Partida Rol por web

Cuando ve que Vitel para durante un momento, Kipp aprovecha para darle unas palmaditas en el hombro a Nathan, con una sonrisa de complicidad.

-Te va a gustar, ya verás.- Le dijo a Nathan con un suave susurro, sin querer añadir nada más para no postergar la hora de las sorpresas.

- Sé que algo raro me está pasando...desde hace días me encuentro muy enfermo y sólo en algunos momentos me siento bien... - digo mientras recuerdo cuando bebo sangre - ...por eso decidí ir a un especialista para que me dijera qué era lo que me está pasando...pero si usted sabe qué me esta pasando puede decírmelo y me ahorrará muchos dólares...

Kipp acaba de decirme que me gustará, y realmente no sé como tomarme todo esto. Parece que soy uno de ellos pero qué son ellos...hasta ahora parecen sacados de comics, gente que no se para ante las balas, gente que salta coches...parecerían superhéroes pero no creo que sean buenos...no la mayoría...

Nathan no se hizo visible para responderte pero oíste claramente su voz cerca tuyo:

- He revisado el pasadizo un par de veces por ahí no hay nadie, pero si te adentras más no puedo asegurártelo. Si escuchas algo o ves a la criatura de tus visiones huye. Sólo los baalis más antiguos y poderosos tienen esas formas... por norma general no tendría miedo de un miserable infernalista... pero un infernalista común tendría forma humana... como un vástago normal. El que tú has visto tenía tantas deformaciones que su  aspecto era el de un demonio... esos seres son muy peligrosos. Suerte Teresa. -

Teresa se adentra un poco más con toda la sutileza del mundo. Avísame todo lo que puedo avanzar estando segura y si veo o escucho algo.

Adquirió de nuevo esa postura orgullosa mientras el Príncipe les felicitaba por el resultado del encargo, dejando que la esperada presentación siguiera su esperado curso. Su rostro fue desdibujando el orgullo ante la desagradable pantomima y las palabras Nathan le ofrecieron una oportunidad que no podía malgastar. Se armó de coraje para realizar una complicada pregunta al aire. A mí me gustaría saber en qué mierda nos metiste ayer, se suponía que sólo teníamos que recogerle, no rescatarle. Aunque estuviera disgustado, se compadecía del muchacho, no sólo tenían que explicarle de qué se trataba, además que ahora alguien consiguiera rescatarle del séquito de Vitel sería todavía más complicado.

- Sinceramente lamento las contrariedades que hayan podido sufrir, señor Weems. Pero les avisé de que mucha gente mataría por encontrar al señor Scott. Usted estaba preparado para defenderse en caso necesario y así me lo expuso. - Vitel no aparta ni por un instante la mirada de Weems. - Nadie dijo que fuera a ser fácil pero lo han conseguido. Sabían que podía haber problemas. Pero lo han logrado y les transmito mi más sincera enhorabuena. Ya han cumplido con su cometido. Nathan está aquí ileso como pedí. También les dije que nadie más quitando a Gino y a mí sabía de la existencia de Nathan Scott. Y que si había filtraciones yo lo sabría. Y que habría represalias. Cuando tenga noticias certeras recibirán ustedes mi aviso. -

Vitel vuelve la cabeza hacia Nathan tras un par de segundos de espera para asegurarse de que ha quedado todo claro. La última frase ha sonado a amenaza y alguno sabéis que Vitel jamás amenaza en vano. No es hombre de amenazas veladas y no permite que se cuestione su autoridad... bajo ningún concepto.

