Partida Rol por web

Prólogo de Arhael Noctebrisa y Yaejelius Furisverde.

En el Campamento Troncolargo...

Los viajes de Arhael le habían llevado al Campamento hará unos cuantos meses, la enemistad que volvía a surgir entre Elfos Nocturnos y Orcos, habían hecho que el sanador no volviera a Orgrimmar, simplemente por cautela a conservar su cuello en donde estaba, eso había hecho que se hubiera instalado en el campamento en uno de los árboles huecos del lugar.

Por otro lado, Furisverde era natural de allí, después de la Guerra del Monte Hyjal, volvieron al campamente aunque fueron pocos los ancianos que volvieron, algunos de ellos volvieron al Sueño Esmeralda oculto en sus Refugios Druídicos.

En el campamente había un par de druidas con las que Furisverde se llevaba bien, quizás fuera la llamada de la naturaleza que crecía en él, y sus ansias de convertirse algún día en un druida como sus antepasados.

Regreso al campamento después de dar una vuelta por los alrededores. Me gusta salir del campamento y sentir el abrazo de la naturaleza, el ruido casi imperceptible de las conversaciones de los viejos y grandes árboles de Ashenvale con su lejano eco, la brisa fresca que trae olores y calidos ruidos de tierras lejanas. En estos paseos siento más que en ningún otro momento la comunión con mis antepasados druidas.

- Buena chica, Kala - le digo a mi montura (un estupendo ejemplar de pantera sable joven). Desmonto y me dirijo al templo del campamento para avisar de mi regreso.

Arhael estaba sentado en unas ramas de un arbol no muy alto con la vista perdida. Estaba pensando o haciendo como que pensaba cuando oyo algo.

-Buena chica, Kala

Se giró y vió a Yaejelius desmontar de su pantera. Le silbó algo a modo de saludo y bajó de un salto del arbol.

- Buenos dias Yaejelius,- se cruzó con el y se metio en su hueco del árbol.

Saludo con un gesto a Arhael y sigo mi camino hacia el templo.

Antes de que Arhael entrara en el hueco de su árbol y Yaejelius prosiguiera su camino, una cazadora llegó montada sobre una pantera sable, su armadura estaba semirota por algunos lados, y la sangre recubría la mayor parte de su rostro, antes de desplomarse en el suelo al caerse de su montura.

- Orcoss,.. al sur...

Su voz pareció un susurro, es lo único que dijo antes de desmayarse, su estado era grave le habían herido varías veces y la perdida de sangre pronto acabaría con su vida.

Arhael al ver a la cazadora se inclino sobre ella y trató de cerrar sus heridas.

En vista de que no, llamo de un grito a Yaejelius.

- Dice que hay orcos al sur. Y sus heridas son graves, temo que no pueda hacer nada por salvarla.

Me acerco corriendo a Arhael y la cazadora y me arrodillo al lado de ésta. Le hecho un vistazo a sus heridas e intento determinar si yo me basto para intentar sanarla.

- Arhael, ve al templo en busca de ayuda y da la alarma - vuelvo mi atención a la cazadora - Tranquila,...

La cazadora respiraba con dificultad, la pantera sable se quedó a su lado, posiblemente sabía lo que le pasaba a su jinete, Arhael intentó hacerle los primeros auxilios pero sin mucho éxito, los métodos tradicionales no daban resultado hacía falta mágia.

Una driada se acercó.

- Por Elune, ¿Que ha pasado?

- Orcos - contesto a la driada sin dejar de mirar a la cazadora - No sé si mi magia te curará, pero seguro nos dará algo de tiempo.

Pongo las manos sobre el torso de la cazadora y comienzo a recitar la salmodia de un conjuro de curación.

Arhael se fue corriendo al templo. Abrio las puertas del templo e hizo una reverencia ante los alli presentes. Se acerco a hablar con la suma sacerdotisa del templo.

- Mi señora, perdonad que os moleste en vuestra meditacion pero tenemos problemas ahi fuera. Ha llegado una cazadora con graves heridas, dice que hay orcos al sur.

La cazadora tenía mejor cara, al menos de momento la cura de Yae le hizo efecto, mientras Arhael entraba en el templo y le daba la mala noticia a la Gran Sacerdotisa.

- No se que piensan esos orcos.

Se apresuró a salir a ver el estado de la cazadora.

- ¿Donde está el resto?

La cazadora se levantó con dificultad, se tambaleaba, y se iria a caer si no fuera por la ayuda de la montura que la soportaba.

- Han sido capturados o asesinados mi señora.

La sacerdotisa se quedó parada un momento mientras que unos cuantos sanadores experimentados se llevaban a la cazadora hacía el interior del templo.

- Esta bien, vosotros dos ireis a rescatar a los supervivientes, Leink y Arashia iran con vosotros ser lo más cautelosos posibles.

La driada hizo una reverencia a la sacerdotisa, mientras un elfo bajaba de entre los árboles.

Se inclinó ante la suma sacerdotisa.

- Como ordeneis mi señora. No hay tiempo que perder amigos. Espero que Elune proteja a nuestros compañeros el tiempo suficiente.

Vamonos cuanto antes. Arhael corre en un momento a su arbol para recoger una pequeña bolsa de viaje, lo mas necesario nada mas ( en la nota del personaje lo especifico)

- Yo estoy listo- constesto Arhael mientras terminaba de ajustarse el cinturon de la espada.

Doy un silbido para llamar la atención de Kala y asiento con la cabeza mostrando mi disposición a partir.

Kala se acercó a Yaejelius, dejando que este se montara, mientras tanto el otro elfo llegó abajo y comenzó a caminar detrás de Arashia.

Los tres elfos nocturnos con la driada se encaminaban hacia el sur del campamento con cautela.

Arhael caminaba en silencio llevando su espada a mano por si acaso. No obstante procuraba hacer el menor ruido posible.

La driada iba detrás del elfo que iba explorando el camino, rastreando el camino por donde había venido la cazadora, hasta llegar a un pequeño claro donde había indicios de batallas, tres elfos nocturnos muertos y un par de orcos yacían en el suelo.

El elfo hizo una señal para que todo el mundo se parase antes de entrar al claro.