Partida Rol por web

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EN ALGÚN PUNTO DEL ESPACIO.

Tus ojos se abrieron a la luz de los fluorescentes y aún ligeramente desenfocados se clavaron en los dos asientos de cuero que había enfrente tuyo. Estaban vacíos, aunque la superficie de cuero todavía guardaba la forma de las dos personas que los habían ocupado. Desorientado y aún aturdido por la sensaciones que te habían embargado segundos antes, para tí eran tan reales como el espacio exterior que se entreveía por la ventana que había a tu derecha, permaneciste unos segundos con la mirada perdida en algún punto enfrente tuya, viendo sin ver, mientras poco a poco ibas tomando consciencia de las conversaciones que se mantenían entorno tuyo. Parecía que nada grave había pasado en el espacio de tiempo que te habías ausentado, ya que el tono y la cadencia era la de siempre, un murmullo monótono y adormecedor. De repente, el miedo que te había embargado justo antes de verte arrastrado a los brazos de Cáprica te asaltó de nuevo y con la urgencia reviviendo en tu interior te volviste hacia la mesa presidencial, preso de un mal presentimiento. ¿Cuanto tiempo habías permanecido dormido? ¿Se habría reunido la presidenta ya con el doctor Amarak, desoyendo tus consejos de contar con tu presencia? ¿Y de ser así, te habrían delatado?

De espaldas a tí, Laura Roslin se agarraba al respaldo de su silla con las dos manos mientras miraba fijamente la pizarra de plástico donde su secretario en ese momento escribía una nueva cifra. No podías verle la cara, pero todo en su actitud, desde la caída de sus hombros, hasta el ángulo de su cabeza, revelaba derrota y pesimismo. Con aspecto agotado y apesadumbrado, Billy dejó a un lado el rotulador y tomó asiento de nuevo frente al escritorio al tiempo que se frotaba el puente de la nariz.

-Adelante...siguiente crisis-la voz de la presidenta, alta y clara llegó hasta a ti marcada por un tono de resignación.

Su secretario chasqueó la lengua y suspiró hondamente mientras echaba una ojeada a los montones de papeles que había ante él y tomaba uno.

-Ehhh...lista de llamadas...

-Sí...-Laura Roslin asintió pero continuó dando la espalda a la mesa, los ojos fijos en la superficie de plástico y en el horrible número-pero...primero ¿dónde está el doctor que debería estar a bordo? Se llama...-añadió volviéndose por fin. Su rostro cansado y ojeroso como antes ahora parecía estar transido por una enorme tristeza y sus ojos brillaban extrañamente, como si hubiese llorado.

-Doctor Amarak-eficiente como siempre, Billy rebuscó entre otro montón de papeles hasta encontrar la lista de tripulación de las naves. Hubo un largo silencio y luego habló en voz baja, tensa y reticente, como si le costase hacerlo-de la Olimpic Carrier...

Y así fue cómo volví a despertarme tranquilamente sentado sobre uno de los asientos de una nave con destino incierto, intentando conservar los pocos recuerdos de una realidad ficticia que envidiaba. Si hubiese sido capaz de aguantar la respiración y retener por siempre la fragancia que desprendía Cáprica lo hubiese hecho sin dudar. Pero me sería imposible por más que lo intentase, y tras un tiempo no demasiado largo volvería a la acompasada respiración normal que corrompería por completo con el amargo olor a desesperación y derrota, uno que solo permanecía fresco y perfecto en mi memoria.

Me levanté y fijé mi vista en la pizarra hasta que la frase inacabada del joven asistente de la presidenta llamó mi atención como solo lo había conseguido el apellido que minutos antes había sido pronunciado por la misma persona.

 - ¿Aun no ha llegado? No. No puede ser.- intervine intentando fingir preocupación. No me resultaba demasiado difícil pues solo debía encauzar el pesar que sentía por mi propia vida haciendo parecer que había sido causado por otro. -Po… ¿podría…? ¿Ha muerto en el último ataque?- La cifra en la pizarra seguía disminuyendo con pasmosa rapidez y no me resultaba difícil imaginar que alguna de aquellas “unidades” con suerte (para mí) podía haber sido el doctor Amarak. –Antes… esto… lamento haber dudado de él.- 

Sin dar muestras de haberte oído y todavía con el rostro inexpresivo Laura Roslin permaneció varios minutos mirando hacia Billy el cual carraspeó incómodo y desvió la mirada hacia ti. Tras vacilar el secretario se decidió a hablar dando muestras de evidente nerviosismo.

