Partida Rol por web

La horda parte finalmente de Valle Roto. Dirigidos por Bolwock, partís dejando las cuevas por la parte interior del valle.

El sol del atardecer os saluda al salir.

Pasais bordeando el Gran Puente; un puente de cuerda de unos 30 metros de largo que cuelga sobre el abismo que separa las dos partes del Valle Roto; aquella donde vivís y la otra, que ya no visitais casi nunca. El fondo de la enorme y profunda grieta que data del tiempo en que los dioses caminaban sobre el mundo se pierde entre la bruma. Nadie sabe quién o qué habita allá abajo.

En fila de a dos caminais por el sendero que recorre el borde del abismo en pendiente descendiente. Tras varias horas de camino, cae la noche. Vuestros ojos goblinoides, acostumbrados a la oscuridad de las cuevas, os permiten ver en la oscuridad de la noche y es entonces cuando los goblins sois más temidos. Sin embargo, vuestra visión noctura no alcanza muchos metros.

Toda la noche tardais en recorrer el sendero que lleva al final del valle, cerca de la costa. Poco a poco vais descendiendo en altura y llega un momento en que comenzais a oir y luego a ver el río que recorre el fondo del valle. Finalmente llegais al final del valle y por primera vez en muchos años y algunos, por primera vez en vuestra vida, veis el mar al amanecer y como el río desemboca en él. El mar está bastante encrespado y desprovistos del abrigo de las montañas, sentís el viento en la cara. Es una sensación extraña para alguien que lleva tanto tiempo viviendo en cuevas.

Hacia el sudeste, podeis ver un grupo de pequeñas y verdes colinas rodeando las montañas y más hacia el este, en frente vuestra, una vasta llanura de verdes pastos. La hierba está tan crecida que apenas se acierta a ver el pequeño sendero que cruza la planicie. Sin duda hace mucho tiempo que nadie viene por aquí. Y más lejos todavía, siguiendo hacia el este, podeis ver que el camino se adentra en un pequeño bosque. Es al otro lado del bosque donde se supone que está Hewick.

Al fondo de todo, otra cordillera montañosa flanquea el horizonte.

El cielo está despejado. Tan solo se ve alguna pequeña nube pasajera.

Grurkl se pasó parte del camino conversando con todo goblin que le quisiera oir, y aquellos que no también, sobre lo malo para el organismo que es tener que ir a buscar la comida tan lejos y lo bueno que sería que la comida viniera ella sola "que pada ezo tiene pataz". A mitad de la noche Ugrum y el llegaron a una luminosa idea, tan luminosa que sus superiores les ordenaron apagarla por si los delataban. Así que todo se perdió de la idea salvo el nombre.... algo así como "tele-elfo".

Pero el momento culmen sucedió cuando vieron por primera vez el mar. Ante tan sobrecogedora visión al amanecer, Grurkl no pudo menos que comentar:

- ¡Vaya! A alguien ze le ha caído un cuenco muy gdande de agua. Quien tenga que fdegadlo ze va a cabdead mucho. - cayendo en la cuenta de que igual lo culpaban a él, se adelantó - ¡Pedo que conzte que yo no he zido! -

-Grukrl erej un inculto, todo el mundo jabe que ejo ej el dejague de nuejtro granbriento imperio. Deberiaj ir maj a menudo a... como era... ejte jitio en el que je aprendian cojaj... que maj da

Da una palmada de compasión en el hombro al que se estaba convirtiendo en su goblin más cercano ultimamente. Ser la fuente de uno de sus productos químicos, ayudaba claro está.

-¿Cuálej jon juj ordenej jargento?

Tranquilo y sin recibir ordenes, Mogdul viaja dando vueltas horda arriba-horda abajo. Al pasar por el Gran Puente baja del huargo para cruzar y a medio camino se asoma un momento. Firmemente agarrado a la cuerda del puente (ser previsor con las bromas goblins es algo propio de los favorecidos por la selección natural) mira a un lado, al otro y entonces abajo. Escupe y escucha a ver cuanto tarda en oírse algo. Como no se oye nada, supone que el fondo está muy abajo.

Ssssi tirasssse algo mássss gordo... Recorriendo con la mirada la fila goblin...

"Desgraciadamente", cuando ya había fijado la mirada en Grurkl, Olorossso se impacienta y tira de la correa con fuerza. Ya voy, ya vooooy.

Al llegar al mar Mogdul siente un escalofrío.

¿¿¿Todo essso es agua??? ¡Jo**r! Sssi me caigo ahí... ¡Me dessshago, seguro!

Riblick se ha pasado todo el camino jugando con una flecha hasta el momento en que llegan al mar. La impresión lo atonta pero mas aún los conocimientos de Yakazi que parece muy inteligente.

Zegudo ke ez el ejague de nuejtro granbriento imperio.

