas... o humo... no es físico como para dañarlo. Pero si tienes una pistola podemos intentarlo. Una linterna también nos podría ayudar si aparece el helicóptero, no creo que nos vean en mitad de la ciudad.

- yo tampoco se si sera de ayuda contra la niebla,  pero creeme... me sentire mas seguro.

no dejo de pensar en las sombras que vimos bajar del vortice...

me dirijo a todos

- si quereis vivo en la calle ### n° x. Supongo que debo tener linterna o algo con lo que hacer señales al helicoptero...

Y ahora solo al soldado

- y luego si quieres podemos bajar despues a la base militar. Tal vez pueda mirar si podemos arreglar alguna radio y comunicarnos con summerville...

Después de la experiencia de la caja, me subo a la parte trasera del vehículo y, rápidamente, me abrocho el cinturón de seguridad, recordando las regañinas de mis padres.

-Pero...si estaban llevándose a la gente del hospital, ¿no volverá allí el helicóptero en caso de regresar?  Aunque antes, sí que me gustaría tener algo de luz, no se si las farolas habrán dejado de funcionar como los móviles.

Dejando este último comentario en el aire vuelvo a trastear con mi teléfono móvil, enseñando la pantalla apagada como refuerzo a mi argumento.

- Tienes razon "Chico", pero no me hace ninguna gracia acercarme a ese vortice... creo que lo mejor seria ir dando un rodeo por el sur... y ya puestos igual encontramos alguna cosa que nos pueda ser util en la base, como una radio, linternas mejores, o quiza algun otro soldado rezagado...