Partida Rol por web

Me doy cuenta de que mi perseguidor se muere. Unicamente lamento que no haya dicho nada. 

-Te equivocas Kilder, la presa era yo pero le salio mal la jugada. Vamonos, no tenemos nada mas que hacer aqui y puede que Vehexa nos necesite.

Sin mirar al moribundo comienzo a caminar pensando de nuevo en la familia Garhound. 

Gggrrrr.... - Vehexa suelta un gruñido de rabia al ver al hombre esquivando sus puñetazos, volviendo enseguida a lanzar dos más, que vuelven a fallar

Tus puños golpean el aire con fuerza pero sin ninguna precisión; Tu rival los evita con facilidad y contraataca con su cuchillo sin demasiada suerte. Por si no tuvieses suficientes problemas con él, oyes un ruido a tus espaldas y notas como un arma roma, un garrote o maza, pasa silbando a pocos centímetros de tu oreja izquierda. Hay alguien más dispuesto a acabar contigo.

Os moveis a través de las callejuelas con rapidez. La noche ya ha llegado y estais alerta ante cualquier movimiento o rincón oscuro. Buscais a Vehexa esperando que no haya recibido ningún ataque, pero cuando dais con ella descubrís que no es así:

Veis a Vehexa al final de una calle, desarmada y luchando contra dos rivales. El primero la ataca con un cuchillo y el segundo trata de golpearla por detrás con un garrote. Vehexa lucha con fiereza, pero el reto parece ser demasiado para ella.

Vehexa esquiva sin dificultad al tipo de atrás y corre a coger su hacha.

salgo corriendo en dirección a Vehexa mientras sigo girando el bastón con fuerza y destreza realizando el símbolo del infinito, cuando este está en el primer vértice a la izquierda, mis ojos se abren desmesuradamente y lanzo el hechizo contra el guerrero del garrote, y al llegar al segundo vértice, lanzo otra vez el mismo hechizo contra el mismo guerrero:

-¡Spyro de dragon!

Mis ojos se humedecen y enrojecen al hacerlo, y otra vez mi temperatura corporal sube un poco....

Corro tras de Kilder y me doy cuenta de que va a atacar al hombre del garrote. Decidida me dirijo al del cuchillo y lo ataco con ambas dagas. 

Vehexa salta hacia su hacha cuando el atacante del garrote grita y dos explosiones ígneas le golpean en un brazo y el pecho; El hombre se tambalea y busca el origen de la magia cuando ve la figura de Kilder, encapuchado y con los ojos del cráneo en su bastón brillando con luz roja. Asustado busca la mirada de su compañero, pero es demasiado tarde: La daga de Loranda acaba de seccionar su garganta y éste cae al suelo como un saco.

Vehexa salta sobre el último enemigo con la intención de desarmarle, lanzando un poderoso hachazo contra el brazo que sujeta el garrote.

Viendo llegar el filo del hacha, el asaltante asaltado trata de apartarse, pero solo logra esquivar el golpe en parte. El enorme hacha, sumado a la fuerza y tamaño de Vehexa hacen que el impacto, directo al muslo del bandido, corte su pierna de cuajo, haciendola saltar por los aires.

Las calles vuelven a ser silenciosas. Los dos asesinos yacen muertosd a vuestros pies y no parece que lleven ninguna indicación de quien les envió.

- Vaya... No quería pegar tan fuerte - Vehexa se queda un momento mirando los restos, mientras limpia su hacha - Al menos ya no nos siguen personas, pero ahora, ¿Qué hacemos?

Apoyo un brazo sobre Vehexa, y le digo tranquilamente:

-Eres una gran mujer de gran temperamento, pero... ¿ahora como interrogamos a esa pierna?

Toco la extremidad con el bastón.

-Vayamos a la posada, aseguro que sabían donde íbamos, además, aun falta el que me sigue a mi...

Miro hacia atrás, esperando ver a alguien.

-Por cierto, ¿estáis bien? -les digo a las dos.

-Yo estoy bien- miro mi herida y compruebo que no sangre demasiado- Si el que te seguia a ti ha visto lo que ha pasado puede que busque refuerzos, asi que estad preparados. Me pregunto si la familia Garhound esta detras de todo esto- Miro a mi alredor y comienzo a caminar- Vamos a la posada. 

Vehexa no está herida, pero parece enfurruñada y algo avergonzada - Yo no tengo daño en el cuerpo - dice - ¿Os han seguido a vosotros también?

Asiento a la pregunta de Vehexa mientras camino hacia la posada. 

-Un hombrecillo de aspecto extraño aparecio de la nada. Lo cierto es que me ataco por la espalda clavandome su cuchillo en la pierna, no lo vi venir. Por suerte pude defenderme. Intente sacarle informacion pero..., el pobre antes de morir solo dijo que lo enviaba alguien muy poderoso. 

Apoyo el bastón en el suelo, mientras sigo mirando a mis espaldas, espero a que alguien aparezca, pero se retrasa...

-Yo descubrí al que quería asesinarme antes de que me hiciese nada, y entonces salí corriendo a buscar a una de vosotras... casi que fue a cara o cruz.

Muevo mi mano izquierda un poco inquieta como si tuviese vida propia.

-Lo que aun no tengo claro si me ha seguido hasta aquí, pero voy vigilando...

Otra mirada inquieta hacia atrás..

-Registrad a este par de desgraciados, a ver si tienen alguna pista de quien puede haber intentado asesinarnos, o como mínimo, que nos inviten a un trago. Yo luego continuaría hacia la posada.

Un rápido registro a los dos maleantes revela que no llevan ningún documento ni otra pista que les vincule con nadie. Lo único de valor que encontráis son 8 lunares en el bolsillo de uno y una rueda de oro en el otro.

Vehexa mira a su alrededor buscando con los ojos al atacante de Kilder mientras sus compañeros registran los cadáveres. Cuando sacan la rueda de oro señala y pregunta - ¿Qué es ese círculo con color sol? 

Recojo la moneda y le digo:

-Esto es algo que en tus manos puede tener demasiado peligro y atraer a quien no debe...

Curioso que un matón tenga este tipo de monedas...

La guardo por si necesitamos dinero para sobornos.

-Corramos hacia la posada, allí podremos hacernos fuertes y mirar la herida de Loranda...

Sigo mirando hacia atrás, no estoy seguro de que estemos a salvo.