Partida Rol por web

BP6-3Q1 (Stargate SG-1)

En la boca del lobo

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03/03/2010, 03:40
Edwin McGraw

Escuchó lo que la doctora le dijo, considerándolo. Tenía que obtener todos los datos, conocer las dos versiones. Los skaald no parecían obedecer a ningún bando, atacaban a los dos por igual. Pero de cualquier manera, él era ante todo un hombre pragmático. Se debía a su deber, y su deber era sacar a sus hombres de allí sanos y salvos. Y como siempre había hecho, estaba dispuesto a cumplir con su deber.

Pensó en que tenía que congeniar un poco con ella, ver lo que podía ofrecerles, al igual que había visto lo que Görem decía que podía ofrecerles. De cualquier modo, ambos bandos parecían concentrados en su propia supervivencia, y eso era lógico. Lo importante era parecer que ellos estaban en una posición intermedia, y en posición de poder ayudarles a todos como raza.

-Es una chocolatina -aclaró- Un alimento. Está hecho de chocolate, que es el destilado de la semilla del cacao, una planta de nuestro planeta. Es una golosina muy apreciada, y de un sabor exquisito. Gusta a casi todos, y muy especialmente a los niños.

Después de esa sesión de cultura para todos, volvió a abordar el tema principal: la supervivencia y la información. Se tocó el mentón un momento, y lo dijo.

-El oficial Görem nos ha contado su versión, pero yo no me caso con nadie, doctora. Los skaald no parecen hacer distinciones, y creo que matan a gemonites y gard por igual. Sea como fuere, nosotros, los ta'uri, podemos ayudar a este planeta. No lo se con certeza, pero por su cultura, que es muy parecida a algunas de nuestro planeta, que llamamos "nórdicas", pienso que su planeta es o fue parte del tratado de planetas protegidos de los asgard.

Hizo una pausa antes de continuar.

-Pues bien, el comando stargate conoce a los asgard, y ha ayudado a interceder por otros planetas protegidos. El SG-1, uno de nuestros equipos, contactó con Thor, en una especie de templo dentro de un planeta llamado Midgard, que disponía de un sistema de seguridad implementado por los asgard para su defensa. Este sistema llevaba a un lugar, donde las personas eran sometidas a unas pruebas para calibrar su nivel cultural. Si se acertaba, un asgard en persona hablaba con ellos mediante un holograma. No se si este planeta dispone de un lugar así... Pero lo que si es seguro es que si este planeta está dentro del tratado de protección de los asgard, y si como creo que usted afirma los skaald son una forma de vida parasitaria que viene de otro planeta, podríamos lograr que los asgard intercedieran en favor del planeta.

La miró de nuevo a los ojos.

-Pero para que podamos hacer eso es estrictamente necesario que nos ayude a poder volver a nuestro hogar, o a contactar con él. Ya nos ha visto, ya conoce al sargento Hammer. Sabe que tenemos buenas intenciones, y que venimos en son de paz y dispuestos a ayudar.

Parpadeó despacio.

-Ahora, por favor, le rogaría que me explicara que demonios pasa en este planeta, y le pediría que nos auxiliara, como ya le he dicho, para poder ayudar a los svoriin como raza. Porque realmente, ustedes vienen de nuestro planeta, de ta'uri. Allí se originó la vida humana, doctora, y luego ésta fue diseminada por la galaxia. Ustedes y nosotros, formamos parte de la misma raza.

Notas de juego

Naciones Unidas powa xD

Espero tocarle su fibra sensible, o algo así. Veremos a ver por donde sale. ¿Tiro por averiguar intenciones?

