Partida Rol por web

Mientras estais rebuscando en el taller aparece por detrás Oliver, a la carrera.

El joven observa como Conrad le pasa un rollo de cinta americana al loco, y como se pertrecha con un taladro, un maletín de tornillos y... una sierra mecánica.

Venga, vamos con el resto. Es la frase de Conrad.

Al final de ese pasillo, hacia la zona de autopsias, ese maldito ruido y ajetreo continúa. Lo ignorais de momento sin saber exactamente que es.

Maldita sea! ¿Pero es que nadie piensa hacerme caso?- grita enfadado Wilmor cuando el loco, sin prestar atención a sus palabras, sale corriendo tras Conrad.

Wilmor, sin dejar de maldecir, termina de colocar la maquina, con un poco de ayuda. Observa a los locos de fuera, igual de manchados de sangre que los de la otra puerta-. Esto es una locura… ¿Dónde demonios se ha metido la policía?

Cuando Franky se le acerca pidiéndole la llave, Wilmor resopla resignado.
Está bien, está bien… Si te vas a quedar más tranquilo, ya te ayudo a meter los cuerpos en el salón de actos- comenta Wilmor, sin confesar que en el interior el también se queda más tranquilo con los cuerpos encerrados. No se termina de creer el asunto de los zombies, pero más vale prevenir que lamentar. Todo está resultando demasiado extraño-. Tengo la llave en la caseta. Espera un segundo que la coja.

Wilmor entra en la caseta, coge la llave del salón, y vuelve a cerrar con llave la caseta.

Permíteme coger la cinta americana, un martillo y una barra de hierro. (La Barra de hierro solo si el martillo es los pequeños, los normales).

Luego pego alrededor de mi cuerpo a Mani gracias a la cinta. También voy atando el destornillador alrededor de la barra.

Finalmente llevo en una mano el martillo y en la otra la barra con el destornillador y el rollo de cinta americana en la muñeca!

Te lo describo para ti porque como nos iremos moviendo no sé exactamente lo que verán ellos.

El loco comienza a "vestirse". Aprovechando el descuido de Conrad ante la interrupción de Oliver, coge un martillo y una barra de hierro ligera pero efectiva. Toma la cinta americana y la usa alrededor de su cuerpo, atando a Mani por debajo, de tal manera que lo pueda llevar sin usar las manos. La bata blanca de hospital le queda ahora ceñida a la altura del pecho. Ata un destornillador que ya traía a la barra de hierro y lo toma en una mano. En la otra mano lleva el rollo de cinta a modo de pulsera, y el martillo.

Hace todo entre murmullos para él mismo, sin importarle en absoluto las pintas que tiene. Las pantuflas ponen la guinda a una indumentaria muy curiosa.

El cuarteto se dirige al salón de actos. Delante de la puerta está el cadáver del asesino. Wilmor abre la amplia hoja que sirve de puerta.

Un olor a moqueta y polvo sale rápidamente al exterior. El recinto es grande. Está en penumbras, pero podeis vislumbrar al fondo un escenario. Ante vosotros, numerosas filas de butacas a las que se acceden por dos pasillos laterales a derecha e izquierda. La disposición es butacas, pasillo, butacas, pasillo y butacas ya en el otro extermo. La fila central de butacas es el doble de grande que las filas laterales.

Entre varios arrastrais al asesino al interior, con mucho remilgo. Curiosamente no deja ningún rastro de sangre el macabro acto.

Regresais al pasillo de entrada listos para hacer lo mismo con Rose. Franky debe estar loco, pero Wilmor debe saber lo que se hace. Los embates de los seres en la puerta exterior aumentan cuando os acercais a Rose. Observais algo extraño al acercaros... algo diferente... algo distinto... algo terriblemente inquietante. Joder, yo juraría que Rose había quedado con los ojos cerrados... Ese pensamiento recorre vuestro cerebro y os heriza la piel.

Bueno, esto es el colmo. Hemos dejado que el loco se pasee por la universidad sin sus medicamentos y ahora vamos a arrastrar a Rose al salón de actos.
Me parecía una buena idea cuando tenía algo para contar a mis amigos en las novenas, pero esto no voy a tener ganas de contárselo a nadie.

Corniack camina hacia Rose. Ve los ojos abiertos.

¿Rose? ¡Ha abierto los ojos! ¿Estáis seguros de que estaba muerta? Lo comprobé yo mismo y estaba bastante seguro. ¿Rose me oyes? Haz un gesto si me escuchas.

Jim se abalanza sobre el cuello de Rose para tratar de comprobar si tiene ritmo cardíaco.