Rakush se pasó durante todo el viaje hablando con un goblin cercano acerca de cuál era la parte más sabrosa de los humanos.
Dicen que los ojos son cdocantes, sii. Y que el diñón no tiene desped-dicio, y es jugoso... Aunque no tengo idea donde está. Cdeo que adentdo de las piednas...

¡AAGFGHHH!! ¡¡¡QUIEDO COMIDAA!!![/b]-luego del grito que rompió el silencio y se escuchó en un par de millas a la redonda, unos cuantos goblins decidieron golpearlo para que se calle.

Ped-dón...

- Jooo ¡K RIO maz gaande! Zeguro ke loz pezcaoz son enodmez...

Durante toda la marcha, Kamtrak permaneció en SU lugar, al frente de los arqueros. El problema era que el resto de los arqueron no tenían claro que su lugar era atrás de su lider, por lo que el pobre Kamtrak estaba agotado por los movimientos que tuvo que realizar para permanecer al frente de su tropa.

Todavía recordaba el paso del puente y la cantidad de veces que debió cruzarlo hacia uno y otro lado para permanecer siempre al frente de cada uno de sus "tropas".

La noche fue un alivio. La oscuridad le permitió permanecer al frente de solo algunos de sus hombres y no caminar tanto y al llegar al mar no pudo menos que exclamar - El mad, pod fin. Nunca cdeí que lo vedía con miz pdopioz ojos. Ez gdande. Muy gdande, maz de lo que me contadon. No lo puedo atdavezad con una flecha - completó describiendo la distancia más grande que era capaz de imaginarse para una "cosa"

Sin embargo estaba cansado (Ezo zi ez impodtante) y sentía que sus hombres también (ezo no tanto), pero, como de costumbre, no le gustaba ser el centro de atención, por lo que acercándose al nuevo lider de la horda, intentó que el grupo se detuviera por el bien conocido método de echarle la culpa de todo a cualquiera que no fueran los arqueros... ni, especialmente, el mismo - Como que loz lancedoz eztán canzadoz? - elevó el tono de voz - Midad a miz adquedoz, eztan todoz pdepadadoz pada seguid caminando - comentó como al pasar sin dirigirse a nadie en particular

- Zi hay que padad, padamoz, pedo zolo pada que no ze queden atraz. Dezpuez de todo loz lanzedoz tienen que id delante pada que nozotroz lez podamos dizpadad... tras una dramática pausa añadió de mala gana - ...a loz humanoz -

Sus mentiras continuaron una tras otra, esperando que finalemnte la columna se detuviese y pudieran descansar - Ademaz, loz de loz gaddapatoz dizen que eztan canzados. Y zi eztan tan canzadoz no poddan hazad guaddia y todoz zabemoz que laz guaddiaz laz tienen que hazed loz gaddapatoz aseguró convencido

- Loz jinetez eztan pada id dápido y loz adquedoz pada atacad a diztanzia, no pada defendednoz de loz enemigoz que noz puedan dezcubdid. Pada ezo eztan loz lanzedoz y loz gadapatoz - insistió en voz alta, tratndo de conseguir aliados en su particular cruzada contra el resto del mundo goblin.

Para aliviar el cansancio que pueden tener el resto de los goblins al no poder seguir el excelente ritmo de marcha que lleva mi rebaño de garrapatos, saco la gaita y entono una linda tonadilla.

Izgur se mantuvo cerca de los líderes todo el trayecto. A diferencia del resto de compañeros, el shaman iba sin una sola arma, cargando únicamente su bolsa de cuero y un retorcido baston de madera podrida que había encontrado por el camino y que inicialmente había parecido mucho más impresionante que el que tenía antes.

-¡Ohhhh! ¡Ohhhhh! Puedo oid a loz ezpidituz -exclamó al llegar la orilla del mar, con los pies cansados por el esfuerzo.

Levantando su nuevo bastón empezó a dar saltitos enfrente de las poderosas tropas goblins mientras guiñaba ambos ojos intermitentemente y torcía la lengua.

-¡Loz ezpídituz me hablan! -continuó mientras intentaba en vano poner los ojos en blanco para darse más credibilidad- Me dizen... ¡a dezcanzad!

"Ladgo ez el camino
que noz llevadá a nueztda comida
hay que dezcanzad
pada poded mataaaz!"

Siguió dando botes unos segundos mirando de reojo para ver si se lo habían tragado los demás.

Los garrapatos de Gommok, comienzan a bailar al ritmo de la gaita. Incluso el pequeño Toddente, que dormía sobre el lomo de Brizzny, se ha despertado con el sonido del instrumento y sigue la coreografía..."paso, giro, paso, giro, paso y vuelta, paso, paso, vuelta, paso, giro paso, vuelta y paso..."

Algunos os teneis que parar para dejar espacio suficiente a los garrapatos para hacer su baile, so pena de ser arrollados.

Resulta curioso ver como unas criaturas en apariencia tan fieras, se defienden tan bien en esto del baile. La coreografía termina con los garrapatos haciendo una espectacular columna. Brizzny y Parizz abajo, Linzzdei encima y el pequeño Toddente arriba de todo.