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03/03/2010, 03:59
Morrigan

La doctora parpadeó, sorprendida. Un alimento... Vaya... Se sentía algo idiota... Por un momento pensó que era alguna clase de explosivo, quizás alguna clase de curación... Pero no, era un alimento, de hecho parecía ser un caramelo, como una de las Lakssøtegodbiter, o Laks, que tomaba de pequeña (y no tan pequeña). Siempre le habían gustado los dulces, así que lo probó, dando un ligera mordisco. Y se sorprendió, de forma grata. Aquello era delicioso. Aunque de repente, se sintió aún más idiota. Comiendo caramelos entre aquellos soldados... Carraspeó y guardó, con mucho cuidado, la "chocolatina" en el bolsillo, y escuchó con atención al Capitán. 

-Verá. Görem es gemonite, pero no... Representa a todos los Gemonites. Como yo tampoco a todos los Gard. Hay... Bandos, facciones. Görem es de una facción... De...- No sabía como decirlo, y probo suerte, con una traducción literal. -¿Derecha? Un bando de... ¿Extremo derecha? Muy popular entre los militares, pero poco entre no militares. Hay gente que, pese a convertirme en terrorista... Me aprecia en casa. Creen en lo que hago, y gracias a ellos escapé y vine aquí. Se que es difícil, Görem es mi enemigo, y le odio. Pero créanme, en cuanto ya no le sean útiles intentará matarles. Tau'ri... De hecho... Iba a ser la segunda prueba para los Skaald en su lista. Un pueblo fuerte, que rechazó a los Goa'uld... Es perfecto para probar la eficacia de los Skaald. Por eso les conocemos, y por eso su lengua está en los archivos. Son mi creación, si. Yo dirigí al equipo que los diseñó, pero las órdenes... Era de él, y de su superior, el primer oficial Halvard... Yo no puedo ayudarles más... Solo puedo pedirles que por favor, me ayuden a llegar hasta el nido de la reina. Allí podrá matarla, matar a los Skaald, y conseguir pruebas que acusen a Görem y Halvard.

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03/03/2010, 04:23
Edwin McGraw

Reflexionó sobre lo que ella dijo. Las cosas comenzaron a cuadrar. No hay malos, no había buenos. Todos eran malos, en mayor o menor medida. Pero para él, lo más importante era el dato de que, al parecer, si no acababan con esos bichos, esos skaald, no podrían volver a casa, ni con uno ni con otro bando. Si ella podía llevarles allí, estaba claro que era lo que debían hacer.

Ahora podía entender mejor a Görem. Matar a la reina, y luego a ella. Eso eliminaba sus problemas, y las implicaciones. Solo quería a la reina y a los skaald para erigirse como salvador de su planeta. Lo que no terminaba de concordar, era su aspecto pusilánime. Pero no le cabía duda de que podía ser una perfecta fachada, porque en otros momentos, momentos de tensión, había mostrado otros sentimientos, bastante fríos y distantes.

Sea como fuere, tenían que matar a esa reina. Era la condición de ambos bandos, la condición del planeta mismo, para que la situación se normalizara y pudieran regresar.

-Bien, discúlpeme un momento -le dijo.

Miró a sus hombres, al SG-7, y les indicó que le acompañaran, para hablar con ellos en confidencia. Una vez hubieron formado el corrillo, les miró a los ojos.

-Vaya por delante que estoy muy orgulloso de ustedes, de lo que han hecho. Han actuado con iniciativa, más allá de la llamada de nuestro deber, y entre todos hemos conseguido sobrevivir. Pero, ahora se nos presenta esta última prueba. Esta es la situación: el stargate principal no funciona, y no podemos usar el otro sin consentimiento de los gemonites. Podemos hacerlo a su manera, pero exponiéndonos a que nos mate Görem por conocer su secreto, si es que tal secreto es verdad.

Hizo una pausa, y volvió a mirarles uno a uno.

-O podemos ir con ella, y acabar con esta pesadilla de una maldita vez. Es arriesgado, y quizá no lo consigamos. Pero creo que os lo que debemos hacer, y la única posibilidad de volver a la Tierra y poder comernos una hamburguesa y tomarnos una cerveza, olvidando toda esta pesadilla.

