Partida Rol por web

Os mira y tuerce el labio en señal de resignación:

- Bueno, si eso es lo que queréis podéis pasar a ver a mi hijo. Pero ya os digo que lo ha visto mucha gente y todos concuerdan en lo mismo.

La muchacha hace un gesto de asentimiento.

-No está de más dar un vistazo rápido. Entre mis conocimientos sacerdotales, están los de la sanación del cuerpo, originalmente para atender a los peregrinos de Sarenrae, pero he podido aprender junto a los mejores.

Con la venia de Senzer, la joven va hacia la zona residencial de la tienda y da un vistazo a su hijo para hacer se una idea de la dolencia que sufre.

Está muy enfermo, quizá un conjuro de Quitar enfermedad lo sanase, pero el daño ya ha sido causado después de tanto tiempo se encuentra muy débil (su constitución a 2), así que sólo un potente conjuro de Curar o algunas semanas en cama con cuiudados tras curar la enfermedad le permitirían viajar y restablecerse.

La joven mantiene un rostro afable durante el examen que hace al joven chico, al que le hace breves y concisas preguntas para estudiar sus reacciones, tales como el nombre y demás preguntas triviales. Mostrándose agradable y atenta con el pobre chico, víctima de la extorsión a su padre.

Al terminar y despedirse hasta pronto del joven, la muchacha se muestra ante su padre con el resultado de su exploración.

-Está muy débil, solo los conjuros más poderosos de curación o el remedio exacto pueden frenar el efecto, y si es por medios naturales, tardará bastante tiempo para recuperarse. Pero hay esperanzas.- Mirando al hombre dice.- Reza a Sarenrae para que nos de la fortaleza que precisamos para lograr el remedio.

Sin añadir más la joven sacerdotisa se reúne con los demás.

Minutos más tarde, la joven reaparece en la parte pública de la tienda con un gesto grave en su rostro.

-El tiempo apremia, el joven está muy grave. Vayamos a ver a esa tal Lura Ichon y sus secuaces.

Abre la marcha entonces. Responde secamente la guerrera.
 

Una vez llegan a casa de Senzer llaman a la puerta y este tras varias comprobaciones acaba abriendo la puerta:

- ¿Lo habéis encontrado?¿Lo habíes encontrado?¿Ha muerto la ruin de Lura?

Khyron entró rápidamente a la casa del semielfo, y se hizo a un lado esperando a que Vlado le entregara el antídoto.
Lo conseguimos! Le susurró sin embargo, al ver el rostro ansioso del alquimista.

El acólito de Pharasma, no dijo más, y se ubicó a un lado de una ventana, vigilando hacia afuera...Su mirada, recorrió ocasionalmente las pociones y ungüentos apilados en todas las estanterias. Quizas, con algo de suerte, Senzer volvería a fabricar sus valiosas pociones...si el antídoto lograba curar a su hijo.

Solo, vigilando la calle, Khyron meditó...
Ya casi lo logramos! Y no hemos tenido ni noticia, hasta ahora, del Consorcio Aspis...Excelente!

Rapido Vlado, todos recen a sus dioses predilectos, rogando que funcione el antídoto. Susurró, dejando en el suelo, entre sus piernas, la bolsa con los otros preparados que había sacado del antro de Lura.

En cuanto Khyrom susurró que la búsqueda había finalizado con éxito, cierta sensación de victoria hizo acto de presencia en el fustigado corazón del joven pícaro. Vlado sin esperar mucho más, dio un paso hacia adelante, y extrajo el fieltro con la etiqueta que había encontrado en el compartimento - No sabe usted lo que hemos tenido que penar para conseguir el antídoto...- afirmó entre susurros el bufón mientras extendía su mano hacia el alquimista semielfo.

- Aquí tiene la cura para su hijo.- añadió el varisio a la espera de que todo saliera bien de una vez por todas. Aquella misión cada vez se ponía más cuesta arriba.

