Partida Rol por web

Conrad entra en el laboratorio más cercano y comienza a rebuscar en cajones y armarios, buscando una mascarilla y gafas de de protección. Mientras registra, escucha Wilmor.

No se, no acabo de tener claro eso del olor. Yo llevo un rato cubierto de esta mierda y os juro que si no salgo corriendo se me comen vivo. Incluso antes de atacarles ya iban como cabrones a por mi.

El Loco nota perfectamente el dolor en todo su cuerpo, incluso en su cabeza. En ella el dolor físico y mental son parecidos. Aquellas visiones que tenía le dejaban aturdido y anonadado. Aunque hacía unos minutos estaba impaciente por presenciar la siguiente, ahora ya no estaba tan seguro.

Aquellos monstruos... él...
—¿Qué narices ha pasado? —se pregunta el hombre, mientras su cuerpo está siendo arrastrado. Cuando termina de formularse la pregunta, parte de él, vuelve en sí. Aparentemente necesitaba de aquella cuestión para funcionar. Era como un dispositivo para ir entendiendo todo, un botón que debía ser apretado después de cada recuerdo, después de volverse a conocer. Volver a ser aquél Jack Torrance tendría un precio.

Al oír las palabras del superviviente, el Loco agita la cabeza con fuerza, el oído ensangrentado le impide atender con atención a lo dicho por el hombre y la hinchazón de la cara configura una tétrica mueca. La sangre que emana de las múltiples heridas y las pupilas dilatadas ponían el punto final a la imagen de Jack. Era semejante a un lienzo, una obra maestra que llevaría por título: "Al borde la muerte" o "Aferrándose a la vida".

Intentando sobrellevar el dolor, el cansancio y la pesadumbre, el Loco se incorpora ayudándose del superviviente y empieza a correr hacia donde le dirija su salvador.
—¡Ayúdame! —atina a decir Jack, con la boca abierta y mirándole fijamente mientras se apoya en él—. Juntos podremos salir de esta.

Espero...

Wilmor se lleva la mano al auricular, hablando con Franky.
Franky, Conrad está hasta arriba de restos de zombie. Pensaba que sería ese olor el que nos permitiese andar entre ellos sin que nos atacasen, pero Conrad acaba de decir que a el le han atacado igualmente. ¿Qué quieres decir con que no nos ven? ¿Estas seguro? ¿Solo se guían por el olfato?

Wilmor se gira ahora hacia Conrad y Jim.
Franky dice que el está bien, pero que Jack, que creo que es como llama al loco, ha salido y está en peligro. Subamos a ver que ocurre. Pero como digo más tarde deberíamos de echar un vistazo al departamento. Tal vez si conseguimos atrapar una de esas ratas y hacerle la autopsia…

Mira en tus bolsillos, tal vez tengas una.-Corniack sigue receloso con el tema de que no hayan mordido a Wilmor.-Conrad, tal vez estabas haciendo mucho ... "ejercicio" y tu sudor era un olor más fuerte que el de la putrefacción y por ello te distinguían. Si no sudamos y olemos sólo a esta porquería tal vez no nos reconozcan. Puede ser una medida final, pero podría funcionar.
Respecto al loco. Él se lo ha buscado. Bastante hemos hecho saliendo del refugio y paseando por aquí. Fui con él a buscar los medicamentos y se los tomó delante mío, si sigue tomando decisiones de loco, es únicamente por su culpa y si quiere suicidarse, no pienso seguirlo.

Corniack sigue corriendo con el grupo.

Observas de lejos a Franky a través de la cámara del ordenador que enfoca la pasarela. En el otro lado de la pantalla está Wilmor, o debe ser él. Está oscuro, pero por momentos ves a Conrad y a Jim con él.

No ves nada más.

Jim, muy avispado, ata cabos y esboza una teoría que podría ser la salvación o la perdición. ¿Quién sería el valiente que, cubierto de restos de zombie hasta las cejas se atreviera a deambukar entre ellos para comprobar si la teoría era o no cierta?

