Partida Rol por web

WoW: Los Peldaños del Destino

Kortran

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16/05/2011, 13:00
Director

 

Han pasado varios años desde la última vez que tus ojos contemplaron esta imagen, pero ahora de nuevo estás ahí, plantado ante las colosales puertas de Orgrimmar. La visión de la gran capital, orgullo de la Horda y especialmente de los orcos, te hace sentir emociones contradictorias. Por una parte, sientes que finalmente vuelves a estar en tu hogar. Pero por la otra, no piensas rendirte. Por mucho que los demás crean que Thrall es el líder que necesitáis, tú estás convencido de que debes encontrar a Grom Hellscream... a pesar de que lleve años en paradero desconocido, tras el enfrentamiento que tuvo con Thrall tiempo atrás. Aún así, nadie es capaz de desaparecer sin dejar rastro. En algún sitio ha de estar, y tú estás seguro de poder encontrarlo.

La ciudad parece seguir como siempre. Numerosos guerreros vigilan las puertas, mientras una cantidad ingente de miembros de la Horda no dejan de entrar y salir. A tu lado pasan trolls, tauren, orcos... incluso hay algunos renegados, que han decidido salir de sus cloacas para dedicarse a sus negocios turbios en Orgrimmar. Hace un calor infernal, como es típico en Durotar, y los kodos que pasan por el valle dejan ese olor tan característico, que siempre asocias a la ciudad.

Vas caminando entre la muchedumbre hasta pasar las grandes murallas de piedra y tras unos minutos de camino toparte de frente con el Valle de la Fuerza. Te llegan las risotadas y voces de los orcos, creando una algarabía que te resulta muy familiar. Queda apenas una hora para que caiga la noche, pero la ciudad es un hervidero de actividad. Solo hasta muy entrada la noche no se puede decir que Orgrimmar descanse... y a veces, ni eso. La verdad es que sería una buena idea buscar algún sitio donde pasar la noche, antes de planear mañana qué es lo que vas a hacer. Estás muy acostumbrado a viajar, pero aún así no puedes evitar estar cansado. ¡Por primera vez, hasta el hacha que llevas a tu espalda parece pesar!

Además, no puedes evitar preguntarte qué habrá sucedido en tu ausencia. Por los caminos has escuchado rumores bastante extraños de que algo se estaba fraguando en la ciudad. La mayoría de las veces estas habladurías no son más que idioteces. Pero no estaría de más que te informaras, ¿no?

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26/05/2011, 12:00
Kortran

"Hogar, dulce hogar - pensé"

La gran ciudad seguía igual que en mis recuerdos, majestuosa y llena del bullicio de los caminantes. Reconocí a algunos de los guardias de la ciudad, orcos que entraron al servicio de la horda justo cuando yo fui exiliado. No era probable que me recordaran, además seguro que se habían esforzado en borrar cualquier registro de "aquel tipo que no le lamía el culo a nuestro amado Thrall". Así era la horda que yo conocía, unida en la guerra pero dividida sin ella.

El viaje había sido largo, tanto que de verdad me encontraba cansado. Pensé rápidamente en volver a los cuarteles de los soldados, pero enseguida deseché la idea. Hacía tanto tiempo que se había marchado que los negocios de la capital habían cambiado de manos en varias ocasiones... si quería encontrar una taberna lo mejor era preguntar a alguien, así quizás consiguiera averiguar algo sobre los crecientes rumores que había escuchado en los caminos.

Pasé cerca de un guardia y decidí probar suerte, a pesar del resentimiento que sentía hacia ellos por el trato que había recibido aún llevaba con orgullo una oxidada y vieja insignia de la horda, distintitivo de los soldados de Orgrimmar.

- Lok'Tar, soldado - saludé- hace tiempo que no vengo por aquí y todo está muy cambiado... busco una posada donde descansar.

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26/05/2011, 13:29
Director

El orco estaba tratando de buscar algún punto con sombra cerca de su puesto de guardia, justo a las puertas del Valle de la Fuerza, pero cuando te diriges a él se detiene y te saluda con aire firme. Te das cuenta de que parece bastante más joven que tú y que apenas tiene cicatrices, por lo que deduces que no ha combatido mucho todavía.

- ¡Lok'Tar! - te responde enérgicamente - Bienvenido de nuevo a Orgrimmar, compañero - después te señala una de las casas que están en la parte opuesta a la entrada, casi cruzando el Valle - Esa es la Posada de Gryshka. Hay otras más, pero esta que está más cerca, y además hacen un cerdo buenísimo.

