Partida Rol por web

Freya se ha mantenido en todo momento con la oscura mirada puesta en Robert... y es ahora cuando dirige la vista a la mujer. No hay ni rastro de aquella tristeza. Ahora no hay más que frialdad.

Mantenedme informada de todo lo que ocurra a su alrededor.

Idiotas... ¿Yo ponerlo nervioso? ¡Yo solo quiero lo mejor para él! ¿¿Porqué tienen que cuidarlo ellas?? ¿¿¿Porqué no puedo ser yo???

Sus pensamientos rebotan en su cabeza, pero por fuera, su rostro es pétreo, casi de marfil. Da media vuelta con los puños cerrados y los nudillos más blancos incluso que el resto de su piel... Y aunque parecía que había pasado por alto cualquier altercado, al pasar junto a los leones, Freya dirige su mirada a ellos. Una mirada fiera cargada de ira... una mirada que podría resultar aterradora. No, ella no es para nada frágil. Esa mirada dura tan sólo un segundo, pues enseguida vuelve a mirar al frente, con la barbilla bien alta, y dejando sus rojos tirabuzones a su espalda.

Toma asiento junto a Roran, con gesto forzado, pues sus músculos siguen en tensión.

Claro que ha tenido una recaída... y claro que lo ha expulsado. Yo misma lo maté. -Tan sólo ese pensamiento consigue que la deslumbrante media sonrisa de la pelirroja, vuelva a aparecer. E incluso, que esa tensión se vea ligeramente apaciguada...

Roran se acercó a tu oído y te susurró, sólo para que tú pudieras oir.

- Es fuerte y se repondrá. No te enfades por sus cuidadoras, está claro que tú puedes cuidarlo mejor, pero si tiene otra recaída, ¿serías capaz de controlarlo? Deja que ellas hagan su trabajo y tú, despeja la mente para lo que se nos vendrá encima. -

El rubio inclinó la cabeza un poco más.

- Y aunque sé que te da igual lo que te diga, lo has hecho muy bien en esa torre. -

Freya  mira sorprendida a Roran por un momento. Enseguida la sorpresa desaparece de sus ojos negros.

Vaya... ¿Y desde cuando sabe éste justo lo que quiero oír?

Se pregunta a sí misma mientras la sonrisa de satisfacción que lucía antes cambia poco a poco a una de diversión.

Pues aunque sepas que me da igual lo que me digas... Gracias. Y tú tampoco has estado nada mal.

Recordando a Roran en el tamaño en que lo encontró al salir de la torre, vienen a su mente las palabras del Sombra sobre él. Y aunque ella se fuerza a no borrar aquella sonrisa, su mirada sí se tiñe de preocupación.

Aunque por un momento me hizo pensar que tú... tú... -Se humedece los labios, incapaz de pronunciar las palabras- Bueno... que no lo estabas haciendo tan bien.

- No lo estaba haciendo bien, no hasta el final. - Volvió a susurrarte mientras te pasaba una copa de vino.

- Bebe y olvida. Es lo mejor. Yo haré lo mismo. -

Roran le pasó una copa de vino a Freya y después, cogió una él, incorporándose al instante.

- ¡Por los caídos! - Grito y levantó su copa para brindar.

No esperó que otros bebieran, ni siquiera esperó que otra persona diga algo.

- Y ahora, si me disculpáis, tengo una cosa que hacer. -

Simplemente, bebió de su copa, la depositó sobre la mesa y girándose, se retiró de la mesa hacia la salida.

- ¿Y ahora se retira? Que falta de respeto. - Dijo uno de los leones mientras se lanzaba sobre una pata de cordero que tenía delante.

- Menos mal que la comida está bien. -

Freya iba a incorporarse para hacer el brindis junto a Roran, pero ya era demasiado tarde. La pelirroja alza una ceja y tras vaciar la copa de una sola vez, vuelve a clavar sus ojos negros en los leones.

Yo también me retiro. Lo siento, pero no podría probar bocado tras la demostración de educación de algunos de los comensales...

