Partida Rol por web

Madre mía, esto puede salirse de madre demasiado pronto- Tunad se estaba poniendo tenso, no le estaba gustando del todo lo que veía, se lo estaban tomando demasiado a lo personal, además, no deberían sobreexcederse, eran miembros de su pelotón, tenían que estar en perfectas condiciones para la misión.

Con la tensión empezó a apoyarse hacia adelante en la mesa, tenía totalmente la intención de que si veía que esto iba a más de lo que debería meterse en medio para parar este combate, aunque perdiese la apuesta.

Marlene prosigue su asalto, dando tanto como recibe, hasta que de pronto siente la fuerza de un golpe que le tuerce el cuerpo y casi le arranca la espada de las manos. Reaccionando rápidamente, la joven dobla las rodillas y da un salto hacia atrás con todas sus fuerzas, poniendo distancia entre el fúrido y ella.

De nuevo una distancia de encontronazo, la cabo escruta a su oponente. Su expresión es feroz, casi sacándole los dientes. Su mirada centellea, supone que en deseos de lanzarse sobre ella y cobrarse con tres cada uno de los golpes que le ha dado.

Animales- piensa. Todos animales. Se quejan de que el mundo les trata injustamente, se quejan de los prejuicios, se quejan de su mala imagen... afirman ser nuestros iguales, tener raciocinio y servir al orden... pero hurga solo un poco debajo y su verdadera naturaleza salta.

Podría decir eso. Podría decir muchas otras cosas. Podría decirle que ella no le ha hecho absolutamente nada desde que llegó a la base. Podría decirle que justo por los que se portan como perros rabiosos listos para morder la mano de sus compañeros es por lo que la gente común no se fía de ellos. Podría decirle que no es el único que sabe pelear, piense lo que piense. Cada marine de este barco sabe, y qué espera demostrar. Que qué motivos tiene para odiarla tanto.

Pero no serviría de nada. Claramente está furioso, y no razona. Tiene sentido. Razonar no es de animales y el Cabo, al fin y al cabo, ha demostrado lo que es.

Así que no dice nada. Se limita a ponerse en guardia de Nebelwurf, el cuerpo escorado, el peso apoyado sobre la pierna trasera atrasada, y el sable sostentido por un brazo, con el codo doblado, sobre la cabeza, listo para descargar un tremendo golpe descendente, mientras la cadena de su otro brazo empieza a girar como un aspa de molino frente a ella, creando una pantalla de acero entre ella y su rival, lista para golpear o enroscarse en lo que la toque.. Durante dos segundos espera, la espada lista para abrirle el cráneo a su rival si su  ataque se enreda en la cadena...

Y entonces baja y adopta una posición neutral, de defensa, la espada paralela al cuerpo. Si realmente el proximo ataque no la deja malherida a ella, su respuesta sí dejara maherido al cabo. Y le guste o no, la Capitana Marconi los ha escogido, por motivos que a ella no le corresponde cuestionar, para que vayan juntos a una isla llena de enemigos no-muertos listos para matarlos. No se pueden permitir llegar ya heridos. Y no está dispuesta a tener que admitir su culpa ante Marconi por culpa de un chucho de pelea que no sabe cuándo o como pelear.

Espero que no tengamos que saltar Tunad - le respondió al otro sargento

—Bueno, bueno. Los dos cabos se han quedado tocados después del intercambio de golpes. ¡Pero ninguno parece dispuestoa retirarse!—dijo Vermú ajeno a la conversacion entre los dos sargentos— ¡Esto es inaudito! ¡Creo que ni al cabo Titán se le ha visto en esta lona con esa rabia! No es por nada compañeros y no es que me guste el sensacionalismo, ¡pero cualquiera diría que entre estos dos hay algún tipo de lío! La cabo Moskouri no ha venido, ¿verdad?

¡Es el turno de Savant!

Iniciativa: [18] Savant [17] Xen [13] Marlene  Tunad

Estado del combate
- Xen 5 puntos de daño (faltan 5 para estar en GRAVE).
- Marlene 5 puntos de daño (faltan 9 para estar en GRAVE).