-ehhh...urghh...parece que la nave en donde iba el doctor Amarak ha sido dejada atrás en el último salto...no sabemos muy bien lo que ha pasado...puede que haya sido destruida o que tuviese mal las coordenadas-explicó con expresión apenada. Preocupado, volvió a mirar hacia la presidenta y al ver que ésta seguía sin mudar de expresión y sin decir nada bajó los ojos y revisó sistemáticamente sus papeles, más por ocuparse en algo que por necesidad.

Finalmente el mutismo en el que se había encerrado la presidenta fue roto y ésta se giró hacia ti parpadeando lentamente.

-No se preocupe doctor Baltar...su consejo era acertado, hoy en día hay que ser más prudentes que nunca-llevándose con gesto cansado la mano a los ojos se pinzó el puente de la nariz al tiempo que cogía las gafas dejadas sobre la mesa.-Lista de llamadas, Billy..dime ¿cuál es el que está en primer lugar?-como un general haciendo tripas corazón antes de mandar a sus subordinados a una muerte segura, Laura Roslin se enfrentaba a su deber con resolución y ánimo inquebrantable. Ni siquiera el hecho de que quizás la única oportunidad que había tenido la flota para saber la verdad del Holocausto hubiese desaparecido, le hacía vacilar más de unos minutos en su deber de preservar lo que quedaba de humanidad el mayor tiempo posible. Obviando tu presencia junto a ella y sin estar dispuesta de dedicar a cada crisis más tiempo del necesario se sentó de nuevo a la mesa y cogió la lista que le tendía el secretario.

La revelación del destino sufrido por el doctor Amarak supuso una relativa oleada de tranquilidad para Baltar. Sin dejar de aparentar estar realmente apenado, suspiró para sí mismo.

Es una tragedia...una tragedia, sí... musitó, a pesar de que la presidenta ya ni siquiera lo escuchaba. Gaius la observó detendamente durante unos instantes. ¿Acaso es ésta mujar la que debe salvarnos a todos? No puedo creer que el destino de la humanidad recaiga en manos de una...de una simple maestra... por los dioses, si llegó al ministerio siendo una don nadie...

La voz de la propia Roslin lo sacó de su ensimismamiento. Pedía la lista de llamadas. Su ayudante, Billy acudía cual perrito faldero a la llamada de su ama.

Gaius se levantó. Una nueva idea rondaba su mente, pero debía trazrla con mucho cuidado.

¿Sabe? preguntó a la Presidenta mientras se incorporaba de su asiento Quizá debería repasar personalmente la lista de supervivientes... la mirada perpleja de la mujer lo animó a continuar, pues nada podía perder ya Quiero decir, es posible que haya sobrevivido algún miembro más del gabinete científico, alguien que pueda...ayudarme con el sistema de detección cylon. Estoy...  seguro de que yo mismo podría hacerme cargo de ello, pero queremos que salga adelante cuanto antes, ¿no es cierto? Yo mismo podría reclutar a algunos de los cerebros que hayan sobrevivido y encauzar nuestros esfuerzos en la mejor direción...

que sería la mía, por supuesto. No puedo correr más riesgos como el de Amarak. Es...imprescindible.

Si había alguien más que fuera cercano a él o pudiera descubrir su secreto debía saberlo de inmediato.

Alzando la vista del folio que tenía ante sí, durante unos segundos la presidenta se limitó a observarte con expresión cansada. Casi podías oir los engranajes de su agotado cerebro funcionando en el interior de su cabeza cuando por fin te contestó.

-Por supuesto, doctor Baltar...de hecho creo que es una gran idea-girándose levemente hacia su ayudante agregó-Billy, ¿te importaría facilitarle una copia al doctor?

Minutos después te sentabas de nuevo en tu sillón de cuero con un dosier entre tus manos. Sin embargo apenas tuviste tiempo de abrirlo cuando el trino de los pájaros te rodeó y el sol del atardecer ilumió tu rostro...

