Partida Rol por web

Me acerco a la casa con sigilo, evitando la luz lo máximo posible. Observo la casa y la rodeo para ver las entradas y salidas, sobre todo la trasera. Intento comprobar la altura aproximada de las ventanas del primer piso para ver si un salto es factible desde ellas, nunca se sabe lo que tienes que usar como puerta de salida en estos casos. Me fijo si es posible que pueda saltar cargando a Emma o que ella pueda aterrizar sin heridas graves.

Tras realizar la comprobación me dejo ver y camino hacia la puerta principal con tranquilidad aparente ya que por dentro estoy muy nervioso. Sigo andando hacia la puerta principal y timbro tras comprobar por última vez que nadie me sigue.

Detectaste movimiento al otro lado de la puerta mientras fuera quién fuera comprobaba quién eras, y probablemente si venías sólo. Un hombre con cara de pocos amigos y con un revólver enfundado en una sobaquera te abrió la puerta y te indicó que entraras.

Acto seguido cerró la puerta tras de ti. No dijo ni una palabra, sólo te acompañó por un pasillo hasta una puerta que daba a unas escaleras que bajaban. Pasásteis por delante de un salón donde pudiste ver al menos a otros tres tipos. Uno vigilaba por las ventanas y los otros dos estaban jugando a las cartas en la mesa del salón.

El hombre sólo te indicó con un gesto de la mano que bajaras las escaleras y al verte titubear sacó su arma y te apuntó mientras te llevaba con él hacia abajo.

El sótano pudo ser en alguna ocasión un lugar acogedor y familiar pero no lo era ahora. Nada más lejos de la realidad... estaba prácticamente vacío, salvo una silla donde se encontraba sentada y atada Enma. Tu amiga y amor secreto estaba amordazada con un esparadrapo que le impedía hablar pero al verte abrió los ojos como platos y un gemido se escapó de su garganta... Viste cómo las lágrimas empezaron a aflorar en sus ojos. Alrededor no había más que otra silla muy cerca de la de Enma, y tras ella una mesa con varios aparatos encima, y algunas manchas de sangre. Los aparatos eran poco habituales y te recordaban a las películas gore de torturas y elementos sádicos... no tenía buena pinta.

El hombre del hospital salió de entre las sombras cercanas a una pared*.

- Bienvenido señor Scott. Me parece que es usted un hombre sensato. - el tipo se cruzó de brazos. - Aquí tiene a Enma. No ha sufrido nada, nadie le ha tocado un pelo. Puede comprobarlo, incluso puede preguntarle a ella... Siga colaborando y ambos podrán irse por su propio pie en menos de media hora. -

Su voz era firme y segura y tenía cierto deje peligroso... no parecía un tipo con el que jugar.

Asiento con la cabeza, mientras me acerco a Emma lentamente y le acaricio el pelo para tranquilizarla. Luego me giro hacia el tipo que me intentó secuestrar y le pregunto:

- ¿Qué coño quieres de mí?...Si conoces a Vitel, eres uno de ellos ¿no?...así que pongamos todas las cartas sobre la mesa...y sobre todo...¿quién eres y por qué soy tan valioso?

Mi voz intenta parecer segura y en mi cabeza lo parece aunque seguramente no lo parezca tanto. Pero quiero saber quién es y qué pasa. Quiero saber porque Vitel me considera valioso y porqué él quiso secuestrarme en el hospital.

Su mano se dirigió veloz a la cadera de Iris tras haberse separado algunos centímetros y la atrajo con fuerza hacia su cuerpo. Set sabe que no la voy a joder, me gusta su recompensa. Consciente del peligro, no se entretuvo demasiado en las garras de la hermosa mujer evitano malgastar más tiempo. Será divertido y arriesgado, ja, dalo por hecho. Concluyó para separarse y dirigirse a su habitación. Tras saludar a su hermosa serpiente y nutrirla, se dispuso a preprarse para el posible combate, cambiando su ropa con algo más resistente y recogiendo su arsenal. De regreso al SUV llamó al móvil de Kipp para pasar lista. Ey colega, estoy listo, ¿cuál es el plan? Pronunció inmediatamente cuando la llamada fue aceptada.