Hasta seis veces sonó la campana del ring martilleada por una ronda de disparos. 

En la mesa Savant sostenía a Viento aún humeante. 

¡RELAJAD LA RAJA! - les gritó enojado a los dos cabos - ¡QUE SOIS COMPAÑEROS COÑO! El próximo que intente matar al otro lo voy a mandar al carajo hasta que volvamos a Befehlgard. ¡EMPEZAD A USAR ATAQUES NO LETALES O YO SI QUE OS VOY A DAR LETALIDAD!

¿¡CAPISCI!? - gritó mientras empezaba a recargar su revolver. 

Todo el mundo se quedó en silencio por los disparos de Jester. No tanto por el sonido de la campana... sino por los disparos en sí. El combate estaba siendo demasiado ruidoso. Seguramente ni al comodoro ni a la capitana les iba a gustar un pelo.

—Eeeeeeeeh...—hasta Vermú se había quedado sin palabras—. Verá sargento, no sé qué dicen las reglas sobre las interrupciones externas pero...  en fin.... no sé yo... ¿seguimos el combate?

¡Es el turno de Xen!

Iniciativa: [18] Savant [17] Xen [13] Marlene  Tunad

Estado del combate
- Xen 5 puntos de daño (faltan 5 para estar en GRAVE).
- Marlene 5 puntos de daño (faltan 9 para estar en GRAVE).

¡Ahora no, Jester! Pensaba Xen apretando los dientes, mientras intenta pensar como afrontar la situación.

A su pesar, tenía que admitir la defensa de la cabo es impenetrable Y todo por culpa de las putas cadenas. Son imposibles de romper. Y, joder, se ha puesto en posición defensiva. 

La noche se está acercando, lo presiente. Y con ella la luna, la puñetera luna. El cabo sabe que si sigue teniendo la intención de acabar la pelea sin heridas graves para ambos tiene que darse prisa. Hace mucho que dejó de tomar las "precauciones" que tomaba su padre frente al furor que les provocaba, arreglándoselas el mismo para no tener que necesitar más de aquel repugnante brebaje, pudiendo mantener controlado por él mismo aquella condición. Pero en una pelea como aquella...se fijó como la cabo le miraba, con absoluta repugnancia, como si él se tratase de un engendro con él que era necesario acabar. Y eso le enfurecía. Mucho. 

Joder, o acabo esto de una vez o me vuelvo loco. A ver, no puedo hacerlas apenas un rasguño, y no deja de utilizarlo como escudo. Me cago en la leche, si que es rápida. Mientras se mantenga con el brazo tocándome las narices esto no acaba nunca... Aunque... ¿puedo aprovechar eso?

Con pasos rápidos pero firmes, esta vez Xen decide dirigir un golpe descendente a la cabo, justo en el brazo, al cual le acompaña otro y otro y otro y otro... Descendentes, ascendentes, horizontales... De la elegancia mortal con la que atacaba antes pasa a una técnica con posiciones firmes, apoyando con fuerza sus pies mientras la mismo tiempo aprovecha la inercia de sus pasos para dar golpes secos que se pueden escuchar por todo el campo, como si de alguna manera Xen ya no estuviera usando una lanza y pasara a usar un bastón. Al mismo tiempo, el lobo se asegura que sea la mano protegida por estas cadenas la que reciba los golpes. Lo que parecían golpes hechos con rabia en realidad seguían un patrón claro, dejando poco a poco, a medida que cada golpe iba moviendo  ligeramente aquellas cadenas enroscadas como serpientes, dejando un espacio vulnerable. Una oportunidad que Xen tendría que aprovechar al máximo

Si quería inutilizar a su enemigo, solo habría una manera, y no iba a ser agradable, al menos para ella...

Marlene retrocede a medida que Xen encadena un golpe tras otro, girando el torso al compás de los pies y las caderas, de forma que cada vez que la furia de los golpes de Xen hace que la cadena salga despedida, la rotación de su cuerpo la transforme en un giro que la vuelva a traer cerca de ella.

