Partida Rol por web

Ante la presente situación estoy perpleja absolutamente. El espejo me da miedo, y cada vez mucho más.

- Hermana Raciel, no sé si la muerte nos guiará, porque se lleva a todos, sin discriminar. Yo también creo en la inocencia de los que estamos aquí, pero no se puede creer en todo.

- Te equivocas, hermano Azrael, al mencionar que no es necesario defender tu inocencia... Todos debemos hacerlo, lo quieras o no. Eso me incluye. - Menciona, mirando fijamente al ángel encapuchado. - Tu dices que confiabas en Imamiah, pero aún así fuiste de los primeros en levantar tu arma en contra suya, y por la espalda. Mencionas que tu voluntad fue cambiada, pero Ylaliah menciona lo mismo. Con esto puedo suponer dos cosas: Primero, que existe alguien entre nosotros para doblegar la voluntad de dos, o segundo, que uno de los dos miente. - Mantiene su mirada fija en Azrael unos instantes, para luego observar a Andariel.

- Con respecto a la resurección de Andariel y Yuriel, puedo suponer dos cosas. La primera es que Andariel diga la verdad y haya vuelto a la vida por obra y gracia de nuestro Padre, o que su don le haya permitido volver... ¿No dijo él el primer día que traería de vuelta a Yuriel? ¿Por qué ella al ocaso, y él al amanecer? - Mantiene su mirada fija en Andariel, de forma examinadora.

- Yuriel, dime... ¿Podrías asegurar que tu voluntad te pertenece solo a ti en estos momentos? - Mira, mostrando una expresión dudosa en su rostro.

- Las palabras de Raciel demuestran su atención a los hechos, lo que La Muerte dijo nos indica que pudimos no haber fallado en nuestro juicio, y de ser así... ¿Por qué delatar de forma tan descuidada el nombre de Ylaliah? - Observa a Andariel, ya de manera inquisitiva. - Incluso un mortal se daría cuenta de que con tu "error" has vendido su vida. - Sentencia con aquella frase, sin despegar su mirada de aquel ángel que decía ser nuestro hermano.

- Lo siento, Andariel, pero no puedo confiar en tus palabras, y peor... en tu inocencia. -

Guardo silencio ante los comentarios de mis hermanos. Abro la boca para decir algo, pero en ese momento el espejo se ondula dejando ver otra situación de una persona que tiene que tomar una difícil decisión, tras la cual su vida cambiará a mejor o peor... Trago saliva, la vida de los humanos es demasiado corta y tienen que lidiar con muchos problemas, aunque también hay algunos que aprecian la vida y se esfuerzan por vivirla haciendo lo que más les gusta y dando gracias por despertarse un día más.
Llevo mi mano al pecho para orar por la mujer y que tome una buena decisión.
Me giro de nuevo a mis hermanos, de nuevo el espejo había captado toda mi atención y había dejado de prestar atención a mi alrededor.
-Yo no puedo dar testimonio de inocencia, simplemente sé que no soy servidora del mal. No pretendo que me creáis ni meteros ideas extrañas a la cabeza, yo soy la primera que mira las reacciones de cada uno de nosotros para intentar saber quién puede ser un traidor. No me gusta dudar de mis propios hermanos... Nunca habría imaginado que llegaríamos a esta situación y creo que ninguno de nosotros lo habría hecho...- intento respirar hondo para tranquilizarme -necesito meditar durante un tiempo...- dicho esto, me siento frente al espejo, el cual no mostraba ya ninguna imagen, intentando aclarar mis ideas.

Me sentía flotando, los acontecimientos sucedían a mi alrededor y yo a penas me daba cuenta de ellos, estaba desorientada y algo perdida. Una muerte más nos acompañó aquella mañana junto con otro milagro: Andariel volvía a estar entre nosotros. Por las cosas que decían los que volvían de la muerte, yo estaba en lo cierto si moríamos allí nuestras almas no irían con nuestro señor y aquello me aterraba. Aquellas extrañas semillas no me habían dado buena espina y menos al desaparecer tal cual vinieron, estaba segura que en aquel lugar no debía fiarme de nada de lo que apareciera. Me mantuve en silencio, observando el espejo mientras a mi alrededor mis compañeros hablaban y discutían, no me iba a meter al fin y al cabo no me sentía con ánimos de entrar en discusiones.