Sanders da su opinión, dando un dato contradictorio. Ciertamente él estaba luchando cuerpo a cuerpo con zombies hasta hace nada... y le atacaban igual... Tal vez falte alguna pieza del puzzle. O tal vez Óliver... El joven Óliver era el que había disfrutado de menos acción violenta. Tal vez era a él a quien se querían comer... Tal vez hace falta una determinada cantidad de olor... Anular absolutamente el olor de los vivos.

La teoría tiene aun muchos puntos flacos, pero podría ser un comienzo.

La discusión se lleva a cabo en el pasillo norte de la sexta planta de la facultad, bajo la luz de varias linternas casi agotadas. En breve estarían completamente a ciegas...

Wilmor propone subir a la séptima, con Franky, y reunificar el grupo.

El agente de seguridad espera la contestación del resto, mientras Jim quita hierro a la situación y elimina tensión de la mejor forma que sabe; humillando a Westorm.

La teoría de Jim puede tener sentido. Está claro que debe tener algún cabo suelto, pero todo puede tener sentido. Intentas ordenar tus pensamientos y atar cabos, no puedes precipitate en las conclusiones.

Es evidente que algunos de los compañeros han podido hacer algún hallazgo relevante, y se hace necesaria una reunión, en algún sitio tranquilo, aunque eso sea imposible aparentemente.

Jack ya no es cosa tuya. Ha desaparecido bajo la lluvia en la negrura de la noche... Cerca de la verja no puedes hacer mucho más. De repente recuerdas que Jeremías llevaba un arma. Te giras en la pasarela hacia el pizzero, que está dentro, al resguardo y le preguntas por su arma. Puedes ver a través de los cristales empañados una figura humana cerca de los ascensores, detrás de Jeremías. No lo distingues, todo está oscuro y borroso, pero ahí hay alguien... Joder!

Jeremías, que parece no haber visto nada te responde secamente: Sí, tengo la pistola, y qué?! Vas a estar toda la noche ahí fuera?

Conrad, ¿a ti también te gusta la flaccidez de Wilmor? Mueve esas nalgas cachalote que tenemos que llegar al refugio.

Corniack aunque va rezagado con respecto a sus compañeros no puede evitar abrir la boca. Tiene esa sensación del protagonista que se transforma en zombi y acaban matando sus propios compañeros. Sube con Wilmor y Conrad las plantas para reunirse con el resto.

Sales de la ensoñación como de un pasadizo nublado. El desconocido, al que aún no has podido ponerle cara te mete en la parte trasera de la ambulancia volcada... Te mueves por inercia.

No sabes cómo, pero el superviviente ha decido ayudarte, tal vez porque sabe que estar acompañado es mejor que estar solo. Te encuentras aturdido. La alucinación ha sido todo lo reveladora que puede serlo para tu perturbada mente, pero ahora estás seguro, antes eras alguien. Antes tenías vida. Y algo en tu interior te hace sentir que esa vida tenía que ver con la invasión de ultratumba que sufre Rotville esta noche.

El superviviente te apremia. Arrastras los pies ensangrentados y entras en la ambulancia. Lo que te dice te aterroriza.

- Vamos. Métete entre esos cadáveres y por dios no te muevas...

Volcados en la parte trasera de la ambulancia hay cuerpor d elo que parecen tres o cuatro zombies aparentemente muertos. Observas horrorizado como el extraño se mete entre ellos, y se cubre con ellos. Vamos, joder, no tenemos toda la noche!!!

La visión llega a su punto extremo cuando te das cuenta de que del abdomen de esos muertos cuelgan las vísceras. Sus cabezas están parcialmente vacías y sus cerebros están repartidos por todos lados. El extraño te ofrece como salvación una cma de cadáver y vísceras frías y gelatinosas...

UGHHHHHH!!!

El gemido característico te apremia a tomar una decisión. O hacer caso y confiar en un extraño, o intentar huir a otro lado... Quizás haya otro sitio seguro... Tu mente es un torbellino caótico confuso entre la realidad y la pesadilla.

Os moveis por el pasillo norte hacia el extenso rellano de la planta sexta buscando las rampas que deben llevaros a la planta séptima, donde están el resto. Jim lo ha llamado "Refugio", pero igual es una palabra demasiado ambiciosa para un sencillo punto de reunión casual.

