Partida Rol por web

Aguaprofunda: Ciudad de Esplendor y Pecado

[Partida] 4.0: Navegando en Sombras Densas

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18/01/2015, 15:26
Director

Primer día de la segunda decana de Tarsaskh del Año de la Vara (1366 CV)

 Al final resultó que no había tal topo. O por lo menos no de la manera esperada. Tras dos días no habíais obtenido ni la más mínima pista. Hasta que finalmente fue Ilhares la que relacionó dos pistas aparentemente sin relación y dio con la clave.  

Al principio no tenía mayor relevancia la recomendación de Khemed a Ghollan, el copista de Khelben, de que comiese mas carne y cereales, ya que mostraba claros síntomas de anemia (nada raro considerando las jornadas maratonianas que llevaba haciendo el escriba durante un cuarto de siglo para Khelben y el hecho de que su mujer le hubiese contagiado un constipado, como no se aburría de repetir). Tampoco llegasteis a relacionarlo con el problema que la Guardia y la Vigilia habían ido a consultar con Khelben. No fue hasta que la maga comentó que Ghollan siempre estaba quejándose de las broncas que le pegaba su mujer por que solo le veía de noche cuando cayó en la posibilidad. Y resultó ser cierta.

La esposa de Ghollan una vampiresa. No lo había sido siempre, es más no podía hacer tanto que lo era, pero alguien la había convertido. La mujer no tenía necesidad de hechizar al copista, cosa que las guardas de la Torre habrían detectado, pero se alimentaba de él cada noche, extrayendo información de sus sueños, de modo que ni las guardas y contingencias de Khelben detectaron nada.

Nada se pudo sacar de la mujer que no era si no un peón totalmente supeditado a su señor, el cual abandonó su control sobre ella tan pronto como los archimagos intentaron usar el vinculo, dejando una carcasa no muerta loca y balbuceante. El viejo Ghollan no volvió a ser el mismo, y aunque no le apenaba para nada haberse librado de la bruja de su esposa, si que se sentía culpable por su final, y por haber revelado (involuntariamente) información de Khelben. Unos pocos días después decidía retirarse y abandonar la ciudad para pasar su vejez en el Alcázar de la Candela.

Khelben pudo organizar su cumbre (a pesar de un par de atentados del Culto que se estrellaron contra el mal humor del archimago, literalmente) y de la que no supisteis más. Tampoco Po, que estuvo presente, os dijo nada, aunque no por guardar el secreto, si no por que su señor había tomado posesión de ella y no había dejado recuerdo alguno que pudiese contar. Eso si, Khelben tuvo a bien ocuparos con diversas labores de protección y acomodamiento de algunos invitados (lo que fue toda una experiencia en si misma).

Y así pasó casi sin daros cuenta una semana. Apenas habíais podido comenzar a descansar cuando Khelben volvió a reclamaros a los tres (pues el maestro de Po había decretado que se quedase en la ciudad y Khelben de que Ilhares y Khemed serían responsables de ella). Habían dos desconocidos en el despacho de Khelben, un elfo de expresión adusta y un chaval con pinta de haber sido recogido de la calle hace unas horas.

- Hemos encontrado una pista sobre “nuestro” vampiro maestro.- Dijo Khelben sin mayor preludio y consiguiendo que se os helase la sangre por la manera en que pronunció ese “nuestro”.- Tenéis que ir a Puertocraneo, allí os espera un contacto local que os pondrá sobre la pista. Tened mucho cuidado, un maestro vampiro ya es de por si poderoso, pero tengo la impresión de que este es especialmente cuidadoso. Tan solo necesitamos saber en que anda metido, no creo que su sociedad con el Culto sea algo solido, así que si se atrevió a meterse con mi circulo es que considera posible un enfrentamiento conmigo. Quiero saber quien es y que pretende. No os pongáis en más peligro del necesario, sabe que descubrimos a su agente y supondrá que enviaré a alguien tras él.

Khelben acabó de explicaros como encontrar el portal hasta Puertocraneo y que vuestro contacto ya os esperaría allí antes de presentaros a los otros dos invitados a la reunión a los que definió como los “nuevos reclutas de vuestra banda de problemáticos”.

Notas de juego

Ale, turno nuevo, capítulo nuevo. Así podemos comenzar todos un poco de 0. Me gustaría especialmente que aprovechaseis este turno para que los personajes se introduzcan entre si (algo mas que una somera presentación por favor). Accalon y Serisfae os he mandado por el tema de charla cierta información.

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20/01/2015, 14:17
Serisfae

Con cierto porte engreído, propio de su raza, el elfo mira al recién llegado trió, sus ojos escudriñan con rapidez a los tres, dos humanos y una... semiorca, con esos ropajes, los ojos lo traicionan cuando evaluá con desdén a un miembro del equipo, pero el orgullo no le deja ser de otra manera, la mujer orca, de color verde le revuelve el estomago como si hubiera almorzado cieno. Dando un esfuerzo de si, como quien evita mirar hipnotizado un cadáver en el camino, vuelve su mirada a los 2 miembros restantes del grupo, una joven arcana, prejuzga por su forma de moverse y actuar, y su acompañante, pareciera un sureño, Tezhyriano o Calimshita, un guerrero tal vez, su primera presunción seria que son una pareja, y el la escolta, pero entonces, que seria, la semiorca... la mascota, un perro tal vez?, una sonrisa maliciosa se dibujaba en su cara mientras imaginaba tal situación. 

Una vez Khelben termino de comentar su propósito, el paciente habitante de los bosques, dio un paso al frente, e inclinándose sobre su cintura, hizo un ademan, demostrando se favor hacia el grupo, una vez se enderezo, dijo, Serisfae, es mi nombre, y me uniré en su comitiva, me gustaría conocer vuestros nombres concluye con una refinada educación y sutileza

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21/01/2015, 12:17
Accalon

El chaval permanecía erguido en su lugar con gesto relajado, justo en la zona donde las sombras y las luces de la estancia perfilaban una especie de zona gris a medio camino entre ambas.

