- ¿Y que te parece ambas cosas?. ¿Has probado alguna vez la ensalada de pasta?. - Le propuse, sonriendo, disfrutando de lo adorable que era.
Ellie asintió.
Me parece bien. Voy cociendo la pasta. Dice empezando a buscar alguna olla y poniendola al fuego con agua. No sabía muy bien de qué hablar con él, así que decidió empezar por lo básico.
¿Qué te ha traído aquí? Preguntó. Perdona si me lo has dicho ya, pero últimamente entre la mudanza y lo del refugio he tenido la cabeza algo distraída... Dijo disculpándose sinceramente.
La miré confuso:
- En realidad tú me invitaste, por haber arreglado la avería del baño de tu centro juvenil...
Ellie rió. Le pareció hasta mono.
Me refería a esta ciudad, a este barrio. Dijo especificando, porque si era verdad que podría haberse entendido así.
- Eh... He vivido aquí toda mi vida. Después de terminar el instituto, viajé un por Europa, visitando España, Francia, Italia... Me gustó mucho poder visitar lugares en los cuales he leído: Santiago De Compostela, El Escorial, el louvre, La capilla Sixtina... - Respondí, sonriente. - Luego, cuando terminé la Universidad, volví aquí y retomé el negocio familiar.
Ellie asintió interesada y satisfecha.
Vaya... ¿y qué es de tu familia? Preguntó siguiendo con la trama de la conversación mientras seguía preparando la comida o esperando a que se cocinase.
- Mi padre murió cuando yo tenía 16 años, mi madre tres años después. Yo pude estudiar gracias a una beca y a la ayuda de unos parientes lejanos. - Respondí, mientras comenzaba a cocinar. Al mirar su reacción, agregué, con una sonrisa tranquilizadora. - No te preocupes, no me importa hablar de ello... De hecho me gusta hacerlo. Los tres estábamos muy unidos y aunque, a causa de su trabajo, mi padre y yo nos veíamos poco, él lo compensaba pasando todo el tiempo que pudiera conmigo y llevándome a muchos sitios. Mi madre me enseñó muchas cosas sobre la vida y las personas... Si, puede decirse que lo mejor de mí viene de ellos. ¿Y que hay de ti?. ¿Donde te criaste?.
El sobre empieza como a moverse solo, tiembla como si hubiese un pequeño terremoto, pero nada más que el sobre se mueve.
¿Y si ha sido mamá por alguna razón? - pregunto como si se me hubiese encendido la bombilla de repente - ¿Y si tuviera que ver con el sobre de Ellie? - digo después sin poder ocultar la curiosidad que me da saber lo que hay dentro.
Venga chicos, démosle algo de ritmillo a esto
- Es posible... Volvamos dentro con Ellie y Owen. - indiqué a las dos hermanas. Por el camino hacia la cocina me dirigí hacia el salón donde habíamos dejado el sobre con la intención de comprobar si Ellie lo había cogido o no.
¿el sobre sigue en el salón?
- ¿Y eso?. - Señalé curioso e sobre. - Debe de haber corriente...
El sobre está con Ellie en la cocina
Nada fuera de lo nomal, es un sobre completamente normal
pues a la cocina que nos encaminamos los tres (si Alex quiere claro)
Alex, Mekare y Thomas entran en la cocina. La cena ya está al fuego y Ellie y Owen charlan amistosamente.
Ellie abre los ojos y apoya las manos en el sobre para evitar que se siga moviendo solo.
¡Uy la mesa debe estar coja! Dice lo primero que se le ocurre y cuando llegan los demás coge el sobre.
¡Genial! ¡Justo a tiempo! Dijo dirigiéndose a la puerta. ¿Podeis ayudarle a terminar? En seguida bajo, tengo que ir al lavabo. Dice con cierto tono de insistencia en su voz y su mirada. Necesitaba abrir ese maldito sobre y era mejor no hacerlo delante de Owen.
xDDD
- Acompañarla si queréis... - dije en tono condescendiente a las otras dos hermanas, sabiendo lo que implicaba.
Miré a Owen y me encogí de hombros: - Cosas de chicas... - sonreí y me senté a la mesa con él.
Sonreí:
- Ya... Espero que os guste la ensalada de pasta... - Respondí, mientras echaba la pasta a cocer.
Miro a Thomas y digo:
-Tiene edad para ir sola al baño y si me gusta la ensalada de pasta pero échale mayonesa-sonrío y me dispongo a mirar el sobre sobre la mesa.