Partida Rol por web

Te mira y sonríe:

-Dependerá de la cantidad de la que estemos hablando, si son tan sólo unas raciones para vosotros, ahora mismo, si se trata de algo más abultado, unas horas.
 

El pícaro miraba a un lado y a otro en busca de algo de comida. Estaba hambriento y deseoso de hincarle el diente a algo. Sus tripas no dejaban de resonar de forma ruidosa y famélica, con lo que en un momento donde todo el mundo parecía estar ocupado con sus quehaceres, se aproximó hasta una pila de cañas de azúcar y con un movimiento rápido, intentó guardarse un pedazo en uno de los múltiples bolsillos de su traje de bufón.

- Fiiiiiulí... Fiiiiulá - silbaba Vlado haciéndose el despistado... 

Tras cumplir el encargo y acordar con la mercader la entrega de la mercancia no había mucho más que hacer en aquel lugar:

- La golondrina deja Aldoran cuando se acaba el verano.

Fueron sus extrañas palabras con las que quería indicar que ya era momento de continuar su viaje para acabar la misión.

Ya a solas, el explorador deposita en el suelo la bolsa con los restos de la hormiga, y comenta.

Tenemos que ver el otro tema ahora, y les recuerdo que es bastante urgente! Mucho más que el problema de las hormigas, considerando que no encontramos a la reina...
Hay que conseguir el antidoto, y a menos que quieran entrar a luchar a esa "arena" con todos los que trabajan ahi, tenemos que idear un plan, y uno rapido.

Yo, por mi parte, voy a intentar hablar con la jefa,...quizas le muestre los restos de la hormiga, y me invente una bonita y heroica gesta, mientras compartimos unos tragos. Quien sabe...a lo mejor logro quedar a solas con ella, pero deberan estar atentos para ayudar.

La guerrera sigue la conversación en silencio, no es su plan y no tiene nada que aportar, así que mejor no estorba y deja que vayan haciendo, quizás de rebote salgan bien las cosas...quizás...

Vlado escuchaba con atención las palabras de Khyrom, mientras que de forma furtiva daba algún lenguetazo que otro a la caña de azúcar que había sustraido.

Aunque hasta el momento habían tenido mucha suerte en todas las escaramuzas en las que se habían visto involucrados, tenía la sana sensación de que las cosas con Lura Ichon no serían tan fáciles. Cuando el rastreador de piel de ébano, afirmó que se atrevería a engatusar a la jefa de aquel tugurio de mala muerte, una risa estuvo a punto de escapársele al bufón, pero sabía que eso podía enfadar sobremanera al osiriani, con lo que lo disimuló con una tos bastante escandalosa.

Luego añadió: - Lo que está claro es que aquí ya hemos acabado nuestra misión... ¡¡Y con un éxito absoluto!!- exclamó mientras daba unos saltitos -bastante estúpidos por cierto- de alegría.

- Supongo que esa mujer no esperará que le lleves la hormiga reina paseando por toda la ciudad.

Afirmo el brujo antes de salir a las calles de cala sangrienta.

- Quizás debamos preparar el intercambio en un sitio... neutral.

Sugirió pensando en alguna manera de obtener una ventaja en el encuentro con las emparentadas mujeres.

La joven se despidió de Novaria, acordando que ya pasaría el día siguiente para recoger las provisiones para la próxima expedición. Posiblemente no quisieran pasar más tiempo en Cala Sangrienta una vez se metan en problemas con Ichón.

-Me parece sensato el razonamiento de Mensifo.-comenta una vez en el exterior, en tono confidencial.-Tal vez puedas convencerla para encontrarte con ella en un punto convenido, para mostrarle a la hipotética hormiga reina. Propondría un lugar a las afueras, alegando que la sorpresa será mayor para el posible público... o para evitar que la hormiga pueda causar problemas, o algún pretexto parecido.