Su aspecto es algo desaliñado, con ropas que no parecen del todo parejas. (Casi podríais asegurar que su bota izquierda no es la pareja de su bota derecha), y algunas de sus piezas parecen haber pasado mejores tiempos. No aparenta tener más de 16 o 17 años, de pelo color rojizo pajizo y unos ojos claros a medio camino entre el verde y el azul, (difícil de determinar porque cambian con la luz). Aquí y allá se ven tenues manchas de mugre que podría parecer fruto de la vida a la intemperie.

Está claro que no acostumbra a estar en presencia de gentes destacadas, y mucho menos de magos de renombre ya que lo mira todo y a todos con franca curiosidad, sobre todo a esa pequeña criatura flotante que revolotea alrededor del grupo de aventureros al que el mago quiere que se una. Pero a pesar de ello no perdía de vista a ninguno de los otros integrantes de la sala. Por ello no pudo dejar de percibir el pequeño cambio, apenas sutil en el lenguaje corporal del elfo, que parecía que habían empezado a removerle el palo que tenía en el culo (aunque para ser justos con él, todos los elfos que había conocido tenía la misma expresión siempre, con la nariz arrugada como si estuvieran oliendo mierda). Desde luego el viaje iba a ser interesante, y había muchas cosas que aprender. El hombre alto de pelo oscuro , parecía un clérigo por su porte y la actitud soñadora y un poco alejada de la realidad que comparten clérigos y magos. Y La Semiorca pues era eso una semiorca con todas y cada una de sus características. Si estaba aquí seria por una buena razón y no le competía a él discutirla.

La mujer en cambio le desconcertaba , vestida con ropajes de fina calidad y con joyas que a él le podrían haber dado de comer durante semanas en otros tiempos , pero a la vez eran ropas funcionales , perfectas para correr si era necesario y muy cómodas. Estaba claro que era otra maga , y probablemente una alumna de Khelben. Su tatuaje le daba un aspecto entre exótico y fiero que le daba un aire misterioso.
Espero pacientemente a que alguien decidiera romper el hielo , y casi da un respingo cunado don yo soy mejor que vosotros comenzó a hablar y a presentarse…. Serisfae , curioso nombre. Ahora que uno había roto el hielo , los protocolos sociales dictaban que el siguiente fuera yo ya que había comenzado alguien que no formaba parte del núcleo al que nos teníamos que incorporar.

- Hola , me llamo Accalon , y me uniré a vosotros como me ha pedido el maestro Khelben , pero solo si estáis desacuerdo. Tengo algo de experiencia en la espesura y consiguiendo cosas. Espero ser de utilidad.

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21/01/2015, 18:21
Ilharess de la Runa Argéntea

Ilharess entró en el despacho con su desenvoltura característica, y se paró ante el escritorio de Khelben sin decir una palabra, conocedora de que a su maestro no le gustaba desperdiciar palabras ni siquiera en cortesías. Examinó con curiosidad a los recién llegados, pero esperó las presentaciones. Preguntar por ellos, según su experiencia, cabrearía al archimago.

Parpadeó ante la exposición de Khelben, típica en su brusquedad y apresuramiento. Le complació el que su maestro recurriera de nuevo a ellos; quizá, a pesar de sus palabras, estaba satisfecho con ellos, después de todo. Aunque lo de "banda de problemáticos" sobraba, a su entender. Hacía mucho tiempo que ella no montaba ningún escándalo… la última visita a la cárcel no contaba; la culpa había sido de los chiflados del Culto.

-Querido maestro, realmente deberías intentarlo un poco más. Aun no eres lo bastante adusto ni das suficiente miedo, nuestros invitados aun tienen uso del habla -aseguró Ilharess con desparpajo, su forma de reprender a Khelben por su descortesía, sin amilanarse por la fiera expresión de su tutor. Miró al archimago con una mezcla de afecto y exasperación, para inmediatamente centrarse en el tema-: Bien… mi primer maestro vampiro. Será interesante. Haremos lo que podamos, maestro. ¿Quién es ese contacto local? -Ilharess se preguntó si no sería conveniente echar mano del "Pececillo". Decidió que como mínimo le haría una visita antes de emprender la misión. Ella no conocía a nadie que supiera moverse mejor por Puerto Calavera que Nígel; como mínimo podría darle algún consejo.

Giró la vista para examinar a los reclutas que Khelben les endilgaba sin vaselina (y conociéndole como le conocía, dudaba que se equivocase al suponer que por su parte eran dos "voluntarios forzosos" también)

-Soy Ilharess Aundreth, su aprendiz -respondió al elfo, lentamente, y haciendo un leve gesto con los dedos hacia Khelben. Normalmente no daba explicaciones sobre su nombre y se centraba en cambio en sus títulos y afiliaciones, que eran lo que interesaban a los humanos, pero esta vez examinó al elfo con recelo.

"Seguramente reconoce el vocablo", pensó Ilharess, y con resignación se dispuso a dar una explicación que normalmente no era necesaria entre humanos, dado que pocos de ellos conocerían su significado: -Sé que es un nombre peculiar. Mi madre no dio mucha voz ni voto a mi padre al respecto… y tiene un extraño sentido del humor. -En realidad mucha gente creía que su madre estaba loca, e Ilharess, que entendía bien lo que era sentirse constreñido por los convencionalismos sociales y las reglas, cadenas que su madre siempre había despreciado, a veces lo creía también. Pero sabía de dónde había sacado su propio lado desenfrenado e impetuoso. Ciertamente no había sido de su padre, siempre tan enloquecedoramente prudente y formal-. Fue prisionera de los drows, una vez, hace mucho tiempo. Su ama fue la ilharess de ese clan, aunque la liberó a los pocos días, dado que llegaron a realizar algún tipo de trato, técnicamente suicida para mi madre, aunque lo que esa drow no sabía es que las personas como mi madre son como las malas hierbas, siempre reaparecen a los dos días. Mamita me dijo una vez que me puso ese nombre en recuerdo a aquella mujer. Porque esperaba que pudiera ser tan mandona como ella. Cree que sería divertido tener ese nivel de obediencia hacia una… así no tendría que estar escuchando las tonterías de mi padre todo el día, según ella.