Las palabras de Izgur resuenan en vuestros oidos y lo cierto...es que parece que podeis escuchar a los espíritus viniendo desde lo más profundo de ese mar insondable. Bueno, quizá no sean los espíritus, pero suena como si lo fueran.

Lo de descansar por otro lado, lo digan o no los espíritus, parece una gran idea. Estais cansados luego de caminar desde ayer al atardecer por un terreno bastante difícil. Algunos de vosotros incluso teneis ampollas en los pies. Hacía tiempo que no os metíais semejante caminata.

Galzakin no puede evitar sentir un atisbo de nostalgia al observar el cielo, en su mente se forma un hilo de música con una palabra, de los que ignora por completo su procedencia. Sin embargo no puede evitar tararearlo...

- The Zimponz... ta tata tará tatatará...

Al ver tanta luz sus ojos se cierran involuntariamente, pero no puede menos que recrear su sueño de una civilización goblin en la superficie, educada, con cultura, con cuidades, con relaciones de buena vecindad con sus vecinos humanos y elfos, con artesanos y músicos...

Luego observa a sus compañeros y su alma se cae al suelo. Desertar es una opción difícil, la revolunción cultural maoista ¿Eh, otra palabra que no conoce que viene a su mente? es igual de improbable. Quizás necesiten a alguien con carisma, barba, y una gorra con una estrella roja mirando al infinito... ¿Qué demonios ese eso? En todo caso, él no es ese líder carismático guerrillero libertador.

-Zrumm, hrumum, zurumm -masculla el brujo, junto a los capitanes, mirando pensativamente al mar mientras se mesa la barbilla meditabundamente- ¿Cualez zon tuz ódenez pada el ejédcito, Bolwock? ¿Cual creez que ez el zitio máz zegudo pada pazad la noche inadvedtidos? -tras girarse para observar al destituido- Y tú, Rimmad ¿No tiened nada que decid?

¡Poc! ¡Poc! Suena cuando golpea el suelo con su bastón, volviendo a girarse para observar, desde la oscuridad de su capucha negra, la hirviente masa de pielesverdes.

Con la lanza al hombro y canturreando Cebollinos se siente feliz por respirar el aire fresco y sentir cada mañana que es libre como el viento:

-Ai joh! Ai joh! Ai jó a saquear! (8)

La concentración del ex capi Rimar se dedica única y exclusivamente a la penosa tarea de mantener en pie su enorme volumen. El esfuerzo de la caminata estaba siendo demasiado para alguien de su condición y categoría: Peso pasado. Incluso durante el trayecto tuvo que pedir amablemente a un complaciente goblin, respetuoso con las leyes y temeroso con la autoridad, que le llevara a caballito durante parte del camino.- Pada poded vigilad a lo lejos… – Decía. Pero ahora que el ejército hacía amagos de pararse aprovecha la ocasión para estirar sus cortas patitas, que le dan la apariencia de garrapato, y distribuir mejor su peso, luego hunde sus manos en las chichas de su cadera para estabilizarse. El jadeo que venía trayendo, aumenta de ritmo hasta sonar de la misma manera en que lo haría un huargo famélico después de una maratón copulando su última vez antes de morir. Su sudor emana en hilillos a través de su cota resbalando por su cuerpo hasta formar charquillo en el suelo. Emplea sus últimas fuerzas en extraer su peine de nogal para ponerse presentable antes de dirigirse a Bolwock y decir del tirón antes de volver a ahogarse. - E-e-eh zi, mi capitán. Padeze un buen momento pada dezcanzar y reoganizad tropaz AAAAAH HUUUUUU AAAAAH HUUUUUU -

Eztúpidos -pienso mientras observo al resto del grupo- zi zeguimos a ezte pazo pronto morirán de hambre. Bah, ez zu problema. Tras esto, busco el lugar más apartado del resto de incivilizados- Con un poco de zuerte podré hablar con los demonioz y no con eztoz caóticoz zerez.

AAAAATENTOZ.... Gaddapatoz, zi noz padamoz, zuz quieddo ved vijjiliantez y atentoz pa que no noz tome el inimigu pod zodpdeza...
Y paro ya de tocar la gaita, que teng la ledgua Zeca.

Durante todo el viaje voy buscando en el pizo algun que otro bicho, insecto, roedor, lombriz, mozca que encuentre en el camino para calmar mi estomago, Dolez zanzita mujo mujo zener jambre za va za va ezpeda zopito al llegar al mar quedo con la boca abierta mirandolo sin entender como podia haber tanta agua junta, miro en la orilla y veo una piedra que se mueve y me lanzo a agarrarla casi me caigo al agua pero logro mantener el equilibrio, tomo la piedra con mis manos y la llevo con migo le paso la lengua Puajjjjjj feda feda puaj queda mi lengua con arena la cual voy escupiendo el resto del camino.Luego la pongo en una bolza y sigo al resto.