Respiró hondo, y luego soltó aire con un suspiro.

-Yo voto por la segunda opción, y voy a ir con ella. Ustedes son libres de darme su opinión, y decidir si me siguen o se quedan confiando en las promesas de ese hombre extraño, que parece que se mueve por la arrogancia.

Esperó su respuesta. Porque después de todo aquello, el comando novato había dejado de serlo. Ahora eran el SG-7, con todas las letras, y como tal, sus integrantes tenían voz y voto para él.

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03/03/2010, 04:38
Tom J.Hammer

 Hammer se había quedado algo perplejo ante todo lo acaecido en aquellos pocos minutos, y a pesar de que Karin brillaba con luz propia no dejó de aferrar su mano, sólo...cuando despertó se vio algo cohibido y se retiró para dejarla espacio. Ver actuar a aquellas máquinas, aquella tecnología que escapaba a su comprensión fue algo que hizo al sargento plantearse demasiadas cosas y desear otras muchas pero sobretodo acabar por sonreir con levedad, con el alivio del soldado que logra hacer algo con su esfuerzo, con el verdadero pago por su deber.

  El Capitan hablaba con razón y la doctora contestaba contando mucho más de lo que se había prestado a contarle  a él, todo parecía estar muy claro ahora, aún cuando Tom se había perdido buena parte de la fiesta.

  Creo que tuve suficiente con lo mio...

 era agradable ver a aquella mujer disfrutando de algo tan sencillo y banal como una chocolatina, aquel podía ser un razonamiento propio de una cuestión tan trascendental como el sentido de la vida. Tom sacudió la cabeza y se puso en pie alejandose un par de pasos, su rostro afable ocultaba una sonrisa mientras trataba de sobreponerse al esfuerzo que había tenido que realizar desde que llegaron. Tomó su cantimplora y bebió..

  El Capitán reclamó su presencia, junto a la de sus compañeros, escruté de reojo el rostro de Karin y después centré la mirada en los ojos de Edwin, era un soldado excepcional y sobretodo un buen mando, hacía a Tom sentirse orgulloso de pertenecer al SG-7...y no podía negar que sus compañeros le inspiraban lo mismo y el mismo respeto y confianza, incluso smith bajo esa fachada de tipo despreocupado y hosco.

  Asentí y mi labio se contrajo en una sonrisa de soslayo...

 - ¿Seguirle, Capitán? Con el debido respeto...Creo que nací destinado para cargarme a ese jodido insecto.

 Espero que no piense que voy a dejarle ir solo a la diversión, Capitán. Me ofendería.

 Se cuadró ante él con formalidad y su sonrisa desapareció.

 - Cuente conmigo Señor.

 Era lo que quería, lo que deseaba, y no le hacía falta pensarlo, nunca había estado tan convencido de que debía hacer algo así, aunque pudiese disgustarle la idea de lidiar con más de esos bichos.

  Supongo que en la galaxia...no hay gente inocente...sólo diferentes grados de culpabilidad...

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03/03/2010, 21:15
Dra. Sirkka Liisa Parker

Puse la inyección tranquilamente, esperando no matarla, claro, pero tampoco me supondría ningún problema que muriera ya que no la conocía de nada y esto había sido idea suya. Mi pulso no tembló en ningún momento y por unos instantes, pensé que al menos lo habíamos intentado, que habia sido bonito soñar como con una inyección se podía salvar a alguien.

Lo que pasó unos instantes después simplemente me dejó con cara de idiota mirando la escena. El cinturón se partió mientras comenzaba a salir materia de su cuerpo, una especie de metal, que iba tomando forma. Lo único que pude recordar en aquel momento fue la película de " Terminator " ya que estaba tan desconcertada que tan sólo me pasaban gilipolleces por la mente. Además, estaba cansada, sino físicamente, creía que no tardaría en tener una de esas jaquecas monumentales debido al esfuerzo realiazado con aquel mandito ordenador en lengua infernal y eso contando con la ayuda del doctor, ya que sino a estas alturas estaríamos todos criando malvas o mutando dentro de crisálidas gigantes.