Ilharess hizo una mueca traviesa, dirigió una mirada desafiante a su maestro (casi como retándole a soltar alguno de sus comentarios ácidos), y se centró en el elfo de nuevo. Era muy serio, pensó, ¿quizá uno de los contactos de Laeral? Serio… y neutro. No supo qué pensar de él.

-Ilharess de la Runa Argéntea, de la Casa Aundreth, aprendiz de los señores magos de Aguas Profundas, etc etc -se presentó más seriamente, con una genuflexión cortesana en respuesta a la reverencia del elfo, pero estropeando el formalismo con aquella terminación tan distendida-. ¿No tenemos el honor de conocer tu nombre de familia, Serisfae? -Se preguntó si vendría de Evereska o algún otro asentamiento elfico.

Se volvió hacia el humano. -Encantada de conocerte, Accalon. No creo que veamos mucha espesura en Puerto Calavera, pero estoy segura de que tus habilidades serán útiles. Los procuradores siempre lo son -sonrió. Esperaba que fuera menos problemático que los otros "procuradores" que conocía. Niren, Nígel o su propia madre eran a cual más peculiar. No, si al final el maestro tendría razón-. Me gustará saber más sobre tus aptitudes.

Ilharess se encogió de hombros, y añadió con humor una explicación sobre sus propias habilidades: -A mí me gusta hacer explotar cosas. Una vez incluso me cargué una de las salas de estudios de la torre… seguro que el maestro se acuerda. Me estuvo regañando hasta quedarse ronco -rememoró, mirando risueña a Khelben.

Notas de juego

Para los que sepan algo de los drow: Ilharess es un titulo drow para ciertas matronas que lideran todo un clan, de ahí la explicaciones de mi pj

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21/01/2015, 18:52
Asorazoklyn

El méfit, que había estado volando cerca de su ama, como de costumbre, se cruzó de brazos una vez más. Realmente no podía creerlo, ¿otra vez?

-Ejem -llamó la atención de su maga, recordándole su olvido-. No soy un mueble con alas…

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21/01/2015, 19:56
Serisfae

Su mirada no se distraía por nada, las orbes de sus ojos parecían duras como piedras, mas cuando la aprendiz de Khelben conto la historia de su nombre, hizo un ademan con la mano mientras ladeo la boca en su respuesta, todos llevamos maldiciones mi dama, acentuando el "dama" de la frase, por lo visto tu madre se encargo que tengas la tuya.
Aún con la vista fija en los brillantes ojos de la hechicera, Ni lo tendrán, responde ante la duda sobre su apellido de familia, un hermano es todo lo que me queda de familia, nada mas, y el día que he de encontrarlo, sera cuando pueda tener una familia de vuelta. 

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21/01/2015, 21:06
Ilharess de la Runa Argéntea

Ilharess se encogió de hombros. -¿Para qué tengo que presentarte, Asorazoklyn? Eres perfectamente capaz de hacerte el autoservicio.

El elfo resultó ser tan serio como había temido. Qué tenían los elfos, que no conocía uno que tuviera el sentido del humor suficiente para seguirle el ritmo. Bueno… Elatha no había estado del todo mal, para ser de esa raza. Pero, al ver que había tocado un punto sensible, Ilharess asintió seriamente, sin intentar hacer bromas de aquello. Los asuntos de familia, bien lo sabía, podían llegar a ser peliagudos. O dolorosos. O dolorosamente peliagudos.

-Lo siento, espero no haberme entrometido en algo íntimo. Pero yo no diría que mi nombre es una maldición. Es más bien una broma, y a mí me gusta bromear -sonrió, animosa-. Además, casi nunca tengo que explicar esto. Muy pocos no elfos reconocen su significado. Para los demás es sólo un nombre poco habitual.

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21/01/2015, 21:25
Serisfae

El comentario de la maga, le conmociono, no podia dejar sus emociones tan a flote, resuelto, indico. no era de mi interés arruinar nuestro encuentro, soy todo lo que ven, afirmo antes de volver a su posición inicial, dando lugar a Khelben que prosiga sus comentarios sobre la encomienda. Su comentario, que para los de su tipo, su raza, no era poco. 

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21/01/2015, 21:32
Accalon

¿Habilidades? en serio esta mujer me pregunta por mis habilidades.... pensaba el chaval mientras observaba el intercambio dialéctico entre ambos , a la vez que intentaba no quedarse mirando al ser alado , del cual ya sabia al menos de 4 sitios donde le darían una buena pasta por el.

-Pues se ponerme los pantalones sin tocarlos con las manos , tocarme la punta del codo con la lengua y soy capaz de comer casi cualquier cosa que este cocinada sin preguntar de que esta hecho señora- dijo el chico mientras se rascaba la cabeza con gesto insistente y casi furioso.

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21/01/2015, 22:45
Ilharess de la Runa Argéntea

Ilharess arqueó una ceja, pensando que Accalon le estaba tomando el pelo a pesar de continuar tan malditamente serio.

-¿Capaz de comer casi cualquier cosa que esté cocinada sin preguntar de qué esta hecho? ¡Estupendo! Te será muy útil eso. La última vez que cociné algo para un grupo, el único clérigo que no comió tuvo que hacer uso de todos sus conjuros de curación sobre el resto… -aseguró la maga pelirroja, con aire inocente.

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21/01/2015, 22:55
Khemed

Khemed se sorprendió en cierta manera con aquello de que no hubiese un topo. Él esperaba utilizar sus aptitudes para someter al traidor, o para al menos meterle algo de miedo. No es que se encontrase deseoso de realizar destrozos, pero en aquella ciudad parecía no muy sensato dejar un fuego al cuidado de un clérigo de la llama. ¡Calumnias! Los sacerdotes de Kossut eran los más adecuados para controlar el fuego, pues sabían cómo extenderlo o cómo reducir sus dimensiones, hasta apagarlo. Una lástima, pues pese a la investigación previa y a los numerosos imprevistos, Khemed tenía ganas de acción, ahora que se encontraba preparado. Una lástima.