- Bien señor Scott. Trataré de darle algunas explicaciones... Todos los presentes somos lo que usted conoce como vampiros. Sí, esos de los que se habla en las películas... con ciertas salvedades claro, pero el concepto básico es el mismo. Somos criaturas de la noche y necesitamos de sangre para sobrevivir. Probablemente usted ya sospechara algo... y las consultas a todos esos especialistas no hicieron más que agravar sus temores... ¿no es así? - la voz profunda y potente de Vitel se ha suavizado, casi como si quisiera ser indulgente con Nathan y calmar sus temores. - Hay muchas cosas que debes aprender si quieres sobrevivir... Hay mucha gente interesada en acabar contigo o utilizarte, sólo por ser quién eres... por ser como eres. Baste decir por el momento que en ocasiones, algunos vampiros débiles, de muy poca potencia de sangre, que no deberían ser capaces de convertir a personas en vampiros... lo logran. Usted ha sido el producto de uno de esos extraños casos. ¿Se acuerda de ella? ¿Recuerda su nombre o tan sólo la loca carrera en casi hasta su apartamento? ¿Cree que desapareció sin más? Puedo responder a todas sus preguntas señor Nathan. Y no se preocupe por aquel vagabundo. Nadie lo buscará... ni a usted tampoco... al menos no por ese incidente. -

Vitel parece complacido a medida que sigue hablando hacia Nathan: - La mejor oportunidad que tiene usted de sobrevivir es quedarse con nosotros, y aprender. Le responderé a sus preguntas en privado cuando esté preparado, señor Scott. De momento, creo que lo mejor es asignarle un tutor temporal. Alguien que le explique con detalle en qué consiste ser lo que es actualmente. Y nuestras normas... porque incumplir alguna de ellas, aunque sea por desconocimiento... puede acarrear la muerte definitiva. -

Vitel mira al resto de los presentes de uno en uno... - ¿Hay algún voluntario para ser el mentor del chico durante un par de días? -

Avanzas por el pasadizo con extremo cuidado, sobretodo al pasar cerca del símbolo baali marcado en la pared.

Cuando te has adentrado unos metros en el pasadizo, y gracias a tus ojos rojos, te percatas de que Nathan tenía razón... el pasadizo se adentra en la negrura y hay varios que salen a izquierda y derecha...

Cuentas tres hacia la izquierda y te internas por el tercero, de momento no has visto ni oído nada pero todo empieza a sonarte mucho... estas en el mismo sitio que en tu sueño.

Avanzas con cuidado hasta que llegas a una pared donde en el sueño veías que era desplazada para dar paso a la cavidad donde reposaba Art.

No ves ninguna especie de mecanismo y por lo que recuerdas del sueño la mano apartaba la roca con suma facilidad. Tratas de hacer fuerza y empiezas a empujar pero ni apoyando todo tu peso logras que la roca se mueva un milímetro...

Entonces es cuando te parece escuchar un roce de algo contra la piedra más adelante en el pasillo... por el extremo opuesto al que has venido...

Entiendo que escucho el ruido por detrás mía ¿no? Pues esconderme no puedo así que… miro.

Al principio no ves nada, pero al cabo de un instante vuelves a escuchar el roce, esta vez más de seguido... y empiezas a vislumbrar un resplandor rojo al fondo del pasillo.

La sonrisa de Kipp se ampliaba a medida que Vitel iba exponiendo las explicaciones y desarrollaba su discurso. Miraba al Príncipe y a Scott alternativamente para tratar de determinar qué reacción tendría el muchacho. Y cuando Vitel suelta la pregunta bomba... Kipp se recuesta en su asiento, y gira su cabeza hacia Vitel.

-Yo lo haría, pero en mi tiempo libre. Por suerte, últimamente tengo mucho. Tampoco puedo explicarle las reglas porque, bueno... porque yo mismo desconozco todavía varias, pero supongo que te referirías a eso cuando le dijiste al muchacho que se pasara a recibir explicaciones. Yo puedo ponerle al corriente de lo básico.

Su mirada se dirige entonces a encontrar los ojos de Nathan, y le da golpes suaves con el codo en el costado.

-Venga, venga, dile a Vitel que vas a ser buen chico y que vas a aprender todo lo que Tito Kipp te enseñe, ¿eh?

Vampiro. Según este hombre me acaba de decir soy un Vampiro. Mi mente empieza a dar vueltas y empiezo a sentirme mareado de tanta idea que pasa por mi cabeza. La sangre...la fotofobia...el instinto asesino con aquel vagabundo...la somnolencia diaria...esos síntomas los tengo pero...¿de verdad estoy muerto? 

