Partida Rol por web

Ánima:Más allá del bien y del Mal II, Un reino de Pesadillas

Epílogo I. Los lazos del destino.

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01/06/2012, 00:41
Aaron

Nathaniel maldijo en silencio. Tenía que comprobar si la espada estaba allí antes de partir hacia Ark.

Notas de juego

Voy a esperar un poco antes de poner el siguiente post por si Faliar quiere decir algo.

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01/06/2012, 02:58
Faliar

Notas de juego

Yo en principio no voy a hacer nada más; voy a hacer como que Faliar no se ha enterado de la presencia de Aaron xD

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01/06/2012, 13:12
Director

Notas de juego

Faliar no se ha enterado de la presencia de Aaron.

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01/06/2012, 13:13
Aaron

Mordiéndose los labios, salió fuera de la casa. Escrutar la habitación tendría que esperar.

Notas de juego

Aviso; Antes de que cortes la escena quiero subir al piso de arriba a ver si están ahí sus cosas.

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01/06/2012, 13:23
Director

Alice sentada desde un árbol pareció ver como alguien salía de la casa, a lo lejos, sólo. Parecía ser Aaron.

Notas de juego

Parece que quieren alargar más la escena...

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01/06/2012, 13:26
Aaron

Aaron comprobó que no había nadie allí y, suspirando, se adentró en el bosque para hacer tiempo.

Notas de juego

Digamos que si no se encuentra a nadie está fuera unos 10 o 15 minutos.

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01/06/2012, 13:27
Julius

-Una cosa... para los que llevabais algo de equipo encima..., miró a Nahia, y pensó en Aaron.-Recogí lo que había en el palacio. Lo tenéis cada uno bajo vuestras respectivas camas.-Tu "estoque" también está ahí, Conrad.

Y diciendo esto, comenzó a subir las escaleras.

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01/06/2012, 13:27
Director

El chico comenzó a caminar, internándose en el bosque cual alma solitaria. Y el destino quiso que se volviera a encontrar con el otro alma solitaria que pertenecía a ese dispar grupo. 

Alice.

La chica estaba sentada a los pies de un árbol. Parecía derrotada.

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01/06/2012, 13:29
Alice

Alice se giró para colocarse detrás del árbol junto al que estaba sentada, escondiéndose de Aaron. No quería hablar con nadie, ni siquiera con él... Su mente estaba cerrada, inmersa en su propia marea de sentimientos cruzados y sueños hechos añicos

Notas de juego

Pues a menos que él se acerque a Sexine o les reúnas tú, yo me voy a quedar esperando. No porque me apetezca, sino porque lo que menos le apetece a Xerine ahora mismo es hablar con nadie. Menos con un desmemoriado que hace tres años tambaleó todos sus esquemas sin su permiso ;)

Edito: Maldito ninja...

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01/06/2012, 13:31
Aaron

Aaron caminaba algo distraído cuando se encontró a Alice en mitad del bosque. Iba a abrir la boca para decir algo cuando ella se giró, dejando claras sus intenciones. Paró en seco en el sitio durante un segundo y, algo confundido, retomó la marcha andando de frente.

Notas de juego

Aaron tiene alguna forma de saber si hay alguna masa de agua cerca? A lo mejor la huele, nota que el ambiente se humedece conforme se adentra en el bosque o algo así.

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01/06/2012, 13:39
Director

Aaron seguía internándose en el bosque, dejando a un lado a Alice. Ese no era el momento de mantener una conversación.

Notas de juego

No, no hay agua cerca.

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01/06/2012, 13:56
Alice
Sólo para el director

¿Quién soy?

Padres e hijos. La eterna pregunta. ¿Es la sangre la que determina a la persona? ¿El legado, los pecados cometidos por los antepasados? ¿Era cierto que una herencia no solicitada podría definir el pasado, el presente y el futuro?

¿Quién soy?

Maldita broma retorcida e insultante. Maldita conjunción de errores, de recuerdos que inexorablemente se entrelazan para tejer un telar más allá de cualquier lógica o función. Barro entre barro, sucias lágrimas que se agolpan junto a sus ojos sin llegar a ser derramadas

¿Quién soy?

No, él no es su padre. No hay nada que les una, nada que les relacione. No puede ser su padre. No puede ser él

¿Quién...?

Seline, eres una puta zorra

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01/06/2012, 15:38
Pierre Conrad

El cartógrafo esbozó una media sonrisa, y siguió a Julius. Era curioso, porque cuando había recogido sus botas y su chaqueta, no se había fijado en el estoque. Aunque tampoco había prestado tanta atención, ya que acababa de despertar y estaba en medio de una conveersación.