Parecía que Khelben era experto en coger por sorpresa a la gente. El sacerdote cuando se enteró de lo del vampiro, sabía antes siquiera de que lo nombrase el archimago, que sería el próximo objetivo. “Con una semana de retraso, pero la acción parece que está cerca”, pensó excitado.

No es que al sacerdote le gustase que las cosas se torciesen, pero a todo profesional le gusta hacer bien su trabajo y que se lo reconozcan, así que esperaba poder demostrar aquello que todavía tenía guardado en su interior: sus posibilidades y su llama interna, que lo movían a la aventura y la inquietud.

En el despacho de Khelben, esperaba información escasa y órdenes. Era el estilo del archimago, y no lo defraudó. Habló sobre un maestro vampiro, un contacto, y prácticamente no dijo gran cosa de los invitados… forzosos. Seguro que repetía el proceso con todos sus “voluntarios”.

-Hola, mi nombre es Khemed –dijo a los presentes, ofreciéndoles la mano como señal de saludo-. Si preguntáis por mí, no tengo inconveniente en decir que soy sacerdote de Kossut; más bien es un orgullo serlo. Si mi compañera tiene ganas de explotar cosas, tiene el apoyo de mi dios, y si vosotros quisierais lo mismo igual, aunque me da que tendremos que esperar. Puertocalavera siempre será un lugar peligroso, en el que no se puede actuar impulsivamente; incluso allí, hay normas. Más vale que nuestro contacto tenga bastante información para nosotros.

Al menos sabía que iban a meterse en problemas, y con aquel grupo tan dispar, casi parecían asegurados.

-Bueno, si estáis aquí, no juzgaré por qué, pero sí que se agradecería saber un poco más sobre cómo colaborar entre todos. Accalon ya ha dado a entender que puede adquirir bienes de maneras ingeniosas, o utilizar su agilidad cual acróbata. Ah, y comer comida de orco sin rechistar… creo –dijo con una sonrisilla para calmar el ambiente tras la broma de la maga; no quería ofender a nadie, solamente lanzar una pulla amistosa-. No te enfades PoGah, pero creo que la comida humana es bastante más delicada que la orca, y lo dice alguien muy aficionado al picante. Es más cuestión de costumbres; en cada lugar y cultura se come distinto.

-Cuéntanos algo alegre, y véndete bien, Serisfae. ¿Cuáles son tus habilidades? –quiso tanto relajar el ambiente como sacar partido de aquella conversación; se veía que el tema de la familia del elfo no traería nada bueno comentarlo, pero seguro que interesarse por él sería del provecho de todos-. Ya habrá tiempo de que lo pasemos mal juntos, y más si tenemos que lidiar con criaturas tan poco naturales como muertos vivientes. Relájate ahora que puedes, y guarda tu fuego para después.

Khemed esperaba que su conversación informal hubiese relajado a los nuevos, y que le hiciese olvidar las posibles tensiones raciales entre elfos y orcos. Y sobre los vómitos ácidos, mejor ni hacía mención…

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22/01/2015, 06:38
Serisfae

Calimshita, afirmo para sus adentros, tras conocer la afición de Khemed por el fuego. El sacerdote parecía radical, para un sacerdote (le recordaba a un clérigo de Tempus al que había escoltado en su travesía por Amn), pero no para ser un discípulo de Kossut, todos los seguidores de la deidad eran tan... pasionales... y este no demostraba serlo menos. 
Mas cuando convoco a la alegría, el elfo mantuvo su rostro firme, inamovible, tomo un mechón de cabello que se entrometía en su cara, y afirmo sin reparos, llevo años esgrimiendo filos, soy un cazador y rastreador, es lo que hago mejor, finalmente retiro el trozo de cabello y lo colgó detrás de sus puntiagudas orejas.

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24/01/2015, 18:24
PoGah

La chamán entró en la sala vistiendo su brillante coraza y preparada para la guerra. Todo orco de su tribu sabía que las armas debían permanecer con ellos en todo momento, por lo que era una tradición que aún continuaba. Mirando alrededor, vió a los dos recién llegados y sonrió.

Un par de compañeros más serían de gran ayuda para su misión, por lo que siempre eran bien recibidos. El elfo daría problemas, los de su raza siempre lo hacían, pero el muchacho parecía algo más... tranquilo.

Sin mediar palabra, mientras los demás se presentaban, se acercó al grupo y guardó silencio. No era propio de ella andar por ahí interrumpiendo conversaciones que no le interesaban demasiado, así que se limitó a escuchar. Pese a que entendía cómo se sentía el elfo, guardó silencio, pues dudaba de que le importase la suerte de su clan. El chico le hizo algo más de gracia, probablemente se entenderían bien si era tan buen comedor como decía.

-*PoGah es mi nombre.-Dijo secamente.-Sirvo al maestro dragón Lerbmic, uno de los más grandes dragones que aún viven en Faerun. Además, era la cocinera de mi clan.-Sonrió.

 

Notas de juego

*Si habláis orco, significa Nacido del agua

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28/01/2015, 18:37
Director

Primer día de la segunda decana de Tarsaskh del Año de la Vara (1366 CV)

- Ya, ya, muy impresionante.- Dijo Khelben que, como siempre, mostraba muy poca paciencia para las formalidades.- Podéis iros. Ilhares coged la ruta que tomasteis cuando descendisteis con Niren, el contacto os espera allí.

Y el archimago bajo la vista hacía una serie de papeles que parecían documentos oficiales sobre su mesa. Tocaba iros, y cuanto más en silencio mejor. Todos estabais listos, ya habíais aprendido que cuando Khelben os llamaba no era para debatir los pormenores de vuestros trabajos, si no por que ya estabais en medio de uno. Y al parecer el contacto ya estaba esperándoos, y nada más y nada menos que en una cloaca.

