Partida Rol por web

Otro día más viviendo en un estadio de fútbol, con comida enlatada, ya insipida y podrida por el paso del tiempo, y con miedo a salir del improvisado refugio.

En todo el día no hay nada mejor que hacer que jugar al fútbol con latas ya vacías, escuchar los gemidos de los zombies muriéndose por entrar y devoraros. Por las noches no podéis dormir; tenéis miedo a que encuentren una entrada, aunque en parte lo estáis deseando, para poder acabar con el sufrimiento de vivir encerrados.

Estáis quedando cada vez mas delgados por la falta de alimentos, y ya no os acordáis de la última vez que comisteis caliente. Lo único que podéis esperar de la situación actual es que los zombies se retiren, o se mueran de hambre; desafortunadamente sabéis que ninguna de las dos opciones llegarían a cumplirse...

Ya no os queda ni una lata, y pronto empezaréis a desfallecer, así que tenéis que salir de allí.

-Creo recordar que cerca de aquí hay un centro comercial-afirmo, convencida de que a parte de comida, ya es hora de cambiar de ropa, o puede que terminasemos muriéndonos intoxicados por el mal olor-Así podremos apoderarnos tanto de comida, como de ropa y algún posible arma.

La situación en el estadio es horripilante; todo lleno de lanas, roto, más bien despedazado. Los vestuarios están atascados; una pena, allí habría toallas, taquillas para guardar las latas de comida, y no tener que dejarlas en cualquier rincón más o menos decente.

-El problema es salir con todos esos zombies esperándonos. Necesitamos una distracción-anuncio, mientras miro místicamente hacia la desordenada pila de latas vacías que acumulamos día a día.

Las palabras y un suspiro me despertaron de aquel trance en el que estaba auto inducido para alejarme un poco de tanta mierda a mialrededor, abrí los ojos mirando a mi alrededor para encontrar a Priscilla… Mis labios están resecos y el hambre parece aguantarse pero no del todo.

Finalmente me levanto de uno de los pocos asientos que aun están en pie en aquel estadio, la miro con ojos cansados, ya que hacía días no podía cerrar los ojos por más de quince minutos...

Oye tu, Priscilla, si dices que hay un centro comercial pues di para donde y nos largamos de aquí…. Necesito un baño como todos y tener algo más que NADA en el estomago Camino hasta llegar al lado de la joven Hey podríamos observar la dirección desde el palco de relatores… desde allí trazar un plan para salir de aquí Menciono mientras señalaba dicho lugar…

El hambre tenaz, la flata de sueño, el constante gemido de esos seres asquerosos y esa pared siempre delante de mi me están volviendo loco, ya harto de observar.  Me levanto nervioso y me dirijo hacia Priscilla..

-Si hay alguna manera de salir de este lugar dila, porque si sigo un dia mas en esta mierda de sala te juro que salgo por la maldita puerta y acabo con esto yo mismo.

Digo, con la cara sudada y blanquecina.

-Yo necesito salir de aquí-reconozco, ya fuera de mis cavales-Necesito arreglarme el pelo, darme una buena ducha, y hacerme la manicura urgentísimamente.

Al ver que los demás me miran con desprecio, añado:

-¿Qué queréis? Es la verdad

Ignorando a Jennifer, me dirijo hacia Priscilla:

-Creo que deberíamos hacer lo que Duncan nos propone. Al menos no moriremos por intoxicación en el ambiente-digo, agitándo mi mano derecha e izquierda en un gesto que da a entender el mal olor que había por todas partes-Entre la podredumbre de los zombies, y nuestro olor corporal no podremos aguantar mucho más.

Mejor tomárse la cosa a risa, que no ponerse a llorar, pienso, teniéndo toda la razón del mundo.

-Si ninguno de vosotros tiene una idea mejor, intentaremos hacer lo que Duncan nos sugiere-digo, pausadamente-¿Alguien quiere añadir algo?

Miro a mi alrededor por si alguien quería realmente aportar nuevas ideas

-"La idea de ropa y alimento es muy tentadora, pero.."- Pienso mientras observo a mis compañeros hablar, un poco mas animados que días atrás, sobre la posibilidad de salir.

-¿Estamos seguros de querer salir?- Pregunto, pero no los dejo responder, evitando así la posibilidad de acobardarnos (que es mucha) y continuo
-Debemos planear bien cada paso que demos, si metemos la pata seremos morfados por los zombies.- y realizo una pausa -Y no quiero ser comido por esos bichos allí afuera.-

Tras escuchar a mis compañeros, me incorporo del rincón del suelo en el que estaba sentado y seco el sudor de mi frente con el brazo izquierdo 'Vaya mierda de plan... o quizá no. La verdad es que no puedo pensar bien con el estómago rugiendome como un león'

- Me parece bien. Por lo poco que sabemos de esos condenados... ¿bichos? creo que no se van a morir de inanición antes que nosotros.