Vais distraídos por la cháchara y la mofa de Jim, inevitable en el veterano estudiante... Cuando llegais al rellano de la sexta planta, los veis. Dos zombies deambulan medio perdidos en dicho rellano, como buscando algo...

Wilmor llevaba demasiado tiempo aguantándose. No podía creer que Corniack no tuviese nada mejor que hacer en esa situación que andar insultándole. Maldito niñato. Tendría que dejarle las cosas claras.

Wilmor se para en seco y cuando Jim pasa junto a el lo agarra de un brazo, retorciéndoselo detrás de la espalda, como había hecho muchas veces a lo largo de su carrera como policía, empujándolo con fuerza contra la pared. Su cara se coloca a escaso centímetros de la de Jim.

Mira, jodido niñato.- la saliva del cabreado Wilmor salpica a Jim a cada palabra-. Llevo toda la puta noche aguantando tus payasadas y ya estoy hasta los cojones. ¿Crees que estoy de humor, rodeado de todos estos putos zombies, como para aguantarte? Yo no te caigo bien, y tu a mi tampoco. Yo ya he tomado la decisión de ignorarte de aquí en adelante, así que espero que tu hagas lo propio conmigo. Así que la próxima vez que vuelvas a insultarme, te rompo el brazo y luego la cara, y te aseguro que no es un farol.

Puto desagradecido. Piensa mientras aprovecha que lo tiene inmovilizado para quitarle la pistola que le dio anteriormente.
Y esto me pertenece, y creo que ya no me apetece que la tengas tu. Reza por que no te haga falta utilizarla, porque yo no estaré ahí para salvarte el culo.

Como presagio de sus palabras, y justo cuando Wilmor suelta a Jim de su presa, dos zombies aparecen en el rellano. Wilmor echa mano su recortada, preparado para la lucha, y con unas ganas terribles de empujar a Jim hacia los zombies. Pero el siempre será un policía, y su deber es proteger a la gente, incluso a impresentables como Jim...

Eh! ¿alguna novedad? digo acercándome a Jeremias mientras sigo la mirada de este hacia la pasarela
¿que haceis? pregunto extrañado al ver a Franky con la niña tan cerca de la verja.

El vigilante estrella a Corniack contra la pared y lo desarma. Sus babas salpican su cara.

Ay, arg, uf, au, para mi esto no es erótico, pedazo de gordo pervertido.-Una vez lo ha desarmado y ven al zombi, Corniack dice.-Bueno, en asuntos como estos, es mejor que cuanta más gente vaya armada, más posibilidades tenemos de defendernos gordito. Igual si te llamo gordito te sientes menos ofendido, pedazo de gordo.

Corniack mira al zombi.

Permaneced quietos. Sin sudar. Sin hacer un movimiento. Probemos la teoría de que estas cosas se guían por el olor.

Me importa una mierda las posibilidades que creas que tenemos, tu te quedas sin arma. Y joder, es que no aprendes! Ahora porque tenemos cosas más importantes que atender, como esos dos monstruos, pero te juro por lo más sagrado que como me sigas tocando los cojones te atizo!- Wilmor intenta hablar en voz baja, a pesar de que le resulta difícil. Permanece quieto, para comprobar lo de los olores, aunque le da que los zombies no tardarán en lanzarse a por ellos.

Mira, jodido niñato. Llevo toda la puta noche aguantando tus payasadas y ya estoy hasta los cojones. ¿Crees que estoy de humor, rodeado de todos estos putos zombies, como para aguantarte? Yo no te caigo bien, y tu a mi tampoco. Yo ya he tomado la decisión de ignorarte de aquí en adelante, así que espero que tu hagas lo propio conmigo. Así que la próxima vez que vuelvas a insultarme, te rompo el brazo y luego la cara, y te aseguro que no es un farol.
Wilmor parece cabreado, y no es difícil imaginarse que es con Jim.

Y esto me pertenece, y creo que ya no me apetece que la tengas tu. Reza por que no te haga falta utilizarla, porque yo no estaré ahí para salvarte el culo.
....

