Partida Rol por web

Un sonriente Bashi se lanza sobre el lobo Asulf y le muerde con cuidado de no hacerle daño.-Auuurg...auuuurg-. Juega con el como si fuese otro animal de la misma manada revolcandose por el suelo mientras esquiva las mordidas del lobo que más que agresivo parece molesto por el incordio. Asulf gruñe para que le deje en paz y esto le parece divertido a Bashi que insiste en atosigarlo.

Entonces ve como Alywen se fija en un espada limpia y se percata de que no conseguira sexo de ella a no ser que la mate y lo practique con su cadaver. En la distracción se lleva una mordida de Asulf y reaciona.-Ja, ja, ja. Vaaaaaaya guerreeera. ¿Eso gustar?...Levantale la faaalda. Ja, ja, ja. No es un hombre...¡Es una doncella!...-. Decide ignorarla al ver que el salon esta repleto de mujeres y muchas de ellas acordes con sus gustos.

Mira en el fondo de la sala una mirada oscura como la noche. Una mujer guerrera de yelmo plateado y caracter gelido reposa sus manos sobre un gran martillo. Su gesto denota una serenidad y un temple felinos. Desnuda de cintura para arriba sus pechos tienen una piel limpia de marcas que han dejado un tacto suave a pesar de su actividad guerrera.

Bashi se acerca a ella y sencillamente le dice .-¿Follamos?. Shhpppppp-.

Los ojos de ullfur recayeron sobre Bashi qeu rodaba por el suelo como un perro - Oye.... deja en paz a Mi Compañero - Refiriendose a Asulf - No pued..... - Vio como aquel hombre bestia ya encaraba a las mujeres del lugar seguramente para darse un revolcon que tanto necesitaba para bajar las ancias de no poder hacer nada.

Una risa resuena a espaldas de Bashi, una mujer imponente con una jarra en la mano. Llena un vaso del mejor vino que se pueda probar y se lo tiende con una sonrisa picara.- Sois sincero y directo, me gusta eso en un hombre.- Afirma con un tono sensual, agachandose un poco para que su imponente canalillo que quede todavia mas a la vista.- ¿Os gustaria acompañarme a vuestros... aposentos?

Fenrir mira a Hangrid, sonriendo por la pregunta que le hace...

¿Qué te parece si hacemos un inocente duelo?

Fenrir se corta un largo mechon de pelo con su espada "Garra", que al rato  trenza , haciéndose una especie de pulsera en su mano derecha, para nuevamente guardar a "Garra"...

Haz lo mismo bella Valquiria, salgamos a un sitio que estemos tranquilos, el duelo es sencillo, quien primero le quite la pulsera hecha de los mismos cabellos de quien lo porte, tendrá que realizar un deseo a su rival, si tu me cojes mi pulsera, haré lo que me digas, si yo consigo tu pulsera, harás lo que yo desee...¿qué te parece la idea de ese duelo?...., así te podré demostrar lo hombre que soy...-decía Fenrir con una pícara sonrisa -

Aylwen puso una mano sobre el hombro del anciano, que parecía preocupado por la forma en que Bashi jugueteaba con Asulf, el lobo.

—Déjales jugar. Asulf no encontrará a nadie más parecido a él mismo en este lugar.

Aylwen hizo una mueca de disgusto ante el comentario del Berserker. Al parecer su momentánea fascinación con aquel guerrero rubio no había pasado desapercibida.

—Apresúrate a conseguir un coño, Bashi. Cada instante que pasas en esta sala te ves más feo.

Intantes después casi se atraganta con el vino, al ver que una mujer de impresionante belleza coqueteaba con el sucio berserker. O allí también había mujeres de la “profesión” o este realmente era el paraíso para los vikingos.

—Ese hijo de una Banshee está de suerte —comentó meneando la cabeza con incredulidad.