Te hace un gesto de despedida y sigue a lo suyo, mientras tú comienzas a dirigirte hacia el interior del Valle. Justo en ese momento, una gran sombra te cubre. Cuando alzas la vista, ves un inmenso zepelín de color morado que atraviesa el cielo y va desplazándose lentamente hacia la torre que está erigida en el centro del Valle. Los grifos también vuelan a toda velocidad a unos metros de altura.

Te fijas también en que de la posada que te han indicado hay un montón de personas en la puerta. 

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26/05/2011, 16:18
Kortran

Seguí las indicaciones del soldado hasta la posada de Gryshka. Era increible como la ingeniería goblin se había hecho un hueco en la Horda, personalmente siempre pensé que la mayor utilidad de un globlin era explotar con la bomba que él mismo había fabricado, sin embargo, algunos ingenieros goblins no son tan idiotas y han creado otros artilugios de gran utilidad. Prueba de ello es el zeppelin, sin duda la mejor manera de llegar a las antiguas ruinas de Lordaeron... si es que quieres ir allí para algo.

Cuando llegué a la puerta de la posada había gente en la puerta. No tenía muchas ganas de hablar y no me interesaba lo más mínimo la razón por la que estaban allí así que comencé a abrirme hueco hasta la puerta para poder entrar...

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27/05/2011, 00:09
Gryshka

Cuando te aproximas a la posada, ves que hay un buen número de guerreros de la Horda bebiendo cervezas fuera, mientras cantan y se ríen a voz en grito. Están cubiertos de mugre y algunos llevan vendajes, así que es acertado pensar que acaban de llegar de luchar. Sin embargo, no tienes muchas ganas de unirte a la juerga en esos momentos, por lo que te vas abriendo paso como puedes hasta entrar en la posada.

Por dentro es la típica taberna de ciudad: grande, repleta de toscas mesas de madera, con una chimenea que en esos momentos está apagada, iluminada con velas y con una larga barra. En ella hay una orca con un delantal inmaculado. Tiene la piel casi amarillenta, los ojos de un apagado tono rojizo y el pelo negro como el azabache le cae en cascada por la espalda. Parece tener un par de años más que tú como mucho, y su aspecto te resulta agradable. En ese momento está sirviéndole más hidromiel a dos tauren mientras charla con ellos y se ríe con unas carcajadas guturales. Al verte entrar, levanta la vista y te sonríe.

- ¡Lok'Tar, amigo mío! Mi nombre es Gryshka. ¿Puedo ayudarte en algo? - se limpia las manos en el delantal y te mira expectante - ¿Vienes a pasar la noche? Si es así llegas justo a tiempo, ¡solo me quedan ya un par de habitaciones! Acaba de llegar una partida de soldados para la fiesta...

Comienza a recoger algunos vasos, y al agacharse ligeramente ves que la camisa que lleva deja al descubierto la espalda, mostrando un inmenso tatuaje con el símbolo de la Horda. Te da la sensación de estar marcado a fuego sobre su piel.

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27/05/2011, 16:37
Kortran

Miré de reojo el tatuaje de la posadera y sentí como si la insignia pesase demasiado.

- Quiero una habitación para esta noche - le dije a Gryshka- tomaré algo de comer, estaré sentado en esa mesa del fondo - dije mientras señalaba una solitaria mesa- a que se debe la fiesta? es que hemos ganado algo?

No sonaba nada bien aquello de la fiesta, necesitaba descansar y ocuparme de mis asuntos, aunque si la Horda había conseguido triunfar de nuevo sobre la Alianza era un buen motivo de celebración.

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28/05/2011, 19:05
Gryshka

Gryshka mira la mesa cuando se la señalas y asiente.

- Bien, entonces una de las habitaciones es tuya. Alojamiento y cena es una pieza de plata por noche - se acerca a la barra y deja allí las jarras y vasos sucios que llevaba en las manos. Después, cuando le mencionas lo de la fiesta sonríe enseñando los colmillos y vuelve a acercarse a ti - ¡Esta noche, junto al lago del Valle del Honor, amigo! Por la mañana hemos capturado a una partida de sucios enanos cerca del Campamento Taurajo, en Los Baldíos. Llevaban unos días escondidos en las montañas que hacen frontera con Mulgore, esperando para asaltar el campamento. ¡Por suerte, un druida volaba por la zona y le pareció ver un fuego!

