Partida Rol por web

"Ella llamó al hombre en la calle
´señor, ¿puede ayudarme?
hace frío y no tengo lugar donde dormir
¿puede recomendarme algÚn lugar?´

Él siguió caminando, no miró atrÁs
simulaba no poder oÍrla
comenzó a silbar mientras cruzaba la calle
parece vergonzoso estar allÍ

oh, piénsalo dos veces, es otro día para
ti y para mi en el paraÍso
oh, piénsalo dos veces, es otro dÍa para ti,
para ti y para mi en el paraÍso

ella llamó al hombre en la calle
Él puede ver que ella estuvo llorando
ella tiene ampollas en las plantas de sus pies

No puede caminar pero lo está intentando

oh, piénsalo dos veces, es otro dÍa para
ti y para mi en el paraÍso
oh, piénsalo dos veces, es otro día para ti,
para ti y para mi en el paraíso"

Phill Collins "Another Day in Paradise"

Otro día frio de Octubre. No había llegado aún  el invierno pero se sentía venir, hacía mucho frio. Estabas en un parque no muy concurrido pensando en que hacer, desde que llegaste a este pais las complicaciones se veian venir a cada paso, la gente en este pais estaba muy loca.

Nueva York es una ciudad multicultural enorme. Las adicciones son parte del día a día, la violencia y las muertes eran cosa del cotidiano.

Estabas al lado de Raul, un sin hogar como tú que estaba siempre borracho o buscaba estarlo.

No hay mucho que decir, es solamente otro día en el que debes buscarte la vida.

Abrí los ojos al oír un sirena pasar.... "otra más" pensé. Cuando llegué a New York me imaginé otra cosa, sin embargo, las cosas que había visto en las películas sobre las calles de New York, eran ciertas. Aquí la gente sin hogar busca un hogar en cualquier esquina y para llevarse a la boca, cualquier resto de comida en cualquier bolsa de basura es buena.

A mi lado se encontraba Raúl, un hispano al que había conocido hace poco, llevaba mucho más tiempo que yo en las calles; su hogar, el sueño americano, libertad para dormir donde se quiera. Decía él.

Decidí levantarme y dar una vuelta por los alrededores, empujando mi carrito, donde guardaba todo lo que consideraba interesante. Me dirigí a la esquina más cercana. Allí había una cafetería, una de tantas en New York, donde sabía que por la puerta trasera mi amigo José, otro hispano con mejor suerte al tener un trabajo aunque no bien pagado, si podía decir que no dormía en la calle. Me daría un café recalentado para entrar en calor y algunas sobras que ya nadie querría.

Cuando el hombre ve que te levantas dice señalandote,  Ten un buen día Willy, ten cuidado con la gente, ellos nos tienen miedo pero ellos dan más miedo que nosotros.

Lo miras y continuas caminando hacia la cafetería cercana. Usualmente en  ese sector cerca a una cafeteria la gente que salia te daba algo de comer, pero a esa hora de la mañana casualmente no habia casi nadie en el sector.

La cafetería estaba casi vacia y solo se veía a la mesera limpiando las mesas.

Me llevé una sorpresa al no ver a José. La verdad es que me apetecía algo de comida y un gran café caliente; aunque con que estuviera caliente me conformaba. Decidí pues continuar paseando, empujando mi carrito mientras pensaba:
-"Podría acercarme al piso de José y saludarle"
A José le encantaba mi compañía por las largas conversaciones que teníamos sobre mi país: España. Siempre había deseado ir allí, sin embargo se tuvo que conformar con New York. Nuestra amistad era tal que me había enseñado su piso de alquiler en agradecimiento a un feo corte que se hizo al salir del trabajo. Su contrato no le permitía un aceptable seguro médico. Afortunadamente para él, yo me encontraba cerca y le ayudé. Viéndose sorprendido por mis conocimientos no pudo evitar invitarme a su piso, después de tantas tertulias y herida bien curada.
Su piso de alquiler a tres manzanas de su lugar de trabajo, constaba de 3 dormitorios (solo uno sin humedades ni paredes desconchadas, donde era el mejor lugar para poner su habitación). Cocina, baño y un gran salón. Apenas amueblado, pero muy espacioso, eso si...y barato. Asequible para su sueldo.
Pensando, pensando....levanté mi mirada y allí estaba ante mí. Decidí ir por la parte de atrás.

Cuando volteas puedes ver al hombre que estabas buscando. Tenía una cantidad de chatarra acumulada en ese espacio, y al parecer estaba recogiendo algunos asuntos cuando te ve. No parecia estar muy bien, se veía pálido y algo raro.

Hombre, sabia que te vería por acá... - dice con un apreton de brazos- lamento no haber ido hoy a la cafeteria, he tenido asuntos...

Sorprendido por el estado de José y donde lo encuentro, miro  a un lado y a otro.

-"¿Qué te sucede....qué ocurre?Ya sabes que puedes contar conmigo" me acerco.

-"Vayamos a tu piso, te preparé algo de comer y me cuentas"

Pues en casa hago tambien un buen café dice- notas que se pone triste- vamos,  hay muchas cosas que debo hacer.

