Partida Rol por web

- es la primera vez que estoy en un lugar así - le comenta a su amiga y  comienza a desnudarse, aunque sólo los pantalones, quedando con la gran camisa, para ir a la tina, - supongo que esta de baño es la que sirve...- duda en tocarla - ah.... espero no arruinar algo, Irina - se mordió la punta de la lengua, viendo el odre invertido que decia baño. - ¿de donde se saca el agua?- preguntó en voz alta, y se encogio de hombros - creo que me ha superado... prefiero un pozo - soltó una carcajada y miró a su amiga. Leonre parecia sonreír, pero ya no lo hacia como antes, quizás no volvería a hacerlo con tanta alegría como lo hiciera antes de viajar a aquellas tierras.

Irina no dijo nada, tan solo cerro los ojos y sonrio, la alegre broma de Leonore. Leonore tendria que olvidar completo todo lo pasado para volver a sonreir como antes y mencionarlo no ayudaria aque lo olvidase.

- mejor vamos por alguna de las chicas para que nos ayude, porque si no, se nos pasará la tarde completa adivinando como esto funciona- coge sus pantalones, y se los pone saliendo del baño para poder encontrar a alguna chica que les ayude, no le importaba pasar por provinciana, que perder la oportunidad de bañarse.

-Bueno por probar una cosa no se pierde nada. Dice Irina algo anima ante la curiosidad que le despierta el extraño baño. Se acerca a la bañera y dice en vol alta y clara: -Arroyuelo.

Del odre empotrado empieza a manar un delgado chorro de agua, que cae directamente en la bañera. LA misma es clara y fresca...

Aplaude alegre por ver el agua salir por esos extraños aparatejos, mira a su amiga y  luego se agacha para meter sus manos en el agua. - por fin un baño - sonó más nostálgica,  moviendo un poco el agua.  Comienza a desnudarse, para poder darse un baño, y sacarse toda la inmundicia que traía encima.

Sin embargo, el agua deja de manar al cabo de poco, mientras Leonore todavia se desviste. Solo alcanza para un lavado, como indica el texto.

Al  probar la siguiente, manantial, si se llenan las bañeras, con un chorro mas fuerte y duradero. Pueden tomar entonces un buen baño.

Mientras estan en ello, la muchacha rubia les trae dos vestidos grandes de color azul, elaborados y amplios, de un estilo poco usual. Mantienen su forma mediante un armazon metalico interior, y parecen recordar en algunos aspectos a una armadura. Son de factura similar a aquel que usara la portavoz Thyri, cuando la conocieran, y bastante lujosos por lo que se ve en las joyas que los adornan aqui y alla. Los deja en un costado, dandoles intimidad a bañarse.

La muchacha rubia apareció, y les dejó las ropas, Leonore le agradeció con la mirada, algo avergonzada por no haber descubierto el mecanismo del agua. Si no fuera por Irina, estaría dándole golpes con lo que encontrase. Sonrió y  metió sus manos en el agua, para luego  mojarse la cara. Se hundía en el agua,  y luego emergía para ver a su amiga, y sonreirle, cansada. Estaban bien, estaban bien.

Se bañó en el silencio que pudo, limpiándose, pero sentía que por mucha agua que usara, aquel olor, aquella sensación no se iría. Al terminar el baño, fue por las ropas, las cuales le impresionaron porque, claro, nunca había usado algo así, sólo para aquella celebración tan tristemente terminada. Arregló su cabello, viendo si había algún peine que usar.

- ¿crees que estaremos bien de aquí en adelante?  - le preguntó a su amiga, sin mirarla, siguiendo de espalda.

Encontró un peine, y luego de limpiarlo un poco, sacándole los pelos, comenzó a pasarlo por sus castaños cabellos, cepillando el húmedo cabello que se iba  enroscando en las puntas. Se sentía extraño, hacia tiempo que no se daba esos cuidados, de hecho, no recordaba la última vez, porque siempre ha estado de aventurera, sonrió,  viendo que su cabello estaba muy largo, cubriéndole toda la espalda ya.  se hizo dos trenzas con poco cabello,  que coronaban su cabeza, como na tiara, y las trenzó detrás de su cabeza, para sujetarlas, así tendría la cara despejada.

El vestido apretaba y era incómodo, pero estaba bien, por lo menos estaban vestidas, se acostumbraría, por lo menos, debía ser la idea.

Luego de arreglarse y acomodarse, las dos pueden descansar y comer unos bocadillos, provistos por la joven Ilya...

Ya tarde, anocheciendo, la misma muchacha viene de la casa. No esta sola. El soldado mas viejo de los que conocieran en la mañana, la acompaña... La joven le deja afuera, sin embargo, y las interpela.

-El señor Arlos solicita vuestra presencia en la casa principal, señoritas...

Ya limpias y arregladas, descansaron en sus camarotes, Leonore, pareció dormitar gran parte de la tarde, luego de comer, pero cuando la dama llegó, ella estaba ya repuesta y asintió de inmediato,  y salió tras la mujer, esperando que Irina las siguiera.

Irina, seria y aun mas incomoda que Leonore en el vestido, asiente, y pronto las dos son conducidas por la joven y por el severo guardia a la mansion...