Se ríe entre dientes.

- Será una buena celebración, ya lo creo. A lo mejor los matan allí y todo, pero solo a algunos. Thrall quiere quedarse con rehenes - la orca parece estar de un excelente humor ante la noticia - Bueno, ¿qué vas a comer? Tengo en la cocina un jabalí asándose.

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28/05/2011, 19:43
Kortran

"Típico de Thrall dejarlos vivos... -pensé- esto no ha cambiado tanto despues de todo"

Me resultó extraño que los enanos preparasen una escaramuza en los Baldíos, es cierto que son tierras de paso, es casi obligado cruzar por allí para llegar a cualquier otro sitio, sin embargo no hay gran cosa allí... En cualquier caso era una buena noticia que les hubieran capturado y que pensaran matarlos, al menos a algunos.

- Esos enanos merecen algo peor que la muerte por atreverse a venir a nuestras tierras - dije complacido- creo que me uniré a la fiesta más tarde, hace tiempo que no veo sangre a parte de la mía y la de las bestias... y hablando de bestias, ese jabalí del que hablas se va a ir a criar malvas al fondo de mi panza!!!

No era probable que me dejaran interrogar a los enanos personalmente, pero seguro que si me unia a la fiesta me enteraba de algo, al menos por satisfacer mi curiosidad...

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29/05/2011, 19:37
Gryshka

Gryshka se ríe ante tu comentario y luego se dirige hacia una pequeña puerta que hay tras la barra, seguramente la cocina. Mientras vuelve y no, te da tiempo a observar mejor el resto de la posada y sus clientes. Además de los dos ruidosos tauren, que sin duda son los que más llaman la atención por sus voces y su gran tamaño, hay una pareja de orcos sentados en una esquina. Llevan unos arcos desvencijados y sus ropas parecen de baja calidad, así que seguramente serán cazadores de poca monta. También hay una renegada envuelta en una túnica malva, a la que apenas se le ve la cara, pero su complexión y y sus manos despellejadas, casi en los huesos, la delatan.

Pasan unos minutos y Gryshka vuelve con una gran fuente muy honda, que te planta delante. Es un delicioso guiso de jabalí muy poco hecho con verduras y salsa. La verdad es que tiene una pinta excelente, y seguramente quedarás saciado con la cantidad. También te pone al lado una jarra de cerveza para acompañar.

- Tu habitación es la número 7, guerrero - dice la tabernera fijándose en tu hacha con ojo experto - Bien afilada que llevas el arma, jeje. No podría ser de otra forma.

Después, se aleja al ver que la renegada levanta un brazo y la llama con ese aire siniestro que caracteriza a los de su raza. El olorcillo a asado se mete en tu nariz....

 

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30/05/2011, 11:35
Kortran

Le di la gracias a la posadera y miré con alegría el plato de comida que tenía delante. Era un suculento manjar comparado con lo que estaba acostrumbado a comer, además era una bendición no tener que cocinar por una vez. Mientras comía no pude evitar fijarme en el grupo que estaba sentado en la esquina, principalmente en aquella renegada. Los renegados siempre me habían parecido seres enigmáticos, uno nunca conocía sus verdaderas intenciones. Como no tenía nada mejor que hacer, comí en silencio tratando de escuchar las conversaciones de aquel grupo, al menos tendría entretenimiento hasta que comenzara la fiesta.

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30/05/2011, 13:00
Director

Mientras comes va anocheciendo afuera y la oscuridad empieza a apoderarse del local. Gryshka enciende unas cuantas velas más y coloca una antorcha en la puerta de la posada, de la cual comienzan a dispersarse los guerreros de antes. Seguramente se estén dirigiendo ya hacia el lago para su celebración. De todas formas es un alivio no tener que seguir escuchando sus risas y cánticos, porque eso te permite intentar oír lo que dicen los del grupo de la esquina.

- ... yo personalmente no me creeré nada... siempre ha sido así, desde tiempos inmemoriales... la gente inventa historias cuando tiene miedo... - la susurrante voz de la no-muerta llega a tus oídos entrecortada, así que no puedes escuchar bien todo lo que dice. Los orcos por suerte tienen un tono de voz más alto.

- Ya, Lilith. Pero piénsalo... ¿Para qué iban los malditos enanos a destrozar el asentamiento de los centauros? - el orco se inclina un poco hacia delante con aire conspirador - Siempre he creído que en esa zona hay espíritus.

