Leonore piensa en Malrick, y desea volverlo a ver, pero no con la ansias de antes. Asiente al hombre, y sale escoltada por los soldados, en compañía de Irina.
Irina guarda silencio. Por un lado sin duda siente alegria de que sus amigos esten bien y comparte la idea de Leonore. Por otro lado, que Malrik halla luchado con uno de sus colegas, le resulta desconcertante... que habra ocurrido? Por ende, no dice nada, meditabunda...
Las dos son conducidas a la casa de mujeres nuevamente, donde Ilya les tiene preparadas una ligera cena, y de ahi a dormir... El sueño, con mayor o menor dificultad, las libera de las preocupaciones...
Amanece. El sol sale en Aguas Profundas...
indica si cambias conjuros o que y seguimos.
Luego del desayuno ambas son llevadas nuevamente afuera, solo por Ilya. Esta vez, ven al anciano Arlos en el jardin frontal, mientras los dos soldados que ya conocen hacen una reverencia y salen de la mansion. Al verlas, las mira.
-Buenos dias. He enviado a los hombres a la prision... Hablaran con esos mercenarios y veremos que pasa. Si aceptan, pagare sus fianzas, por lo que tambien seran de mi propiedad...+una sonrrisa desprovista de humor aparece entre su barba, y desaparece pronto. Se queda pensativo unos instantes...
-Que saben sobre Aguas Profundas, y su historia? +pregunta al cabo, cambiando radicalmente el tema.
saludó con elegancia a su "dueño", ya más aliviadas por la suerte de sus compañeros, y esperando que ellos aceptaran, por lo menos para salvar sus cabezas, Leonore sonrie a su amiga, con algo más de esperanzas. Pero la prueba las sacó de su festejo.
- pues... no mucho, mi señor, desearía escuchar de vuestra boca, la historia de estas tierras- le dice la mujer, siempre usando se tono suave en la voz.
-No es mi intencion ser instructor de nadie +responde con sequedad.+ Les dire solo lo necesario. He recibido la solicitud de nuestra conocida comun... A cambio de mi hija, desea que le entregue un tesoro conocido como el Hacha de Uruth, una reliquia de las guerras contra los orcos.. Estuvo perdida muchos años, pero recientemente, el prometido de Thyri logro encontrarla, junto a un grupo de sus colegas de la Orden... El arma en si es sumamente valiosa, tanto por su magia como por el valor patrimonial que tiene para la ciudad. Es parte de nuestra historia. comprenden?
El mero hecho que se hiciera alusión aquella mujer, estropeaba el humor de Leonore, y esto fue evidente en como sus labios formaron una línea recta al tensar la mandíbula. El anciano les hablaba ahora de aquella arma, la clérigo tomaba nota mental de todo cuando decía.
- comprendo, por favor siga - le dice la chica - luego, cuando termine, me gustaría saber que tan peligro es que esta mujer tenga dicha reliquia.
-No hay mucho mas. Cuando tenga el arma, el intercambio se hara en un lugar designado por ella, en la Ciudad de los Muertos, el barrio del Cementerio. Alli hay casi nada de presencia de la guardia, asegura intimidad... Por mi, mucho mejor.
Aprieta el puño y continua.
-Respecto a tu pregunta, no tengo idea de para que la querra, sinceramente...Pero si se que el arma esta poseida. Sus dos cabezas tienen inteligencia propia, ambas malignas pero con diferente orientacion, y discuten entre si constantemente... El arma solo obedece a los orcos o con sangre orca que la empuñen, pero desconozco para que mas sirve, salvo para luchar. Tal vez no sea nada de eso, sino por su valor monetario. La verdad no me interesa...
Leonore tuerce el gesto, y mira a su amiga - esa mujer no muestra más interés que por el dinero... pero no sé, es astuta - meditó en voz alta - ¿entonces no hay problemas en dársela o sí? por lo que dice, seguramente habrán personas que se opongan al trato
-Por supuesto... es una reliquia. El gobierno de la ciudad y la Orden de Magicos que la recuperaron, entre otros, no estaran para nada de acuerdo que un particular disponga asi de ella. Tampoco es mi intencion darle ese tesoro a esa mujer... Una vez tenga a mi hija de nuevo, su deber sera recobrar el hacha. Si tienen exito, considerare la deuda saldada. Si fallan, iran a prision el resto de sus vidas, en mi lugar... asi de sencillo.
