Partida Rol por web

Encontró justo enfrente de la comisaria un restaurante-café, donde una simpática señorita servía cafés y bollos a algunos ociosos agentes de policia que tenían demasiado tiempo libre. También había carteles ofertando platos combinados, especiales, chuletones, parrilladas, y un intenso olor a café recien tostado y a los demás ingredientes de la cocina atacó a la nariz de Dwight cuando este entró por la puerta.

Al entrar a aquel lugar, al sentir aquella mezcla de olores, el estomago comienza a pesarle aun mas, y desea que Sullivan se tome su tiempo y le deje almorzar de manera decente.

Se arrima a una de las mesas que están mas cerca de las ventanas que dan a la calle, y rápidamente, sin dudas , ordena su ración de comida grasosa y poco nutritiva pero efectiva para borrar cualquier rastro de hambre. Una buena porción de chuletones, papas, y algo fresco para bajarlo. Mientras espera, echa un vistazo por la ventana que da a la calle, a la vez que desanda el camino que a seguido en el caso hasta el momento. Sabe que las siguientes horas serán cruciales, entre el resultado final de la autopsia, y la información que puedan reclutar los agentes en Ashville, va a estar el verdadero punto de partida desde el cual salir. Tan solo espera que aquel imitador se sienta intimidado por la presencia de los oficiales en el pueblo, de lo contrario tendrían también el tiempo en contra...

Dwight pudo disfrutar de una buena comida al estilo casero de los pueblos de interior. No era la mejor comida que había probado pero si que era bastante mejor que la de los bares de ciudad. Incluso el café estaba menos aguado de lo normal y tenía más cuerpo y sabor.

Había terminado de comer y llevaba ya un buen rato revisando el periódico local cuando su teléfono móvil comenzó a sonar, algunos parroquianos del restaurante se giraron para mirar de donde provenía la musiquilla que sonaba de pronto. En la pantalla del aparato pudo ver un nombre que tenía apuntado desde hacía poco tiempo: Jules Sullivan.

Por el tiempo que había trascurrido, le pareció lógico que ya hubiera terminado la autopsia.

Tras comer como no lo había hecho en mucho tiempo, tanto en cantidad como en calidad, John se pone ojear el periódico sin mucho interés, pues lo único que puede ver son noticias locales que le resultan irrelevantes, pero por suerte su lectura se ve interrumpida por la llamada de Sullivan, quien espera tenga noticias mas interesantes.

- Sullivan, ¿cuales son las novedades? - Contesta rápidamente, firme y confiado, mientras devuelve las miradas curiosas que recibe, atraídas por el timbre de su móvil, un sonido que seguramente en aquel lugar no es tan corriente como en los sitios que suele frecuentar Dwight normalmente.

Sullivan ¿cuales son las novedades? Dijo la voz firme y confiada de John Dwight.

- Buenas Dwight. Dijo de forma alegre con el teléfono en la mano. - La verdad es que hay alguna novedad importante y sería bueno comentaras en persona.

Miró de forma distraída a un lado y al otro de la calle, contemplando lo que sucedía alrededor sin prestar demasiada atención.

- ¿Donde podemos encontrarnos? No le apetecía comentar por teléfono sus últimos hallazgos, y no le parecía demasiado oportuno.

La voz al otro lado de la línea comenzó a hablar de forma alegre y relajada.

Buenas Dwight. La verdad es que hay alguna novedad importante y sería bueno comentarlas en persona. ¿Donde podemos encontrarnos?

- Le espero en el café que hay frente a la comisaría – responde al teléfono, mientras mira por el ventanal que da a la calle, verificando su posición.

Le espero en el café que hay frente a la comisaría. Dijo Dwight.

- De acuerdo, allí nos vemos. Hasta ahora. Colgó el teléfono y volvió a guardarlo en el bolsillo.