La renegada permanece en silencio por unos segundos, así que aprovechas para darle otro bocado a la comida, que te llena la boca con un delicioso sabor a especias.

- No sabemos qué es lo que esos enanos hacían en Los Baldíos... al oasis y se defendieran a secas... los espíritus siempre han estado allí, ¿para qué iban a... ahora?

El otro orco bebe de un trago todo lo que había en su jarra y la pone en la mesa tras eructar.

- ¡Ya! ¡¿Y cómo demonios explicas entonces lo que ha pasado en el Cráter de Un'goro?! - los otros dos le mandan a callar con un sonoro SSSHHH, y el cazador baja más la voz - Se encontraron a todos los habitantes de las marismas muertos... Criaturas elementales, extraños reptiles, plantas... Todo carbonizado como si el aliento de un dragón hubiese peinado la zona.

La renegada se ríe con una suave y siniestra carcajada y se levanta de la mesa.

- Siempre he dicho que sois demasiado influenciables - sus compañeros la imitan y siguen charlando en voz baja mientras van saliendo de la posada. Al pasar por la puerta se despiden - ¡Buenas noches! Lok'Tarr, compañeros.

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30/05/2011, 13:39
Kortran

Terminé el cuenco de estofado bebiendome el sabroso caldo, finalmente no quedaba ni un solo resto de comida. Los tipos de la mesa de al lado salieron del local mientras reflexionaba sobre lo que había podido escuchar. Habían hablado de los centauros de los Baldíos. Cualquiera que hubiese tenido que pasar el ritual de iniciación se había topado al menos una vez con los clanes centauros de los Baldíos. Se dedican a guerrear entre ellos por el control de los oasis, algunos incluso son capaces de invocar tormentas... son bastante primitivos, se arman con lanzas y arcos fabricados por ellos mismos, y en general son pacíficos, al menos si no entras en su territorio, en caso contrario ya puedes ir preparándote.

Sin embargo, no alcanzaba a entender el interés de la Alianza por los centauros, a menos que pretendan agravar sus guerras internas para que acaben afectando a la Horda... pero casi era más preocupante el asunto del Cráter, aquel orco había hablado de una total destrucción de la vida en aquel lugar. No entendía que relación podían tener ambas cosas, si es que la tenían, suponiendo que aquello fuese cierto, cosa que no creería hasta que no lo viese con mis propios ojos.

Una vez terminada la cena decidí volver al Valle de la Fuerza para unirme a la fiesta, pero antes tenía algo que preguntarle a Gryshka.

- La comida es estupenda, deberías cocinar para los soldados, no sabes la bazofia que nos dan para comer en los cuarteles - le dije a la tabernera- por cierto, conoces a esos que estaban sentados en la esquina? los orcos y la renegada, como se llamaba?.... Lilith!! eso, Lilith... la conoces? que puedes contarme sobre ella?

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30/05/2011, 15:13
Gryshka

La orca levanta la vista de la mesa que estaba recogiendo y sonríe complacida ante tu cumplido.

- ¡Gracias, amigo! Siempre sienta bien oír una felicitación por mi comida... Las recetas de mi familia son bien conocidas en Kalimdor entero - se ríe un poco y luego mira la mesa que le señalas, haciendo memoria por un segundo para recordar quiénes estaban ahí - ¡Ah, sí, los que acaban de salir! Uno de los cazadores se llama Bosgul, al otro le llaman Martillo porque su padre era herrero. Tenía aquí una tienda, justo enfrente de esta posada, hace unos años. Los dos trabajan para los carniceros de Orgrimmar, ya sabes. Les pagan por traerle la carne fresca. La renegada es una aprendiz de alquimista por lo que he oído. Viene desde el otro lado del mar.

Se te queda mirando de repente con manifiesta curiosidad.

- ¿Por qué tanto interés?

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30/05/2011, 16:32
Kortran

- No he podido evitar escuchar su conversación, no es que hablasen muy bajo precisamente... el caso es que en mi viaje de vuelta he oido rumores sobre extraños sucesos, ya sabes, gente que profetiza el fin del mundo y esas chorradas, pero mira por donde, llego a Orgrimmar y me dices que han capturado a unos enanos en los Baldíos y esos dicen que en el Cráter de Un'Goro no quedan ni las moscas - me encongí de hombros- a mi me parece que quizás haya algún rumor que merece la pena ser escuchado.