 

No os costó mucho encontrar la entrada a las alcantarillas en el puerto. Desde luego para aquel lugar parecía no haber pasado el tiempo, la misma pestilencia, la misma suciedad, el mismo montón informe flotante de... bueno preferíais no saber de que. Y allí estaba la enorme rata tuerta mirándoos con perfidia mientras arrastraba algo del tamaño de un alce adulto hacia un socavón en el muro. Mientras circulaban las risitas y las bromas acerca de “la peculiar fauna autóctona” de la ciudad Alarien hizo su aparición.

La exploradora podía ser escalofriantemente sigilosa en su terreno cuando se lo proponía, pero también hay que decir que el hecho de que una drow (bueno semidrow en este caso, pero había que mirar dos veces a Alarien para darse uno cuenta) apareciese de repente cuando se disponía a descender a los Salones de Abajo no es lo mejor para los nervios.

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28/01/2015, 18:39
Alarien

Calmados los ánimos de aquellos que no conocían a Alarien os pusisteis en marcha mientras la exploradora os ponía al día.

- El grupo que buscáis parece una buena pieza.- Dijo explicó la mujer tras hablar un rato con Ilhares y Khemed.- Llegaron hará unos cinco meses en un barco mercante que les sirve de base y de fortín. Desde entonces parece que solo se han dedicado a repartir oro y favores entre los grupos de poder del enclave sin meterse en los asuntos de la ciudad. Por eso en general todos les miran bien, casi tanto como les vigilan inquietos por no saber que quieren.

- Por supuesto se acabó sabiendo que eran vampiros. Necesitaban alimentarse y el Puerto Cráneo no es algo que haya necesidad de ocultar, pero tampoco es que se hagan mucha publicidad. Salen para tratar con diversos grupos y a realizar compras, nada más en cinco meses. Sea lo que sea que se proponen se mantienen bien aparte de momento.

- Poco más os puedo decir, creemos que en el barco hay unos quince vampiros, aunque no podemos estar muy seguros ya que algunos van embozados. Ademas tienen siempre el doble de su número en esclavos sanos, que suelen ir rotando en su mayoría.

- Pues eso, no se que pretendéis hacer pero esos tipos están bien preparados, bien equipados y adecuadamente paranoicos. Ademas cuentan con el favor de diversos grupos de la zona, y están en un barco (y no hay nada que altere más a los Cráneos que ver arder un barco).

- En otro orden de cosas, deberíais ir calmándoos todos. Si una simple semidrow os altera el pulso preparaos para las calles de Puerto Cráneo.- Dijo Alarien con una sonrisilla maliciosa que la hizo parecer una niña.- En cualquier caso vuestro grupo no debería tener demasiados problemas. Los magos suelen ser respetados, al igual que los calishitas, con la semiorca tampoco habrá problema alguno, como digo cosas peores se ven. Como mucho puede que vuestro elfo deba vigilar su espalda. Se ha puesto de moda entre algunas fanáticas de Lolth el tener elfos puros para procrear mestizos con ellos y sacrificarlos (a los bebes) a su diosa. Tenéis pinta de ser duros, pero el dinero mueve montañas, y el Puerto Cráneo eso es aun más cierto.

Notas de juego

Si quereis hacerle preguntas o comentarios que requieran respuesta a Alarien podeis pasarmelo por privado y os las digo para ahorrar tiempo ;)

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03/02/2015, 13:13
Ilharess de la Runa Argéntea

Ilharess arqueó una ceja al escuchar el nombre del señor dracónico de Pogah. Al fin se enteraba de a quien servía. Guardó el dato en su memoria, aunque en ese momento de poca utilidad le resultaba.

No se sorprendió ante la seca despedida del archimago, aunque medio había esperado algún tipo de reacción a su broma. Se despidió con una simple inclinación de cabeza, y guió a los otros al exterior.

-Algún día nos tenéis que contar cómo os enredó Khelben para meteros en este lío. Espero que no seáis muy melindrosos, porque la ruta que mencionó mi maestro pasa por unas alcantarillas… -El rostro de Ilharess se mantuvo impasible al decir esto, aunque su mano rozó la tela de excelente calidad de su túnica con un gesto de fastidio-. Id a vuestros alojamientos a recoger lo que creáis que necesitéis. Parece que este asunto no lo resolveremos en un día. Nos reuniremos dentro de media hora en la Sirena Sonrojada, supongo que todos conoceréis esa posada del Puerto... si no, preguntad, todo nativo la conoce. Khemed y yo os guiaremos desde allí, la entrada que buscamos no está muy lejos.

Ilharess podía recoger de aquella misma torre todo lo que necesitaba, puesto que disponía de una habitación en el piso dedicado a los aprendices, pero no quería precipitar la marcha y que luego lo lamentasen.

Cuando volvieron a reunirse, encabezó el grupo hacia la alcantarilla, donde se recogió los bajos de la túnica para evitar mancharla demasiado. Señaló a una rata más grande y más fea que el resto (y, por añadidura, tuerta): -Vaya, si sigue por aquí… debe ser una especie de campeona de las cloacas. -Se volvió de repente al notar que Alarien acababa de hacer su aparición como un inoportuno fantasma, sobresaltándolos a todos-. Querida, realmente quisiera que no hicieras esas cosas. La gente normal no se complace en dar sustos de muerte a sus amigos y compañeros.

La presentó a los otros: -Es una antigua compañera. Conoce bien este ambiente -explicó Ilharess, sucinta, mientras conjuraba un cantrip para limpiarse las ropas; no pensaba ir apestando por las calles-. Si quieres moverte por Bajomontaña o conocer rumores de Puerto Calavera, necesitas a alguien como ella. -Extendió la mano y tocó por turno las ropas de sus compañeros, limpiándolas con su mero roce.