Una sonrisa pícara y casi maliciosa se dibuja en sus labios rojos mientras deja la copa vacía en la mesa y sale de la sala por el mismo camino que tomó Roran, pero con su contoneo felino de caderas habitual.

Al pasar junto al resto de sus compañeros, levanta levemente la cabeza, a modo de saludo, y no puede evitar guiñar un ojo al recuperado Adam, mostrando una sonrisa.

- Y ahora la otra. - Dijo el León. - ¿Es que ya no enseñan modales en este tiempo? -

Bella pone los ojos en blanco. Sí, Freya era toda una gata... pero en celo. En fin, a ella eso le daba igual. La chica se había ganado su respeto al enfrentarse sola a un Sombra.

Una vez más ignora a los leones. Pero de aquí a un rato iría a ver a Micah, aunque suponía que Nathan lo estaría haciendo ahora, y no quería estorbar.

Finalmente se deja caer cerca de Adam, en una silla. Y tú que feo que te hayas perdido una gran batalla. Le dice con orgullo intentándole picar, pero de broma. Aunque la guerra no ha acabado... Finalmente alza su bebida y brinda con él.

Adam ve pasar a Freya aunque solo se levanta un poquito el sombrero a modo de despedida temporal.
Entonces es cuando se acerca Bella. - Vaya, cuanto tiempo sin vernos compañera de armas.. jeje - le sonríe. - Pues mira, la verdad es que no tendría que estar aquí.. pero no quería que fuerais los únicos que os lo pasarais bien.. - bromea con una sonrisa.
Suspira.
Almenos alguien se da cuenta que he vuelto del infierno.. para meterme en otro. - hace una pausa.

¿Podrías hacerme un pequeño resumen de lo que me he perdido? - le pide ya incorporándose para mostrarse atento.

 El viaje...la cena y todo lo extraño que estaba sucediendo alli...y para mas inri leones que hablan...en fin, cosas mas raras se han visto

-Vaya, me hubiera gustado que tal le ha ido en su viaje,a todos nos han pasado cosas bastante extrañas. Nosotros tuvimos que pelear contra una especia de elemental de fuego invocado por uno de los jinetes, fue bastante dificil hacerle entender que no debia de moverse, el poder que atesoran los jinetes de Galbatorix es tremendo, asi que el del mismo Galbatorix debe de ser monstruoso, aunque haber ganado esta batalla me da confianzas para llegar hasta el final y ganar...asi que por la victoria!!

Alzando su copa Pàris brindo a la salud de todos con la primera copa que cogio

- Ese es el espíritu Jinetes. - Dijo Nasuada mirando mal a Roran y a Freya que se retiraron de su fiesta y soltando un bufido de malestar por su acción. - Ese es el espíritu. -

En ese momento, un grupo de criados comenzaron a traer comida y más comida para depositarla en la mesa.

Cuando le servían a los leones, tenían cuidado con ellos, mucho cuidado, ya que al acercarse Mug les soltó un mordisco en plan broma.

Después, tanto él como su hermano comenzaron a reirse por lo que acababan de hacer.

Shimrod, por su parte, los miró con el rostro serio y estos parecieron quedarse tranquilos.

La mesa estaba servida.

Pure de patatas, guisantes, carnes variadas, frutas y verduras, todo servido en grandes bandejas de las cuales todos podían coger lo que deseaban. En las jarras, vino, zumos y agua.

- Disfrutad de esta comida. Hoy no hablaremos de nada, simplemente, disfrutaremos. Mañana ya tendremos tiempo para poner las cosas sobre la mesa. -

Bella escucha a Adam y cuando termina se encoge de hombros.

Pues la verdad, no te has perdido mucho. Unos ataques por aquí y otros por allá. Dice resumiéndo al máximo. Pero lo más importante, Adam durmiente, -bromea con una sonrisa-, es que has despertado justo para la mejor parte: Galbatorix. En su tono de voz se notaba que tenía unas ganas tremendas de luchar contra él y matarle con sus propias manos.

- Galbatorix es un pringado. Si no fuera por los dragones que tiene a su merced y por sus corazones sería tan poderoso como esa ardilla que habla por aquí debajo. - Dijo Mog casi sin dejar de comer y salpicando la mesa de trocitos de ciervo asado.