Notas de juego

Conrad sube arriba (no, no sube abajo)

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01/06/2012, 20:02
Julius

Aaron salió fuera de la casa, y después de él, el que apareció por las escaleras fue Julius, seguido de Nahia, Quint y Conrad. Al parecer, señalaba debajo de las camas.

-Pues ahí tienes tu estoque, y bajo la tuya tienes el violín. Aunque los objetos más peculiares los tenía el tal Aaron. Un gran libro de magia y una espada gigante... A propósito... ¿Donde está?

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01/06/2012, 21:15
Quint

Quint interrumpió a Julius.

-Hace un rato que no lo veo. Puede que se fuera tras Xe... Alice. A propósito, ¿recuperaste también mis cosas?

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01/06/2012, 21:18
Julius

-Todo lo que llevabas encima está bajo tu cama, Quint. De hecho, tus cosas fueron las primeras que recogí.

Notas de juego

Sean las que sean... :P

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01/06/2012, 21:19
Quint

Quint se acercó a la cama que Julius le indicó y buscó sus cosas bajo ella. En efecto, todo parecía estar allí. Con mucho cuidado, contemplando cómo su amigo había intentado limpiar la sangre de sus ropas, el chico volvió a vestirse de gala. Sin que nadie lo notara, cogió el colgante que había entre las prendas y se lo colgó del cuello, oculto bajo la camisa. Luego se recogió el pelo hacia atrás y se lo sujetó con la diadema dorada. Por último, colgó su bolsa de oro del cinturón y dejó los seis aceros alargados sobre la cama. Los examinó cada uno un instante, buscando muescas o manchas en el filo, pero todos estaban impolutos. Guardó dos en las mangas de la chaqueta, dos en la parte interior de esta y las dos últimas en las pantorrillas.

-Estoy listo. Cuando queráis.

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01/06/2012, 22:11
Pierre Conrad

- Sí, deberíamos ponernos en marcha -concordó el cartógrafo, al tiempo que se acercaba a la cama donde había despertado. A un lado de ésta, en el suelo, estaba su "bastón". No lo había visto al coger las botas porque no sobresalía tanto y estaba más pegado al lecho. Tras cogerlo, y colocarlo en horizontal justo delante suyo, desenvainó un tramo de la hoja que ocultaba el objeto en su interior, del mismo modo que hiciera en la suite, ya que era un gesto que había adoptado con el tiempo para comprobar el estado del arma.

Viendo que el doble filo de acero seguía en buen estado (aunque no tan reluciente como antes de la fiesta), volvió a envainar el estoque, quedando el arma perfectamente camuflada como un elegante bastón. Conrad lo colocó en vertical, sosteniéndolo ante sí ya sólo con una mano. La gema del pomo no se había visto deslucida. Tampoco le importaba mucho, ya que no tenía todo el valor que podía aperentar. Vio que también antes había pasado por alto junto a la cama los guantes blancos que había llevado. No le sorprendió: estaban tan desmejorados que ni los había reconocido. Con un suspiro, se guardó los otrora impecables guantes, en un bolsillo de su chaqueta.

No sin echar en falta su sombrero, bajó el bastón y se volvió hacia el resto.

- No hay tiempo que perder. Vamos a preparar el carro. Julius ¿ya te sientes aunque sea sólo un poco mejor?

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02/06/2012, 01:40
Faliar

La interrupción de Julius y los demás sacó a Faliar de sus pensamientos. Sonrió a Catherine, le acarició un mechón de cabello, y se separó del abrazo que los mantenía unidos. Miró debajo de su cama, y sacó su ropa. El mismo chaqué, camisa y zapatos que había llevado en la fiesta, y un monedero con algo de efectivo. La camisa tenía una pequeña mancha roja donde le había herido la aguja, tan diminuta que no sería difícil de camuflar con el chaqué. Viendo aquello, pensó en la aterradora eficacia con la que aquella mujer manejaba algo tan pequeño y aparentemente inofensivo, el como con una herida tan diminuta había conseguido dejarlo prácticamente fuera de combate. Se vistió con calma mientras los demás recogían sus pertenencias.

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03/06/2012, 16:15
Julius

-Pues si se han ido, alguien debería ir a buscarlo. Mientras tanto, desataré a mi caballo... Fréderic, Marianna, esperad aquí a que vuelva. Vendré a recogeros, tenéis sustento y cama, sólo serán un par de días.

Julius miró a su "jefe" que aún seguía en una mesa, apartada, sentado con Marianna. Al parecer habían arreglado ya sus diferencias, o... al menos ya no discutían. La adrenalina del momento había pasado a ser mera melancolía. ¿Qué harían a partir de ahora?