Kipp te contestó al cabo de un par de segundos:

-¡John, tío! ¿Qué tal te fue? Nosotros estamos comparando capacidades, ya sabes... Hemos formado un par de grupos, uno de distracción y uno de infiltración, pero aún no hemos empezado a movernos. ¿En cuál crees que encajas mejor? En el de distracción van Ashley y Freddie. En el de infiltración, los nosfes y yo.

El hombre sonrió... y su sonrisa no te dejó muy tranquilo: - Puedes llamarme Jacque. Te basta con saber que no todos aquí trabajan para Vitel. Y ése es mi caso. -

Sus manos colocaron otra silla muy cerca de la de Enma y su cabeza te invitó a sentarte... Viste que había preparadas unas correas para sujetar tanto las piernas como los brazos:

- Siéntate. Sólo necesitamos un poco de tu sangre... con eso será suficiente. Luego tú y la chica podréis largaros. Y si no queréis que volvamos a vernos mantendréis la boca cerrada. -

- Parece ser que mi sangre últimamente se ha vuelto valiosa...todo el mundo la desea... - digo con cierta sorna - ...así que si no estás bajo el yugo de Vitel...¿eres tú tu propio jefe o tienes a otros por encima?

Las preguntas se las hago con cierta razón, Vitel se alegró demasiado de verme...parecía que soy algo valioso para él...pero por qué...no tengo esa respuesta y puede que Jacque me la puede proporcionar.

- Lo de mi sangre...¿es porque tengo la sangre débil? - Vitel había dicho que en casos como el mío era imposible convertirse, algo especial tengo que tener y quiero averiguarlo.

Miro a Emma que seguramente no entienda nada y le guiño un ojo. Luego me remango el brazo y se lo muestro a Jacque para que pueda sacarme sangre.

- No hace falta que me ates...te la doy de buen grado...aunque no te pases tampoco...

Dos de los hombres de Jacque se acercan y te sujetan de ambos brazos. Mientras el tipo que se ha presentado como Jacque saca una jeringuilla de un maletín y varios tubos de ensayo. Con pericia y meticulosidad se dispone a sacarte unas muestras de sangre* mientras sigue hablando:

- Chico, en este mundo todos respondemos ante alguien. Te acabas de meter en un embrollo sin saberlo... casi te compadezco. - te mira un instante a los ojos y continúa: - Lo de tu sangre es porque mis superiores me lo han pedido. No hago preguntas, casi siempre es mejor así. -

Cuando finaliza el proceso, Jacque lanza una mirada a sus hombres y se apartan de ti. Él retira la goma que te había colocado en el brazo para sacarte la sangre y guarda todo en el maletín con cuidado.

- Podéis marcharos te indica. Pero nadie debe saber lo que ha pasado aquí... o me mandarán a por ella. - lanza una significativa mirada a Enma.

- Disfruta de tu nueva vida mientras puedas chaval. Creo que mucha gente se pondrá en contacto contigo e intentará mangonearte. O aprendes pronto o vas a durar poco. -

Jacque se encoje de hombros y hace una señal a sus hombres.

Todos salen por la puerta y os dejan sólos a Enma y a ti. Ves cómo unas lágrimas contenidas empiezan a derrarmarse por sus ojos.

En ese momento te llega un mensaje al móvil:

"Las alcantarillas es terreno vedado para los vástagos de Washington hasta nuevo aviso. Se ha detectado una amenaza y los tremere están procediendo a su eliminación. Prohibida la entrada de cualquier vástago en cualquier zona del alcantarillado o metro hasta nuevo aviso, bajo pena de Muerte Definitiva. M.V."

Estás casi seguro de que las iniciales que aparecen al final del mensaje corresponden a Marcus Vitel.

Mientras hablas con Kipp te llega un sms al movil:

"Las alcantarillas es terreno vedado para los vástagos de Washington hasta nuevo aviso. Se ha detectado una amenaza y los tremere están procediendo a su eliminación. Prohibida la entrada de cualquier vástago en cualquier zona del alcantarillado o metro hasta nuevo aviso, bajo pena de Muerte Definitiva. M.V."

El número de teléfono se corrobora con las iniciales... es el de Marcus Vitel.

Dejo que me saquen sangre sin rechistar aunque luego me siento débil y un poco sediento. Por suerte puedo controlarlo. Miro a Jacque y le respondo. 

