Partida Rol por web

Es un dia corriente en vuestras vidas, corriente de no ser por la carta que acabais de recibir. Es de un prestigioso bufete de abogados de San Francisco y en ella se explica que os corresponde una herencia sustanciosa, bloqueada por motivos burocraticos pero que ahora estaba disponible.

La herencia constaba de una casa de dos pisos.

Es una casa grande y preciosa pero tambien se os lega un local, un bar que pertenecia a vuestra madre y ahora el local esta vacio. Es un garito de unos 100 metros cuadrados que lleba unos 20 años sin abrirse.

En la puerta de la casa encuentras a otras dos chicas, segun la carta, tus hermanas.

Al llegar y ver la casa me quedo bastante sorprendida, por fuera parece una casa preciosa. Al verlas, me quedo parada ¿se acordarán de mí? Quizá no, era muy pequeñas. Además a mi se me han ido borrando recuerdos de aquellos cinco años con el paso de los años.

- Hola - digo mirándolas sin saber exactamente como reaccionar. Deseo abrazarlas y saber que ha sido de sus vidas, pero tampoco quiero ahuyentarlas... no ahora que las he encontrado.

Ellie es la siguiente en reaccionar. La verdad es que resultaba algo raro volver a estar todas juntas. Ella era muy pequeña, y apenas se acuerda de algo de aquella época.

Hola... Dice también con algo de incomodidad. Sabía que al principio era normal, pero estaba convencida de que poco a poco todo iría bien y que se llevarían bien.

La carta no podia venir en mejor momento. Con el desaucio tocando a mi puerta tener un techo seguro era mas que un alivio.

Lo unico que me quedaba mio era la guitarra, por suerte aun tenia amigos. De no ser por uno de ellos nunca habria podido llegar a la casa aunque apareci un poco tarde.

La moto de Erick me dejo justo en la esquina, me despedi de el con un beso cariñoso en los labios y camine hasta la entrada donde dos chicas se estaban presentando. No las reconocia, habia pasado por tantos centros, orfanatos y casa, habia tenido tantos "hermanos y hermanas" que sus caras no me producian ninguna sensacion.

Ellas parecian haber tenido mas suerte, sus ropas no eran de mercadillo como las mias y tenia maletas en lugar de una triste mochila.

Nos quedamos mirando un instante como tontas.- ¿Podemos presentarnos dentro? Se me esta helando el culo.

Abris la puerta y encontrais una casa preciosa que alguien se a ocupado de limpiar antes de vuestra llegada.

Es una verdadera belleza pero lo mejor son los cuartos de arriba, tres, muy amplios y luminosos.

- Pedazo de choza.- murmurro entrando con cuidado, como si me diera miedo pisar el suelo tan bonito. Tras un vistazo rapido subo a las habitaciones.

La cama de cojines rojos es amor a primera vista.- Me quedo con esta.- Afirmo dejando mi guitarra sobre la silla y despues me vuelvo.- Me llamo Alexia, pero me llaman Alex. - Me presento ya caliente, quitandome la chupa de cuero raido pero sin extender la mano ni mariconadas de besitos.

Al entrar miro a mi alrededor, es una casa preciosa. Viendo que Alex se pide la habitación de los cojines rojos yo me pido la de la foto de al lado, la que no tiene tanto colorido.

-Soy Mekare. Me alegro de encotraros chicas.

Quizá sea ya el momento de ir acomodandose

- ¿Nos estabas buscando?.- pregunto levantando una ceja.- Bueno, no pasa nada, puede que tengamos la misma madre pero en el fondo no nos conocemos de nada. ¿Que vamos a hacer con la casa? ¿Vamos a vivir las tres aqui o vendemos la casa?

- Puede que no lo recuerdes, eras muy pequeña, pero siempre os he recordado y necesitaba saber si estabais bien. En cuanto a la casa, no veo nada de malo en vivir las tres aquí.

- Con tres años no me acuerdo de casi nada... Recuerdo la esquina de esta puerta.- digo apartandome el pelo para dejar ver una señal pequeñita, de un tropezon donde me comi la esquina mientras correteaba por el pasillo.

- Poco mas y perdona pero no me creo que tu con cinco recuerdes mucho mas que yo. Menos la rubita, que debia ir a gatas entonces.

- Recuerdo que éramos felices y que nos queríamos. Recuerdo que fue un trauma para todas la muerte de mamá y especialmente el ser separadas. - sabía que debía conservar mi paciencia, no sabía la suerte que ellas habían corrido, existía la posibilidad de que sus vidas no hubieran sido muy buenas, pero siempre creí que sería una gran alegría para todas encontrarnos, para mí era como encontrar la parte de mí misma que me faltaba... pero ya empezaba a ver que aparentemente, sólo para mí.

Ellie entra y al ver que sus hermanas han sido más rápidas eligiendo habitación, ella se queda con la que resta. Se encoge de hombros, no estaba mal, pero ya le daría un toque personal. Algo de pintura por allá, otras cortinas por aquí y otra colcha por más allá. Sí, quedaría bien. Le serviría para sentirse más en casa.

Cuando comentan lo de vender la casa, abre los ojos. Ella precisamente había salido de su casa para independizarse.

Elisabeth Parker. Pero llamadme Ellie. Que raro resultaba presentarse a sus propias hermanas. Yo tengo la intención de vivir aquí, pero como queráis, puedo alquilar las demás habitaciones y pasaros una cantidad acordada cada mes. Dice bastante convencida.

No parece ofenderse, por la referencia a su color de pelo. Casi se lo toma con cariño. Pues no, no recuerdo mucho. Dice sonriendo algo apenada, buscando algun rincón que le traiga algun recuerdo, pero nada.

 - No creo que tenga nada de malo vivir aquí las tres. Sería una buena ocasión para conocerse. Creo Ellie que tienes una habitación menos para alquilar.

Quien sabe, igual podríamos recuperar parte del tiempo perdido.

Al entrar a tu cuarto y tocar la cama tienes una sensacion calida.

Un recuerdo llega a tu cabeza. Las tres durmiendo en la cama, tu un bebe entre sus brazos y cada una de tus hermanas a un lado.

Alex destapada, igual que una rana de medio lado. Mekare abrazada a tu madre al otro lado mientras ella terminaba de leer un cuento de hadas sobre una bruja buena. El ambiente era pura paz y un olor a rosas frescas....

Me retiro el pelo con las dos mano y miro a mi alrededor. De alguna manera me siento en casa en ese lugar y sonrio.

- Lo siento.... no soy demasiado sociable. Suelo estar demasiado a la defensiva y todo esto me parece un poco raro. Esta es la herencia de nuestra madre pero ¿Por que nos la dan ahora?.- pregunto y despues comprendo.-¿Es por que Ellie a cumplido 21 años? ¿Teniamos que ser mayores de edad las tres para que nos la dieran? Vale, dejo las preguntas, intentare relajarme un poco... ¿Hacemos algo de cenar y... nos conocemos?

-Lo cierto es que deberíamos intentar encontrar respuesta a esa pregunta Alex. A lo de la cena, me apunto. No creo que haya nada en la nevera, así que, ¿Qué os gustaría pedir?

Al pasar con la moto vi una pizzeria al final de la calle.... Espera un momento.- Rebusco monedas en los bolsillos y saco un par de billetes arrugados.- Aun no nos han pagado el ultimo bolo, ahora no tengo mas dinero, si falta algo lo pondre a final de semana.... Creo que soy la hermana pobre.-Afirmo para reirme de mi propio comentario