Las palabras del anciano son frias, al igual que su tono, con la severidad de un juez...
- supongo que es un precio justo - le responde y luego asiente con la cabeza - en la medida de que nuestros compañeros puedan llegar aquí, podremos, nosotras, cumplir con el trato, porque las dos solas, no podríamos con esa mujer, y perdería de todas formas la reliquia - le dice, con convicción.
-Eso lo veremos. Primero hablare con ellos... en privado. Esperen en su alojamiento mientras tanto, no deben tardar mucho en llegar. Despues que hable con ellos, veremos si serviran o no. +delara el anciano, dando por terminada la conversacion
Leonore asiente ligeramente con su cabeza, y luego mira a la paladina con un gesto en el que no puede ocultar una felicidad, pero que era muy tenue, volvería a ver a sus compañeros, a Malrick, pero desgraciadamente ya no era la misma que él dejó de ver. Se mordió el labio inferio e hizo una reverencia para alejarse del anciano - ya todo está en manos de Ilmater - susurra, pensando en voz alta, caminando hacia sus habitaciones.
Y de Tyr... Rozen tiene mucho por que pagar... Saldaremos nuestras cuentas...+añade, con tono bajo y los dientes apretados.
Las dos vuelven a su alojamiento, donde la paladina contempla la inactividad con mal disimulada frustracion. Se sienta junto a la ventana, dispuesta a esperar el regreso de los soldados y sus compañeros...
Leonore imita su postura, y luego de poner su mano en el hombro de ella, en un gesto fraternal, se fue a la cama, en donde se puso de rodillas y comenó a realiza sus oraciones, ya por fin podía volver al régimen de oraciones que tenía antes del cautiverio.
No pasa mucho mas de una media hora cuando oyes la voz de Irina.
-Han venido!
Abajo, la paladina mira con ansiedad por la ventana...
Luego de la larga oración, sería la voz de irina que la desperataría de su meditación, y se colocó de pie rápidamente, apresurándose hacia la ventana para poder ver a sus compañeros venir. Leonore, sonrió, apoyada en la ventana, echando el cuerpo hacia delante, dejando su largo cabello castaño se meciera con el viento.
- bajaré - le dice a su amiga, y va hacia la puerta, debiendo evitar correr, y avanzar lentamente por el pasillo al encuentro de sus compañeros.
Si, esperemoslos abajo, pero dejemoslos hablar un poco primero antes de ir a su encuentro. +te detiene Irina, indicandote a Arlos, el cual esta en el camino. Asi mismo, se encuentran los dos guardias, flanqueando tanto a Malrik, como a Iseuld.
Te acompaña a bajar al comedor, donde todavia pueden ver por la ventana de alli.
Irina la detiene, a pesar de desear ir a su encuento, pero el anciano debía hablar con ellos, y esperaba que todo quedara en calma, por lo menos, hasta cuando debieran ir en la misión de rescatar el hacha. Leonore, se apoya en la ventana. y el ver al guerrero la hace sentir una fuerte opresión en el pecho, llevando su mano para presionar aquel lugar. Mil preguntas rondaron por su cabeza, pero no había respuestas a ellas, no de momento por lo menos.
- ¿crees que todo saldrá bien? - espero que su amiga le diera algo de esperanza, tan escasa en la joven clériga.
-Ojala...+dice, mirando tambien por la ventana.
Ambas observan como el anciano comienza a hablar, mientras los cuatro restantes forman una linea frente a el. Pueden ver, pero estan algo lejos para escuchar... Malrik contesta en tono vivo, y el anciano les vuelve la espalda. Responde asi, y el guerrero vuelve a contestar. Iseuld tambien hace aporte.
Por unos segundos no pasa nada, y luego, rapidamente, los dos guardias desenvainan sus espadas con una rapidez pasmosa. Antes de que Malrik o Iseuld siquiera atinen a moverse, la maga recibe dos golpes por parte del mas joven de los guardias, aunque con los planos de las espadas cortas que blande... y el guerrero mas veterano, por su parte, enfrenta a Malrik con calma y seguridad, haciendolo estremecer.
Cuando tratan de defenderse, la magia de Iseuld parece fallar, y el amor de Leonore aparenta haber perdido su habilidad, puesto que el veterano esquiva su golpe con sencillez. El anciano arlos se voltea, esgrimiendo ahora una varita...
iniciativa y primera accion, para apurar.