- De momento no me llama mucho mi vida...pero intentaré arreglármelas. No diré nada mientras no nos molestéis, si a ella le pasara algo la cosa cambiará. 

Intento sonar amenazante aunque estoy en clara desventaja y tampoco es que sea un gran luchador. En ese momento me llega un mensaje y lo leo. Miro a los que me rodean y les digo: 

- No bajéis a las alcantarillas. Un tal tremere las anda limpiando. Parece peligroso...

Dicho esto agarro a Emma y me marcho andando tranquilamente aunque miro cada poco hacia atrás por si decidieran perseguirnos. No sé porque les dije lo de las alcantarillas, pudo ser un acto estúpido aunque creo que fue algo bueno. 

Salís de la casa sin más problemas... no parece que Jacque o los suyos intenten seguiros, de hecho no ves ningún movimiento a tus espaldas por lo que deben seguir en la casa...

Callejeas un poco, lo justo para alejar a Enma de allí y cuando estáis lo suficientemente lejos ella rompe a llorar, su cuerpo no para de temblar y te pregunta:

- ¿Quién... quiénes eran... <sob>? - se agarra a ti con fuerza. - ¿Qué... qué querían Nathan? ¿Qué está pasando? -

Aún estáis muy lejos de su casa o la tuya... y no tenéis medio de transporte.

- Tranquila Enma...todo esto pasó...por lo menos durante esta noche...no sé exactamente quienes son estos la verdad...seguramente una facción contraria a la que gobierna la ciudad...te lo explicaré mejor al llegar a mi piso ¿ok?...es mejor asegurarnos de estar a salvo...

Seguimos caminando buscando una parada de bus o un taxi para que nos acerque a una zona conocida.

Al poco rato paras a un taxi y le das la dirección de tu piso... Tardáis un cuarto de hora en llegar y Enma logra mantener la compostura hasta que entráis y cierras la puerta. Entonces casi se derrumba...

- Tienes que decirme qué está pasando, Nathan. Esos tipos vinieron a mi casa... si saben dónde vivo y te buscaban a ti, seguramente también puedan venir aquí. - no está sollozando pero sí está visiblemente nerviosa.

No te parece que nadie os haya seguido y por el momento parecéis a salvo... Enma se abraza a ti, aún tiene ligeros temblores de vez en cuando pero parece que van remitiendo. Por un instante se aparta unos pocos centímetros de ti y te mira a los ojos... Los suyos ya no tienen lágrimas pero muestran síntomas evidentes de haberlo pasado mal: - ¿Qué ocurre Nathan? ¿Tienes problemas? - está muy preocupada por ti...

En ese instante te das cuenta de que casi has perdido la noción de la realidad a tu alrededor... sólo puedes pensar en una cosa: el cuello de Enma es precioso... perfecto. Puedes oler la sangre, la sientes recorrer sus venas mientras su corazón palpita agitado. Notas cómo vibran las venas de su cuello y una sensación extraña comienza a surgir en la boca de tu estómago. Es parecido a lo que sentías cuando estabas mucho tiempo sin beber sangre... Algo se agita en tu interior.

Cierro la puerta con llave y paso el pestillo. Luego para mayor tranquilidad de Emma pongo un sofá contra la puerta. Se abraza a mí y noto como mi "bestia" se relame al ver su precioso cuello. Aparto de mí ese pensamiento aunque realmente lo deseo hacer, aunque no para alimentarme solamente. Es un esfuerzo titánico pero tengo que hacerlo, no puedo matar a Emma como hice con aquel vagabundo. Debo controlar mi sed...debo hacerlo.

Me separo un poco más y le digo:

- No te preocupes Emma, aquí estamos a salvo durante el momento. Esos tipos saben donde vivo pero también otros que se encargan de protegerme...no me he metido en ningún lío...es mi sangre...al parecer es muy especial, demasiado especial... - la cojo de la mano y camino hacia la cocina - ...algo ha cambiado dentro de mí Emma - abro la nevera y le muestro la sangre de animal que tengo en unas jarras - ...últimamente la sangre es lo único que me calma y créeme cuando te digo que no estoy loco...¿te diste cuenta que el doctor quería saber si consumía sangre? Es porque creo que él sabe lo que realmente me pasa...en lo que me he convertido...