- Así que ya sabéis lo que debéis hacer todos juntitos, meterle una espada en el culo. -

JeJeJe.. - ríe ante la broma de Bella. - bueno, entonces.. le vamos a tener que patear su majestuoso trasero. - le sigue la coña.

Adam seguía bebiendo y comiendo desde que trajeron todos esos manjares, tenía que ponerse bueno del todo para cuando se tengan que afrontar al mayor de los jinetes de dragón.

Cuando Eärwen entró al primero que saludó fue a Shimrod, sin embargo, su mirada se desvió a los leones, que, como no, estaban metiendo cizaña entre sus compañeros y demás. 

¡Mog y Mug! -exclamaba demostrando que ella los conocía, se acercó a ellos con una enorme sonrisa- ¿Qué tal la partida de ajedrez? ¿Hubo un ganador? Creo que vi un tablero por allí... -decía mirando hacia alguna puerta, después, su mirada se dirigió a los dos pequeños bichos que la habían llamado "la elfa de las fresas", no pudo evitar ruborizarse al recordar la escenita que protagonizó, mirando de reojo a Shimrod, así que se acercó a ellos dos- Bueno qué, ¿vosotros no vais a cantar?

Sí, la primera misión de Eärwen, aunque había habido peleas... También había sido bastante de juerga en juerga... No podía quejarse. 

La cena continuó durante casi unas dos horas más.

Todos comistéis, cantastéis, hablastéis y brindastéis mientras las horas iban pasando.

No habéis olvidado lo que habéis hecho, sin embargo, fueron un par de horas de distensión.

El vino corría como agua de mayo y la cerveza, también la hidromiel. Las jarras siempre estaban llenas y los platos repletos de comida. Tras ella, aparecieron los criados con bandejas de pasteles, frutas, y demás cosas dulces como postres.

Al final de la cena, todos estabáis llenos y poco a poco, la gente se fue retirando hacia sus casas.

Nasuada se incorporó de la mesa con una sonrisa. Había bebido bastante, pero no parecía borracha, simplemente alegre.

- Podéis partir hacia vuestros aposentos. - Dijo con una floritura de su mano. - Esta noche, descansad, ya que mañana será un día duro para todos. -

Llevantandose lentamente Pàris hizo una cortes reverencia a los aun alli presentes mientras se retiraba hacia su estancia, pero primero acercandose a Isilro para ir con el hacia alli

 Mientras se acercaba Pâris dejo la mente abierta para que su compañero de batalla, su parte de alma estuviera en sintonia con la de él, al principio aquel tipo de contacto le parecia de algun modo extraño, pero una vez acostumbrado al mismo, era mas rapido para comunicarse, ya que los propios sentimientos daban una idea mas clara, al menos algunas veces, de lo que se queria decir.

-Al menos hoy ha terminado bien el dia, al menos me alegro de haber finalizado el dia habiendo ayudado a toda esa gente que rescatamos

Su mano acaricio el cuello, pasando por cada una de las escamas y comprobando su dureza, comprobando su forma

-El dia de mañana sera un dia totalmente diferente, o quizas el siguiente pero tarde o temprano Galbatorix pagará por todo el mal que ha provocado. Si dos jinetes pudimos hacer frente a aquella abominacion, entre todos hay esperanzas de que podamos con Galbatorix, tenemos que mantenernos unidos... ahi esta nuestra fuerza

-Antes de irme a dormir me apeteceria dar una vuelta con el aire frio de la noche, te importaria??

Bella seguía charlando con Adam, bastante agusto, aunque sobretodo de peleas. Le había contado con pelos y señales su ataque a los dos Jinetes de Galbatorix así como su ataque combinado con Pâris para acabar con un extraño dragón que había salido de un humo raro.

Parece que esto se acaba... Dice acabándose de golpe el final de su jarra. Un placer y bienvenido de nuevo. Dice guiñándole un ojo y  haciendo ademán de levantarse. Seguramente para ir a ver a Micah.