-Dios está cuidandote Gaius...-murmuró Cáprica a tu lado mientras cruzaba la terraza de tu casa en los lagos. El movimiento sensual de sus caderas te hizo distraerte unos segundos del significado de sus palabras. Dándote la espalda la mujer se apoyó en la balaustrada de metal y observó el reflejo rojizo del sol sobre el agua. Sentado en una de las sillas reclinables de madera que tenías en la terraza pudiste sentir la brisa cálida sobre tu rostro trayéndote el olor de la resina de los árboles del bosque cercano.

En la nave, Gaius se masajeaba el cuello de modo inconsciente.

En la casita del lago, la hermosa mujer rubia era quien le provocaba esa placentera sensación. Ambos Gaius no podían evitar sonreir lacónicamente, perdidos los dos en sus pensamientos.

¿Dios está cuidandóme? preguntó en su particular mundo ¿Por qué iba Dios a preocuparse por alguien como yo? ¿Porqué iba TU Dios a preocuparse por la suerte de un humano?

Baltar observaba la reacción de la mujer con mucha atención. Si era producto de su mente enferma, realmente ya sabría que iba a pronunciar unas palabras tan blasfemas para su fe. pero es que si era un producto de su imaginación... ¡no debería tener fe propia!

Por contra, si era, como sospechaba hacía tiempo, producto de una manipulación Cylon, una especie de condicionamiento mental, la mujer se ofendería gravemente. Baltar mudó su expresión en cuanto se percató de las consecuencias fatales que ello podría ocasionarle, casi al tiempo que la presión del sueve masaje en su dolorido cuello parecía aumentar. Aunque quizá fueran imaginaciones suyas después de todo.

No... no quería decir eso... murmuró me refería a que no comprendo bien...el plan de Dios para mí... no es que no tenga fe ni nada así, te lo aseguro...

Confirmando tus miedos, Cáprica se giró y cruzó con pasos cortos el poco espacio que os separaba con el rostro tenso. Agachándose frente a ti te agarró el mentón con mano de hierro y te observó con expresión furibunda. El tiempo que habías pasado junto a ella te había enseñado lo que podías esperar en momentos como aquellos.

-Mucho cuidado con lo que dices...todo lo que Dios te da si quiere te lo quitará..- te dijo con voz seria. Su labios, dulces a la hora de expresar el amor que aquella mujer te había profesado se curvaron en un gesto hosco, amenazador -Dios no es propiedad de nadie Gaius. No existe un Dios de mi propiedad, un Dios imaginario. DIOS lo es todo y no puedes hacer nada por remediarlo- dijo mientras sus ojos te observaban con tristeza ante tu falta de fe. Su mano libre se movió lentamente hasta posar sus dedos subre tu nuca entrelazándolos con tu cabello libre -Mira a tu alrededor,el plan de Dios esta ante nuestros ojos, no tenemos mas que seguir los pasos que ÉL nos marca con el amor de un padre hacia sus hijos-añadió con un gesto que abarcaba todo vuetro entorno. Los árboles del bosque cercano, las aguas que bañaban los pilares sobre los que se asentaba la terraza en la que estábais...

-Señora...algo está pasando..desde la Battlestar Galáctica nos informan de que la Olimpic Carrier ha regresado...-la voz tensa y alterada de Billy te tranportó de nuevo a la realidad, si es que lo otro a lo que te veias arrastrado sin poder controlarlo no lo era....lo cual dudabas.

Aún medio atontado y sintiendo el cálido tacto de los dedos de Cáprica en tu nuca, observaste cómo la presidenta alzaba la vista y hacía un gesto para que el joven le pasase el auricular.

-Sí...ajá...no en abierto...perfecto-tras colgar Laura pulsó un botón rojo y una voz de mujer llenó la estancia que se había convertido en el gabinete de dirección.

-"-Estamos escaneando la nave... procedo a las comunicaciones. Cruzad los dedos chicos...-Bienvenida Olimpic, aquí el Raptor X-478 procedente del Galáctica, ¿me reciben?-

La radio chasqueó un instante y duratente unos segundos solo se oyo la estática pues todo el mundo contenía el aliento, deseosos de no perderse nada

"-Raptor 478, aqui Olimpic Carrier, tenemos contacto visual. Gracias a los dioses de Kobol, que gusto nos da verles-"la voz cargada de alivio del capitán de la nave hizo sonreir a muchos a vuestro alrededor. No así a la presidenta, la cual había estado escuchando hasta entonces con la mirada perdida y que en ese momento parpadeó y te miró durante unos segundos con expresión preocupada. ¿Como esa gente había logrado sobrevivir a una muerte segura?

