Partida Rol por web

 Para llevar a cabo los combates de tableros.

 Aquí vamos a relatar, cortito si quieren, lo que haremos en el tablero. Falta contestar Gabrielle.

Los demás comienzan a seguirme,y continúo en línea recta,por la gruta que se abre ante mí. Apenas hacemos ruido,nos entendemos con gestos,a pesar de la oscuridad..

De pronto me topo con una pared.. Tal vez tengamos que explorar nuevos caminos.

 Calisto se adelanta y, un poco más atrás, Hércules camina junto a Gabrielle. Entonces ven entrar en la caverna a Ares y Xena y antes de poder dar los saludos, aunque sea de mirada, un Ergido se coloca entre Calisto y Hércules. Es uno sólo pero si no lo atacan es posible que alerte a los demás y por el tamaño de esta caverna, no es de extrañar que haya varios dentro.

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Aquí narren que hacen y les indico como hacerlo en el tablero.

Tras toparse con Ares, a quien Hércules reconoce sobradamente, y la mujer que le acompaña que forzosamente debe ser Xena, antes de que nadie pueda decir nada, aparece un érgido despistado o de patrulla; quizás ambas cosas.
La opción es evidente: abatirle rápido o arriesgarnos a que de la voz de alarma. Hércules normalmente se lo pensaría, pero visto que los érgidos eran seres muertos que contenían las almas atrapadas de inocentes, no tuvo grandes dudas: antes de que nadie hiciera nada, lanzó su proyectil sobre el érgido. Si esperaba a que alguno de sus amigos atacara, podría dar a alguno, cosa que no iba a hacer.
Con suerte, le dañaría o mataría, o al menos el gran peso de la roca le mantendría sujeto al suelo y derribado para que el resto de compañeros pudieran abatirlo con facilidad.

El hombre que se encontraba cerca de Calisto le lanzó un ataque inesperado y arriesgado, ¿pero que hace ese? piensa Xena, así nos van a descubrir... su mirada fue casi fulminante pero debía estar alerta, por lo que se preparó para comenzar con una pelea contra los Ergidos que viniesen al oír los sonidos producidos por los golpes contra el que ya se encontraba entre Calisto y Hércules.

Cogió su Chakram y alzó la mano hasta la altura del hombro para que su arma cogiese el impulso que necesitaba, se agazapó entre las rocas y esperó paciente.

Su mirada se dirigió a Ares, sabía que él estaba disfrutando con esto, y después vuelta al individuo que iba a ser atacado por Hércules.

 Te faltó tirar el daño de 2d8

:)

Ahora falta Gabrielle y Calisto, luego yo tomo a Ares.

Xena y Ares hacen su aparición..Y también el érgido!! Nos pilló de sorpresa, pero el mazazo de Hércules ha debido dejarlo noqueado..

Y si no... ¡queda mi espada!

Espero a ver en que queda el ataque,sin dejar de vigilar la aparición de más enemigos..

Gabrielle observa también la reacción del erguido, poniéndose en posición, rodeándole, pues nunca se sabía por dónde le iba a dar, pero así le tendrían más controlado, hiciese lo que hiciese.

 Los ataques vinieron al unísono. Hércules arrojó la roca que golpeó fuertemente sobre la cabeza del Ergido haciéndo que una parte de su cráneo se abriera como un coco. Xena sacó su Chakram, recién allí los demás notaron que, junto a Ares había ingresado en la caverna, y lo arrojó con suma destreza, terminando con la decapitación que Hércules había iniciado. Ares arrojó sus rayos de fuego y el Ergido comenzó a arder, a los segundos un alma salió de su cuerpo. Miró a todos con pena y agradecimiento y se elevó para desaparecer de vuestros ojos.

Ahora estaba el equipo completo. Ares incluso parecía dispuesto a cooperar pero, como siempre, nunca eran claros sus motivos.

-¡Xena!¡Ares! - acerté a susurrar..- Os perdísteis unos buenos combates..¡Pero visto lo visto,aquí tampoco han de faltar! Nos hablaron de un nigromante, posiblemente escondido en esta cueva, y como vemos, bien custodiado.. ¡No perdamos más tiempo!
Avanzo en la oscuridad..

Hércules se acercó hasta el cuerpo derribado y con una patada lo lanzó tras unas piedras. Lo mejor era esconder el cuerpo, aunque tarde o temprano les descubririan. Se acercó hasta la pareja que habían colaborado para abatir al érgido. No lo habían planeado así, pero se coordinaron muy bine para tumbar al rival sin que siquiera pudiera emitir un grito de alarma. Ares llevaba la lucha en la sangre, y era normal y Xena tenía fama de ser tan o más aguerrida que el dios. Hércules se acercó a ellos. Su rostro era sereno cuando se acercó a Xena.
- Saludos Xena. Me alegro de que hayamos coincidido, pues tu fama te precede y lo que hay en esta caverna no es un reto fácil. -entonces su mirada se dirigió a Ares. No mostró desagrado, pero tampoco una alegría especial. Solo serenidad y control- Lo único que no me cuadra eres tu, hermano... ¿Que haces en este bando? Normalmente estás en el otro... el que se encarga de las matanzas y los combates... ¿Acaso te has revelado contra tu destino...?

 Ares se acerca un poco más y mira a Hércules con algo de sorna.

-Primero creo que se saluda, no que tu padre te haya enseñado modales.

Ríe despectivamente.

-Pero bien, tengo que estar aquí para salvar a estas tres muñecas, que aunque crean que no me necesitan. Aunque creo que tu bruto cuerpo podría servirnos también. Así que... lo tomaré como una tregua.

Aclara y luego se coloca al lado de Xena esperando lo que vayan a hacer.