Sí, estaba oyendo a los demás hablar, pero no les estaba escuchando. Seguía mirando la pierna de la mujer, como si hubiera sido un hombre que hubiera vivido tantos años sólo que se emocionara viendo una, sólo que a mí no me gustaba la pierna en sí, sino que me podía la curiosidad por saber cómo se había formado.

Lo de la chocolatina me sacó unos instantes de mis cavilaciones, de mi perplejidad, para entrar en otra perplejidad.

- Si sigue así al final le van a ofrecer un piso en pleno Manhattan con vistas al Hudson. - Omití hacer ningún comentario al respecto, ya que volví a sacar mis narices de lo que no me importaba para meterlas en lo que verdaderamente era importante.

Estiré mi mano para tocar la pierna de la mujer, aunque me contuve dándome cuenta de que no sería demasiado correcto por mi parte.

De nuevo, mis pensamientos volvían a ser interrumpidos, esta vez por una especie de " reunión " promovida por McGraw.

Desde luego que las opciones tampoco es que abundaran demasiado, pero antes que aguantar al maldito gilipollas machista, al que ahora a todo el mundo resultaba caerle mal, cuando hacía ya un buen rato que yo ya había dejado clara mi postura, pues no es que hubiera mucho donde elegir.

- Conmigo también.. - fue mi escueta respuesta.

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04/03/2010, 00:18
Dante Gabriel Rosetti

Dante observó la especie de "reconstrucción" muscular y circulatoria de la pierna con perplejidad y a la vez con un escalofrío. Nunca le hacían demasiada gracia los métodos tecnológicos y científicos capaces de proezas que no lograba comprender, para cosas inexplicables prefería mil veces los mitos y leyendas... por irónico que pudiera resultar.

Tras la recuperación de la doctora Rosemund de la muerte se mesó la barbilla, y a punto estuvo de hacerle varias preguntas pero el capitán parecía mucho más ansioso y además poco dispuesto a que el grupo interfiriera en su diálogo así que no le quedó más remedio que callar y escuchar a la mujer. Intentaba hacerse la víctima pero sinceramente, no la creía del todo. Del mismo modo que tampoco se fiaba de los gemonites, por supuesto.

 McGraw:

-Yo voto por la segunda opción, y voy a ir con ella. Ustedes son libres de darme su opinión, y decidir si me siguen o se quedan confiando en las promesas de ese hombre extraño, que parece que se mueve por la arrogancia.

 -¿Con eso quieres decir que estarías dispuesto a que el grupo se dividiera?- preguntó un tanto incrédulo el arqueólogo, aunque suponía que sólo se había tratado de una dialéctica poco acertada.
-En fin, a lo que iba. No me fío de los soldados pero de ella tampoco, esa cosa que se ha inyectado desde luego no era normal. Aún así también opino que habría que acabar con la Reina que mencionan, puede ser la única oportunidad para regresar por el Stargate peeeero...- alargó exageradamente la palabra dejando claro que él no podría limitarse a decir un sí rotundo y militar como la mayoría de soldados -Recordad que a algunas de esas cosas no les hacíamos ni cosquillas, tienen un caparazón muy resistente e imagino que la Reina será la más fuerte de todas. O al menos la mejor protegida. ¿Será suficiente con las granadas?, ¿no se nos caería el techo encima? Deberíamos pensar en ese detalle antes de lanzarnos a la acción- apuntó de manera precavida esperando que los expertos militares pudieran añadir alguna información o idea al respecto que se le hubiera escapado. A fin de cuentas él no entendía demasiado de tácticas, estrategias ni armamento.