Rose agarra la mano del intrépido estudiante. Sus ojos están efectivamente abiertos, pero faltos de vida, vacíos... Ni siquiera parpadean. Solo emite un sonido: UGHHHHHH

Con la mano de Jim aferrada a la altura del cuello, Rose comienza a incorporarse, lenta pero inexorablemente. Podeis observar la herida a nivel del cuello. Una herida mortal, fea, desgarrada, descarnada, coagulada. Jim intenta zafarse del agarre. No es extremadamente fuerte pero es firme. Al incorporarse, restos de su propia sangre coagulada quedan adheridas a su ropa. Un único sonido sobresale por encima de la lluvia. Aunque es leve, lo ois perfectamente: UGHHHH

La imagen es sencillamente aterradora. No es posible... murmurais. Los ojos como platos, el corazon encogido. El miedo en vuestras almas. Fuera, las otras bestias continúan aporreando el cristal.

Mierda, mierda, merde, no me digas que el raro de Franky tenía razón y los zombis ... no, no, no, no es posible. Es una puta locura.

El cerebro de Corniack está acelerado y sus neuronas están funcionando a toda velocidad. Aparta su brazo del agarre de Rose y corre hacia sus compañeros.

Mierda, el capullo de Franky tenía razón.

Pero que…
Wilmor se queda de piedra al ver a Rose levantarse. Estaba muerta, sin ninguna duda. ¿Qué estaba pasando? ¿Acaso era verdad la alocada historia de Franky? Se pregunta Wilmor, mientras observa sin poder reaccionar, como Rose aferra el brazo de Jim. Tras unos instantes de desconcierto, Wilmor se lanza a ayudar a Jim a deshacerse de Rose. Para cuando llega, Jim ya ha conseguido soltar el brazo, pero Wilmor aprovecha para dar un fuerte empujón a Rose. Solo la empuja, para alejarla del grupo. Inconscientemente no quiere hacerla daño, a pesar de que seguramente esa ya no sea Rose.

Jim ahoga un grito en su interior y se aparta acongojado de Rose que está aún a medio incorporar, ensangrentada y... ... ... muerta. Se aparta con repugnancia y miedo, mucho miedo.

Wilmor la conocía desde hacía tiempo, y tiene que hacer un tremendo esfuerzo de voluntad para apartarla del grupo.

Franky la conocía de vista, y la visión de la limpiadora regresando del mundo de los muertos para... levantarse, es sencillamente increíble. Inverosímil. La situación le pone de nuevo al borde del histerismo.

El pizzero Jeremías observa la situación con ojos como platos. No puede ser, es imposible..., es el pensamiento que martillea en su interior.

La tensión del momento os hace pasar casi inadvertido que fuera comienza a escampar. La lluvia es menos intensa. Ahora sí, podeis escuchar con mas claridad los truenos. La tormenta eléctrica se aproxima inexorable. El parcial silencio os trae un nuevo sonido del exterior, unido a los golpes y empujones de las tres bestias contra el cristal. Ese repugnante e inquietante UGHHHH, que parece ser el único sonido que emiten estos... estos... ZOMBIES?

Algo ha cambiado en el entorno. No sabeis exactamente que es... Por un instante, mientras contemplais al loco y su especial indumentaria os dais cuenta de que el personaje se está armando. Se está preparando para atacar y defenderse. Esto no concuerda con el plan mental de Oliver y Conrad.

Tambien por un instante sois conscientes de que el ruido de la lluvia sobre el techo de planchas ha amainado bastante. Debe estar escampando... La calma es rota por un impresionante trueno que parece querer abrir en dos el firmamento. El ruido procedente del final del pasillo es ahora más claro. Una especie de rumor, de golpes... algo vivo, aunque en vuestro interior no querais reconocerlo.

Conrad vuelve a oír ese sonido, de la maldita cámara de autopsias. Se niega a lo evidente, como animal social su máximo aliento está en reunirse con el resto del grupo, puede que así se sienta más a salvo.

Por un momento observa al Loco y a punto está de obligarlo a soltar esas armas improvisadas pero se da cuenta de que el mismo lleva una motosierra y no parece algo muy coherente. Así que encogiéndose de hombros dice.

Vale, me da igual lo que haya en ese pasillo, no pienso mirar. Tampoco pienso tener en cuenta que el enfermo mental que me acompaña se acaba de armar hasta los dientes y no ha tomado su medicación. Lo único que quiero es llegar hasta el resto antes de manchar el mono con mis excrementos y al que me lo impida me lo llevo por delante con esto.

Dice pegando un tirón del cordón de arranque de la motosierra y dando algunos acelerones.

¿Entendido?, pues al lío y cagando leches.