La respuesta cínica que Baltar tenía preparada para la hermosa mujer rubia murió en sus labios. aa punto de volver a cuestionar la existencia de su Dios, de repente, escuchó las palabras de la realidad, la cruda realidad cayendo a plomo sobre él.

Per...perdón ¿cómo ha dicho? ¿La... la Olimpic Carrier ha regresado? pudo balbucear sorprendido antes de que la furibunda mirada de la presidenta le hiciera callar.

Gaius se revolvió ansioso en su incómodo asiento, mientrasa se frotaba las sienes con los dedos. Malmalmalmalmal, esto va mal... si Amarak sigue vivo... ¿qué broma cruel es ésta? pensó buscando con la mirada a la rubia a pesar de que sus ojos estaban cerrados. Si...si existes..Dios, si existes, que Amarak no haya sobrevivido, porfavorporfavorporfavor...

Ehem...  carraspeó el científico ante la mirada inquisitiva de la presidenta  esto... esto es una buena noticia, ¿no? claro que sí...  No debería haber perdido la fe, Roslyn, hahaha rio nervioso esperando a ver qué ocurría a continuación.

Ocupada en asuntos más importantes la presidenta ni se molestó en mirarte dos veces. Desviando la mirada volvió a centrar otra vez toda su atención en las palabras que os llegaban a través del espacio.

"-Tuvimos problemas con el VML, tardamos tres horas en repararlo"- la voz, cálida, humana del capitán de la Olimpic estaba cargada de renacida esperanza y alivio. El milagro de haberse librado de los Cylon casi rayaba lo divino y parecía darse cuenta de ello.

Pero quizás sospechando algo, el CAG se apresuró a preguntar en tono apremiante y desconfiado.

"- Olimpic Carrier, aquí el CAG Lee Adama, nos alegra verles de vuelta, ¿Qué ocurrió en el anterior salto?, temíamos haberles perdido-"

"-No lo se ni yo. Se nos acercaron mientras los demas saltaban, creí que moriríamos-" contestó el capitán de la Olimpic Carrier callándose después unos segundos, lo suficiente como para que la tensión acumulada creciera un poco más "-Luego desaparecieron... seguramente alguien nos protege-"

De nuevo en la terraza junto al lago, Cáprica te miró enarcando una ceja ante tu nerviosismo.

-Dios te está reprendiendo por tu falta de fe...Gaius..

¿Falta de fe? ¿Falta de fe? respondió ansioso el doctor Yo...¡no tengo falta de fe!  Es sólo que... bueno yo soy un científico. Debo ver lo que hay más állá, no puedo simplemente creer...  Tú...tú eras una mente inteligente allá en Cáprica, tú me entendías perfectamente. Necesito ver los entramados moleculares, las ligazones cromosómicas, el... ¡el programa infórmatico que os controla!

Baltar miró esperanzado al rostro de la bella mujer que existía en su mente, casi deseando que contestara afirmativamente a su pregunta no formulada. Al fin, hubo de pronunciarse en voz alta ¿Es eso, verdad? Vosotros...los cylon...creeis en una inteligencia superior...porque os han programado para ello, ¿no es así? ¿NO ES ASI? gritó al tiempo que aferraba los hombros de la mujer con ambas manos, en un desesperado intento dee obtener respuestas.

La mujer no hizo ningún esfuerzo por desasirse de tus manos. En su lugar te miró a los ojos durante unos segundos, impertérrita, traspasándote con la mirada.

-¿Y quién crees que me ha programado Gaius...?-preguntó esbozando una sesgada sonrisa. Después acercó aún más su cara a la tuya hasta que pudiste sentir su aliento sobre tu rostro, sus labios tan cerca de los tuyos que casi te rozaron cuando volvió a hablar-Quieres una explicación lógica...te la daré. La Olimpic Carrier ha sido tomada por agentes Cylon...llevan rastreando la nave desde el salto...-te informó. Luego inclinándose a un lado susurró en tu oido mientras el olor de su cabello impregnaba tu nariz y te hacía cosquillas en la mejilla-es lógico que para que tú sobrevivas...la Olimpic deba ser destruida..