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04/03/2010, 08:52
Alastor Smith

-Tsk... maldita mierda de planeta

Smith se alejo del grupo, su mano en su arma casi daba entender que estaba dispuesto a pegarle un tiro en la cabeza a la Doctora y llevarla derecho a los gemonites...para el era lo correcto. Pero la duda de que los gemonites les estaban usando para luego atacar la Tierra le hacia dudar

-Se nos ordenó simplemente explorar este planeta de mierda...bien, ya lo hemos hecho, ahora deberiamos de ponernos en mente de como cojones vamos a volver a casa, porque matando a un maldito insecto en su casa yo no veo como vamos a volver... acaso cuando lo matemos de repente saldra una puerta que nos llevara a casa como ocurre en algunos videojuegos? Sonara la musiquilla de final de juego en el que todos volvemos felices a casa... me parece irrisorio todo lo que estais diciendo...dejando de lado que por una vez estoy de acuerdo con Dante...un arqueologo ha pensado mejor que todos nosotros en como demonios mataremos a la puta reina...si, buena estrategia...acaso la doctora con sus geniales inventos tiene un plan en mente??-, curiosidad

La ultima frase sono mas alta para que las palabras llegaran a la Doctora, de echo Smith se giró hacia donde estaba la doctora, casi esperando una contestacion, y mas que odio en su cara, lo que se reflejaba era curiosidad...esa maldita curiosidad que le hacia meterse en un problema tras otro con cualquier cosa que se le presentara, aunque sus palabras decian una cosa, su mente pensaba otra...

 

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04/03/2010, 19:56
Morrigan

Oyendo solo los últimos comentarios del Sargento Smith, que le recuerda vagamente a uno de esos Gemonites golpistas, la doctora interrumpe. 

-La reina está aún encerrada en un cajón de seguridad, con un dispositivo para ahogarla en gas. En el peor de los casos, si ese cajón no tiene energía, se la puede ,matar a balazos, abriendo una escotilla en el cajón.- Parecía que los datos aportados hasta la fecha no eran suficientes. Podía rebelar más, cuantos fueran necesarios para ganarse su confianza. 

-Si lo desean, puedo contarles... Todo. Como encontramos a los Skaald, por qué los creamos, y por qué se rebelaron.

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04/03/2010, 21:16
Alastor Smith

-Tsk...un cajon de seguridad...menudo planazo

-Nos servira para matar a esa puta toda esa historia que nos cuentes?? Yo creo que no, asi que por mi te puedes guardar tu historia...

Smith se alejo un par de pasos del grupo...estaba...arto, asqueado de todo aquello...pero en el fondo...

 

Cita:recuerdo anterior al viaje

-¿No tienes miedo a morir? ¿No tienes interes de que le paso al antiguo equipo o que te pase lo mismo?

-Esa pregunta es del todo vacía...pero es mi superior y debo contestarla. Señor, es mi trabajo señor. Hace mucho tiempo que deje de sentir miedo Señor.

Smith empezó a reirse convulsivamente con carcajadas aun mas altas... el dilema le habia provocado casi una destruccion total de su raciocinio

-JAJAJAJA....asi que ... tenemos que elegir entre dar por culo a un extraterrestre creado por razones que solo dios conoce o creer en la promesa militar de los gemonites, que segun usted son los malos...aunque en este puto planeta ya nada se sabe lo que es...JAJA demonios...

La frase fue dicha entre convulsiones de carcajadas espontaneas...

Notas de juego

al pobre smith no le convences solo con el cajon....xDDDDDDD

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04/03/2010, 22:45
Tom J.Hammer

- Las razones no son divinas, aunque apuesto que incluso Dios querría que una monstruosidad así pereciese pronto, a pesar de que tengamos que hacer el trabajo sucio por el.

 Una mirada escueta a su Capitán como si pidiese permiso para contestar a Smith. ¿Te has vuelto loco? Joder..

 Caminé hacia él aunque mi verdadera intención era estar entre la doctora tendida en el suelo y el sargento, confiaba en él pero en aquel momento no sabía si alguna de las picaduras le había afectado más de la cuenta. ¿Había perdido la jodida cabeza?

