Partida Rol por web

-Muy bien...claro...¿quien es tu amiga?...chico...(dijo la voz que cada vez te parecía menos humana, como si la reverberación le afectase).

(Madeleine no articulo palabra, no respondio a tu pregunta, sólo te miraba, y cuando le preguntas sobre el zumo parece que alterna su gesto a una leve sonrisa, coge tu vaso y lo llena con un licor de manzana, la cantidad de alcohol que tiene es muy infima, por lo que necesitarias beberte todo el cuenco para notar un leve achispamiento...te entrega el vaso y notas como con sus dedos se queda un momento detenida en tu mano hasta que lo sujetas, ves como Bexi sonrié desde el otro lado y te hace un gesto de aprobación con el dedo).

Se vuelve a angustiar, ya no podía seguir confiando más información sobre su amiga si es que no sabía a quien se la confiaba - ¿cómo puedo confiar en ti?... ni siquiera sé quien eres y tu no sabes quien soy... - baja la vista - ... ¿me puedes ayudar?...- hace su última pregunta, pero no espera respuesta -ella es pelirroja... nunca supe su nombre...-

Sonrío aliviada al ver la sonrisa de Madeleine. Cuando agarro mi vaso nuestras manos se tocan y acaricio suavemente sus dedos mirando a la joven. Lentamente separo mi mano agarrando la copa y doy un trago al licor de manzana, lo saboreo y sonrío alegremente. -Ummm... Esta muy bueno... Gracias... Miro a la chica y sonrío un poco avergonzada... No sabia que decir... sabia perfectamente como seducir a un hombre, sabia lo que querían de mi... Pero con esta chica era distinto... Me encontraba un poco perdida y no sabia ni por donde empezar... no sabia si ser directa o ir poco a poco... ¡Argggh! Maldita sea... no se que hacer... Creo que voy a probar a soltarlo todo de golpe... Tomo aire para hablar, pero me quedo callada sin atreverme a hablar... 

Miro a Madeleine, la cual debe estar preguntándose que coño me pasa para estar cambiando de expresión tanto... Debe pensar que soy bipolar... ¡Seguro que ahora me odia!... Me bebo de un trago mi licor y miro a la hermosa joven que tengo delante... Cojo todo mi valor y me lanzo (metaforicamente hablando) Me aproximo un poco mas a la chica y mantengo mis ojos fijos en la copa entre mis manos. -Madeleine... yo... yo... Me gustaría creer que estos pequeños gestos son porque te gusto... y... y ...yo... Miro a los ojos a Madeleine. -Me gustas... apenas te conozco... pero me gustaría poder conocerte mejor... nunca... he tenido un romance, ni me he enamorado de nadie... Bajo la cabeza avergonzada. -Cuando me he enterado de que te gustaba... me he sentido muy feliz...

(Guardo una pausa)-Yo nunca dije que pudieras...confiar en mi....podría ayudarte, pero necesitaré algún dato más, mujeres de pelo rojo hay muchas...y creeme que la mayoría están en este edificio...pareces afligido...

(Parece que la jóven estaba cada vez más concentrada en mirarte, pero en ningún momento su semblante cambia, tus primeras palabras le hacen fruncir el ceño...cuando empiezas a titubear lo calma...y finalmente al agachar la cabeza, ves como se acerca, y te rodea con sus brazos, te da un beso en la frente y aferra con su mano tu mentón al subirlo, ves como Bexi desde la puerta se despite de ti y te dice algo con la boca "suer-te"...tras esto se marcha y Madeleine te da un casto beso en los labios, sin intención de profundizar más)-Claro...encantada...Anna...(y al fin Madeleine con una suave voz, dijo sus tres primeras palabras delante de ti).

-claro que lo estoy... las sacerdotisas no son buenas...- responde acomodándose la ropa, con un rostro afligido -...mi amiga y yo llegamos hace unos días (le da la cantidad exacta de días)- suspira - pero como te dije, no conocí su nombre nunca...- busca de nuevo con la vista en la habitación -¿y tu quien eres?... ¿que necesitas a cambio de ayudarme?-

-Yo soy la bestia guardiana, y me llamo S.O.D.A.L.G...(tras una pausa)...no quiero nada a cambio de ayudarte, no te preocupes, sigo sin saber quien es tu amiga...pero creo que me lo imagino hay una nueva sacerdotisa que es peliroja, quizás es ella, ¿tiene un pecho prominente?.

Cuando Madeleine alzo mi cabeza y me beso me quedé durante unos momentos en shock sin saber muy bien que hacer, sentía sus brazos alrededor de mi cuerpo y mirando a Madeleine la mire feliz mientras lagrimas corrían por mis mejillas.

Abrace a la chica con suavidad y le devolví el beso con cariño. -Gracias... Me haces muy, muy feliz... Bajo mi cabeza un poco avergonzada. -Yo... Yo nunca he tenido una relación amorosa, ninguna pareja... Deslizo mis manos por sus brazos y agarro sus manos con delicadeza. -Nada, pero te juro que hace todo lo que pueda para hacerte feliz

-No te preocupes...yo te trataré como te mereces...no abusaré de ti...no te maltrataré...(mientras entrelzaba sus manos con las tuyas...te vuelve a besar cada vez más duradero)...te haré sentir bien, cuando más lo necesites, ya lo verás...(de pronto la toma con tu cuello que besa repetidas veces, en alguna da un pequeño lametón)...¿quieres dar un paseo conmigo?.