Al principio funciona, pero pronto se da cuenta de que va a tener que cambiar de táctica. No va a poder mantener esta defensa siempre. Los ataques se suceden demasiado rápidos para que pueda contrarrestarlos todos, y el fúrido tiene pinta de que puede pasarse así todo el día. En algún momento, si quiere vencer, va a tener que asumir riesgos. Xen es demasiado rápido para ella, a no ser que pase a la ofensiva con convicción detrás, siempre va a marcar él el ritmo del combate. Y solo hace falta que baje la guardia un segundo, como pasó al principio, para que la derrote. Casta Diva la salvó en esa ocasión, pero no puede confiar en tener siempre la misma suerte.

Entiende lo que intenta hacer. Está creando un hueco en la guardia que explotar, su propio estilo tiene ese tipo de maniobras. También tiene otra, el Flankenschlag. Una contra lanzada sobre el golpe del rival, hurtando el cuerpo en el ultimo momento y usando el impulso del ataque para golpear. Es un riesgo, supone abrir la defensa y potencialmente llevarse un golpe antes de poder darlo. Pero no puede arriesgarse a que Xen siga llevando la ofensiva, y especialmente, no va a ser capaz de colocarle un golpe no letal lo bastante solido para acabar el combate. Afianza los pies y hace girar la cadena desde un eslabón más adelantado al que lleva usando, para dejar un espacio cerca de su cuerpo sin cubrir por ella, mientras echa la espada hacia atrás, lista para golpear con todas sus fuerzas.

—Bueno, bueno, bueno. Parece que la advertencia del sargento ha tenido su efecto porque ambos cabos han pasado de atizarse marrulleramente, y si me permiten la expresión un poco al estilo pirata, a estudiarse mutuamente. ¿Intentarán resolverlo todo al siguiente golpe?

¡Es hora de nuevas TCOM! ¡Y acordaos del bono adaptable!

Estado del combate
- Xen 5 puntos de daño (faltan 5 para estar en GRAVE).
- Marlene 5 puntos de daño (faltan 9 para estar en GRAVE).

Marlene fija los ojos en Xen, siguiendo sus movimientos. Siente una calma densa, que casi hace que el tiempo vaya más despacio. Algo en su interior le dice que el combate va a acabar en el próximo golpe. No sabe si a su favor o en su contra. Pero en ese momento en que la intuición llega hasta ella, siente que realmente... no importa.

Ganar, perder, vivir, morir. ¿Qué mas da? Siempre habrá una batalla que perdamos, y siempre estará esa última que nadie puede ganar. En un par de días van a enfrentarse a la muerte como nadie lo ha hecho hasta ahora. Si quiere hacerlo, tendrá que aprender a retener esta calma que siente ahora.

Quizás se esté condenando al pensar así. La batalla es cuestión de quién esté más hambriento, de quién tenga más ganas de vencer. Quizás pensar de esa forma sea sabotearse. Poco importa ya. Ha llegado hasta aquí. Que menos que ver esta mierda de pantomima hasta el final. Ella va a hacer lo que deba para terminar esta pelea según las reglas. Que Xen haga lo que deba.

-Bueno, parece que aquí acaba todo, cabo- Dijo Xen mientras los golpes iban y venían de contrincante a contrincante, sin que ninguno llegara a hacer daño a nadie. Al menos por el momento- Si tengo que decir la verdad, ha sido un duelo bastante aceptable, pero creo que es momento de acabar ya- En uno de los intercambios, ambos rivales chocaron sus armas, teniendo un momento en que los golpes cesaron, pudiendo cruzar amabas miradas mientras empujaban sus armas el uno contra el otro, momento que Xen aprovechó para dedicarla su mejor sonrisa- Y me temo que eso lo voy a tener que hacer yo. Oh, no te preocupes por perder. Contentase sabiendo que ganar a mi no me ha servido nunca para nada más que para seguir con vida, y sinceramente tampoco es que sea para tanto. Pero, bueno, soy un animal de costumbres, después de todo.