 - Necesitaremos un plan. - Dejo patente con un movimiento simultaneo de ambas manos extendidas por completo y un asentimiento al arqueologo al que no le faltaba cabeza e inteligencia para golpearnos con la cruda realidad antes de que nos hiciesemos demasiadas ilusiones.

 - Entonces escuchemos todo lo que tenga que contarnos y actuemos después con la ventaja de tener información.

 Dio unos pasos dibujando un semicírculo. Sus botas apenas emitían un quejido cuando pisaban los restos de la masacre.

 - Necesitaremos vías de acceso, orientación, información sobre los puntos débiles de los enemigos que protegen a la reina así como los obstáculos que podemos encontrarnos en el camino.

  Ni que decir tiene que nos podría venir bien alguna clase de armamento propia del planeta.

 No miraba directamente a Karin, pero mucho de aquello sólo podría conseguirse con su colaboración. No dijo que confiase en ella pero parecía más que evidente que lo hacía. En ocasiones las apariencias...engañan.

 - Capitán, yo aún tengo todo el C4.

 Dijo mostrando la mochila, después recogió y le tendió el fusil propio de BP6-3Q1 para que le echase un vistazo.

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04/03/2010, 23:05
Edwin McGraw

Rosetti no podía dejar de regalarles con su opinión. Pero, como siempre, tenía parte de razón. No le caía mal, porque había demostrado ser un tipo listo y muy capaz. Solo que a veces le gusta redundar en lo obvio. No podía reprochárselo en aquella situación. El resto de sus hombres parecía dispuesto a seguir, pero él aclaró.

-Preguntaba para que ganara la mayoría. Pero salvo que se empeñara, no le pensaba dejar, ni a usted ni a nadie, en tierra hostil y con desconocidos. Mi obligación es llevarles a todos fuera de este planeta, a salvo, y cumplir nuestra misión. Y pienso cumplirla.

La doctora habló luego, y el capitán pensó en ello. Hammer señaló lo evidente: tenían C4 como para hacer saltar por los aires aquel complejo aeroespacial, o al menos provocar en él un derrumbatiendo o abrir un cráter del tamaño del impacto de un avión cisterna en llamas.

Pero lo peor fue lo de Smith. Ese soldado ya había desobedecido algunas órdenes directas, y había expresado su opinión de forma demasiado libre, sarcástica y poco apropiada para la situación. Creyó que había llegado el momento de poner los puntos sobre las íes, y se acercó a él, dando una voz como si fuera un sargento instructor del campamento base.

-¡Firme ahora mismo, sargento! -bramó.

Se puso frente a él cuando lo hizo, mirándole a los ojos con desagrado. Mucho desagrado.

-Su comportamiento es impropio para ser un suboficial de las fuerzas aéreas, y aún más para ser un soldado de operaciones especiales que representa a nuestro planeta. Digo más, su comportamiento sobra, y además resulta francamente molesto.

Parpadeó un segundo, como si quisiera hacerle ver algo evidente.

-Usted no es el único que está metido en esta mierda. Usted no es el único que debe soportar que todo el comando deba guiarse por intuiciones y moverse por opiniones no contrastadas de virtuales desconocidos. Pero debo recordarle que no tenemos otra opción, ni otro camino. Estamos todos juntos en esta mierda, sargento, y será mejor que no lo olvide.

Acercó luego el rostro al suyo, algo intimidante.

-Porque si no deja de comportarse de esa manera, y no se da cuenta de que debemos tirar todos de la misma cuerda -susuró, despacio- Le degradaré a cabo con efecto inmediato, y se ganará un buen consejo de guerra cuando volvamos a casa.

Retiró de nuevo el rostro, alzando un poco el mentón.

-¿Me ha entendido, sargento?

Notas de juego

¿Es necesario que tire intimidar o nos ahorramos el trámite?

