Partida Rol por web

Chuffy miraba y miraba por todos los lados pero no se percató del descenso de la araña entre ellos, pues esta era astuta, espabilada y tan sigilosa como Chuffy.

Mogmurch continuó su avance de forma lenta, mirando dónde ponía cada uno de sus pies, y repasando cada uno de sus movimientos, pues sabía que a las arañas gordotas, les encantaba tramar trampas letales para atrapar a los pequeños goblin que se despistaban en su transitar por el pantano...

Poog oyó un estruendo de repente. Se giró rápidamente pero no había nada. Luego se dio cuenta de que eran sus propias tripas, que todavía seguían pegándose con los restos de las babosas toro.

Menomal, pareche que la Muchas patas kome niños goblins kome mucho no nos ha oío. Cheguro que llegamos al tokón de salmuera chin problemas

La enorme cabeza de Reta giraba a uno y otro lado a la búsqueda de algún indicio que delatase la presencia de la malvada araña que vivía por allí. Con el rajaperros en la mano y preparada para lanzarse al combate.

La arañita avanza sigilosamente un par de pasitos más... y Reta nota que algo la toca el brazo.

Parecía que cuando la araña se aproximó a Reta la cosa no iba mucho con Chuffy, y es más, se lo merecía por haberle rechazado tantas veces y haberle llamado pichacorta, quizá si le lloraba un poco la salvaría de esa cosa peluda con patas, la araña por si alguien no lo entendía, no hablaba de Reta ni de su no-cosa.

La putaaaaaaaaaaaaaaaa

Reta dio un respingo cuando notó el contacto. La Muchas patas come niños goblins come mucho había hecho aparición.... Reta soltó un bufido y se lanzó a por la araña...

- ¡¡PO'LALMORRANA BRAMADORA DE ZARONGEL!!- lanzó un grito como si hubiera visto un caballo titánico de 20 pies de altura, aunque pensándolo bien, tal vez lo hubiera preferido... ¡¡Va a ser que no!!

Mogmurch no daba crédito a la pedazo de trozo de araña peluda que había aparecido a escasos metros de Reta, restregándole una de SusMuyPeludasPatas ¿¿Cómo un ser tan grande había sido capaz de cruzar entre ellos y no darse ni cuenta??...

Con poco tiempo para reaccionar, rebuscó en su mochila pestilente uno de sus "ingenios para lanzar"...

Poog oyó gritar a sus compañeros y se giró. Así estaba la Muchas patas kome niños goblins kome mucho, que más bien parecía un caballo peludo y con muchas patas. Poog sintió como se le aflojaban las tripas y sus pantalones se llenaban. Por supuesto era por los retortijones, no tenía nada que ver con el miedo.

Pochupuesto que no.

Mogmurch extrajo uno de los frasco de su petate. Sobre su hombro, el gordo sapo que de vez en cuando lamía para que la inspiración lo embargara, croó de forma atronadora. Aquello era una buena señal. Sin duda todos los dioses del panteón goblin estaban con él. Entre los frasco que poseía había elegido uno - a buen seguro muy divertido- conocido como el Rasca Rasca Que Pica Mogollón.

Sin más dilación, dio un paso para tener una buena panorámica de la araña y sin pavor lanzó el frasco que pasó desviado de la criatura. Ante tan tremendo fallo, el alquimista reaccionó como un trasgo experimentado en tales materias... comenzó a silbar "haciéndose el loco". Como si la cosa no fuera con él. Lo mismo la peluda araña no lo había visto y se comía a Reta...

- Shiuuuuli... Shiuuuuli...-

La puntería de un Mogmurch resacoso deja mucho que desear a sus compañeros... pero un golpe de suerte le sonríe. La pócima explosiva pasa por encima de la peligrosa araña y cae a su espalda desencadenando su efecto flamígero. 

Poog da un valiente paso... hacia detrás. Mientras lo hace invoca el poder de su dios y lanza un rayo de fuego contra el bicharraco.

¡Arde mardito Muchas Patas, no nos das mieido a los MasMejores!

El proyectil de Poog da en toda la cara a Muchas patas come niños goblin muchos robándole un gritito de dolor y chamuscándola algunos pelos.

La gran araña, un ser intuitivo, malicioso y salvaje, no permite que nadie la ataque sin salir damnificado. Por lo tanto, se lanza sin pensárselo a por el clérigo a asestarle un venenoso mordisquito de reprimenda.

Viendo como la situación se estaba desenvolviendo y como la araña avanzó hasta Poog y le mordió sin mucha fuerza, Chuffy la rodea y se pone tras ella para asestarle un buen golpe en una zona dolorosa, donde el goblin sabe que duele, aunque se trate de una araña seguro que le duele, así que intenta darle fuerte pero tras pisar el agua resbala ligeramente y luego su golpe sale muy desviado sin acercarse siquiera al cuerpo de la enorme araña.

En un instante, la araña se ve flanqueada y el hierro de Chuffy amenaza con rajarla. Aunque todos bien saben que "perro ladrador, poco mordedor", y es que el palo de ciego del pícaro al único que daña es a la vista.

Reta suspiró aliviada cuando la muchaspatas decidió irse para atacar a Poog. También notó una relajación de esfínter que expulsó un agradable aroma... Al parecer la araña respondía a los que la atacaban...

Dejó caer el rajaperros y sacó el arco que tenía a la espalda. No quería inmiscuirse en el combate entre Chuffy, Poog y la araña... No quería herir su honor de guerreros por combatir con una hembra...

Disparó el arco y dio un paso por detrás de Mogmurch.... Y también se puso a silbar.

Shiuuuuuu, shiuuuuu

Poog y Chuffy combatían con la araña de forma encarnizada. Por ahora, a pesar de ser sorprendidos, la recua de cabezones verdes mantenían a raya a Muchas patas come niños goblin muchos. Pensó cúal sería la mejor opción para dañar a la criatura, y en ese momento descubrió que sus "ingenios" podían causar grandes males a los valientes goblin que azuzaban a la peluda y gordota araña...

Sin perder un segundo, e insperado por el cálido olor anal que desprendía la siempre asquerosa Reta, el alquimista extrajo su porra construida con la columna vertebral de un perro... Ese arma era una verdadera reliquia familiar, pues se decía que el abuelo de Mogmurch era tan fuerte que le arrancó el espinazo a un lobo a través de sus fauces.

El goblin comenzó a psicoexcitarse cual guerrero shoantí, mientras un pequeño tembleque le entraba por el cuerpo. Dio un paso decidido y dejó caer su vara, pero se enontraba tan indispuesto y resacoso que parecía un pato mareado...