El lugar donde vivía el no era un piso de riquezas, realmente se notaba que vivía muy justo y con muchas cosas que acumulaba, la gran parte basura.

Sabias que él era acumulador compulsivo pero no te imaginaste que tanto. Realmente era dificil pasar de un lugar a otro en el sitio, si hubiera algo de valor pues sería algo a resaltar, pero solo veias periodicos, recortes,  y cosas bastante extrañas.

Te invita a pasar a una sala llena de cosas, pero que al parecer  permitía sentarse.

El hombre parecia muy triste.

Pues nada  Willy, que me sacan del piso... o eso quieren hacer... es... es complicado.

Las palabras de mi amigo me llenaron de tristeza. No lo podía creer. ¿Cómo era posible? Tal vez podría ayudarle, pero para ello necesitaba más datos....y llenar el estómago.
-"Vamos dentro, algo de comida y un buen café nos ayudará a planificar nuestro próximo paso." le sugerí con una sonrisa amigable.

La cocina donde vive es un caos, lleno de cosas y de asuntos, afortunadamente no tiene olor a podrido, pero el te sirve como puede una taza y te la da, tambien algunos panes duros del dia anterior.

Se sientan entonces en la estrecha sala llena de cosas y tienes muchas preguntas, porque si bien el te habla de un problema no te ha dicho  qué es lo que pasa.

Lo seguro es que él le pone whisky a su cafe, y te pone tambien a ti.

Parece estar muy frustrado.

No había nada mejor para espabilarse que un buen café acompañado de un poco de whisky. Aunque en mi país era costumbre acompañarlo con un poco de brandy o coñac.
La estancia no estaba tan mal como esperaba, pero sí bastante descuidada.
Los trozos de pan duro así lo confirmaban.
Tomé asiento, agarré el café xon las dos manos y pregunté:
-"Cuéntame, amigo mío, que sucede, porqué tanto misterio tanta tristeza y éste caos" señalé a un lado de la habitación y otro.

Dicen que tengo muchas cosas, que el sitio es insalubre, que soy un acumulador y... y que me van a hechar...- dice el hombre resumiendo el asunto.

Nada de lo que te decía te parecía raro, evidentemente era un acumulador, tenía mucha basura, la mitad de las cosas no parecian tener utilidad, eran papeles, diarios y  porquería....

Supongo que es el fin, no tengo a donde ir... no sé que hacer.

La desesperación de mi amigo José era evidente, como también lo era el estado de su piso.
-"Y tienen toda la razón en decirlo." pensé.
Viendo su rostro. Tenía que hacer algo, decirle algo que le animara.
-"¿Cómo crees que yo podría ayudarte? Puedes contar conmigo. Pero no tengo casa....un techo donde guarecerme del frío y del calor....sólo tengo la calle. Un lugar duro y solitario. Y ahí sólo podría ofrecerte mi compañía." le dije sinceramente.
-"Tal vez podramos encontrar alguna Asociación que si pueda ayudarte. Yo la buscaré contigo." continúe.
Sin dudarlo, era lo mejor para alguien en su Estado y a su edad.
Apreté firmante el calor del café y soplé para ver el poco humito que desprendía.

Que me escuches es suficiente amigo, si quedo en la calle, pues dormiré ahí- dice de manera triste- mi empleo en el cafe podría perderlo, es todo tan triste- dice el hombre destrozado-  yo solo quería, realmente... solo- lloriquea- dime Willy, ¿alguna vez has tenido un sueño?

Poco a poco José iba abriéndose, contándome el motivo por el que había llegado a esta situación.
Sus palabras transmitían tristeza y melancolía, pero tal vez, ocultaban cierta esperanza.
-"Claro, de pequeño tenía muchos" sonreí tratando de hacerle sonreír un poco.
-"Y de mayor....bueno, alguno que otro. Dime, ¿cuál fue el tuyo?" continué

No me contestas mucho mi pregunta, pero yo- dice de manera triste- yo realmente si deseaba tener lo suficiente para vivir comodamente sin sufrir tanto. Naci de una familia muy pobre, no teniamos nada, y lo que teniamos estaba usado y roto, y cuando me independice y  comence a ganar dinero comence a comprar las cosas que antes no podía tener, el problema es que nunca deseche nada, porque soñaba con tener un espacio enorme donde acomodar todo... Mi esposa me decía que me preocupaba mucho por tonterias, pero cuando ella murio mis sueños se fueron al garete.

Dice el hombre muy triste...

Se que vives en  la calle, aunque creo que aún tienes tiempo de cumplir algún sueño, es posible que cuando salga de esta casa muera, pero tú, puede que tú seas distinto.

Si solo alguien pudiera ayudar...

Te repite tu pregunta

¿si tuvieras un sueño por cumplir cual sería?

-"Quizás la vida eterna para poder ayudar a gente tan buena como tú." respondí al ver la insistencia de José.
Tampoco sabía muy bien que contestar. Sólo quería que se sintiera bien....feliz al menos durante un rato. Todo el tiempo que mi presencia así lo consiguiera.