Tunad miraba todo de manera tensa, quería que esto acabase ya, quién lo diría, sentía que esto lo había provocado él de manera indirecta, aunque no fuese así realmente.

El combate seguía, parecía que ya no se iban a matar, lo cual le relajaba algo más, no pensaba meterse esta vez, así que solo observaba fijamente el percal, esperaba que nadie saliese herido de ahí.

—¡Madre mía! ¡La tensión se masca en el ambiente!—gritó Vermú—¡Maldita sea! ¡Atáquense ya!

¡Es el turno de Xen!

Iniciativa: [16] Xen [13] Marlene

Estado del combate
- Xen 5 puntos de daño (faltan 5 para estar en GRAVE).
- Marlene 5 puntos de daño (faltan 9 para estar en GRAVE).

- Aunque, la verdad, no mentiría si dijera que no me estoy divirtiendo, pero en fin, todo lo bueno tiene que acabar- De repente, los ataques de Xen empiezan a cambiar.

A cada golpe que da, su ritmo cambia repentinamente. Uno de los golpes, seguido de dos golpes rápidos de izquierda a derecha casi parecen que echen chispas al contactar con el metal; otro consiste en un giro de cuerpo acompañado de un bastonazo lateral, impactando en la espada de Marlene como si se tratara de una ola impactando en un acantilado, mientras que abanzando con un rápido golpe, aprovechando el retroceso de Marlene por el anterior golpe, pego un pesado golpe ascendente que parecía casi como el de una piedra partíendose. Un golpe abierto acompañada con una zancada hacia atrás que recordaba a los ataques que había realizado al principio, para luego sorprender con un rápido avance con la punta sin el filo, levantando juto a él una poderosa inercia que acompañó el golpe, pudiendo Marlene notar la fuerza que acompañaba a este. El siguiente consistió en un golpe ascendente y velocísimo, acompañando a este en repentino estallido que apenas sonó en un instante, siento este mucho más cercano, levantando la espalda de Marlene lo suficiente para conseguir lo que él quería: que se defendiera con el brazo encadenado.

Aquellos golpes no eran aleatorios, cogiendo más y más inercia y más y más velocidad, siendo apenas un borrón azul golpeando con violencia. El siguiente golpe, un golpe horizontal como el de un bateador golpeando con todas sus fuerzas, a pesar de ya llevar toda la fuerza posible, a pesar de todo pareció detenerse durante un instante, como si aquel se reafirmase como el golpe definitivo

-Octavo elemento ¡Vacío! ¡SELVA PROFUNDA!

Xen no ha mordido el cebo que le tendía la cabo Hatcher, y eso la coloca en desventaja a la hora de parar la oleada de golpes que le caen encima. Sin la ayuda de la cadena, se ve forzada a hacerlo apoyándose en una guardia cerrada y en rápidas transiciones entre defensas. Durante un tiempo logra desviar la mayor parte de los golpes, hasta que finalmente, Xen cierra la distancia, anulando definitivamente su cadena y forzándola a cruzar las armas. Sus palabras la sorprenden. Parecen más calmadas. Siente animosidad, pero están desprovistas de la violencia que le había parecido sentir antes. ¿Se la ha imaginado?

Reconozco que viendo su forma de actuar y reaccionar a mis ataques y a mi pensé que no era más que un salvaje, Cabo. Pero su forma de pelear ciertamente no es la de uno, y si algo he aprendido siendo el saco de boxeo favorito de la mayor parte de mis convecinos, es que el combate es cien veces más sincero que las palabras. Diría incluso que es hermosa, pero creo que deberíamos ir terminando esto antes de que Tunad y los otros oficiales salten al ring para separarnos. Creo que ninguno queremos pasarnos el resto del viaje con Marconi vomitándonos fuego en la nuca.

Marlene salta hacia atrás, destrabándose, antes de volver adelante con una estocada que golpea a la altura de las costillas, pero que pierde la mayor parte de su impacto cuando Xen encoge rápidamente el cuerpo para hurtarlo al golpe.