Bashi recoge el vino y bebe con agrado mirandola de arriba abajo mientras lo hace.-Mmmm. Je, je.-. La acaricia con el dorso de la mano derecha la mejilla mientras sigue terminando el vaso de un trago con la izquierda.-Je, je. Bonita eres...-. Deja caer el vino y agacha la cabeza junto su cuello aspirando para paladear su olor. Entonces pasa su lengua atravesandolo de abajo arriba haciendo levantar la barbilla a la sorprendida Nira.-Mmm. Shhh Vaamos-. Susura en su oido y la coge en brazos antes de comenzar a caminar hacia donde ha visto que subian las parejas

La mujer pasa solo un segundo por tu lado, lo justo para susurrate con tono de complicidad, mientras finge que solo deja la jarra en la mesa.- De cada hombre se aprovecha lo que se puede, veamos si es tan salvaje en otros terrenos o termina maullando como un gato... ademas, es mejor sacarlo para que no estropee la fiesta ¿cierto?.- Tras la pregunta pone el dedo frente a sus labios, pidiendote silencio y sale de la habitacion con el hombre babeando detras como un perrillo.

Al entrar a la sala la inspecciono primero. Me fijo por si hay caras conocidas, pero ninguna me resulta familiar. Veo asientos libres y elijo el mas apartado. No me interesaba el barbullo de la plebe, me consideraba algo más…

Cuando brindan alzo mi copa con una sonrisa, no serian de los míos, pero al fin y al cabo fueron elegidos. Y respeto las decisiones de los dioses. Supongo que serán dignos de ello. Luego fui pasando la vista uno por uno a los presentes, había gente de diferentes edades. Me fije en sus manos y vi que no todos eran guerreros del todo. Pero todos sirvieron en algo a los dioses y eso me alegraba. La gente perdía cada vez mas respeto a la tradición y era un gran problema.

Comí con ganas los manjares de la mesa, pues tenia hambre y además era una muestra de respeto hacia los anfitriones. Luego me fije en las mujeres, había de todo tipo y gusto, o eso es lo que pareció a mi. De momento disfrutaría de la comida y bebida, luego habría tiempo para el placer. Vi como el hombre bestia se llevaba ya a una sin demasiadas cortesías. Era gracioso a mi modo de ver, pues la verdad es que le veía falto de todo tipo de encantos. Sera que en el Valhalla se realizarían todos nuestros sueños, pero sin duda era el paraíso y pensaba disfrutarlo.

Entro con los demás en el enorme salón de banquetes. Desde luego su tamaño es abrumador, ya que tranquilamente entraría por completo mi poblado con todo el clan y sobraría sitio para otros muchos. Es la construcción mas enorme que nunca vi...aunque que menos se puede esperar de la sala de banquetes del gran Padre Odin?.

Lo primero que hago es tratar de ver si hay algún rostro conocido entre los presentes, como mi padre o mis hermanos, o alguno de los que cayeron junto a mi. Luego me acerco a un sitio libre, mientras examino en silencio los alrededores, tratando de hacerme con la disposición de las mesas y los lugares. Es parte de mi naturaleza, el no estar tranquilo ni siquiera en el Valhalla.

Aunque bueno, estamos aquí para luchar en el Ragnarock, no es así?. Me pregunto como pasara el tiempo en estos lugares.

Me siento por fin en un sitio libre, y observo como la gente que ha llegado junto a mi comienza a interactuar con los demás. Algunos incluso parece que marchan al lecho en breve. Me pregunto si una vez muerto, los votos matrimoniales no serán validos...no por mi, aunque mi padre me prometiera con una mujer que no llegue a conocer, pero sin duda alguno de los presentes estará casado en su vida anterior.

Me levanto de la mesa al ver entrar a un hombre alto y rubio, desde donde estoy juraria que es uno de mis hermanos. Dejo mi lugar y levanto mis faldas para no pisarlas al correr, casi tropiezo con otros que se levantan para ir a bailar o a sus cuartos y por un segundo temo perder de vista a ese guerrero cuyos ojos recorren la mesa.

Llego hasta su espalda con la mayor de mis sonrisa y a punto estoy de lanzarme a su cuello cuando este se da la vuelta, rapido de reflejos como buen guerrero y me quedo parada en el sitio, mas avergonzada de lo que jamas pense que pudiera estarlo.- Yo... disculpeme.- digo con una ligera reverencia, -le confundi con un ser querido.- Le aseguro mientras pienso.- Sera mejor que me retire a mi cuarto, ya he hecho bastante el ridiculo para ser mi primer dia aqui.

Al llegar al gran salón del banquete, todas mis preocupaciones se difuminan. El sabroso aroma de la comida y la perspectiva de unas cuantas copas alejan de mí aquellos oscuros pensamientos de dolor y venganza. Nunca he sido muy resistente a la bebida así que espero emborracharme rápido.