Me quedo un rato abstraído mirando las latas vacías desparramadas por el suelo.

- Podríamos distraerlos desde un extremo y salir por otro. Las latas vacías hacen mucho ruido al caer, eso llamaría su atención... o no. Como no consigamos pronto algo de carne enlatada voy a terminar haciendo salchichas con las tripas de los cuerpos babeantes de fuera ¡Me muero por unas proteínas jugosas!

Me vuelvo a sentar en mi rincón.

- Yo quiero salir, estoy hasta las narices de quedarme aquí parado esperando a que entren por algún lado. Si me tienen que coger, que lo hagan donde tenga una posibilidad de escapar y no encerrado entre cuatro paredes.

Cierro los ojos y apoyo la cabeza contra la pared.

- Las latas vacías nos podrían servir.

Bugle a que te dedicabas antes de que todo pasara, a que se dedicaba cada uno?.... Pregunto Yo, pues algunos lo saben… fui un buen chico por el mal camino, y si tuve problemas con la ley pero eso ya no importa, mi experiencia en prisión podría ayudar, me refiero a los motines y peleas.. Camino un poco por el lugar…

No es mala idea distraerlos, tampoco que sea efectiva pero vale la pena intentarlo antes de morirnos aquí Comento mientras miro a los demás Alguien que me acompañe mientras el resto junta las latas y alguna otra cosa para usar como arma…. Palos, barras de metal,  lo que sea

Todos tenéis razón-añado después de dejarlos hablar- algo hay que hacer a parte de comida necesitamos medicinas ¿no?, por si nos pasase algo, me refiero a cortes o por el estilo.

Todos estamos desfallecidos por el hambre y sucios pero tenemos que intentarlo de todos modos no nos queda otra,las ratas no tardaran mucho en encontrar una entrada,si es que queda alguna ahí fuera...

Yo voy contigo Duncan si te parece bien-añado, ya que ninguno parece querer moverse-haber si encontramos la manera de poder salir, no se vosotros pero daría un brazo por un vaso de agua.

Me rio, sin ganas, pero un chiste a tiempo no viene mal ¿verdad?

 -La idea de Duncan-continúo, alzando mi voz por encima de la de los demás, para atraer la atención sobre mí-, es la que, personalmente, me parece mejor.

Echo un rápido vistazo hacia las latas, las cuales forman una enorme montaña de chatarra oxidada por el paso del tiempo. Ya ni me acuerdo desde cuando estamos aquí.

-Necesitamos cuerda-digo-. Podemos quitar los cordones a los zapatos, y atarlos entre sí. Es lo mejor que tenemos. Alguien tiene que atar las latas, además.

-Yo ni loca toco eso-digo, totalmente asqueada-. Ya bastante que me lo haya coneguido comer, con el asco y repulsión que me provoca.

Hago una pausa, y añado:

-Os doy los cordones, si queréis-digo, mientras, agachada, les quito a mis converse los cordones

-Creo que lo de los cordones es buena idea-reconozco, mirando hacia Priscilla.

Me quito los cordones, y se los entrego, junto con los de Jennifer.

 Yo no llevo cordones pero se que en algun sitio, tengo un pañuelo que traía quizá sirva de algo

Lo encuentro debajo de una silla después de revolver y se lo entrego a Priscila.

-Vale, cualquier cosa nos será útil-respondo, cogiéndo el pañuelo que Enia me entregaba, amablemente-Si se os ocurre alguna otra cosa con la que atar las latas, por favor, decídlo.

Rapidamente y viendo la iniciativa de mis compañeros desato mis cordones y se los entrego, un poco mas sosegado al ver una minima oportunidad de poder salir de ese agujero infernal.

 -Aqui estan los mios :digo un poco mas relajado

 Si lo conseguiremos ya veras como si que lo haremos : digo para mi mismo.

Asiento ante el comentario de Enia, pero luego algo llama mi atención y no puedo evitar comentar algo – Los cordones son un suicidio, piensan correr descalzos sobre la mierda de allí afuera? Piensan que no se doblaran un tobillo? Yo no seré el héroe que les rescate…. Una vez en el piso nadie los ayudara – Agrego algo cabreado – Vayan a buscar las redes de repuesto de los arcos si quieren cuerda…. Estamos en un maldito estadio de Futbol por un demonio…

Miro a Enia – Vamos – Digo encaminándome hacia el almacén…

Las cuerdas actuales de las porterías están hechas trizas, tendréis que buscar las de repuesto.