En ese momento cojo la jarra y bebo todo el contenido. Lo bebo lentamente y por primera vez noto cierto placer al beberla, y me imagino lo que será beber la sangre de Emma. Tras beber me limpio con una servilleta y bajo la mirada.

- Hace unas noches algo me pasó y me he convertido en esto...en una especia de vampiro humano... - digo en un susurro - ...no sé como curarme Emma...no sé que voy a hacer con mi vida ahora... - me acerco a ella y la abrazo con fuerza mientras le susurro - ...necesitaré mucha ayuda y espero que estés a mi lado...

Ahora una duda empieza a azotar mi mente: ¿Emma me abandonará espantada o se quedará a mi lado? Ruego al dios todopoderoso que se quede a mi lado. Con ella todo tiene sentido, sin ella...no sé que será de mí.

Los ojos de Enma no se apartan de los tuyos y su mano izquierda roza suavemente tu mejilla mientras te contempla.

- ¿Un vampiro? ¿Como en las películas? - pregunta. Quizá la sorpresa le haya dejado en shock... no parece tan asustada de repenete. - ¿Estás seguro? - durante un instante parece estar pensando acerca de todo ello. Luego parpadea y la sonrisa vuelve a su cara: - No te preocupes. Encontraremos una solución. Tenemos que volver a hablar con el doctor Walker, parecía saber mucho sobre el tema. Seguramente él pueda ayudarte. -

Casi notas como si tu corazón volviera a latir super deprisa... es la misma sensación, parece que Enma quiere quedarse contigo a pesar de todo, a pesar de en lo que te has convertido... pero tristemente te das cuenta de que tu corazón no late, y probablemente no lo haga nunca más.

- Es posible que sepa más que yo...pero si voy a verlo pasará lo mismo que la última vez...seguramente me vigilen como ayer...lo mejor es esperar unos días para ir a verlo. Prefiero estar seguro de que tú estás a salvo... - reviso mi piso y me doy cuenta de que no es muy segura - ...creo que haré reformas, debería poner una alarma y asegurar la puerta... 

Miro para ella y la abrazo. Sé que mi enfermedad nos separa pero de momento creo que podemos salvar esto

- Pero tranquila...esto pasará...lo pasaremos juntos...

- Si vigilan tu casa y vigilan la mía... ninguno de los dos sitios es seguro. - dice Enma pensativa.

- ¿Tienes algún amigo en el que confíes? Podemos pedir que alguien nos oculte una temporada... o podemos buscar otro sitio donde no nos encuentren... un motel o algo así. - te mira a los ojos suplicante... Su cerebro parece trabajar buscando opciones - Podemos... podemos intentar marcharnos. En Europa seguro que hay expertos en materia de alteraciones sanguíneas. Puedo hablar con algunos contactos y que nos informen... ¡Podríamos pillar un vuelo para mañana mismo! No podrían seguirnos. -

La agarro con fuerza y le susurro al oído para que se calem:

- Tranquila...estaremos bien, no te preocupes...me encargaré de preparar todo para irnos ¿ok?...no debes preocuparte más de lo necesario. Además estaremos juntos...

En ese momento una valentía que debí haber sacado hace tiempo hace acto de presencia, la aparto unos centímetros y le doy un beso en los labios esperando que ella me siga...

Debí besarla hace tiempo pero mi cobardía me lo impedía, ahora que estoy muerto...ese temor me parece insignificante. Puede que al final lo de ser vampiro no esté mal del todo...

Tienes miedo, como nunca habías sentido en tu vida... la reacción de Enma... pero para tu sorpresa te devuelve el beso con pasión... con mucha pasión. La tensión que parecía haber entre vosotros desaparece por completo y durante un instante el mundo entero desaparece, sólo sois dos, tú y Enma.

Aún sin palabras que lo describan, sin que Enma te diga nada... sabes lo que siente por ti, y lo que tú sientes por ella.

Sin embargo el mágico momento se interrumpe cuando un par de golpes suenan en la puerta. Alguien ha llamado pero sin usar el timbre... sencillamente la puerta ha temblado un par de veces. Al principio pensabas que era la euforia, la sensación del beso con Enma, de estar ambos fundidos en uno sólo... pero al cabo de un par de segundos los golpes vuelven a repetirse y Enma se aparta lentamente... te mira a los ojos, sonríe y luego mira hacia la puerta...