El lujo alli exibido es avasallante. El recibidor por donde entran esta adornado con valiosisimos muebles, asi como tapices de gran calidad, que deben valer cada uno una pequeña fortuna. De alli, pasan a un amplio salon -  comedor igualmente lujoso, y con una mesa de roble labrado que podria albergar facilmente tres docenas de comensales. Sin embargo, el unico sentado alli es el anciano, a la derecha de la cabecera, bebiendo una copa de vino. Hay buen numero de pergaminos y papeles desparramados a su alrrededor, asi como tinta y pergamino.

Las dos son conducidas frente a el. No las invita a sentarse, ni nada por el estilo, sino que con una mirada despide a la joven Ilya. Esta se retira por una puerta lateral. Por el contrario, el soldado solo se aparta un poco y se coloca de pie junto al anciano.

Se mesa la barba lentamente. Sus dedos tamborilean sobre un pergamino, el ultimo que acaba de leer, en apariencia.

- Acaba de llegar un mensajero del Salon de la Justicia. Dos que dicen ser mis empleados han sido arrestados por provocar disturbios, e insultar al jefe de los paladines del mismo. Estos son descritos como un humano de rasgos toscos, y una maga elfa...

Sus ojos se fijan en ambas.

- Ninguno de mis sirvientes encaja en esa descripcion. Les son familiares?

El anciano amo habla de unos sujetos que habían ocasionado  disturbios en la ciudad.  Leonore que había demostrado una gracia natural para llevar aquellas ropas ajustadas y aparatosas, no prestó mucha atención a la palabras del anciano, sino hasta que mencionó: "humano de rasgos tosco y una elfa", Leonore miró a Irina, y luego de arrugar el ceño, más por la sorpresa que por dudar de quien podría ser,levantó los ojos hacia el hombre.

- es posible que sean nuestros compañeros, pero con tan vaga información no podemos asegurarlo, pues verá, fuimos contratados como la escolta de Lady Thyri, pero ya sabe todo lo que sucedió, las tres terminamos como esclavas- movió la cabeza de lado a lado, frustrada aún por aquello que había pasado. Podría haber cometido una imprudencia, pero  si no decía quienes eran, y si es que eran ellos, terminarian en una cárcel.

Observa un momento a la cleriga, para luego añadir.

-Otro grupo de Vado de la daga, sus principales oficiales y guerreros de hecho, me visito anteayer... Han ofrecido su ayuda e iniciado investigaciones por su cuenta.... Segun comentaron, los escoltas supervivientes tambien ayudarian, pero se habrian quedado rezagados en el camino... Me los describieron como una elfa con dones magicos, un guerrero joven y un mediano... justo, dos como los que señala el mensaje de la guardia.

Golpea la mesa con el pergamino.

-Segun parece, el duque confio la seguridad de mi hija a unos inutiles... Lo tendre en cuenta cuando reiniciemos las negociaciones. Ahora bien, estos mercenarios no trabajan para mi. Por mi pueden pudrirse en prision. Alguna objecion?

movió sus hombros, y tuvo un gesto de impaciencia, cuando escuchó a aquel hombre, pero tenía razón, aunque... no en la parte de inútiles, pero Leonore  recurriría a su templanza para evitar exaltarse. Da un paso hacia delante, demostrándole el respeto que le tenía.

- por favor no... se lo pido, no haga eso,  pueden ser útiles, como nosotras, más ahora que hay que rescatar a  su joven hija - intenta interceder por sus compañeros.

-Con la inteligencia de insultar a un paladin, no veo como puedan serme utiles +contesta secamente. Sin embargo, algo en el tono de Leonore le hace añadir.+. Explicamelo y lo considerare.

No habían hecho mucho por ellos mismos, pero, bueno, conocía el carácter de Malrick, aunque no mucho el de la elfa. Leonore sonrió y dio un paso más, para poder hablarle con claridad.

- se podría juzgar así sus actos, mi señor, pero la verdad es que deben estar demasiado preocupados por nosotros, y de ahí a reaccionar de la manera que debieron hacerlo, pero ud. verá, una vez que sepan en donde estamos y que estamos bien, será tan fieles como un perro, dispuestos a protegerlo y rescatar  a vuestra hija - no quería decir que necesitaban la tranquilidad de las dos mujeres, por lo menos Malrick, pero fue algo que quiso dejar entrever. No miraba con total respeto. El protocolo y como debía dirigirse a la nobleza eran esenciales para el buen trato - ya verá mi señor, que no se equivocará con ellos... ni con nosotras, que deseamos lo mejor para ud, así como para vuestra hija, debemos limpiar nuestro honor y que mejor  manera de hacerlo que serviros en cuanto podamos...-

Se mesa la barba, considerando las palabras de Leonore. No parece convencido en absoluto, pero...

- No sirve de nada un perro si no esta entrenado. Ademas, habra que pagar una fianza... +murmura finalmente+ Mas dinero que me deberan... mmm...

Los ojos del anciano brillan con ligera astucia. Incluso en estas circunstancias, parece incapaz de no pensar en obtener beneficios.

- Mañana sabran mi respuesta. Vallan a descansar.

Dicho esto, hace una señal al soldado de que las escolte...