Os mira con los ojos muy abiertos de emoción y empieza a llorar:

- Muchaaas graacias, por fin mi hiiijo podrá sanar y ya no morirá. Os estoy muy agradecido y haré por vosotros cuanto necesitéis, las pociones y la información volverá a fluir para la Sociedad Pathfinder, la gran SOCIEDAD PATHFINDER, gracias pathfinders, sóis tan incréibles como cuentan las historias. Muchas gracias de nuevo, muchas gracias. Habéis salvado a mi hijo y a mi vida y habéis dado muerte a esa horrenda mujer. Gracias, gracias.

Toma el botellín y se encamina hacia el cuarto de su hijo, no sin antes abrir la botellita , olerla, echa una gota en su mano, la prueba, y... sonríe:

- Muchas gracias, esto es lo que necesita mi hijo para curarse, gracias. 

Cita:

El osirion abre bien los ojos al oir a Senzer nombrar abiertamente el secreto tan guardado desde la llegada a Cala Sangrienta.
Pero cuando el semielfo vuelve a repetir, ya casi a voz alzada, la gran "SOC"...Khyron deja su puesto en la ventana y pega un salto hacia el alquimista, interrumpiéndolo de un empujón.

Shhh!! Exclama el guerrero, llegando casi al punto de taparle la boca para acallarlo.
Es muy peligroso...muy peligroso Senzer! nombrar siquiera en susurros a nuestra organizacion!

- Mi negro amigo tiene razón...- Susurró el pícaro, al tiempo que de forma instintiva se llevaba la mano derecha hacia la empuñadura de una de sus dagas ocultas. - El Consorcio Sapis tiene oídos en todas partes...- dijo de forma sombría mientras su mirada se volvía a desviar de forma grotesca y estúpida

- Será mejor que nos marchemos. Todavía tenemos que buscar al caravanero.- Afirmó el bufón mirando a un lado y a otro como si lo estuvieran espiando.

El brujo observaba desde un rincón del lugar la escena sin pronunciar palabra. Al igual que sus compañeros tenía ganas de acabar el encargo y salir de este enclave. Tenía ganas de volver a estar en la naturaleza y de poder compartir camino con su amiga sin temor a que los ojos ocultos en la multitud delatasen su presencia al consorcio y les tendieran una emboscada.

El alquimista se calla y entra en la habitación de su hijo para darle el remedio. Luego sale y os dice n voz baja:

- Siento mi explosión de alegría ante la cura de mi hijo, pero de verdad que os estoy muy agradecido. Continuad vuestra misión si es lo que debéis hacer. Volveré a trabajar para la Sociedad como hasta ahora había hecho.

El brujó asintió el silencio al oir que el comercio con pociones para la sociedad volvería a la normalidad y aprovechó para preguntar al alquimista por la direcciones que les llevaran al último objetivo.

- Tenemos que contratar una caravana. ¿Sabe en qué barrio de la ciudad podemos encontrar porteadores?

Evitó deliberádamente mencionar el nombre de su contacto. Cuanto menos supieran los unos de los otros menos posibilidades había de una filtración de información.

Senzer frunce el ceño pensativo y finalmente dice:

-Bueee...no, eso depen...de del tipo...de conductor de carvana necesiten. Aunque sabiendo como suele actuar la Ssss, los que ya sabemos- os guiña un ojo antes de seguir- yo me dirigiría a la plaza del Libre Comercio, en alguno de sus locales se reunen varios conductores de los que necesitáis...

- Puede quedarse con estos... remedios que encontramos en el antro. Gracias por la información.

Fue su escueta respuesta. Después se volvió a los compañeros para asegurarse de que estaban listos y salió en dirección al lugar que les había indicado el comerciante.

¿Ya hemos acabado? Si es así, deberíamos ponernos en marcha a donde nos ha indicado a ver si conseguimos al carretero y nos largamos de esta ciudad antes de que los problemas nos caigan encima...