-Me gustaría aclarar una cosa... -mi paciencia con ese tema empezaba a mermar - La Muerte no puede matar a los ángeles. Sólo ellos pueden matarse entre sí (incluidos los ángeles caídos). La Muerte sólo se apoderó de los cuerpos que albergaban dudas para con Imamiah y lo aniquiló con ellos. Y es muy seguro que al final de este día vuelva a pasar lo mismo. ¿Queréis, si no es mucha molestia, abandonar el tema de la Muerte? Pues la única solución es encontrar a aquellos que se encuentran escondidos entre nosotros.

Me senté y crucé las piernas. No conseguía que nadie le aportara la suficiente seguridad. Miré la palma de mi mano, y con luces, le dibujé un reloj. El tiempo pasaba, y nos acercábamos más a nuestro destino.

Miro a Andariel directamente a los ojos y hablo en voz alta para que todos me escuchen.

-Andariel, es posible que a mí me devolviera la vida uno de nosotros, eso yo no lo se. Y como tu dices has sido revivido por nuestro Padre. Yo no te envidio, y me parece bien que nos traigas las palabras de Imamiah, pero lo que no deberías haber hecho es llegar y proclamar que eres nuestro lider cuando no sabes lo que hemos hecho mientras tu no estabas entre nosotros. Y yo no tengo ninguna duda sobre tu renacimiento. Yo se que no ha sido nuestro padre, porque si hubiera sido él significa que tiene poder sobre este espacio y, en ese caso, ¿no podría sacarnos de aquí? Yo creo que si. ¿Y, por lo tanto, no sería mejor que nos sacara de aqui y no nos dejara aqui para que muramos poco a poco? A, y por si no lo sabías, yo ya he dicho que no tengo ninguna intención de ser la lider, porque no me veo con la capacidad de decidir por todos.

Abro mis alas y subo a donde se a colocado anteriormente Azrael y me quedo allí unos instantes, mirandolos.

-Si alguno de vosotros tiene alguna pregunta que me la haga cuando quiera, que yo le respondere en la medida de lo que sepa.

Sitael se mantenía flotando alrededor del espejo pensativo, si esta vez debía o no participar, pues tenia claro a quien se debía ayudar, no como la ultima vez. Pero algo que dijo su hermana llego a sus oídos y quiso participar.

-Ella tiene razón en eso. Si padre tuviera el poder sobre este espacio sin duda no te hubiera devuelto la vida, si no que nos hubiera sacado de este macabro juego a todos, tu incluido, estuvieras donde estuvieras. Admitir el desconocimiento de tu regreso no es malo Andariel. Pero la soberbia es un pecado.-El arcángel tenia claras dudas respecto a Andariel, pero su tono era reconciliador.

Antes de bajar me dirijo hacia Metatron y le respondo.

- Con respecto a tu pregunta te puedo asegurar que mi voluntad sigue intacta de momento y me parece que hasta el ocaso así seguirá. Probablemente sea entonces cuando ocurra algo y ya le oimos a la muerte que vendría a por otro más. Solo espero que podamos salir de aqui para entonces, y si no es así, que esta vez acertemos con el demonio que nos está causando tantos problemas.

Por último bajo me coloco al lado de Saramiel y le digo.

-Gracias hermana por defender antes. Y gracias al resto también.

Ahora soy yo quien extiende sus alas para elevarse sobre el resto.

- Solo creo fervientemente en la inocencia de Yuriel. Pues ha sido la primera victima y hemos tenido la suerte de recuperarla. Quiero confiar en que Reiyel también es inocente y que ha actuado en defensa propia, pero las conversaciones entre los muertos han conseguido confundirme. Cuando concluya os las comunicaré.- extiendo el brazo y la mano para reclamar tiempo y paciencia. Ya llegaría a ese punto.- Si se puede confiar en Azrael, damos por hecho que Imamiah fue juzgado erróneamente y eso me llevaría a colocar también a Vasariah entre los nuestros. 