La posadera inspiraba cierta confianza y además había sido amable así que decidí intentar sacarle algo de información, era probable que se hubiera enterado de alguna cosa más, aunque sólo escuchase las conversaciones de los clientes como había hecho yo.

- La Alianza no para de moverse por ahí como pollo sin cabeza - dije mientras me apoyaba en la barra- pero a veces planean cosas que sirven para algo... me preguntaba que podían hacer unos enanos en los Baldíos a parte de pedir a gritos que les abran en canal, y resulta que esa renegada ha mencionado algo relacionado con los centauros y los espiritus... todavía no sé que significa, si es que significa algo, pero a lo mejor tú sabes algo que yo no sepa, amiga mia...

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30/05/2011, 16:55
Gryshka

- ¡Ay, cariño, si trabajases en esta posada te quedarías muerto de todo lo que se escucha! - Gryshka estalla en carcajadas, con su risa cálida y agradable. Parece una de esas personas que siempre tienen algo amable que decir - En los últimos años he oído de todo, conspiraciones, magia oscura, criaturas del fondo del mar, de las profundidades de la tierra...

La posadera se sirve un poco de agua en una jarra y bebe, con aspecto un poco más serio y pensativo.

- Aunque es verdad lo que dices de los enanos. ¿Para qué quiere la Alianza atacar el campamento Taurajo, si allí nada más que hay desierto? No lo sé. - mira alrededor un momento y se fija en los tauren, que a esas alturas parecen bastante bebidos - La verdad es que no creo que tengan nada que ver con lo de los centauros. He escuchado que uno de los campamentos de esos bichos apareció una mañana totalmente arrasado. Estaban todos muertos y se habían llevado un montón de plantas del oasis, como si las hubieran arrancado. No creo que los enanos se diviertan arrancando plantas, para eso ya tienen a los elfos.

Baja aún más la voz, es evidente que no le resulta cómodo hablar sobre el tema.

- Y sobre lo del Cráter... hace unas semanas estuvo aquí un troll, Wiz'kramm creo que se llamaba. Venía de Ungoro porque allí captura a los raptores que luego se domestican para que los monten. Y me dijo que una noche hubo un fogonazo de luz que llenó todo el cielo, como si ardiera. Hubo un estruendo y empezaron a caer estrellas rojas del cielo. Cuando llegaron a la zona donde habían caído, las antiguas marismas, estaba todo destrozado. Era como si todos los dioses se hubieran enfadado y hubieran mandado a un dragón para quemarlo todo. - la orca niega un poco con la cabeza - A saber qué demonios habrá pasado ahí.

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30/05/2011, 17:13
Kortran

- Estrellas rojas en el cielo? - pregunté sin acabar de creerlo- no lo creeré hasta que lo vea... quizás tengas razón, sobre los enanos quiero decir, seguro que fue otro clan de centauros quien los mató y luego se llevaron las plantas para... bueno, para lo que quiera que usen las plantas esos tipos! Creo que me uniré a la fiesta, no quiero perderme una oportinidad de ver un enano quemado, ensartado, destripado o, mejor aún, pidiendo clemencia - solté una carcajada, de verdad me resultaba gracioso imaginarme a esos enanos a merced de la Horda- de todas formas, donde puedo encontrar a tu amigo Wiz'kramm? quizás mañana le haga una visita... y esa Lilith? si es aprendiz alquimista tendrá algún maestro en la ciudad no? 

 

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31/05/2011, 00:24
Gryshka

La orca se encoge de hombros ante tu comentario de las estrellas. Ella tampoco parece muy convencida, tiene pinta de ser una fémina eminentemente práctica y poco dada a creer ese tipo de murmuraciones fantasiosas.

- De todas formas a lo mejor los enanos se vienen abajo con la presión y sueltan qué diantres hacían en nuestras tierras. Una lástima que me lo vaya a perder... Será todo un espectáculo, pero el negocio es el negocio - afirma rotundamente - Y el paradero de Wiz'kramm lo desconozco. Estuvo aquí unos días y luego se fue a no sé dónde. Ese troll siempre ha sido un culillo de mal asiento, siempre viene aquí un par de días y luego se larga durante meses. ¡El espíritu de la Horda!

Uno de los tauren levanta un brazo y riéndose estúpidamente lo agita.