El mareo aumenta y logro ver escenas de aquella noche...me mordió...ahora empiezo a recordarlo...recuerdo que bebí de su muñeca...¿sería ese el momento en qué me convirtió? No recordaba nada hasta ahora...¿por qué? Una defensa de mi mente para no conocer la verdad...o es que estoy en una pesadilla y aún no he logrado despertar...

Miro al techo intentando encontrar alguna respuesta pero sólo me asaltan más dudas...aguanto las ganas de vomitar porque sé que sería sangre lo que soltase por mi boca. Me recuesto en el asiento y escucho las últimas palabras de Vitel, me van asignar un tutor. Tras años de estudio aún me queda todo por aprender...

Ante la insistencia de Kipp asiento con la cabeza tímidamente. Él será mi tutor.

Me retraso todo lo sutil posible, me pongo unas gafas de sol (te dije que las tenia en mi equipo hace tiempo) para que no se me vean los ojos rojos y me intento ocultar para ver como abre el pasadizo.

Te diriges al Hotel Washington. Una vez dentro vas directo a la sala de reuniones, la misma de la noche anterior y la misma de otras muchas noches, empiezas a estar acostumbrado.

En el pasillo anterior a la sala de reuniones te cruzas con tres figuras: Helena Taylor, Chas Voyager y Gino Manitelli (3 de los primogénitos de Washington). Todos te saludan y te indican amablemente que Vitel está reunido dentro con tus compañeros de misión... no hay problema en que entres, puesto que al parecer Vitel estaba enterado de tu retraso y no tenía inconvenientes.

Procurando cuidar un poco tu aspecto diste un par de golpes a la puerta y ésta se abrió... uno de los guardaespaldas ghoul te dejaba paso y viste a todos tus compañeros sentados en la mesa hablando con Vitel. Todos menos Teresa.

Vitel se encontraba de pie, te miró y te indicó amablemente que te sentaras...

Nathan no parece encontrarse muy bien ante las últimas revelaciones y os encontráis todos un poco en estado de shock ante la petición de Vitel y el ofrecimiento de Kipp... En ese momento llaman a la puerta de la sala y uno de los guardaespaldas ghoul abre y deja paso a Cohen.

Vitel le saluda y le invita amablemente a sentarse... parece que estáis casi todos.

- Buenas noches Cohen, le pondré al día. Acabamos de revelar su verdadera naturaleza al señor Scott. Kipp, aquí presente - Vitel hizo un gesto muy teatral hacia el parlanchín vástago. - se ha ofrecido amablemente a ser el tutor del señor Scott. Estoy intrigado por si alguien más es voluntario. En cualquier caso la elección del señor Kipp me parece acertada, salvo que alguien tenga alguna pega. -

Vitel sonríe, junta sus manos a la espalda y prosigue: - Bien, Cohen, ¿tiene algo más de información que compartir con sus compañeros y conmigo? Su otra misión sigue en pie, aún no han traído a Fuller a mi presencia. -

Te ocultas lo más posible en las sombras al fondo del pasadizo y ocultas tus ojos tras las gafas de sol.

Al poco ves aparecer cerca de donde te encontrabas a una figura que te inspira tus mayores terrores. Es la figura que viste en tu visión...

  Una criatura que nada tiene que envidiar a los demonios salidos de las peores pesadillas. Mide cerca de dos metros y medio de altura, un par de enorme cuernos sobresalen de su cráneo. Tiene una musculatura poderosa y sus manos acaban en afiladas garras. Toda su piel tiene un tono rojizo y sus ojos rojos brillan en la oscuridad.

Pero lo que más miedo te produce... lo que más te aterra y agita tu bestia, son las llamas que recubren a la criatura. Llamas rojas y llamas negras.

Una de las manos de la criatura araña ligeramente la pared donde se supone que está la roca que tapa la entrada a la prisión de Art...

La criatura agarra con una de sus manos parte de la roca... flexiona los músculos y comienza a apartarla. La roca tiembla al principio y luego pequeñas esquirlas caen de todos sus bordes pero empieza a moverse.