Dejo que la información que podía dar calara en el resto. Solo eran mis conclusiones, poco más, no tenía pruebas para corroborar nada y ellos lo sabían. 

- No hay nadie en particular que me genere más dudas que cualquier otro, pero he de decir que hay muchos hermanos guardando silencio y eso empieza a preocuparme. Los traidores son quienes más interés tienen en pasar desapercibidos y al no usar la palabra tienen menos posibilidades de errar con ellas. 

Desciendo al lado de Azrael. 

- ¿Solo puedes juzgar a los caídos? Porque en ese caso no tengo mucha opción, solo hay dos y dices haber concluido tu juicio sobre Imamiah. Solo Chariel mora junto a él en estos momentos. Si no hay limitación entre escoger un hermano de este o el otro lado recomendaría que seleccionaras a alguno de los presentes aquí. Chariel poco más daño puede hacer estando muerto. 

Asciendo de nuevo y elevo los brazos para llamar más la atención. 

- Ahora comunicare las palabras que me llegan desde el otro lado, donde alguno ha tenido la poca fortuna de acabar, aunque fuera por breves instantes.- Miro a todos mis hermanos comprobando que se muestran a la espera de mis palabras. - Imamiah menciono que podía perdonar realmente nuestro alma, purificandola de manera autentica, limpiando el mal que pudiera haber impregnado en ella. Así como potenciar las habilidades de cualquiera de nosotros, cosa que hizo con Vasariah, en quien confía. Desconozco si al usar sus dones sobre otro logra conocer de que naturaleza son estos últimos, indagare. 

Tomo un respiro, permitiendo que empiecen a plantearse sus propias hipótesis y teorías sobre lo que esta sucediendo y quien puede ser inocente. 

- Chariel nos anuncio que su verdadero nombre es Miguel, el Arcángel que expulso a Lucifer del cielo. Asegura tener el poder de purificarnos a todos poco a poco, limpiando las pequeñas impurezas que puedan habitar nuestras almas. También que padre le concedió protección contra Lucifer y sus seguidores, ya sean por propia voluntad o por creer sus engaños. Eso eliminaría a Reiyel como traidora, él así lo cree, dijo no guardarle rencor. - hago otra pequeña pausa, sabía que mis próximas palabras serían las que más conmoción acarrearían. Y las que llevaba hasta ahora no tenían poco interés precisamente...- Su último don era... poder mantener contacto con padre. Él le informo que en pleno fragor de la batalla Lucifer ataco por la retaguardia y que ahora se encuentra en un duelo a muerte con él. Por ello no es capaz de usar su poder para liberarnos de este extraño mundo donde Lucifer nos encerró bajo un manto de olvido, lo que provoca nuestros fallos de memoria. Lucifer no podrá matar a padre sin haber destituido a los veinticuatro angeles mas poderosos, ya fuera matándolos o corrompiendolos. Y esos somos nosotros.... Uno por cada hora del día que representamos. 

Repliego mis alas y aterrizo con cierta brusquedad.

- Ellos discuten en el otro mundo sobre que es verdad y que no. Ahora vosotros también debéis sopesarlo... Si ambas declaraciones son ciertas nuestros enemigos deben tener el poder de usar a alguno de nosotros para cometer sus asesinatos. ¿Si no porque iba a atacar Chariel a Reiyel? ¿o quizás Reiyel se confundió al defenderse? - 

Observo a todos los presentes, pero con mayor interés a Andariel. ¿Por qué revelar el poder de uno de nuestros hermanos? ¿Era un simple descuido o tal acción escondía algo mucho peor? En cualquier caso, permanecería atenta tanto a él como a Azrael.

- ¿No hay nadie que pueda mirar el alma del hermano Azrael? Él dice poder hacerlo con los muertos, si hay alguno de vosotros que pueda hacerlo con los vivos... quizás mirarle a él resuelva varias dudas.