Cierro los ojos a cada beso y escucho las palabras de Madeleine... Era agradable que alguien te dijera esas palabras se sentía muy cálido... La sentía besar mi cuello y suspiraba suavemente y mi piel se estremecía al contacto con sus labios...

Abrí los ojos y mire a Madeleine. -Gracias... nunca nadie me había dicho nada parecido... Asiento con la cabeza levemente y agarrando su mano con los dedos entrelazados le beso con ternura inclinandome sobre su rostro. -Me encantaría dar un paseo contigo

(Ambas jóvenes se mueven por el pasillo principal y subir a través de una escalera que habia en una de las torres laterales, subisteis arriba del todo hasta llegar a una terraza superior desde la cual se veía toda la ciudad vagamente iluminada, pero lo principal era la luna menguante y las estrellas)-Es bonito...(ella se sentó en una parte del muro y te seguía sosteniendo la mano)...como tú, palida y luminosa.

Caminaba junto a Madeleine cogidas de la mano, recorríamos el castillo nocturno hasta llegar a una alta terraza desde donde se podía observar toda la ciudad iluminada por la luna. 

Me senté junto a la chica en el muro mientras acariciaba su mano con ternura. Sonreí y me sonroje ante su cumplido y me incline para besarla. 

Deslice mi mano por su espalda y la acerque a mi. -No se como acabe en las costas del templo... Pero nunca me he alegrado tanto del destino. Muevo mi mano hacia arriba y acaricio con cariño su mejilla. -Ha sido un regalo acabar allí... Un lugar en el que puedo ser feliz y que me tratan por quien soy no como un juguete ni por mi sexo... Acerco mi cara a la suya y me quedo a escasos centímetros. -Ademes me ha surgido la oportunidad de poder sentir un amor de verdad, con sentimientos y no solo sexo. Finalmente junto mis labios con los de Maibelle y nos fundimos en un profundo y largo beso lleno de amor...

(Madeleine apretaba su pecho con el tuyo, su lengua y la tuya danzaban ágiles como bailarines en un valls, sus manos estaban en tu espalda y al contrario que cualquier otra criatura hasta el momento, no intentaba desplazarlas a ninguna zona más "privada")-El sexo no me interesa tanto...soy intelectual de la orden, apenas lo practico...he leído poesía y muchos relatos de amor...eran preciosas como tu...

Miro a Madeleine con una sonrisa y tras separarme de su beso apoyo mi cabeza contra su pecho mientras la abrazo con cariño. -Nunca había conocido a nadie tan dulce como tu... Me siento realmente afortunada de haberte conocido... Escucho sus palabras y sonrío con tristeza... -Yo únicamente he conocido el sexo sin amor... ya fuera por supervivencia o placer es lo único que he conocido... Levanto un poco mi rostro y miro a Madeleine. -Nunca he tenido posibilidad de pensar en el amor y pensaba que moriría sin llegar a conocerlo... Beso con ternura y suavidad sus labios. -Pero me alegro de haberme equivocado...Contigo no quiero tener sexo... Contigo quiero hacer el amor, sentir las caricias sobre mi piel de la persona que amo

Abrazada a Madeleine miro hacia la ciudad. -Como eran tus relatos de amor... ¿Podrías contarme uno?

(Tras suspirar al notarte en su pecho)-Claro...eran don mujeres una de baja cuna, criada en un lecho de pulgas, la otra una noble de alta cuna, criada en los palacios....aquella noche se miraban la una y la otra, se bañarón en el río y se desnudaron, se tumbarón en la hierba, se besaban y acariciaban...en ese momento sentían amor, por ello desnudas las dos eran iguales, no había una rica y una pobre, sino dos jóvenes enamoradas abrazadas la una con la otra dandose su calor mutuo...no necesitaban otra cosa...solo la una a la otra...

Sonrío suavemente y la beso con cariño mientras acaricio su mano. -Es una historia preciosa... Espero que pudieran estar juntas para siempre... Es hermoso echar abajo las barreras de la nobleza por amor... La miro y sonrío un poco traviesa. -¿Nosotras si nos desnudamos también seremos iguales? Dejaremos de ser una novicia y una intelectual para ser solo Madeleine y Anna... Dos mujeres que se aman de verdad...

Me quedo mirando el suelo mientras sonrío. -¿Puedo preguntarte algo?... ¿Que es lo que te ha gustado de mi? ¿Que ha hecho que te gustase?...

-Porque eres lo contrario...a lo que las demas son...todas quieren que vean esto...(sus manos pasan a unos 5 centímetros de tu cuerpo)...mientras que en ti, debe de verse esto...(dice mientras te acaricia la cara)...porque ellas ven tu físico...y yo...(te besa en la frente)...que eres muy lista...y lo que más me gusta...(dice mientras sonrié)...que aunque balbuceas por los nervios, tienes el valor de dar un paso adelante...además...nunca he visto a una sacerdotisa, salvo en libros o a Bexi, decir amor y no sexo...por eso...(te dió un profundo beso en la mejilla, otro en la ceja y finalmente uno en la boca con su lengua)...quiero estar contigo.

-uhm... sí...- responde algo apenado por aquella manera de describirla. -¿y que guareces, S.O.D.A.L.G? ...- pregunta con respeto y cierto temor por descubrir más de aquella misteriosa criatura.