Dicho esto sale del cuarto de mantenimiento al pasillo y se encamina hacia la planta superior, ignorando los ruidos de la sala de autopsias ahora enmudecidos por la chirriante máquina de cortar.

El Loco había estado a punto de reaccionar ante las palabras de Conrad.

...enfermo mental...-ocupaba toda su mente-...enfermo mental...-pronunciaba para él-...enfermo mental...-vocalizaba sin emitir ningún sonido.

Durante un segundo tuvo la tentación de propinarle un fuerte golpe en la cabeza pero se contuvo a tiempo, antes de mover músculo alguno, antes ni siquiera de mirarle. El hombre se sigue ajustando su nuevo equipo con la cinta y después mira fijamente al encargado de mantenimiento. Ahora si miraba, sin pestañear, fijamente, analizando al hombre y la situación.

Sin decir ninguna palabra, sólo escuchando lo que él decía, emprendió con buen paso el camino de vuelta sin separarse de la espalda de su compañero.

Oliver había quedado casi completamente al margen de la mente y los sentidos del Loco. Como si no le hubiese visto ni oído. Igual que los ruidos de fondo.

Esta mujer está muerta. Pero se está moviendo. Es como en las pelis de Romero. ¡Pero no puede ser! ¡No es normal! ¡No puede estar ocurriendo!

De pronto, algo se rompe en el interior de Jeremías. Un odio profundo, un arrebato de ira recorre cada poro de su piel.

- ¡Banzai! grita, mientras se lanza hacia Rose con la intención de patearle la cabeza con toda su fuerza.

No sabía si se debía a que había llegado a convencer a Wilmor realmente o que éste solo le estaba intentando seguir la corriente pero Franky suspiró aliviado cuando el segurita accedió a retirar los cuerpos de la entrada a una habitación.

Con la ayuda del resto, consiguieron llevar al cadaver del asesino de Rose al salón de actos y, cuando ahora sí algo más tranquilo, se dirigían a recoger a Rose, un estremecimiento subió por toda su espalda...

Nooooo!!!- gritó a Jim intentando deternerlo. Demasiado tarde...ya había atacado al ?futuro? médico. Por eso tenía los ojos abiertos...había despertado...

Mierda, el capullo de Franky tenía razón.- dijo Jim liberándose de Rose. En ese momento, Franky tenía que haber dicho un ?Os lo dije!?, pero no, su cerebro estaba ocupado con otro pensamiento...Si Rose ha despertado, entonces el otro....

El estado de ansiedad que tenía el informático lo mantenía despierto y atento a cualquier circunstancia que supusiera un peligro y, antes de que Wilmor se diera cuenta, Franky le había arrebatado de las manos rápidamente las llaves del salón de actos mientras salía disparado hacía esa habitación...tenía que llegar cuanto antes...antes de que..

Os dirigís a la planta superior en busca del resto del grupo para decidir el siguiente movimiento. Afrontais las escaleras y ya allí os dais cuenta de que arriba pasa algo. Un alboroto. Un NO PUEDE SER, ES IMPOSIBLE, en boca de los compañeros...

Se os acelera aun más el pulso y ascendeis los dos tramos de escalera más rápidamente. Una vez en la planta baja buscais línea de visión directa con el lugar del que proceden los gritos.

Observais anonadados que Wilmor, Jim, Jeremías y Franky se encaran con... ... ... Rose!

De la acción desaparece a toda velocidad Franky... No huyas cerdo, piensa alguno.

Wilmor lucha consigo mismo debatiéndose sobre lo que hacer. Jim, permanece unos lasos alejados, asqueado ante lo que ve, erizados sus nervios...

Mientras Jeremías lanza una patada a la limpiadora sin mucho éxito. Esto le deja cerca de Rose, que viendo la agresión se lanza al ataque. Lenta pero cruelmente...

Tras empujar a Rose, Wilmor se había llevado la mano a la porra, la cual ahora sujetaba en su mano. No quería actuar, todavía tenía la leve esperanza de poder hablar con Rose. No podía ser un zombie… ¿O si?
Vamos, Rose… No hagas esto difícil. Estate quieta- le pide en un intento baldío por dialogar con la que antes fue Rose. Tenía que quedar algo de la antigua Rose…

Pero su intento es cortado por Jeremias, el repartidor, el cual se lanza a por Rose. Wilmor permanece unos instantes quieto, sin saber que hacer, con la porra aún fuertemente agarrada.

Rose lanza un manotazo torpe pero potente contra Jeremías, acompañado de un tétrico estertor falto de sentimientos.

UNGHH

La mordida debió acertarle la glotis, afectando tétricamente a su vocalización.