Partida Rol por web

No veo porque no- responde- tengo que hablar con el después de todo. Mientras tengamos la señalización del lugar no creo que haya problemas. ¿A que ha venido hasta aqui si puede saberse?- le pregunta a Lucyen.

El goblin parece satisfecho de haber dado la información correcta.

- Trinquete tiene dos salidas, una al norte y otra al sur. ¡Si vais por la salida sur y seguís el camino, veréis a mano izquierda una colina donde hay una tienda de campaña! ¡Allí vive el hombre morsa! - asiente mientras limpia un vaso sucio - ¡Eso sí, una vez fuera de Trinquete, debéis tener cuidado! ¡Recordad que son tierras de la Horda, por lo que no seréis muy bien recibidos!

Gracias por el aviso- responde Braun- sin embargo, yo tengo intención de salir en estos momentos, no al menos que no logre un mínimo de equipo para poder defenderme- dice. Y no era para menos, salvo lo que llevaba puesto (botas, pantalones y camisa), no tenía nada más en su poder- mi arma y mi armadura me las robaron- exclama- pero me la pagará el que me ha hecho esto, o si. 

Mira a Lucyien- ¿tu que vas hacer? 

Parece que salir de la ciudad es peligroso por todo este tonto conflicto Horda-Alianza. Una pena, por que llevo tiempo queriendo visitar las tierras de la Horda y conocer mejor a sus gentes y sus culturas.

El pobre enano parece tener un problema de equipo, asi que me ofrezco a solucionarselo.- Si necesitas armas y armaduras, podria costeartelos sin problemas. Pero vayamos ya! el tiempo es oro!- Con una sonrisa, urgo en la bolsa y le doy una de las joyas que el paladin me proporciono.- Con esto deberias tener para algo decente.

Esto...- el enano queda asombrado cuando Lucyen le da la joya en cuestión- no,... no se si debo,... - tartamudea. No le gustaba aceptar "regalos" de esa manera, pero si quería salir de aquí y ser de alguna utilidad en su viaje hasta ver al chaman, debía utilizar la joya para comprarse un equipo en condiciones- uhm, gracias. Muchas gracias. Te lo devolveré cuando pueda- añade- ¿de donde la has sacado?- preguntó con curiosidad mientras inspecciona la joya.

Tras esto, se vuelve al posadero- ¿podrías indicarme algún lugar donde pueda comprar un equipo? armas, armaduras... ya sabes. El kit de guerrero.

Sonrio con cierto aire de superioridad, y mucha satisfaccion, ante los agradecimientos de Braun.- Pues veras, me los dio una persona muy importante para...- Rapidamente se cruzaron varias palabras por mi cabeza, pero destacaba sobre todas dos, "Mision Secreta".- Para una cosa que no viene al caso. Es secreto!-corrijo rapidamente, y le guiño el ojo.

¿Mas misiones secretas?- al enano no le gustaba aquello. Su intento de ayudar a la chica le había metido en esta situación. Sin embargo, no podía hacer mucho mas. Lucyen se estaba portando bien con él y no podía perder esta oportunidad de recoger su equipo. Además, no era un goblin por lo que podía tener una conversación en condiciones con ella. 

Has tenido suerte entonces- responde mientras sonríe- las misiones secretas son lo mío. ¡Y mucho más si desconozco de que van!

Cuando Lucyen termina finalmente de comer, el posadero goblin os indica cómo llegar hasta una tienda donde Braun podrá equiparse. Antes de que salgáis de su local, Gazz os sonríe y os dice que podéis volver para pasar la noche si queréis con un tono meloso.

Fuera hace bastante calor. Lucyen, acostumbrada a las templadas temperaturas de Ventormenta, nota cómo sus elegantes ropajes se le hacen algo pesados. Sin embargo, la idea de ver al hombre-morsa os llena de curiosidad, por lo que os apresuráis a dirigiros hacia la tienda.

Está bastante cerca de la taberna de Gazz, y se distingue a lo lejos porque un inmenso letrero de hojalata con una espada grabada brilla con la luz del sol. Camináis por los polvorientos caminos de Trinquete hasta llegar allí, mientras os cruzáis con varios pequeños goblins que os miran con curiosidad.

La puerta está cerrada a cal y canto.

Pues si que...- dice Braun- espero que no este cerrada por cese de negocios- tras decir esto se acerca a la puerta y la aporrea- hola, ¿la tienda esta abierta? 

En cualquier caso, si esta tienda está cerrada siempre podremos buscar otra, ¿no? habrá más, digo yo.

Cuando Braun aporrea la puerta, durante unos segundos el interior permanece en silencio. Después, con un crujido estremecedor, la puerta metálica se abre y véis a un viejo goblin que os mira fijamente. Su piel es de un tono verdoso oscuro, y en los ojos lleva unos extraños monóculos de ingeniero.

- ¿¡Quiénes sois, y qué venís a hacer a mi tienda!? ¡Hablad, rápido! - el anciano os mira fijamente con desconfianza. Entre sus manos sostiene una espada que parecía estar puliendo. Tiene un aire inconfundible de chiflado.