Con aire distraído, silbando una viaja canción, que ahora mismo no sabía donde a había oído por última vez, Se dirigió hacia la cafetería que se encontraba delante de la comisaria. Jules se encontraba muy cerca del lugar, así que no vio ningún problema en encontrarla.

De acuerdo, allí nos vemos. Hasta ahora. Colgó el teléfono.

Apenas cinco minutos después de la llamada que mantuvieron Sullivan entró por la puerta del café levantando las miradas curiosas de muchos de los allí presentes. Alguno incluso se mostró sorprendido de ver entrar por la puerta a un negro. En aquellas zonas rurales no estaban aconstumbrados a aquello. Supusieron entonces que en Ashville el impacto sería aún mayor...

Jules entró en el local con con una sonrisa en los labios, y se aproximó a la barra. - Oiga. Levantando una mano y llamando la atención a quien atendía el lugar.

- Buenos días. Dijo cuando este se acercó a él. - ¿Puede ponerme un trozo de tarta con nata, y una taza de café? Gracias.

Mientras le servían lo pedido, Jules buscó con la mirada a su compañero. Intentaba no hacer caso a los ojos de los lugareños, si eran estúpidos, era su problema, y ahora mismo, no tenía ningunas ganas de meterse en un follón. Deseaba contar lo descubierto a Dwight, y que este hiciera lo mismo.

Sentado en su lugar, a un lado delv entanal que da a la calle, Dwigth observa la secuencia que se pone en marcha al entrar Sullivan al lugar. Aquel tipo sin duda llama la atencion aunque no lo quiera, aunque en aquel sitio cualquier persona salida de la segunda mitad del siglo XX parece ser un acontecimiento de lo mas extraño.

Levanta una mano levemente para llamar la atencion de Jules y mostrarle en donde se encuentra. Por un moneto está por soltar su nombre, pero prefiere no emitir sonido, tal vez intimidado por llamar tanto la atencion entre los lugareños.

Jules vio el movimiento de la mano de Dwight. Esbozó una sonrisa, satisfecho de haber dado con su compañero tan rápidamente. - Traiga mi pedido a esa mesa, por favor. Dijo amablemente al camarero, mientras señalaba el lugar donde le esperaba John. - Gracias.

Dirigió sus pasos hasta la mesa, y se acomodó en una silla frente a su compañero. - ¿Como ha ido? dijo a modo de saludo.

Intentaba ignorar las miradas de medio lado de los parroquianos del lugar. Con un poco de suerte podrían hablar con tranquilidad.

- ¿Quiere que le cuente lo que he descubierto, o prefiere empezar usted? En su mirada había una especie de brillo complacido en sus propios hallazgos.

John se acomoda en su asiento, relajado, mientras juguetea con un cigarro entre sus manos, resistiendo la tentación de encenderlo, tentación que siempre se hace mas fuerte tras comer, pero que con mucha voluntad resiste desde hace no mucho tiempo, cuando le reintegraran al servicio. Un vicio difícil de dejar, y para ello se pone a prueba sosteniendo aquel cigarro entre sus dedos,  jugueteando con el, como quien se burla de un poderoso rival, gesto sutil aunque llamativo por parte de alguien como Dwight, que da la imagen de ser bastante precavido.

- No encontré demasiado – responde a Sullivan – solo madera y restos de paja... tal como vimos en la autopsia. Las fotografías tampoco son de mucha ayuda... de momento, así que le dejo a usted el trabajo de dar buenas noticias – dice a su compañero mientras echa una fugaz mirada hacia la calle. No se muestra afectado por la poca información que a podido obtener de la evidencia.

- Una lástima... Dijo Jules después de escuchar las noticias sobre le avance de la investigación que tenía Dwight.

- Por mi parte, creo haber encontrado algunas cosas útiles. Buscó en el bolsillo interior de la chaqueta, y extrajo una pequeña libreta de notas. - Haber... Pasó unas páginas, mientras releía de forma muda algunas anotaciones.

- Bueno... Levantó la mirada hacia su compañero. - Si cree que debo contarle alguna cosa con más detalle, no dude en interrumpirme... Apuntó a su interlocutor.