Observo a los presentes. No encuentro a ninguno de los míos, pero habiendo tantas personas, estimo que más tarde los hallaré. Los dioses me impresionan. La belleza de las valquirias y de los  guerreros que rodean a Odín me dejan boquiabierta. Una leve sonrisa cruza mi cara. Mmmm, no estaría mal alguno de ellos como compañero de cama.

En eso, uno de los recién llegados alza su copa y propone un brindis.

¡¡ BRINDEMOS POR LO QUE UNA VEZ FUIMOS, Y POR LO QUE SEREMOS PARA SIEMPRE EN VALHALLA !! y Harald lo secunda, -¡SALUD HERMANOS Y HERMANAS, BEBAMOS Y COMAMOS A LA SALUD DE NUESTROS DIOSES!

Tomando mi copa, me uno al saludo y luego observo un poco a quienes me rodean. Me divierte ver como la mujer tatuada reprende al tal Bagi y luego se queda con la boca abierta cuando una hermosa mujer se lo lleva a su lecho. Ya otros están buscando compañía.

Gariam se ve un tanto inhibida así que me acerco a ella y le digo -Gariam, busquemos lugar en la mesa. Intuyo que nuestros nuevos compañeros tendrán interesantes historias para contarnos mientras comemos. - Luego, busco ubicarme cerca del guerrero que está acompañado por el lobo pues parece poseer un gran arsenal de anécdotas. En cuanto puedo, me presento a los que tengo más próximos.

-Soy Fenja Larsdother, estaré encantada de compartir la mesa con ustedes-

Mientras camino hacia el sitio vació, siento o percibo que alguien se acerca a mi por detrás de forma veloz, y en el ultimo momento me giro para sorprender a quien trata de sorprenderme.

El sorprendido al final soy yo, cuando veo que lejos de ser algún tipo de peligro, es una hermosa joven a la que me suena de haber visto a mi llegada.

Cuando se disculpa la sonrío y me río haciendo un gesto, quitando importancia a su error.

Tranquilizaos mi señora, no es motivo para pedir disculpas. Yo mismo estoy buscando a familiares o amigos entre los presentes, y por ahora no estoy teniendo suerte. Aun así, me gustaría que considerase mi rostro como el de un amigo, si no tenéis inconveniente en ello, claro.

Cuando veo que se dispone a marcharse, le tomo con gesto suave de la mano y le sonrío de forma amigable.

Os marcháis ya?...es una lastima, me hubiera gustado encontrar a alguien con quien hablar, sin que me hagan sentir un pobre torpe. Aquí hay muchos guerreros y aun no me acostumbro a estar entre ellos. Me haríais un gran favor si permanecierais un rato junto a mi.

Poco a poco la musica y las voces de fiesta vuelve a sonar, vuelvo a sentir el calor, el regusto de la cerveza en mi boca, el olor del jabalí.... Mi visión se expande de nuevo.

Pongo una mueca de desprecio y escupo al suelo, cerca de sus pies. Luego voy a una esquina solitaria de la mesa, a sentarme para beber y comer, alejando de mi mente su pensamiento y presencia....

Me mantenía ajeno a las charlas, simplemente me senté. Comí y bebí, pero al ambiente le faltaba animación. Me gustaba pero le faltaba algo. Mire alrededor y me fije en los músicos, me levante y me dirigí a ellos, sugerí un canto que seguramente ellos conocían. De hecho si, me puso mirando a la mesa y les di señal de tocar. Mi voz era bastante gutural, pero bastante melodiosa:

Escucha el sonido de las espadas satisfaciendo la noche
Siente el viento de muerte en tu piel
Ve las flechas volar, llameando en el cielo
Escucha los gritos de los hombres, mientras mueren

Nosotros ganaremos esta batalla con fuerza y corazones sin miedo
Llegamos y satisfacemos nuestra profecía
Así que ahora debemos marchar hacia nuestro reino
Con las cabezas en alto y los ojos brillando tenuemente
Nosotros regresamos con nuestra gloria

El silencio ahora cae sobre este sangriento campo de batalla
Los buitres festejan con la carne de los cuerpos muertos
"Este es un gran momento para todos nosotros,
pero ahora es tiempo de regresar a casa victoriosos"