La respuesta de Xen es un torbellino de golpes, uno detrás de otro. Aún sin cadenas, la defensa de Marlene es férrea, pero la velocidad de su rival es algo contra lo que ni siquiera su técnica puede protegerla. Los golpes empiezan a alcanzarla, zahiriendola de un lado para otro a pesar de que sigue bloqueando por instinto algunos de ellos. Finalmente, cuando Xen se posiciona para dar el golpe final, Marlene extiende su brazo-cadena y lo dispara hacia adelante, apuntando al raíl de cubierta, y cruza el sable envainando en posición vertical sobrre el cuerpo.

El golpe llega y la manda volando por el aire, tal y como había esperado. Cae de espaldas y rueda por el suelo sin aliento y sin excesiva gracilidad. Aunque su cuerpo está entumecido por el impacto, su mente aún funciona lo bastante bien para dar una orden. Su cadena se tensa y después empieza a recogerse a toda velocidad, tirando de ella en dirección a Xen, que aún no acabao de recuperarse de toda la energía con la que lanzó el golpe y no está en una posicion fuerte. Mientras vuela por el aire, la cabo gira el cuerpo y al llegar a la altura del cabo, lanza una estocada con todas sus fuerzas. Xen salta de lado, esquivándola sin dificultad. Marlene gira bruscamente sus caderas, girando en el sitio y lanzando una patada circular con la pierna atrasada, que parece imposible que llegue a golpear... hasta que  su pierna empieza a convertirse en cadena.

No hay mucha gente en Befelhgard que sepa que puede hacer esto. No es especialmente util en la vida diaria y trata de no usarla cuando hay otros delante, por lo que la mayoría de marines asume que solo puede convertir sus brazos en cadenas, y no suele ver razón para corregirles. Hace mucho más fácil pillar por sopresa a alguien, como ahora. La cadena sale disparada en un latigazo directo a la cabeza de Xen.

No tengo ningún nombre especial para esta técnica... es lo que tiene improvisar. Espero que me disculpe la falta de tacto.

—Y los dos cabos vuelven al ataque. ¡Miren esos ataques de Xen! Un golpe tras otro la cabo Hatcher se va defendiendo como buenamente puede, le está plantando cara pero... ¡OOOOOOOOOOOH! ¡MENUDO GOLPE! ¡Uno habría pensado que los ánimos se había calmado pero nada más lejos de la realidad! ¡Están yendo con todo! ¡Y miren el contrataque de Marlene! ¡Vaya golpe con la espada envainada! Aunque... ¿¡lo ha aguantado!?

Xen le hace 9 puntos de daño a Marlene. Ésta reduce en 4 y le hace 5 puntos de daño.
Marlene le hace 5 puntos de daño a Xen. Éste reduce en 0 y se queda en 0 puntos de daño.

¡Nuevas TCOM!

Iniciativa: [16] Xen [13] Marlene

Estado del combate
- Marlene 10 puntos de daño (faltan 2 para estar en GRAVE).
- Xen 5 puntos de daño (faltan 5 para estar en GRAVE).

El intercambio de golpes se produce, y ambos contendientes se enderezan. Aunque la cadena de Marlene le ha dado de lleno en la cabeza, el cabo Wu simplemente se la sacude, sin acusar el golpe. Bueno, ahí va su ultimo cartucho para terminar pacíficamente con esto. La joven ha sobreestimado sus fuerzas, o subestimado la resistencia de su rival. Si va a seguir peleando, tendrá que desenvainar y tirarse a matar. De lo contrario, no va a lograr hacer mella.

No es una elección. No es cuestión ya de desobedecer una orden directa, o las relgas no escritas de la Gloriosa. Es una cuestion de deshonrarse a uno mismo. Si le molesta que Xen pelee con tanta brutalidad, no es cuestión que ella haga lo mismo. Y ese ultimo golpe le termina de confirmar algo que ya sabía. Que pese a todo, el cabo Wu ya podría haberla derrotado de haber pretendido hacerlo. Le duele todo el cuerpo y nota el regusto a sangre en la boca. La unica forma de la que esto puede acabar si siguen es con uno, o los dos, heridos graves.