Clientes- responde Braun- he venido a comprar pertrechos para el próximo viaje que tengo que hacer con mi compañera. Necesitaré una armadura, escudo y hacha. Me han dicho que en esta tienda tendríais lo que necesito

En cuanto ponemos un pie en la calle empiezoa echar de menos los frescos bosques de Ventormenta. Que calor! Noto que el sudor empieza a aflorar en cantidades importantes, y que el sol pasado un rato empieza a picar un poco. Por eso siempre preferi la magia de hielo!

LLegamos a una tienda para que Braun pueda equiparse debidamente. Algunos goblins nos miran curiosos, pero tambien yo los contemplo con no menos curiosidad e interes. Mientras Braun llama y el propietario aparece, pruebo a crear un poco de frio a mi alrededor. Un hechizo tan simple no deberia salir mal.

El propietario de la tienda es tan pintorezco como esperaba, no puedo evitar reirme un poco, auqnue intento disimularlo, para que no se enfada. Lleva una espada al fin y al cabo....

El goblin os examina sin pinta de que le caigais muy bien, pero finalmente abre del todo la puerta y se aparta para dejaros pasar. Cuando entráis, os encontráis en una pequeña tienda muy oscura y en el que la temperatura parece estar a unos cuantos grados más que fuera. Hay un mostrador de acero sobre el que reposan diversos cachivaches y herramientas para el tratado de metales. Tras el mostrador, unas vidrieras mugrientas dejan ver diversas armaduras.

Dash abre un cajón y comienza a revolver en él hasta sacar un metro. Sin terciar palabra, se planta junto a Braun y con gran soltura comienza a extenderle los brazos para tomarle las medidas.

- ¡¿Diestro o zurdo?! - gruñe de repente, agachándose para tomar el largo desde la axila a la cadera.

Zurdo- responde mientras ve como el goblin trabaja. Desde luego lo hacía con gran profesionalidad- ¿mucha clientela ultimamente?- le pregunta, por comentar algo.

Y dime, señorita Lucyen, ¿que habilidades especiales tiene? se que los de su raza tienen dotes innatas para la magia. ¿Es maga acaso?

- Zurdo - el goblin murmura algo más para sus adentros mientras continúa tomando medidas rápidamente. Tu comentario sobre la clientela pasa completamente desapercibido, o quizás te ha escuchado pero no le apetece responderte.

- Medidas normales para un enano - vuelve a farfullar, midiéndote el grueso de las piernas. Está aparentemente inmerso en su trabajo.

MIentras Braun habla con el goblin para que le prepare la armadura, me dedico a curiosear por la tienda, mirando distraida el inventario, y toqueteando todo lo que me llama la atencion, sin tener mucho en cuenta si es recomendable o no. Pense en hacer preguntas al tendero, pero no parece muy amistoso, asi que me las reservo.

CUnado Braun pregunta por mi, le respondo con gesto orgulloso.- Pues si maese Braun, he estudiado las artes arcanas junto a el maestro Grudbin el Sabio, famoso mago del Exodar. Y tenia muy buena opinion de mi.... creo.- me quedo pensativa. - Solia decirme que el dia que me sacara todos lo pajaros de la cabeza, seria una buena maga. Eso no suena muy halagador verdad?

En parte si y en parte no- responde mientras se encoge de hombros- a mi mientras no te pongas a intentar charlar con monstruos que quieren devorarnos ni me quemes la barba con tus hechizos, todos contentos. 

¿Y es el primer viaje largo que realizas o ya has estado en este continente?- pregunta. Tenía curiosidad por saber un poco mas de la muchacha, así como de su raza. Al fin y al cabo, Braun si bien es cierto que se había topado con otros draeneis, nunca había tenido ocasión de charlar con ellos. Quizás incluso lograse aprender algo de la costumbres de esta peculiar raza.

Me rio ante la ocurrencia del enano- Oh cielos no! mi especialidad no es el fuego, son hechizos de hielo. Es mas bonito y menos destructivo.- A la cabeza me vienen recuerdos de mis practicas.- Aunque Tarumaa decia que en mis manos era mas peligroso que cualquier bola de fuego.- me encojo de hombros.- Y tranquilo, que mis hechizos de traduccion son muy eficaces. funcionan correctamente el 55 por ciento de las veces. Mas o menos...

Con respecto a mis visitas a Kalindor, tengo que hacer memoria.- He estado de paso en algunas ciudades de los elfos de la noche, pero la mayor parte de mi tiempo en vuestro mundo la he pasado en Ventormenta. Me enviaron alli como representante de mi pueblo, no es increible?

Supongo que en algo habrás tenido que destacar para que te envíen hasta aquí, ¿no?- dice mientras intenta molestar lo menos posible al goblin en sus medidas- hielo, ¿eh? algo mejor que el fuego, siempre y cuando no me congeles.

En cualquier caso poco tiempo has estado en Ventormenta ¿no? lo digo por lo lejos que te encuentras ahora