Nosotros ganaremos esta batalla con fuerza y corazones sin miedo
Llegamos y satisfacemos nuestra profecía
Así que ahora debemos marchar hacia nuestro reino
Con las cabezas en alto y los ojos brillando tenuemente
Nosotros regresamos con nuestra gloria

Nosotros ganaremos esta batalla con fuerza y corazones sin miedo
Llegamos y satisfacemos nuestra profecía
Así que ahora debemos marchar hacia nuestro reino
Con las cabezas en alto y los ojos brillando tenuemente
Nosotros regresamos con nuestra gloria

Al acabar la canción recorrí con la mirada a los que estaban ahí, para ver su reacción.

Fenrir escucha la canción de aquel hombre que canta, al terminar este le aplaude, cogiendo una gran copa y brindando por él....

Tu voz aunque no sea melodiosa cual mujer, hace que nuestros recuerdos vean la luz de la letra de la canción, te felicito, te mereces este brindis....

Fenrir se acerca a los músicos......

Cantaré una canción que me cantaban, en recuerdo de nuestra vida estando vivos, y en esta vida que nos espera.......

..[ tose un par de veces ] ....

Empieza a cantar como un bardo

" De lejanas tierras llegamos..,

de nuestro amor por nuestra tierra del Norte..,

ganada en batallas , con sangre y amputados miembros,

de infinitas batallas nos enfrentemos con nuestro porte.

Nuestra visión de nuestras tierras ocres..,

de nuestros enfrentamientos en batallas abiertas..,

llenas de sudor, lágrimas y sangre...,

pero que con fuerza, ganemos en vida cierta.

De las distintas aldeas del Norte..,

luchemos con fuerza, determinación  y ganas..,

siempre acabando con nuestro eterno enemigo..,

aún cuando en ellas compañeros perdimos.

Sea esta nuestra canción que nos acompaña..,

hasta que nuestro propio cuerpo cayó en batalla...,

llevándonos si de acción noble fuimos vencidos..,

que las bellas Valquirias nos acerquen a Valhalla.

Sean nuestras voces escuchadas por los que aún viven,

que nuestras hazañas siempre sean recordadas..,

de una vez que en vida llegemos a vivir como mortales..,

y ahora muertos, vivimos para siempre en Valhalla.

Que nuestas voces se extiendan en los vientos..,

que nuestras certeras palabras sean escuchadas,

ahora nos merecemos la eternidad por nuestras muertes..,

protegeremos con determinación y valentía Valhalla.

De tierras lejanas llegamos...

ahora eternamente vivimos...,

con nuestro Padre Odín y hermanos..,

seamos recordados por siempre por los vivos.   "

Fenrir da otro enorme trago a su copa de Hidromiel después de acabar la canción....

¡¡UN BRINDIS POR NUESTRO PADRE ODÍN, NUESTROS HERMANOS Y HERMANAS Y LAS PRECIOSAS VALQUIRIAS QUE NOS ACERCARON  !! - dice mirando a Hagrid ofreciéndole su copa de Hidromiel para que la termine -

Sigo paseando, buscando el lugar "idoneo", para sentarme. Con la copa en la mano, bebiendo pequeños sorbos y picoteando de los deliciosos manjares.

Voy saludando a la gente...Alzo mi copa hacia Fenja y Gariam, que veo apartadas en un rincon..

Escucho la cancion de Stein, moviendo la pierna con el ritmo de la musica...<Cantar lo que se dice cantar, no lo hace muy bien que digamos... aunque ese estilo y la letra de su odda, me gustan.> Alzo mi copa satisfecho de su actuacion.

Luego se sube el tipo del casco....¿"Fenrir",ha dicho que se llamaba...o lo se lo he escuchado a alguien?

Le escucho tambien, siguiendo el ritmo...Su balada me evoca...Cuando hace el brindis, lo secundo...

-¡Salud!- Apuro la copa...

Cuando dejo la copa vacia en la mesa y cojo otra, cruzo la mirada con ese bello ser, de cabellos rojizos y ojos verdes como esmeraldas....<¡Glups!>

-¡Eres la mujer mas bella que jamas he visto....!-La dedico la mejor de mis sonrisas. -Sin duda debes de ser Hija de Freya...

Disculpame...Me llamo Harald Gunnarson, ¿Puedo sentarme?...