Marlene coge la espada por la vaina, se la presenta a Wu agarrada en horizontal y se la vuelve a colocar al cinto, antes de levantar el otro brazo con la palma de la mano hacia afuera, en señal de que da por perdido el combate. Baja el brazo y mira directamente al fúrido, hablando en un tono calmado y sencillo, desprovisto de adornos. Nunca se sabe con la díscola Cabo, pero sus palabras suenan sinceras.

Bien luchado, Cabo. Dice que la victoria no le da gran cosa, así que puede que esa lo haga a usted el más apropiado para tenerla que conozco. Sea como sea, aquí y ahora se la merece más que yo, así que tómela.

Sin más florituras ni palabras superfluas, Marlene lanza su cadena hacia arriba, enroscándola en un de los palos que sujeta el velamen, y sale del ring propulsada por ella, en un salto que la lleva por encima de las cabezas del público, hasta que aterriza en el portón que da acceso a la cubierta inferior, despareciendo en dirección a su hamaca, probablemente a lamerse las heridas y pasarse el resto de velada regodeándose en todas esas partes de su cuerpo que acaba de descubrir que pueden dolerle.

Uf -​​​​​​Tunad se relajó y se sentó de nuevo en la silla de manera brusca pero con una sensación de relajación notable, esta pelea había sido DEMASIADO intensa, con cara de agotamiento miró a Savant - Bueno, creo que me debes algo grogrogro- Rió, sí, pero se notaba que no era con la intensidad de siempre, era esa típica risa que camuflaba el malestar.

Dejándole con las palabras en la boca, Marlene abandona el campo, dejando a un reflexivo Xen pensando en lo que había ocurrido. Había peleado bastantes peleas, y siempre habían acabado de igual manera: con rencor, al menos por  ambas partes, sobretodo porque no había gente que pudiera soportar la idea de perder contra lo que veían como un animal. Nunca, en todos los años que había peleado en duelos, había terminado una pelea y reconocido su forma de pelear como "hermosa" y había acabado reconociendole la victoria, sobre todo viniendo de una persona que había reconocido que lo veía nada más que como un "salvaje". Es decir, peores cosas le habían dicho en la Armada, y una alabanza era una alabanza, al fin y al cabo, incluso si sonaba un poco agria. 

Supongo que me lo tendría que tomar como un cumplido. 

También había que reconocer que su estilo de combate era... interesante. Ir de misión con Dan le había confirmado que los usuarios de elixir no eran muy imaginativos usando sus poderes, y aprovechar una distracción haciéndola pasar por un golpe definitivo era una jugada considerable, y había notado como perfectamente ese golpe podría haberle dejado K.O si hubiera sido más certero, y estaba seguro de que podría haberlo sido.

Estos pensamientos le habían inundado tanto la mente que se acabó dando cuenta de que el furor que casi le había invadido, si bien no había desaparecido, se había atenuado bastante, ya fuera por el golpe final, por sus heridas, o por las palabras de la cabo. Iba ha seguir despierto toda, pero sinceramente ya no le apetecía nada pelear.

Estirando uno de los brazos y girándolo para destensarlo, fue dirigiéndose a las escaleras para bajar.

- Bueno, si alguien cree que puede dar un mejor espectáculo, que lo compruebe sin mi, que yo estoy molido. Y recordad: sin heridos graves. ¿habrá sacado alguien algún barril para beber?

- 10 duros para usted - dijo mientras sacaba un billete y se lo daba a Tunad - Y ahora, mis cinco duros Tunad. 

Savant se fijó que Tunad estaba un poco acalorado y olía un poco a pescado. 

¿Ver el combate le ha dado el gusanillo? Eh - le susurró pegándole codazos - Si quieres subimos tu y yo. Pero no me pegues muy fuerte, que me revientas.