Me importa una mierda las posibilidades que creas que tenemos, tu te quedas sin arma. Y joder, es que no aprendes! Ahora porque tenemos cosas más importantes que atender, como esos dos monstruos, pero te juro por lo más sagrado que como me sigas tocando los cojones te atizo!

Conrad asiste a la que cree que es la discusión más estúpida que ha visto en su vida, dos personas a punto de palmar e insultándose como colegiales. Iba dos pasos por delante cuando Wilmor inmovilizó a Jim y apenas pudo abrir la boca cuando aparecieron los dos zombies. Con la motosierra en la mano pero apagada el encargado de mantenimiento se siente indefenso y no hay que decir que las teorías no le gustan un carajo...

Oye genio, no entiendo porqué hay que estar quieto para que no te huelan. Hemos subido una planta a toda ostia, así que lo que haya sudado, lo he sudado ya y si hay que estarse parado para que tu jodida teoría de los perfumes funcione, ya me dirás como vamos a escapar de este edificio parándonos cada vez que veamos un bicho de estos.

Los dedos de Conrad aprietan el asa superior de la motosierra mientras con el pulgar acciona el starter para estar preparado por si hay que arrancar la máquina.

La escena es cuanto menos desconcertante...

Wiulmor tiene inmovilizado a Jim contra la pared. Le ha desarmado y le amenaza claramene. La respuesta del agente de seguridad es natural, dada la provocación constante del veterano estudiante. Pero es desde leugo inapropiado en el momento.

Conrad está unos pasos adelantado. Los tres estais ya en el rellano de la sexta. EL pasillo norte ha quedado atrás. Os encontrais a unos cionco o seis metros de la rapma de subida en diagonal al frente, y a unos 4 metros en línea recta a la izquierda de las escaleras. EL baño de los chicos está a unos pasos de vosotros...

El encargado de mantenimiento no está por la labor de demostrar teorías... Es el primero en pasar a la ofensiva accionando el Starter de la motosierra, aunque de momento no la enciende.

Los dos zombis os bloquean la diagonal a la rampa. Es evidente que han subido por ella. Deambulan sin mucho rumbo. A pesar de que os estais quietos, su actitud es sospechosa. Parecen estar estudiando detenidamente la zona.

De repente, sus ojos opacos parecen abrirse, extienden sus manos hacia adelante y se dirigen hacia vosotros!!!

Mierda! Algo ha fallado! Nos han detectado! Es el pensamiento global.

Joder! Menudo susto me has dado cabronazo! Apareces por la espalda como un maldito ninja y como si nada ocurriera!!!

Jack, el loco, ha conseguido salir al exterior, pero casi palma! Ha desaparecido. Parece haber algún superviviente en el exterior. No se muy bien a qué ha ido fuera. Franky y la enana están fuera observando a ver qué pasa. Esto es de locos colega! De locos!

Lo que el superviviente le decía era repugnante.
¿Cómo voy a meterme entre... entre esos zombis? Está loco —se dice Jack, gesticulando las palabras con la boca, estático en el lugar donde le habían llevado sus pies, en la entrada de la ambulancia.

El Loco notaba perfectamente las punzadas de dolor en los brazos, piernas, rodillas, manos, cabeza... Aunque sobretodo en su febril mente. Una mente donde sus recuerdos afloraban poco a poco.
Yo... Yo puedo ser el responsable de todo esto—piensa entre tembleques fruto del miedo y del nerviosismo.

Poco a poco Jack Torrance empieza a ubicarse, sabe que los zombis se acercan, poco a poco, con lentitud, pero inexorablemente. Intenta decidirse pero se encuentra aturdido por la situación en general, los zombis en el exterior, aquellos cadáveres abiertos y las visiones que tenía. Su cabeza giraba de un lado a otro, hacia delante y atrás. Su indecisión podía suponer su muerte.

El Loco respira profundamente y tras relajarse cuanto puede avanza hacia la oferta del superviviente.
Una cama de cadáveres—las palabras se dibujan en la mente de Jack mientras se desliza entre ellos en medio de una arcada.
—¿Y ahora? —pregunta entre susurros, intentando localizar al hombre.