Con aparente facilidad la criatura desplaza la roca hacia ella misma dejando una pequeña abertura por donde te da tiempo a vislumbrar lo que viste en tu visión... Los restos de Art reposan en el suelo de aquél pequeño hueco.

Y tan rápido como empezó todo acaba. La roca vuelve a su sitio con una facilidad pasmosa... la criatura gira su cabeza directamente hacia donde tú te encuentras... puedes ver sus ojos posándose en ti, puedes ver las llamas. Y finalmente observas una especie de sonrisa retorcida en el rostro de la criatura.

Mientras mira en tu dirección pronuncia unas palabras con una voz profunda y tenebrosa que hace eco por los pasillos:

- Ven a mí. - y extiende la palma de su mano izquierda hacia arriba mientras unas llamas negras salen de ella y se forma un especie de bola de fuego en la palma de su mano.

Toda la bestia se agita en tu interior pugnando por salir y alejarse de aquél ser.

Aparto los ojos rápidamente, utilizo celeridad y me voy de allí.

Pese a la amenaza con la que concluyó su disculpa, estaba satisfecho de haberla recibido, era lo menos después de enfrentarse a la Muerte Definitiva tan gratuitamente. Por su parte ya había hecho más de la cuenta por el chaval, por lo que no se metería en el asunto del tutor, pero no estaba de más animar al voluntario. Tras el nuevo ofrecimiento del Príncipe contestó marcando su acento. Naaah tío, seguro que Kipp se encarga de contarle toooodas las cosas que necesita, es tu hombre para esto. Les dedicó una sonrisa a ambos, Kipp y Nathan un tanto burlona, pero simpática, al fin y al cabo parecían querer fortalecer los lazos que se crearon la noche anterior.
Tras la entrada de Cohen regresaron al tema que les ocupaba esta noche y que tanto estaba retrasando sus asuntos en la ciudad. Eso Cohen por favor, ponme al día en esta historia que estoy en blanco. A pesar de la expresión, había retomado una pesada seriedad y buscó la reacción del resto con demasiado interés.

Me mantuve en silencio un segundo, levantando el bastón ligeramente dando algunos golpes en el suelo, mientras le daba vueltas a la idea de ser tutor de Scott. ¿Locura? ¿Viable? No lo sé... Desde luego Kipp era perfectamente apto, pero decidí ofrecerme igualmente, por si hiciera falta.

- Bien, considero a Kipp perfectamente capacitado para el cargo, pero si fuera necesario, estoy disponible para enseñar al muchacho, si algo tengo es desde luego... conocimientos.

Luego me mantuve en silencio, esperando que Cohen respondiera a la pregunta del príncipe.

Se sentó con parsimonia y tranquilidad, y esperó a que los otros hicieran sus apuntes a pesar de que el Príncipe le hubiera pedido una respuesta.

—Bueno, imagino que sabrán que tras entorpecer sus planes. Fuller colocó una bomba en la mansión Campbell, donde lo habíamos encontrado momentos antes a la mitad de un extraño ritual con bastante parecido a las mitologías egipcias que se asocian a los Seguidores de Set y que parecía requerir el sacrificio de una joven mortal. Tratamos de huir al darnos cuenta de la presencia del artefacto explosivo, y a duras penas lo conseguimos. La joven Lori se vio sepultada por los escombros aunque, por suerte, pudo ser rescatada.

Hizo una pequeña pausa durante la cual cruzó sus manos sobre la mesa, mirando alrededor, con especial hincapié en Lori, para finalmente volver a dirigirse al Príncipe Marcus.

—En cuanto a la localización actual de Fuller, mis contactos informan de que se encuentra en un almacén de la zona industrial, cuya dirección es —rebuscó en sus bolsillos, lo que hizo que una nube de su característico hedor corporal a café requemado, leche cortada y toneladas de suavizante se expandiera al ritmo de los pequeños pero enérgicos movimientos que realizaba mientras buscaba el papel donde tenía escrita la dirección del almacén donde se encontraba Fuller para a continuación leer los datos en alto—. Se encuentra vigilado día y noche por los cultistas que lo siguen.