Nunca había confiado plenamente en Alarien -tal vez por su sangre drow, tal vez porque no había llegado a conocerla de verdad en el poco tiempo que compartieron anteriormente-, pero tampoco estaba dispuesta a dejarse arrastrar por la xenofobia predominante. Lo cierto es que Alarien nunca les había dado motivos para pensar mal de ella, lo que por el momento era suficiente. Después de todo, consideraba a Nigel "el Pececillo" un amigo, y tenía la misma actitud hacia él. Pero hablar con ella le hacía recordar a Niren, y la terquedad con la que se había suicidado. Se preguntó cuánto habría aguantado por su cuenta en Callas, si incluso habría logrado sobrevivir, por improbable que pareciera. Niren había sido siempre un misterio para ella, eso tenía que reconocerlo.

Antes de entrar en materia cotilleó un poco con Alarien, preguntándole detalles que aun desconocía de cómo había logrado regresar con Valeria y Reuben después de que el grupo se viera separado de forma tan drástica. Hablar de Niren fue incómodo, también, aunque Alarien debía de saber mejor que ellos lo imprevisible que había sido. Pero finalmente se centraron en el tema.

Al principio escuchó en silencio, aunque ante el comentario de "no hay nada que altere más a los Cráneos que ver arder un barco", comentó irónica: -Vaya, mujer, que forma de ahogarme la diversión… ¿ni siquiera una pequeña explosión?

Meneó la cabeza al escuchar los consejos finales de Alarien. -Ya he bajado aquí otras veces, pero mentiría si dijera que conozco este ambiente de verdad. Puerto Calavera es otro mundo.

Miró al elfo, pensativo. -Tendrá que dar la pinta de duro. Su raza no será problema si no le ven como a un blandito pardillo de la superficie -miró a Serisfae, dubitativa, no sabiendo si sería capaz de reflejar ese tipo de imagen de superviviente curtido que le permitiría camuflarse mejor en la apestosa pocilga que era Puerto Cráneo-. Pero, Alarien, ¿qué más detalles puedes darnos? ¿Con qué grupos tratan esos vampiros? ¿Suelen reunirse en algún sitio en especial, cual es su territorio para cerrar tratos?

-Pues prácticamente con todo lo mejor de Puerto Cráneo… zenthileses, magos rojos, todos los grupos de cierto peso -respondió la exploradora semidrow-. No, acuden al territorio de la otra parte

-¿Qué tipo de compras se sabe que han hecho, cuales son sus intermediarios conocidos? -insistió Ilharess-. ¿Parecen estar metidos en ningún negocio en especial?

Alarien negó con la cabeza. -No, no hacen negocios, hacen favores y entregan dinero. Compran suministros básicos… esclavos y lo que necesitan para mantenerlos con vida, pero poco más.

-¿Qué se dedican a hacer favores y actuar de prestamistas? -preguntó Ilharess, incrédula-. ¿Y que sacan ellos a cambio? Nadie da nada a cambio de nada… y menos en Puerto Calavera.

-Por eso todo el mundo les vigila con desconfianza, esperando a ver qué se proponen -se encogió de hombros Alarien-. Pero como de momento benefician a muchos, están bien vistos.

-Creí que con la paranoia imperante en este submundo más bien eso les haría candidatos a ser lapidados. No es que aquí se vea con tolerancia a los buenos ilmaterianos -replicó Ilharess, intrigada por la actuación de aquellos vampiros-. ¿El muelle donde está atracado su barco es del tipo privado? Es decir, ¿sería posible camuflarse entre los viandantes y trabajadores habituales de este tipo de lugares?

Alarien volvió a negar con la cabeza. -Privado.

Ilharess no se sorprendió, pero torció el gesto ante el inconveniente. -¿Alguien disgustado con ellos, que tú sepas? A alguien tienen que haber perjudicado, o pisado el terreno con sus favorcitos… ese tipo de favores tienen que haber sido el negocio de alguien antes de su llegada, vaya.

-Nadie, todos parecen bastante conformes con su presencia aquí -replicó Alarien

-Vaya, hombre, los santos de los no muertos. Ni siquiera han cabreado a negocios rivales especializados en trabajos sucios. -Ilharess suspiró, frustrada, entendiendo que no iba a obtener información útil de Alarien-. Veo que son un grupo hermético. Supongo que tampoco sabrás qué tipo de favores han prestado… -sin mencionar el único que ellos conocían.

Alarien volvió a encogerse de hombros.

-Ya -replicó Ilharess-. Gracias, Alarien. Supongo que ahora nos toca a nosotros tirar del ovillo. Una sola pregunta antes de marcharnos, ¿conoces algún nombre? ¿Si nosotros quisiésemos que nos hicieran uno de esos favores o préstamos, cómo tendríamos que contactar con ellos?

-Una de las chicas escuchó a dos de ellos hablando entre sí, pero parece que usan apodos "Enebro" y "Muerdeluna". Aunque no hemos llegado a ningun lado con ellos -contestó Alarien-. Por lo que sabemos son ellos los que se ponen en contacto con los grupos. Y es por eso que todo el mundo cree que quieren algo, aunque no parece que sea de Puerto Craneo. No se mueven por la ciudad y llaman demasiado la atención. Nadie sabe a qué juegan y eso pone nerviosos a muchos.

Mientras hablaba con la semidrow, la ágil mente de Ilharess iba perfilando planes. Cuando quedaron a solas, habló con los otros:

-Necesitamos más información -expuso llana, simplemente-. Mi primer paso será reunirme con un viejo amigo. Le llaman Nigel "el Pececillo", porque en otros tiempos tenía como filosofía no molestar a los peces grandes, y sobre todo, no nadar en las mismas aguas que los tiburones. Su filosofía ha cambiado un poco desde sus inicios, por pura necesidad, aunque sigue siendo prudente… él dice, que porque quiere llegar a viejo. Los tiburones, como podéis imaginar, es la forma en que su grupo llamaba a los grandes grupos que controlan este submundo. Nigel es un contrabandista, pero sobre todo, un traficante de rumores. Quizá pueda, y quiera, contarnos algo que haya llegado a sus oídos. Pero después deberíamos echar una ojeada a ese barco y sus alrededores… y hacerlo discretamente.