La Presidenta seguía en su sitio ante el teléfono cuando tu consciencia fue traída de vuelta a los reducidos límites de la Nave Colonial 1. Aún con el olor picante y sugerente de Cárpica en tus fosas nasales pudiste escuchar parte de la conversación entre los pilotos que estaba teniendo lugar allí fuera, en el vacío del espacio.

-"...viene un tal doctor Amarak a bordo...dice que le urge hablar con la presidenta...me tiene loco...-decía en ese momento con voz exasperada y tensa el capitán de la Olimpic-"...según él hay un traidor entre nosotros pero dice que no dirá nada más hasta que no esté ante ella..."

La comprensión se hizo patente en el rostro de Gaius mientras la imagen de la mujer rubia, la casa junto al lago, toda la visión, eran sustituidas de nuevo por el frío y aséptico entorno de la Colonial 1.

Las palabas de los pilotos irrumpieron en el caótico torrente de pensamientos de Baltar como un ariete en la puerta de un castillo asediado.

¡Cylon! exclamó, atrayendo de inmediato la atención de la Presidenta. Baltar tenía los ojos muy abiertos, una expresión realmente intranquilizadora, y se levantó de su asiento, reforzando la impresión de urgencia que todo su cuerpo transmitía.

Señora Presidenta, ¡tiene que volar esa nave! rugió, provocando que los agentes de seguridad presidenciales se incorporasen y se interpusieran en su camino. ¿No entiende? Si les deja llegar hasta nosotros ¡nos condenará a todos!¡ A TODOS! sus gritos atrajeron la atención de todos los presentes en la nave, decenas de periodistas que ocupaban los puestos más alejados en los asientos de la Colonial I

Roslyn apenas daba crédito a la nerviosa reacción de Baltar, y estaba a punto de ordenar que lo desalojaran, cuando el doctor continuó más calmado Señora presidenta, es... es imposible que la Olimpic lograra seguirnos tal y como afirman. Está claro ...está claro que los Cylon la han tomado, nunca la hubieran dejado escapar porque sí, seguramente estará controlada por agentes Cylon. ¡NO PUEDE PERMITIR QUE LLEGEN A LA FLOTA! ¡¡¡PIENSE EN TODOS LOS CIUDADANOS A LOS QUE REPRESENTA!!!

Horrorizada ante tu sugerencia la Presidenta te miro como si fueras una serpiente que hubiera salido por sopresa de su mesa. Poniendo las manos ante ella hizo un gesto tranquilizador con ellas mientras te miraba seriamente.

-Doctor Baltar...por favor cálmese...lo que dice tiene sentido pero...-casi la viste revolverse ante la idea-aún es pronto para medidas tan drásticas...-girándose habló directamente al manos libres del teléfono-Comandante Adama ¿está en la línea?

Hubo una pasua y la voz del militar se oyó alta y clara en el silencio que había seguido a tus gritos.

"-Sí...y coincido con el doctor Baltar en que puede tratarse de una trampa...de momento propongo cortar toda comunicación con la nave hasta que confirmemos o no nuestras sospechas"

Laura Roslin demostró su conformidad asintiendo varias veces con la cabeza, sin apercibirse de que Adama no podía verla.

-Estoy de acuerdo...permanecemos entonces a la escucha-contestó antes de alzar la mirada y dirigirse a su secretario-Billy, por favor, que todo el mundo se retire...creo que es mejor que manejemos esta situación más en...privado-mientras su ayudante indicaba con voz sosegada a los periodistas y curiosos que se habían apelotonado a vuestro alrededor que volviesen a sus sitios, la mujer centró sus ojos acerados en ti-Doctor Baltar...tiene que calmarse...agradezco su ayuda pero por favor cálmese-te rogó en un tono que no admitía discusiones. Mientras tanto el Comandante había debido estar dando órdenes porque la voz de la teniente Dwalla os llegó distorsionada por la estática.

"-Galáctica a patrulla de reconocimiento....sus órdenes son bloquear la transmisión con la Olimpic Carrier, no se autoriza más contacto hablado...-"sin esperar contestación continuó instruyéndo a los pilotos"-Galáctica a Boomer...la orden es enviar a la Olimpic Carrier el siguiente mensaje por señal de luz...el mensaje dice: Mantener posición actual y no, repito, no acercarse a la flota hasta que se le notifique..fin del mensaje."