- ¡GRY... GRYSSSSSSHKA! ¡UN POCO DE V... VINO... DE ESE TAAAN RICO... EL Q-QUE GUARDAS EN LA BODEGA, GUAPA! - la posadera levanta una ceja ante las palabras balbuceantes de su cliente y suelta un bufido.

- Estos han bebido demasiado, me parece... ¿Qué te estaba diciendo? ¡Ah! Lilith está a veces en la tienda de una alquimista renegada muy conocida por Orgrimmar. Se llama Myrna Lagoazul, no sé si te suena. Vive en el Circo de las Sombras, pero la tienda está casi al final de la Calle Mayor. Mejor búscala por ahí. - Gryshka le dirige una mirada a los tauren de nuevo y comienza a andar hacia la barra - Voy a servirle a estos caballeros.

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31/05/2011, 11:58
Kortran

Me despedí de Gryshka con un gesto de la mano mientras ella volvía a su trabajo, algo me decía que aquellos dos taurens seguirían dándole trabajo durante un tiempo. Mientras me acercaba al tumulto que se había creado en torno al Valle del Honor pensé en lo que Gryshka me acababa de decir. Era de esperar que aquella aprendiz de alquimista trabajase en el Circo de las Sombras, pero aquello no era una buena noticia. Recordé brevemente el desastre de la prueba de invocación, los brujos me odiaban y daba la casualidad de que todos se reunían en aquel lugar.

" Más me vale taparme la cara si quiero ir a ver a esa renegada - pensé- aunque seguro que esos brujos son capaces de reconocerme de todos modos"

De todas formas no estaba seguro de tener que hacerle una visita, como bien había dicho Gryshka los enanos capturados aún tenían algo que decir. Me introduje entre la gente abriendome paso hasta una posición más cercana al espectáculo.

Notas de juego

Master edit: Valle del Honor :P

Esta noche os actualizo a todos, que ahora mismo ando algo liada.

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31/05/2011, 23:54
Director

Tras despedirte de la simpática orca y abandonar la posada, comienzas a callejear por Orgrimmar. Te conoces perfectamente la mayoría de los caminos, ya que son muchos años los que has pasado allí. Vas internándote en las profundidades de la ciudad atravesando la Calle Mayor, que siempre tiene un aire tenebroso. Quizás sea por su estrechez, la cantidad ingente de tiendas que hay o la escasa iluminación, pero te parece que es la zona más siniestra de la capital. Superada única y obviamente por el Circo de las Sombras, claro está. De hecho, cuando el camino se bifurca y a mano izquierda un letrero indica que por ahí se va al Circo, no puedes evitar un estremecimiento. Solamente la luz violeta y mortecina que emana de ahí ya da escalofríos.

Sigues avanzando hasta el Valle del Honor, donde se respira un aire mucho más alegre. Junto al lago hay numerosas hogueras encendidas cuyas llamas parecen elevarse hasta el cielo, y un enorme escenario de madera preside la escena. Estás todavía lejos, pero distingues las figuras de cinco enanos atados a unos postes. A su lado se encuentra Thrall con un par de capitanes del guerrillero ejército de la Horda, y frente a la tarima hay congregada una multitud de guerreros y soldados que no dejan de vitorear.

Te aproximas y durante unos minutos apenas oyes lo que se está hablando: tu objetivo es estar de los primeros, y para ello se  necesita maña y esfuerzo. Por suerte consigues ir abriéndote paso hasta llegar a una posición ligeramente decente. A tu lado hay un orco con aspecto algo bebido que escucha embelesado el discurso de Thrall, que acaba de terminar.

- Tiene toda la razón - murmura el orco en ese momento con aire convencido. Pese al contraste de luces y sombras que crean las fogatas, te das cuenta de que le falta un ojo - Deberíamos quemarlos vivos, sí señor.

Cargando editor
01/06/2011, 12:43
Kortran

Finalmente conseguí abrirme paso entre la multitud y pude ver a los condenados. Thrall en persona acababa de dar un discurso, supuse que decidiendo lo que haría con los prisioneros, por desgracia había llegado tarde para escucharle. A mi lado había un orco orgulloso de las palabras de Thrall, al parecer había dicho que los quemaría vivos.

- Mierda, he llegado tarde - dije frunciendo el ceño, tratando de captar la atención del orco que tenía a mi lado- que los van a quemar vivos, dices? eso si que es una buena noticia, esta es la horda que yo conozco y defiendo... que ha dicho Thrall? - pregunté.