Se quedó pensativa. -Dado lo que nos ha descrito Alarien, es muy posible que mi amigo no pueda ayudarnos más. De modo que deberíamos afrontar la idea de que, quizá, deberíamos tomar aproximaciones agresivas. Yo intentaré espionaje mágico, pero también dudo de que saquemos mucho por esa vía. Posibilidades más agresivas son intentar secuestrar a uno de esos vampiros y ver si se le puede hacer "cantar". O intentar concertar una cita, ver lo que sacamos en ella y puede que, quizá, llevar un conjuro de detección de pensamientos activo. ¿Se os ocurren más ideas?

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06/02/2015, 12:19
Serisfae

Serisfae no era de aquellos que hacían cara frente a problemas menores, había vivido por su cuenta bajo las estrellas por muchos mas años, que los que estos humanos llevaban de profesión, sufriendo fríos y calores sin afligirse, el hecho de que su ropa este limpia ahora no cambiaba nada en él. 
Su sonrisa se afino pareciéndose mas a una daga que ha una mueca, una semidrow era como un chiste de los dioses, allí entre medio de dos bandos sin definirse, los drow le causaban repudio, así como los orcos, trasgos y demás razas demasiado salvajes y violentas como para comprender el amor que los elfos sentían por los bosques y por la familia. Dentro de si sabia que una mestiza era mas una persona con mas libertades, pues en ningún lugar era bienvenida, sin embargo, los mestizos siempre encontraban una forma de sentirse cómodos. Pogah podría ser otro ejemplo, pero le costaba entenderla, sus costumbres eran tan diferentes.
No bien caminaron por los senderos, acuosos o no, hizo lo que mejor sabia hacer, se adelanto, y hurgando camino adelante, examino el lugar, nunca se sabia que podría habitar en esas cuevas infestadas, llamadas cloacas. Siempre en silencio, no fue hasta que Alarien apareció, que se dio cuenta lo sigilosos de los pasos Drow, debía estar mas preparado si quería sobrevivir en este ambiente.
Mientras caminaban hacia puerto Cráneo, junto a la guiá de turno, opto por subirse la capucha, esconder las orejas dejar que la holgadez de la capa tapara los rasgos característicos de su raza, se sentía encerrado allí dentro, pero era mejor esto a llamar la atención.
Mientras hablaban de peces, grandes o chicos, tiernos o feroces, el sabia que la diferencia entre uno u otro, era solo la oportunidad. Por lo que dedico su atención al barco, y a los vampiros, si algo tramaban, no era en el puerto mismo, era notorio el intento que hacían de que todos a su alrededor les ayudaran, mas si querían llegar hasta el grupo, debían de hacerlos salir... o infiltrarse dentro.

La hora de decidir estaba cerca

 

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10/02/2015, 13:51
Accalon

Accalon se despidió con un gesto del Archimago, aunque sabía perfectamente que la gente como él era una simple herramienta para los poderosos, nunca estaba de más ser medianamente educado cuando la situación lo requería. Cuando la mujer de pelo rojizo nos dijo que recogiésemos nuestras cosas, simplemente me limite a acercarme a unos arbustos desenterrar un viejo saco de arpillera en el cual tenía los elementos más delicados de mi trabajo. En apenas unos minutos, la armadura y las armas estaban en su sitio, y estaba listo para partir.

A Medida que el variopinto grupo iba moviéndose por las calles fue observando al resto de integrantes del grupo, ahora con más calma ya que no tenía que estar pendiente del permanente escrutinio del mago. , y la verdad es que no le agradaba mucho lo que veía. Al margen de sus habilidades y motivaciones, allí donde se iban a meter era una zona donde moverse con ellos iba a ser complicado. Y encima parecían tener reparos para moverse por las alcantarillas….
La verdad es que cuando por fin accedimos a las zonas oscuras, el chaval empezó a sentirse como en casa (no en vano era aquí en donde se había criado prácticamente), a pesar de ello la llegada de la Semidrow le tomo por sorpresa, algo que no era muy habitual, así que por ello no pudo meno que hacer un gesto de reconocimiento a la embozada figura.
El muchacho permaneció en silencio mientras escuchaba los datos e informaciones que el contacto del archimago nos iba proporcionando mientras nos acercábamos a la entrada oculta de Puerto Calavera.

-Yo podría intentar infiltrarme de una manera un poco más convencional, pero realmente no tengo ni pajolera idea de que puede hacer uno de esos vampiros que no sea un cuento oído al amor de la lumbre. Se me da bastante bien esconderme y moverme sin que me detecten, pero no se si esas criaturas tendrán otros mecanismos que no estén al alcance de la gente normal para defenderse. ¿Que me podéis decir de los vampiros?

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13/02/2015, 18:51
Khemed

De nuevo, cloacas. No solo eran sucias, sino húmedas y llenas de… mejor no mencionar qué. Por suerte, la maga tejió un sencillo conjuro para quitarse aquella suciedad de la ropa.

-Qué haría yo sin estos pequeños detalles. Odio el agua sucia. ¿No había otro camino para ir a puerto calavera? –se quejó-. Ya lo sé, no es que todo el mundo vaya a visitarlo, pero… ¿no había otro camino más agradable?

El sacerdote se quejó más por entretenimiento que por pura molestia; al fin y al cabo había estado en situaciones muy comprometedoras, y la simple suciedad no era para tanto. El peligro de muerte era mucho peor, aunque si podía, él no se metería por gusto en un lodazal o en una alcantarilla.