Hermanos, entiendo sus dudas, pero quiero dejar en claro que si bien acepto con seriedad y entrega guiarlos por voluntad de mi hermano mayor, no aspiro personalmente al liderazgo, pues no creo ser mejor que nadie, y para mi liderar en una situacion como esta no es un favor sino un deber, deber que no coincidero me corresponda y que estoy dispuesto a dejarle a otro con gusto, me limité a transmitirles la voluntad del hermano Imamiah, unico capaz de ver el alma de los vivos y darles el perdon, al igual que nuestro padre, quien vio el alma de unos pocos de nosotros, entre ellos el hermano Vasariah y en nuestra penitencia tras mi arrepentimiento por dudar de el pudo hacerlo tambien conmigo, con respecto a mi hermano Ylaiah, no era mi intencion tampoco revelar sus habilidades, pero nuestros enemigos nos conocen mejor que nosotros mismos y me parecio algo bueno poder dar fe de la luz de nuestro hermano quien no solo esta con nosotros sino que tambien guia a los nuestros que no estan entre nosotros, es unico y fiel testigo de la voluntad de los caidos inocentes.

Confuso por todas las opiniones de mis compañeros decido opinar.

-Yo tengo claro que votaré por instinto. Es difícil culpar a unos u otros y más cuando los hermanos caídos resucitan al día siguiente.

Dicho esto alzo en vuelo ya que necesito pensar...

-Entonces... si nuestro Señor está ocupado peleando con Lucifer... Es imposible que él haya traído de vuelta a Andariel, ¿no?

Todo esto me parecía muy sospechoso... De repente todos se había vuelto muy "colaboradores" y aquello no hacía más que escamar. Sentía cómo la paranoia se hacía cada vez mayor en mi cabeza.

-Tal vez existan dos con la capacidad de doblegar voluntades, o exista uno con la capacidad de doblegar dos voluntades, o cualquier otra cosa. No lo sé.

Reconozco ante las palabras de Metatrón, y entonces es Ylahiah quien me habla y a quien miro. Niego con la cabeza.

-Puedo indagar en el alma del próximo caído, si quieres. En cuanto al hermano Chariel: yo recuerdo las entidades del hermano Chariel y del hermano Miguel como dos entidades distintas. Aunque es posible que me equivoque, o que nuestros recuerdos hayan sido alterados.

Retrocedo un paso y me enfoco ahora hacia Saramiel.

-Es una buena idea, hermana Saramiel. Adelante.

Abro ambos brazos exponiéndome a ello.

Vasiariah escucha espectante lo que hablan sus hermanos. Siente que sus capacidades radican principalmente en el combate, en cambio su capacidad de dialogo e investigación no son de lo mejor. - Solo puedo decirles que a mi me pueden juzgar por mis actos, mi voluntad es defender y proteger a los ángeles que se mantienen rígidos en su postura de proteger el reino de nuestro santo padre. Así es y será siempre.

Escucha las palabras de Hariel. - Comparto con Hariel, en este momento estoy confundido con el tema, no se distingue claramente quien es bueno y quien es caido, esto cambiará si alguno de quienes confío ciegamente me dicen lo contrario.

veo las dudas de todos mi hermanos así que me gustaria explicar los que paso esa noche -hermanos, puse todo mi empeño desde el primer dia en defenderme en ataques que fueran contra mi, note que por la noche habia gente que venia a por mi pero el que me ataco con claridad, fue chariel, no tengo ninguna duda de su culpabilidad, se que él ha sido corrompido y ha intentado matar a nuestros hermanos, pero por lo que parecia no actuaba solo, tenemos que usar nuestra habilidades para encontrar a ese mal, aunque no las digamos, tenemos que defendernos unos a otros, y espero que chariel no vuelva a la vida, no podre confiar en el despues de ese ataque que ha tenido sobre mi, sois libres de creerme o no, pero los corrompidos saben que ellos solos no podran matarme, necesitaran de todos vosotros para lograrlo, y si no me creeis que azrael compruebe el ala de chariel- dicho esto me reuno con el grupo

Observa a Azrael, pensativo.

- Hermano Azrael, podré confirmar al ocaso si lo que dices es verdad o mentira, y para aclarar dudas, sería bueno que usaras tu virtud con Chariel. - Luego observa a Reiyel, de forma tranquila.- Así sabremos quién esta mintiendo.

Vuelve a su silla, para contemplar la ciudad que se muestra frente a ellos.