Partida Rol por web

Di una vuelta a la manzana y me acerqué con cautela por la parte de atrás de la casa...

Fingí estar dando un paseo normal y busqué posibles entradas, una puerta trasera, un garaje abierto, unas ventanas... cualquier cosa.

Cojo una chaqueta y digo al vecino:

Lo siento, pero prefiero disfrutar de la brisa... Señalo una Harley aparcada en la acera y le doy un casco, mientras me pongo yo el mio..

Arranco la moto... y digo: Vamos, subase, que la biblioteca no esta abierta todo el día ... Creo...

Llegais a la biblioteca sin mayores problemas, aunque Robert esté medio aturdido por el paseo en moto.

Desde tu casa ves a Thomas pasar, ves que anda dando una vueltecilla por el barrio.

Me bajo de la moto y guardo los cascos... pongo la cadena de seguridad además de cerar el piston de motor con la llave...

Miro al vecino y digo: Bonito lugar... ¿Vamos?

Me bajo de la moto aun algo aturdido, hacia mucho que no montaba en una de estas

-si... vamos a la biblioteca. Norton sigue siendo el bibliotecario jefe, creo. No me costará mucho que nos deje ir a la sección de mitología medieval-

Ver los familiares edificios del campus me permiten recobrar la confianza, algo que me hacía algo de falta estos días. Y empiezo a caminar decidido hacia el edificio de la biblioteca

 Abro la puerta de mi casa y salgo de ella para saludar a Thomas:

 - Hola, ¿Thomas, verdad?. ¿Como va?.

De repente, un ruído ensordecedor, Robert cae al suelo, está empapado en sangre...

Pero... ¿qué?...

Mi mirada se fija sobre el cuerpo caido de Sr. Robert...

Me agacho intentado frenar la herida con mis manos... mis ojos tiemblan pero mi voz es segura, lo miro y le digo: Tranquilo, Robert... esto no es nada...

En seguida, estará mejor...

En mi mente sabía que aquello no era cierto, pero no podía hacer otra cosa... Arrodillada junto a él, empezé a gritar: ¡¡¡Ayuda!!!, ¡¡¡Qué alguien nos ayude!!!

Thomas... ayudanos por favor.... pensé temiendo por la vida de Robert

De repente sientes un tintineo, ese que oís los luces blancas cuando un protegido te llama. Alex te llama, podría estar en apuros, pero Owen te ha visto y ha abierto la puerta para saludarte. Te hayas en un difícil momento.

Todo ha ocurrido tan rápido...

Veo a Alex inclinada sobre mi, y aunque la escucho pedir ayuda no acabo de entenderla, mi mente parece funcionar muy lentamente

-¿que... ha pasado?-

 es lo único que alcanzo a decir, veo mucha sangre, pero no alcanzo a saber si es mia, tengo frio

- Hola Owen...  - dije al muchacho. - La verdad es que tengo un poco de prisa pero gracias por preguntar. -

La sonrisa no desapareció de mi cara - Oye, no pretendo ser borde y luego te lo explicaré, pero tengo que irme corriendo. ¿Me paso luego por aquí y hablamos, vale? - le hice un gesto con la mano a modo de despedida y salí corriendo hacia la casa de las hermanas como alma que lleva el diablo.

Quizá Owen pensaría que estaba loco, pero no podía pararme a explicarle nada ahora mismo.

En cuanto desaparezca de la vista de Owen orbito hasta mi protegida... espero que los pocos segundos que tarde en echarme a la carrera no sean fatídicos.

Si desaparezco del campo de visión de Owen (pasando al jardín de las chicas o lo que sea), comienzo a orbitar. Si me puede ver todo el rato, me esperaré a entrar en casa y cerrar la puerta para orbitar.

Me doy toda la prisa que puedo

Alex está parada en mitad de la calle.

Llega la ambulancia, Robert es metido en ella y se lo llevan al hospital, su pulso es débil, sus constantes también, cada vez respira con más dificultad.

Ves como Thomas desaparece con rapidez de tu campo de visión al tiempo que suena el teléfono.

Me extraña ver parada a Alex en mitad de la calle. Miré alrededor, puesto que no podía aparecerme delante de ningún humano.

Además todo ello me sonaba extraño... quizá era una emboscada. Pero no podía permitir que mi protegida sufriera ningún daño.

Alex está en medio de la calle rodeada de gente. A su lado, la ambulancia se lleva a Robert en bastante mal estado. Sus constantes no son regulares, respira con dificultad y hay mucha sangre en el suelo.

 Mientras veo como se aleja el luz blanca, cojo el teléfono y respondo:

 - ¿Diga?.