Aylwen siguió con la mirada a la mujer que se llevaba escaleras arriba al impresentable vikingo.

—Sí, claro —murmuró por lo bajo—. No es que seas la reina de las putas, es sólo que no quieres que arruine la fiesta —meneó la cabeza con incredulidad—. Las cosas que hay que oír.

Se puso a escuchar con aire somnoliento las canciones de los vikingos, al tiempo que vaciaba su cuarta copas de hidromiel.

—¿Qué no se callan nunca estos vikingos? —se quejó—. ¿Voy a tener que pasar la eternidad con estos plastas? ¡Cernunnos se apiade de mí!

Se puso de pie, tambaleándose ligeramente por los efectos del alcohol.

—Oíd, yo también tengo una canción para vosotros nobles guerreros del norte. —anunció arrastrando ligeramente las palabras—. Va para vosotros, gallardos quemadores de aldeas, bravos asesinos de ancianas y heroicos violadores de niñas.

Se envaró y tomó aire, como preparándose a cantar.

Abrió la boca y

Emitió una serie de sonoros eructos.

Soltó una carcajada y cayó sentada en su silla. Continuó riendo un buen rato, entre trago y trago.

- ¡Espero que lucheis mejor que cantais!.- Espeto alguien y muchos se rieron pero cuando hablo Aylwem muchos callaron y otros gruñieron ante tal ofensa.

Un hombre entonces se levanto y nadie se atrevio a decir palabra alguna. Demasiado lejos para verle la cara pero la reaccion de los presentes mas veteranos debia tratarse de un guerro importante.

- Hay que reconocer que tienes valor, no solo para haber llegado a esta mesa sino para hablar de ese modo ante el propio Odin, mi padre. Teneis un mal concepto de nosotros, juzgais sin conoceros. Si, matamos ancianos, les damos un final mas noble y digno que el de permitir que sus cuerpos se pudran por la edad pero no violamos, tomamos lo que vuestros hombres no saben defender, el premio que ganamos por derecho en batalla y os hacemos un favor asegurando que los hijos que os engendramos haran a vuestro pueblo mas fuerte. ¿Niñas? lo que para vosotros son niñas en nuestro pueblo son mujeres. ¿Creeis que cuando vuestros guerreros entran en una de nuestras aldeas no hacen lo mismo sino cosas peores?.- te pregunta ofendido.- En la guerra es algo normal y legitimo solo que nuestras hembras no son comportan como perras apaleadas, se levantan y se hacen mas fuertes, aprenden del dolor, deberia hacer lo mismo.

Sabias palabras las de aquel hombre que se habia levantado tras los dichos de Aylwen; el silencio en ese lugar parecia haber consumido las palabras de todos... miradas fugaces y pensamientos abstractos rondaban la mente del Cazador. Quien era el? se preguntaba aunque hacia congeturas de quien podia tratarse.

Coloco la mano sobre la cabeza de Asulf y le miro a los ojos con una leve sonrisa......

Habia confundido a ese hombre con mi hermano ¿Como podia ser tanta? ¡Habia llegado alli conmigo! Mi cara se enrojecio.

La mujer que tambien habia visto fuera del palacio me ofrecio sentarme junto a ella y yo sonrei siguiendola pero antes me gire.- Venid, creo que hay sitio para los tres.- Afirmo tendiendole la mano, ahora aquel hermano era de mi familia, un elegido como yo en la mesa de Odin. Me sente entre ambos y alce mi copa ante el brindis de la guerrera.

Di un sorbo a la dulce bebida, no demasiado pues queria disfrutar de aquello todo el tiempo posible.

Entonces algunos se pusieron a cantar melodias que jamas habia escuchado y segui el ritmo con sonoras palmadas, como hacian otros... hasta que la mujer de la cara pintada hablo. Sus palabras eran duras y en ellas se notaba un fuerte resentimiento.

- He hay un claro ejemplo de cuan delgada es la linea que separa el valor de la incosciencia.- susurre tan devilmente que solo los mas cercanos a mi pudieron oirme.

La contestacion no se hizo esperar, en parte estaba de acuerdo con aquello, era mi cultura, la ley de la naturaleza donde solo los mas fuertes deben prevalecer pero tambien entendia a aquella mujer porque yo tambien lo era.