Partida Rol por web

Me sería duro explicar con palabras como me sentía esa noche, si era en realidad noche, en este reino manejado por los Dioses. Y decían los cristianos que su fe era la verdadera. 

Dioses que bebían y comían a la par que los mortales, tal vez no fuesemos mortales normales, tal vez seamos los elegidos por Odín, pero a fin de cuentas: Somos Mortales.

Sí, comencé a pensar esto al entrar en la habitación. Una alcoba que no estaba repleta de oro, pero se apreciaba la divinidad de la armonía en conjunto. Me eché sobre la cama; Lenneth tenía razón, las ropas del colchón eran suaves, consistentes y calientes. 

Al poco rato me dormí.

En un momento dado desperté.

Todo estaba oscuro, pero podía distinguir vagamente los contornos de lo que rodeaba a la cama, estuve unos segundos descolocado, sin saber donde estaba, pero pronto conseguí recordarlo todo; consigo recordar que morí, y que luego Odín me trajo aquí como uno de sus elegidos.

Al pronto recuerdo los banquetes, me entra la curiosidad de lo que pudiera estar pasando ahora mismo. No me hago de rogar y salgo de la habitación. Dirección a la sala de banquetes.

"veamos, ¿Por dónde era?, ¡ah Sí! Es por aquí"

Los dias pasaron en aquella fortaleza y ya todos os conociais mucho mejor, habias incluso echo pequeños torneos de batalla para divertiros. La Valkiria que se os habia asignado, era de lo mas cortes y servicial pero siempre remarcando su duro caracter, una cosa era que os cuidaran y otra que las usarais como esclavas.

La mañana del septimo dia abristes los ojos con un delicioso olor en tu habitacion. La viste alli sonriendo y abriendo las persianas, dejando una bandeja en una mesa.

Al abrir los ojos, lo primero que siento, antes de ver nada, es ese grato olor, que sólo puede ser producido por un buen desayuno.

-¿Qué sabrosos manjares traes en esa bandeja, Lira, ahí Lira, qué bueno es despertarme asombrándome por tu belleza?- pregunté de forma dulce. 

La joven se gira y te sonrie, era un mujer muy hermosa, con largos cabellos rubios y preciosos ojos color cielo... siempre iban armadas con una espada cosa que a veces se hacia un poco violento...

- Acaba de amanecer - Te informa mientras de una jarra te sirve un poco de zumo - ¿Habeis dormido bien? Thor a dispuesto que nos encarguemos de vosotros hoy como nunca esta noche tiene algo que contaros.

Despues sonrie divertida - Sois demasiado alagador conmigo - Comenta ruborizandose un poco.

 -Nunca se es demasiado halagador- Responde mientras se incorpora- y por casualidad, ¿la chica que tengo delante no sabrá de qué se trata?

Ella niega con la cabeza y se apoya en la mesa acomodandose mientras te habla - Pues no lo se, a primera hora nos han reunido y nos han ordenaro cuidaros muy bien este dia, y acompañaros a la cena, nada mas - Se aparta el pelo de la cara clavando sus ojos azules en los tuyos.

- Algo me dice que dentro de poco tendreis que luchar - Comenta como si un presentimiento la invadien...

 - Si así lo quiere Thor. 

Esa mañana estaba mucho más hambriento de lo normal, tal vez hubiera cenado poco aquella noche. 

- Debeis tener cuidado mi señor... - Te mira y no te cuesta ver la preocupacion en sus ojos - Si moriis aqui ireis al eHlherim... y Hela no es muy agradable... ademas de que su padre perturbaria vuestros sueños... - Se aparta el pelo de la cara y coge una pequeña fruta rojiza de la bandeja que te trajo y se la lleva a la boca.

- No te desearia eso... - Sonrie tristemente y suspira de nuevo incorporandose - ¿Que deseas hacer tras el desayuno? - Pregunta intentando quitarse esos pensamientos de la cabeza.

-Eso que dices no es muy halagüeño, pero nada cambiará mi parecer. 

Sonrío ante el ofrecimiento. Pensando en muchas cosas. 

-Desear...- masca la palabra- ¿Qué me ofreces?

- Thor nos ha ordenado seguir vuestras ordenes y satisfacer todas vuestras necesidades, asi que... lo que vos me digais, en cuanto lo ordeneis hare todo cuanto pueda por complacer vuestro dia - no podia evitar el pensar que no era una mujer cualquiera, aunque ahora fuera sumisa por orden de Odin o de su hijo esa mujer fue en su dia una guerrera.

 -¿Qué te parece... ¡Pelear!?... el Ejercicio mañanero te ayuda durante todo el día. 

- Deseas pelear conmigo o con otro guerrero? - Te pregunto poniendo una maliciosa sonrisa que te erizaba el pelo de la nuca, pues si luchaba tan bien como lo bella que era tenias las cosas dificiles.

 Me traspuse y me hice valiente. 

- Contra ti, me gustan los retos como tú- Sonreí, rezando para que la batalla fuera con armas no letales.