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04/03/2010, 23:37
Dra. Sirkka Liisa Parker

No iba a entrar en ese debate, aunque sinceramente me alegraba el hecho de que por fin alguien le estuviera diciendo algo útil a aquel militar descerebrado. En realidad hubiera sido bastante más útil que le hubiera dicho directamente que era gilipollas, pero por suerte, McGraw era bastante más sutil de lo que yo podría ser.

En aquel momento me quedé observando a todo el mundo, como si acabara de darme cuenta de una cosa que no me sentó demasiado bien, y que hacía que mi lugar en  todo aquello prácticamente hubiera desaparecido.

- ¿ Y qué se supone que hago yo aquí ahora si tenemos doctora puesta en la flora y " fauna " de este planeta? - Pensé comenzando a sentirme yo misma un poco excluída de todo aquello incluso sin que nadie dijera nada.

Opté por permanecer en silencio, ya que por primera vez en mi vida, no me sentía imprescindible en un lugar, como correspondía con mi ego y arrogancia. Decidí  alejarme un poco de la gente, dejándolos hablar y discutir tranquilamente mientras limpiaba la sangre de mis manos y trataba de hacer lo mismo con mis pantalones, sin demasiado éxito.

Toda la vida había creído que fuera donde fuera sería útil, y bueno, creía que ya había sido todo lo útil que podía ser en aquella misión y en aquel lugar, así que ahora sólo podía permanecer callada, sin protestar e intentar que me devolvieran sana y salva a mi casa, en la que casi sin lugar a dudas buscaría otro trabajo.

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04/03/2010, 23:53
Dante Gabriel Rosetti

La actitud de Smith no dejaba de sorprender al arqueólogo. Él siempre había sido un poco bocazas y demás pero aún así sabía conservar un mínimo de educación y saber estar, cosa que creía que se vería aumentada en cualquier soldado... excepto ese. Muchas veces no sabía cómo encajar sus comentarios desagradables a pesar de que no fueran directamente dirigidos hacia él así que optó por obviarlos quedándose sólo con las partes que considerara útiles o importantes.

-Ehem... de acuerdo, una caja de contención supongo. Lo extraño es que el resto de bichos no hayan conseguido sacarla de ahí- después de comprobar como eran capaces de aboyar aquella compuerta de acero reforzado resulta un poco sospechoso que la Reina siga encerrada pero como bien se ha dicho no tienen demasiadas opciones.

-Quizá podamos usar algún conducto como el que usasteis para venir hasta aquí, supongo que sería más seguro y discreto- dijo a Tom antes de tomar asiento en el propio suelo con un suspiro -Esta sala es segura así que disponemos de tiempo. La escuchamos- corroboró a la doctora Rosemund, asintiendo para animarla a explicar todo lo que considerara oportuno.

Después su mirada se desvió de reojo a los gritos y órdenes del capitán entorno a Smith sintiéndose bastante incómodo, pero por si todo eso fuera poco repentinamente Sirkka había enmudecido y había decidido apartarse. Nunca había sido mujer de demasiadas palabras pero aquello rozaba el surrealismo.

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05/03/2010, 12:03
Alastor Smith

Smith fue ahogando poco a poco la carcajas que le salian de su cuerpo mientras el capitan parecía intentar poner el orden

-Tsk...

Mantuvo la mirada penetrante...intentaba meterle miedo con eso?? Vamos por favor. Su mirada se mantuvo firme si no de odio mientras el capitan seguia acercandosele escupiendo sus palabras

-A... sus ordenes MI CAPITAN

Las ultimas palabras fueron soltadas con el tono mas de asco que hubiera podido cargar. Mientras se quedaba alli con sus ojos clavados en los suyos, como si de una batalla misma se tratara.

Notas de juego

hombre tengo dote asi que, quzas me asustaras un poquitin xDDDDDD

Valiente: +4 en todas las tiradas para resistir el miedo.