Luego la semidrow hizo su aparición, con aquel sigilo que ponía los pelos de punta. Ilharess explicó quién era para que no se le tiraran al cuello, y mientras la gente tenía sus preguntas, el sacerdote pensó las suyas. Tenía muchas dudas sobre la situación, sobre puerto calavera, etc. Una vez que otros plantearon sus incertidumbres, Khemed comenzó a comentar las suyas:

-Si han hecho favores, quizá podríamos hacer un seguimiento de su actividad; además, si tanto han llamado la atención y hay gente que no se fía de ellos, puede que haya alguien dispuesto a dar nombres. Sería interesante saber con quién han contactado esos vampiros, y todos sus movimientos.

-También tengo dudas sobre puerto calavera. ¿Qué principales leyes existen allí? ¿Hay algo que debamos tener muy en cuenta además de la no quema de barcos? –Khemed se sintió un poco frustrado-. Más nos vale saber este tipo de cosas antes de actuar.

-¿Y qué me dices sobre la identificación del barco? He de suponer que será difícil si no imposible identificar su procedencia; de otra manera la gente de puerto calavera podría comentarnos algo sobre su origen, pero parecen tan misteriosos…

Khemed quería dejar claras sus dudas antes de siquiera actuar. Luego estaría el modo de proceder.

-Bueno, separarnos mucho no lo veo buena idea. Es obvio que si a alguien se le da bien esconderse, no seremos una ayuda para ello, pero convendría no separarnos demasiado por allí. Por otra parte, ¿Qué posibilidades tenemos de espiarlos? Seguro que tienen protecciones mágicas; no es usual que un grupo de vampiros viaje en barco, y querrán que el mismo sea muy seguro. Deberíamos hacernos con un par de contactos que estén a la última sobre los acontecimientos de puerto calavera, y que sean buenos en los cotilleos y espionaje; alguien muy habituado a ese ambiente. ¿Qué opináis?

El Calishita pensaba que era mucho mejor obtener importante información antes siquiera de actuar; bastantes cosas habían pasado ya por no poder prevenir lo que iba a acontecer, ni calcular bien sus posibilidades. Además, los vampiros tenían grandes fortalezas, y debilidades de las que posiblemente sería difícil aprovecharse; de seguro que se encontrarían protegidos de alguna manera.

-Accalon, los vampiros casi no tienen puntos débiles; son difíciles de destruir, y están ligados a sus ataúdes. Los puede destruir la luz del sol, pero me temo que no tendremos ese recurso. También la inmersión en grandes masas de agua, con lo cual un barco me parece un lugar muy poco adecuado para una guarida segura, a menos que tengan numerosas protecciones como sospecho. Ah, y las viejas historias que cuentan aquello de clavarles una estaca en el corazón también sirve.

El sacerdote creía que sería de interés que sus compañeros supiesen toda esa información, además de compartir con ellos sus dudas. No parecía que fuesen unos vampiros cualquiera, y más si estaban vinculados al culto del dragón. No era bueno inmiscuirse en asuntos de dragones, pero para intentarlo siquiera, se requería cierto potencial…

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23/02/2015, 18:00
Director

Segundo día de la segunda decana de Tarsaskh del Año de la Vara (1366 CV)

Era una situación ciertamente curiosa, con unos objetivos estáticos y bien localizados que ademas no ocultaban sus movimientos, pero aun así de los que se sabía bien poco. La respuesta obvia es que ahí había un juego bajo mano y que usaban esa “visibilidad” como una fachada para ocultarlo ¿Y esos trabajos “pro bono” con los que parecían agasajar a todo grupo de poder? Demasiado misteriosos, demasiada nada. No, sin duda aquello era otra fachada, una cortina de humo para un juego muy distinto. Aunque sin duda la protección que les proporcionaba les venía bien, como una segunda red de seguridad.

Dedicasteis un día a hacer algunas preguntas básicas y a echar vistazos al Bandera Negra, el barco de los vampiros, que además de un nombre bien genérico resulto ser un barco bien del montón. Una solida carraca, con gran capacidad de carga y al menos treinta años por el mar. Se podía encontrar ese modelo en todo Faerun, seguro que hasta en el Anauroch, y no tenían distintos u adornos que ayudasen a diferenciarlo. En otras palabras era un barco anónimo surgido de ningún lado para las autoridades portuarias de Puerto Cráneo (un viejo borracho, dos semiorcos gandules y una panda de crios que pese a trabajar en el muelle parecían no conocer el agua).

El contacto de Ilharess poco más pudo añadir a lo dicho por Alarien, que como esta había dicho era lo que había podido averiguar todo que ponía algo de interés en el asunto. Pero Nigel era un profesional con décadas en el negocio y tenía “trucos que a los jóvenes de hoy en día poco más que magia les parecen”. Tres cosas pudo añadir, primero el origen de los vampiros (al menos el más inmediato no podía saber si este había sido tan solo una escala) que no era otro que Calimshan. Segundo, Enebro y Muerdeluna eran dos de los asesinos del Gremio de Ladrones cuando este fue expulsado hará sesenta y seis años. Y tercero, la localización del emisario del Culto del Dragón que había obtenido la información sobre el concilio de los vampiros. Este al parecer se encontraba en una caverna fortificada a una hora de la ciudad con parte de sus hombres (el resto habían sido retirados al terminar la cumbre o habían muerto en Aguaprofunda).

Con la información de Nigel y la guía de Alarien no os costó mucho encontrar la base del Culto, y apenas poco más pasar a todos los no interesantes por el fuego y el acero. La base resultó no ser más que un pequeño fuerte de muros de piedra que se alzaba en una oquedad de la roca camuflada con una pared ilusoria. Además de docena y media de cultistas y un par de magos tan solo había allí el susodicho líder (que no explotaba, al parecer lo de explotar desde dentro se limitaba a los rangos bajos del Culto) y un prisionero, que resulto ser un niño y vampiro para más inri.

Y ahí estabais vosotros. Con sangre del Culto hasta las rodillas, uno de sus jerarcas atado y amordazado que se resistía testarudamente a hablar y un niño que no era un niño desnudo, atado con cadenas de plata a la pared, con quemaduras y evidentes señales de que se le había privado de alimento durante un prolongado periodo de tiempo. Y vosotros que creíais que el día iba a ser aburrido.