- En el cuerpo de James Elmore, había restos de astillas en la mano izquierda, y en su derecha hebras de paja... Como ya sabíamos, tenía una incisión terrible en el vientre, que seguramente le provocó la muerte. Encontré pequeñas fibras de un color rojizo adheridas a su intestino delgado, y también restos de orín de hierro. La herida fue producida por un arma de hoja curva de un solo filo. Hizo una pausa, y miró a la mesa, donde aun no había su café. Le hubiera gustado tomar un trago y acompañarlo de tarta. Miró al camarero, para asegurarse que estaba preparando lo que había pedido.

- Que mas... Volvió la vista a la pequeña libreta. - La herida craneal de Elmore presentaba pequeños trozos de madera incrustada. No era una herida profunda, así que podría ser fruto de la caída del cuerpo, al recibir la herida de arma blanca.  Probablemente, la victima llevaba muerta entre ocho y doce horas cuando fue encontrado su cuerpo.

Jules hizo una pausa, y observó la reacción de Dwight antes de proseguir con la exposición de las pruebas halladas en el cuerpo de la segunda víctima.

Dwight escuchaba mientras permanecía inmóvil, de brazos cruzados y con el cigarro, aun apagado, descansando en la comisura de su labio. La mirada perdida por sobre la mesa ocupada tan solo con los restos de lo que fuera su almuerzo, y su mente atenta a cada una de las palabras de Sullivan.

- ¿Algo interesante en el cuerpo de Robert Bale? - dijo tras una breve pausa luego del informe del forense, mientras volvía a incorporarse en la mesa y quitaba el cigarro de su boca, para luego, aun a la espera de una nueva respuesta, levanta su taza de café y la muestra hacia la camarera que descansa detrás de la barra, esperando que vuelvan a servirle.

La camarera llegó con el pedido de Sullivan en una mano y en la otra una enorme taza de café de cristal con la que rellenó ambas tazas. Después les deseo buen provecho y regresó para antender a un cliente que acababa de entrar.

Jules miró goloso el pedazo de tarta con nata que había pedido. Lo tomó con su enorme mano, y le dio un generoso bocado. - Riquísima. Dijo tras tragar. - Tienes que probarla, está deliciosa. Dirigiéndose a su compañero.

- ¿Por donde iba? Mientras volvía a sumirse en las notas de su libreta. - Eso, Robert Bale. Las manos y los brazos de Bale, al contrario que las de Elmore no presentaban heridas, ni había señal de astillas clavadas. La parte del frontal del cuerpo de Bale estaba manchada por barro seco, además de las mismas hebras de paja pegadas en la ropa, iguales que las que encontré en el cuerpo de Elmore. Hizo una pausa, y tomando la taza de café, saboreó un trago. Luego retomó la explicación.

- La herida fue en el pecho y atravesó directamente su corazón, haciendo que su muerte fuera prácticamente instantánea. Por la trayectoria de la herida, idéntica a la que tenía Elmore, supongo que el arma debió ser una arma de hoja curva de un solo filo. Además, la herida también presentaba restos de orín. Jules levantó la vista de su libreta, buscando la mirada de John. - Según mi opinión, está claro que se trata de la misma herrumbrosa arma homicida.

- Que más... Prosiguió. - El rigor mortis y el grado de descomposición en el cuerpo de Bale indicaba que llevaba muerto entre 6 y 9 horas cuando fue descubierto. Además, presentaba muchos organismos larvarios en sus cavidades, como si hubiera yacido varias horas en un entorno húmedo y orgánico.

Cuando acabó, guardó su libreta en el bolsillo interior de la chaqueta, y tomó otro bocado de la deliciosa tarta. Jules se dio cuenta de como Dwight jugueteaba con el cigarrillo. No sabría decir si por nerviosismo o por simple "mono".

- ¿Cree que alguno de los datos puede ayudarnos en la investigación?